Diferencia entre revisiones de «Rev Alvaro Zavala Zavala»

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Cuando regrese del l.T.A.I. Fui trasladado a la 6ta Iglesia de Monterrey, la cual Dios me permito pastorear de 1980 a 1983, en ésta recibí 70 hermanos y en este tiempo, con la ayuda de nuestro salvador Jesús, bautizamos 30 hermanos, Iogrando entregar una membrecía de 100 hermanos. Otro recuerdo bello de la gracia de Dios, Io tengo de cuando pastoreaba esta Iglesia. Visité a una hermana ancianita, viuda y enferma; al llegar, recuerdo me ofreció de almorzar Io que tenía a la mesa y yo acepté comer, ore por ella y me retiré. Ella se puso a llorar pues era lo único que tenía, no tenia pensión, despensa, ni dinero. Retirándome yo, llego una niña y Ie dijo: dona Juanita, dice papa que aquí le manda estos 10 pesos que le debía; a los tres minutos llega otra niña y le diciéndole: dona Juanita, mi mama que le manda 20 pesos que le debía, cinco minutos después vuelven a tocar su puerta, eran unos familiares que venían de Zacatecas y le traían una caja grande de despensa. Sin duda otra muestra del gran amor de Dios para con sus siervos fieles.
Cuando regrese del l.T.A.I. Fui trasladado a la 6ta Iglesia de Monterrey, la cual Dios me permito pastorear de 1980 a 1983, en ésta recibí 70 hermanos y en este tiempo, con la ayuda de nuestro salvador Jesús, bautizamos 30 hermanos, Iogrando entregar una membrecía de 100 hermanos. Otro recuerdo bello de la gracia de Dios, Io tengo de cuando pastoreaba esta Iglesia. Visité a una hermana ancianita, viuda y enferma; al llegar, recuerdo me ofreció de almorzar Io que tenía a la mesa y yo acepté comer, ore por ella y me retiré. Ella se puso a llorar pues era lo único que tenía, no tenia pensión, despensa, ni dinero. Retirándome yo, llego una niña y Ie dijo: dona Juanita, dice papa que aquí le manda estos 10 pesos que le debía; a los tres minutos llega otra niña y le diciéndole: dona Juanita, mi mama que le manda 20 pesos que le debía, cinco minutos después vuelven a tocar su puerta, eran unos familiares que venían de Zacatecas y le traían una caja grande de despensa. Sin duda otra muestra del gran amor de Dios para con sus siervos fieles.




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