Diferencia entre revisiones de «Distrito Juárez: Historia el Ministerio de la Mujer»

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En 1960,  se registró, en una iglesia anglicana en Van Nuys, California, un hecho que dejó a esa congregación con una fuerte demostración del poder de Dios.  El Espíritu Santo envió a una mujer llamada Jean Stone, la cual era esposa de un director de Lockheed, quien leía las oraciones de la iglesia anglicana con devoción y participaba en los servicios religiosos y de todas maneras sentía un vacío interior, y como mujer anglicana que era, no podía ser pastor ni podía ser monja, y como su marido no tenía vocación de misionero, tampoco podía ser misionera.  
En 1960,  se registró, en una iglesia anglicana en Van Nuys, California, un hecho que dejó a esa congregación con una fuerte demostración del poder de Dios.  El Espíritu Santo envió a una mujer llamada Jean Stone, la cual era esposa de un director de Lockheed, quien leía las oraciones de la iglesia anglicana con devoción y participaba en los servicios religiosos y de todas maneras sentía un vacío interior, y como mujer anglicana que era, no podía ser pastor ni podía ser monja, y como su marido no tenía vocación de misionero, tampoco podía ser misionera.  


De cualquier manera, organizó en su hogar reuniones para los pastores y laicos de la alta sociedad quienes buscaban el bautismo del Espíritu Santo. Ella misma daba conferencias entre pentecostales y no-pentecostales acerca del tema, y los asistentes que buscaban el bautismo del Espíritu Santo en las horas de oración en su hogar, lo recibieron  gracias a esta mujer  que practicaba el cristianismo dentro de la iglesia anglicana, sólo mediante la imposición de sus manos. Su firmeza en el estudio de la palabra, creyendo en la infalibilidad de la Escritura, le dio un sentido más profundo del amor a Dios, una percepción más profunda del pecado, autoridad para rezar por los enfermos, etc. La glosolalia causó tensión en la comunidad, lo que motivó la renuncia del primer pastor Dennis J. Bennett. Sin embargo, el despertar  ya no pudo ser detenido y se difundió por todos los Estados  Unidos e incluso por Europa.  
De cualquier manera, organizó en su hogar reuniones para los pastores y laicos de la alta sociedad quienes buscaban el bautismo del Espíritu Santo. Ella misma daba conferencias entre pentecostales y no-pentecostales acerca del tema, y los asistentes que buscaban el bautismo del Espíritu Santo en las horas de oración en su hogar, lo recibieron  gracias a esta mujer  que practicaba el cristianismo dentro de la iglesia anglicana, sólo mediante la imposición de sus manos. Su firmeza en el estudio de la palabra, creyendo en la infalibilidad de la Escritura, le dio un sentido más profundo del amor a Dios, una percepción más profunda del pecado, autoridad para rezar por los enfermos, etc. La glosolalia causó tensión en la comunidad, lo que motivó la renuncia del primer pastor Dennis J. Bennett. Sin embargo, el despertar  ya no pudo ser detenido y se difundió por todos los Estados  Unidos e incluso por Europa.  


'''Conclusión'''
'''Conclusión'''


La lista de nombres femeninos  dentro de la experiencia de hablar en otras lenguas por la obra del Espíritu  Santo, es muy grande y obviamente en estos antecedentes no están incluidas todas  las mujeres santas que se han dedicado en cuerpo y alma a trabajar por la Obra de Dios, de cualquier manera me dio mucho gusto  conocerlas aunque de manera muy  superficial,  pero estoy segura que el mismo Espíritu Santo que les animó a ellas, es el mismo Señor que anima mi corazón  a amarle, conocerle  y a hablarle a otros  de El Señor, y el ejemplo dejado por cada una de estas mujeres debe animar a otras a  trabajar arduamente por el Señor  y a estar seguras de que Dios respaldará nuestro trabajo,  enviando nuevamente su Santo Espíritu a quien se lo pida con toda la fe y la entrega de su alma.
La lista de nombres femeninos  dentro de la experiencia de hablar en otras lenguas por la obra del Espíritu  Santo, es muy grande y obviamente en estos antecedentes no están incluidas todas  las mujeres santas que se han dedicado en cuerpo y alma a trabajar por la Obra de Dios, de cualquier manera me dio mucho gusto  conocerlas aunque de manera muy  superficial,  pero estoy segura que el mismo Espíritu Santo que les animó a ellas, es el mismo Señor que anima mi corazón  a amarle, conocerle  y a hablarle a otros  de El Señor, y el ejemplo dejado por cada una de estas mujeres debe animar a otras a  trabajar arduamente por el Señor  y a estar seguras de que Dios respaldará nuestro trabajo,  enviando nuevamente su Santo Espíritu a quien se lo pida con toda la fe y la entrega de su alma.
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