Diferencia entre revisiones de «8a Guadalajara, Jalisco»

Durante el año de 1993 se presentaron problemáticas con los vecinos de la comunidad. Porque ellos querían invadir el terreno, aun no teniendo ningún derecho legal o de otra índole para proceder con la toma del lugar; y a su vez, alegando con el argumento de que el terreno estaba abandonado. Aunque estaba bardeado y con las edificaciones del Templo del cuarto de usos múltiples y que los hermanos habían estado acudiendo a realizar labores de limpieza. Sin embargo, el lugar tenía ya cinco años de no dársele uso alguno de manera continúa desde que había terminado el seminario. Por esto, los vecinos de la comunidad tomando esta situación como pretexto; y no solo eso, sino que además sabían claramente que ese terreno era de la Iglesia; y puesto que los vecinos no eran evangélicos y lo pretendían tomar para utilizarlo para fines comunitarios ya sea parque o cancha deportiva. Estas personas que se empeñaban en apoderarse del lugar fueron probablemente según cree el hermano Nicolás Herrera fueron azuzados por el cura de ese lugar ó por alguna persona que se oponían a que se estableciera una iglesia, debido a que no concordaban con las creencias y doctrinas evangélicas de la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús.

A consecuencia de esto,  el temor y el inminente riesgo de perder el terreno por causa de una invasión. Tal hecho generaría más problemas de los que actualmente se estaban presentando como los problemas de pago de los terrenos entre otros. Hubo una ocasión, en la que el gobierno intentó quitarles el terreno, porque lo estaban considerando como lugar abandonado, esto fue debido a que dentro del lapso de tiempo de aproximadamente cinco años en el que estuvo desocupado. Esto sucedió a partir que se llevó a cabo el Seminario de pastores y hasta que se empleara en Obra Misionera. Durante ese tiempo intermedio la Tercera Iglesia celebraba cultos en el terreno para que vieran que estaba ocupado y desistieran de tratarles de recoger el terreno, cuyas intenciones del gobierno eran construir unas instalaciones de recreación para la ciudadanía.  

Por lo anterior, el hermano Nicolás Herrera toma como acción hablar con los hermanos del culto de la tarde, el cual era el más concurrido de todos y así  poder hacerle la invitación a todos aquellos que les interesará congregarse en las instalaciones del terreno en donde se había realizado la capacitación para los pastores. Esto lo hizo con el propósito de darle uso a las instalaciones por medio del establecimiento de una Obra Misionera y poder estar realizando cultos y actividades de manera regular, y con esto tratar de disipar los planes latentes de los vecinos de la colonia para apropiarse del lugar. Después de exponerles el motivo a los hermano se alcanzó a conformar un grupo de setenta y seis hermanos, quienes estuvieron a cargo del hermano José Ponce a quien el hermano Nicolás Herrera puso como líder del grupo.