Paramita, Rosamorada, Nayarit

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Los primeros contactos de la iglesia Apostólica de la fe en Cristo Jesús, con pobladores de la comunidad de Paramita, poblado ubicado al pie de La Sierra Madre Occidental en la municipalidad de Rosamorada Nayarit Fue así… Corría el año de 1947 cuando arribaron a esta comunidad, no sin antes haber recorrido lugares como San Lorenzo y Estación Ruiz, pertenecientes al municipio de Ruiz , Estación Yago y Santiago Ixcuintla del municipio De Santiago Ixcuintla Nay. un Grupo de seis personas integrado Por 3 adultos y 3 menores de edad, cuyo parentesco entre si era el siguiente ; Felipe Rodríguez y su esposa Ramona, Leocadia mamá de Felipe, mas tres hijos del matrimonio (todos varones por cierto ), de los cuales solo se recuerda que uno de ellos se llamaba Pablo y que Los 3 adultos (Felipe, Ramona y Leocadia) eran bautizados en la IAFCJ provenientes de la iglesia establecida en Estación Ruiz. A los pocos días de estar radicando en esta comunidad, se empezó a correr el rumor de que estos eran “aleluyas” , lo cual para los tiempos que corrían esto no era bien aceptado por la mayoría de la población. No se sabe el motivo que los trajo a esta comunidad pero puesto que eran “aleluyas” y que además eran visitados continuamente por hermanos que hacían viaje de iglesias como Tepic, Estación Yago, Paso Real del Bejuco, Chilapa, Estación Ruiz, es lógico pensar que su llegada a esta comunidad fue la misericordia de Dios hacia este pueblo. Justo es mencionar que para este entonces ya había en la comunidad un grupo de miembros de la iglesia congregacional: Felicitas Jiménez, Pedro Ruíz, Rafaela Perales, etc. Que eran visitados esporádicamente por pastores de su iglesia y que tiempo después al conocer el evangelio de la unicidad lo aceptaron y se bautizaron en el nombre de Jesucristo formando parte de la nueva fe llegada a Paramita.


Dicho grupo estableció su residencia en una casa que les prestaban, ubicada en un predio al que le llamaban el guayabal por estar poblado de no poco arboles productores de esta olorosa y sabrosa fruta, esto a la orilla oriente de la población y sobre la margen izquierda del arroyo llamado “El cajón”, enfrente de la vivienda del señor Eusebio Cázares, hoy propiedad de don Celerino Cázares (el cachi), al poco tiempo de establecerse, el jefe de este hogar, hermano Felipe, empezó a hacer amigos a la vez que los invitaba a escuchar la palabra de Dios con buen éxito, siendo los primeros en aceptar dicha invitación los señores Agatón Rodríguez e Indalecio Molina. Al crecer la red de simpatizantes se agregaron el joven José Moreno Botello, avecindado en esta población, ya que él era oriundo del Mezquital del Oro, Zac, y su joven esposa que entonces contaba con 17 años Francisca Jiménez Molina, oriunda de la comunidad. Cabe mencionar que dicha pareja vivía en unión libre en ese tiempo (1948) y posteriormente legalizaron su unión al aceptar el evangelio y poder ser bautizados en el Nombre de Jesucristo el 24 de diciembre de 1950.


Al crecer el grupo de asistentes y resultar el lugar reunión ya insuficiente (además de estar retirado del núcleo de la población), el señor Indalecio Molina propuso con buen ánimo su hogar para que se siguieran congregando (hecho que le acarreó problemas, como se relatará en otro capítulo) siendo acogida con beneplácito dicha propuesta, toda vez que el nuevo punto de reunión estaba ahora en pleno centro de la población, lo que hizo notorio a todo el pueblo que había llegado una nueva religión de los hermanos a la comunidad. Cabe mencionar que la decisión de don Indalecio no fue bien acogida al principio por sus hijas Dolores, Eusebia y Cecilia, dado que por el ímpetu de su juventud no vieron con buenos ojos esta decisión de su padre, máximo cuando empezaron a ser blancos de las burlas de sus amigos por ser aleluyas. Al empezar a correr la noticia de que en Paramita DIOS estaba levantando obra, la naciente congregación empezó a ser visitada por funcionarios de la iglesia como Maclovio Gaxiola, Francisco Gándara, Felipe Topete, Marcial Barrera y un sin fin de hermanos en la fe, esto a lo largo de sus primeros 20 años. En la foto de la izquierda a derecha el pastor José Moreno con funcionarios de la iglesia le siguen Vicente Cordero.


Al tener conocimiento el hermano pastor José García Meraz (que atendía la obra de DIOS en la congregación de Chilapa a escasos 12 km de distancia a esta comunidad), de que en Paramita estaba radicando Felipe y su familia (conocidos de el), hizo un viaje de Chilapa a Paramita con el fin de contactarlos y planear un proyecto evangelizador en donde dicha familia fuera el eje para iniciar a incursionar con la palaba de DIOS en la ya referida comunidad. El proyecto planeado por el pastor García Meraz y el hermano Felipe, era sencillo pero de gran impacto como así lo demuestran los resultados. Dicho proyecto consistía en: A) La familia haría invitaciones a los vecinos y personas con las que fueran amistando, tomando su casa como punto de reunión (ya se hizo referencia a esto en el capítulo II), e iniciar así una especie de célula evangelistica. B) El pastor José García a su vez haría visitas continuas para predicar y ministrar al grupo conforme a sus facultades conferidas como ministro de DIOS. C) A la vez se promoverían visitas continuas del grupo de simpatizantes hacia la congregación de Chilapa esto con la intención de confraternizar y así fueran sintiendo un compromiso más intimo de estos (los simpatizantes) hacia la obra de DIOS D) Los reajustes y fortalecimientos del proyecto se harían sobre la marcha. Concertado el acuerdo se puso en marcha el proyecto y las primeras personas que aceptaron la invitación fueron Agatón Rodríguez e Indalecio Molina ya referidas en el capitulo anterior Fue así como inició la obra de DIOS auspiciada propiamente por la IAFCJ, en Paramita.


Iniciada pues la obra de DIOS en Paramita, prosperada por el espíritu santo y puesto en marcha el plan evangelizador, no tardaron en venir las almas primeras a lavar sus pecados en las aguas del bautismo, empezando de esta manera a formarse una congregación de cristianos redimidos unificados en la base de la doctrina apostólica. Siendo los primeros bautismos como se menciona… José Moreno y Francisca Jiménez (esposos), Victoriano Mendoza y Lucio Martínez, fueron todos los bautizados en una de las visitas hechas a la iglesia de Chilapa el 24 de diciembre de 1950 (según consta en el libro de actas los 2 primeros), oficiados por el pastor José García Meraz, considerándose estos las primicias de la abundante cosecha que el señor iniciara en esta comunidad. Después de estos, las almas continuaron llegando a los pies de Cristo siendo los siguientes: Rafael Molina Romero y su esposa Guillerma Montaño Torres, Antonio Ceballos y su esposa Isabel Romero Medina, Eusebia Molina Alaniz y su hermana Cecilia, María Alaniz Galván (mama de Eusebia y Cecilia), todos ellos bautizados el 5 de abril de 1951, (así lo evidencia el libro 1 de actas de bautismo). Cabe mencionar que el señor Indalecio Molina Rodríguez, esposo de María Alanís y papá de Eusebia y Cecilia, habiendo sido del grupo de los primeros simpatizantes, bajó finalmente al bautismo el día 11 de febrero de 1954, y la tercer hija de este matrimonio Dolores Molina hasta el día 24 de diciembre de 1995, esto es 44 años después que sus hermanas.


1958 Habiéndose formado una congregación de hermanos bautizados y resultando insuficiente el espacio de la casa del hermano Indalecio Molina, se tomó el acuerdo de tomar un lugar apropiado en donde construir un templo y que el espacio de reunión fuera el adecuado, además de ser un punto más estratégico para tal fin. Se oró a DIOS pidiendo proveyera dicho espacio y la respuesta no tardó ya que una hermana llamada Soledad Ramírez (la hermana chole), tocada en su corazón por el espíritu santo decidió donar una fracción de su solar para tal fin, empezando los hermanos con mucho ánimo a construir dicho templo. El trabajo de construcción no fue fácil ya que los hermanos tuvieron que hacer incontables viajes a los arroyos para acarrear el agua y los materiales necesarios (arena, gravilla, tierra, etc.) mientras que otros se dedicaban a hacer los tabiques, de tal manera que ningún miembro se mantuvo ocioso. Se cuenta que los hermanos acarreaban el agua en cubetas que cargaban sobre su cabeza previo apoyo de un nagual (especie de almohadilla de trapos entre esta y la base de la cubeta), y amortiguaba un poco el roce entre ésta y la base de la cubeta, los varones usaban la llamada palanca, que era una vara lo suficientemente resistente que atravesada sobre los hombros permitía atar sendas cubetas (una en cada extremo), de tal manera que permitía acarrear dos cubetas a la vez. Había también quien transportaba el agua ayudado por un burro a quien le echaban una carga, es decir le ataban dos tambos uno a cada lado del fuste, (especie de sillas de montar consistente en la pura armazón de madera apoyada en un simple costa o un pedazo viejo de cobija, entre esta y el lomo del animal). Terminando de construir finalmente después de arduo trabajo como ya se dijo, con techo de lámina de cartón sosteniéndola en trabes de madera y vigas, se pierden en la memoria la fecha en que fue inaugurado y si asistió a este evento algún funcionario de la iglesia. Cabe mencionar que las medidas del terreno donado, obra en un oficio expedido tiempo después por las autoridades de la comunidad de cuestión y que dan constancia de manera oficial del derecho de propiedad sobre este predio, corresponde a la IAFCJ.


Llegado el año de 1996 y en vista de que la obra había prosperado a tal grado de que la congregación literalmente ya no cabía en el templo que a la fecha databa ya de 48 años atrás, se empezó a ver la posibilidad de realizar una ampliación del mismo como solución a tal necesidad, y después de realizarse consultas y recabar opiniones de la grey, se tomó la decisión de demolerlo y construir uno nuevo en donde se utilizaran materiales más modernos, durables y resistentes y a la vez se diera una nueva imagen a la casa de DIOS. Hecho el proyecto de construcción y establecido el presupuesto, el primer paso fue reunir un buen fondo económico para lo cual se organizaron grupos de trabajo por ejemplo, las dorcas se organizaron en equipos para hacer tamales y comercializarlos, solicitar de manera voluntaria a los hermanos que estuvieron de acuerdo en sostener un donativo mes tras mes a lo largo de toda la obra, se solicitó apoyo a familiares de hermanos radicados en EEUU y otras actividades mas, aparte de la fuerza del trabajo de manera voluntaria por hermanos varones, dorcas, jóvenes así como personas simpatizantes de la fe . Es grato reconocer el gran apoyo brindado por el hermano David Leyva (padre del pastor de la congregación David Leyva López) que viajó desde Guasave Sin. a esta comunidad y fungió como albañil, constructor de la obra hasta su terminación, en el pastorado de su hijo David Leyva. El señor le recompense por su desinteresada ayuda ya que quedó de manifiesto el ejercicio de su talento en la obra de DIOS, talento que siempre puso a disposición en donde se le requiriera, hasta el año 2006 en el que partió a los brazos del señor. Así que el nuevo templo se termino de construir en 1998. Cabe mencionar que según el diseño se construyó una pila bautismal en su interior a un costado del altar, y el primer bautizado en dicha pila fue el hermano Rodolfo Márquez; al poco tiempo por necesidad de espacio, la pila se demolió y hoy es el lugar que ocupan los músicos. De esta manera las paredes de ladrillo se transformaron en paredes de block, las trabes de madera y viga, en trabes de varilla y concreto, el techo de lamina de cartón, en colado de concreto recubierto con teja española, el enjarre de lodo y barro, en enjarre de arena, cemento y cal, revestido de pintura vinilica, el piso de cemento aplanillado, en piso comercial, la protección de las varias y amplias ventanas de estructura metálica y los cristales de estas, cortados en celosías con elevadores manuales, en fin, el nuevo templo quedó totalmente diferente al anterior. Cabe hacer mención que desde su construcción a la fecha se le han adaptado varios anexos como lo son, un tejaban a un costado con lámina de asbesto y piso de cemento, la construcción de la casa pastoral en 2004, un porche a manera de fachada al frente, bardeo con block a un costado, andador de cemento que solucion el problema que implicaba andar entre el lodo en tiempo de lluvias, dos jardineras, una al frente y otra lateral, remodelación del techo de la cocina pastoral, construcción de baños separados para damas y caballeros, y a la fecha los trabajos continúan.


Como toda historia refiere, donde llega por primera vez el evangelio, surge la oposición traducida en persecuciones motivadas por la intolerancia de las personas hacia el verdadero conocimiento de DIOS. Paramita no fue la excepción. Se narra que estando reunidos celebrando un culto en casa de Indalecio Molina, varias personas amparadas en la oscuridad, empezaron a arrojar piedras (lo cual era muy frecuente), pero que en esta ocasión alguien prendió fuego a la casa con la intención de quemarlos, propósito que no se logró gracias a que algunos hermanos se pusieron a orar y otros a sofocar el fuego a cubetazos de agua y paladas de tierra.


También a los hermanos Antonio Ceballos y su esposa Isabel Romero, les incendieron su casa en una ocasión.

Sin duda que el blanco de la mayoría de las agresiones fue el pastor de la congregación durante este tiempo de intolerancia.


Persecuciones y Milagros

Estando el hermano José Moreno durmiendo, le fue incendiada la casa, salvándose solo por la gracia de DIOS, ya que le había puesto candado a la puerta y al no poder encontrar la llave por la premura de la situación, tuvo que hacer un gran esfuerzo para romper la puerta (por cierto de madera) para así poder salvar su vida; cabe hacer mención que ya en otra ocasión ya le habían quemado otra casa estando ausentes él y su familia. En otra ocasión el hermano José, fue abordado por dos personas que lo estaban acechando en un punto del campo que el solía recorrer casi a diario del pueblo a su parcela, siendo amagado con un cuchillo en mano, amenazándolo con matarlo si no abandonaba el evangelio, sin ocurrir afortunadamente lo uno ni lo otro. El Señor acampa alrededor de los que le temen y los defiende. MILAGROS. En tres años y medio que el Señor Jesús ejerció su ministerio, la Biblia dice que si escribieran todos sus hechos, los libros no cabrían en el mundo, imaginemos ahora en 64 años, siendo el mismo Jesús el ministro por excelencia, ¡cuántos milagros realizados en paramita!, desde aquellas sanidades de enfermos, hasta la réplica de aquel endemoniado gadareno pero en la versión moderna del ahora pastor y presbítero Silvestre Velas Ramírez, que después de pulular entre las tumbas a altas horas de la noche, arrancando cruces desde sus cimientos y cargándolas hasta la plaza del poblado, como finalmente fue liberado de esa presencia demoniaca, que lo obligaba a vivir en una vida miserable, al tener un encuentro con un siervo de DIOS. Solo se narraran 2 milagros de tantos que fueron patentes por la rápida respuesta de DIOS que a decir verdad, siempre es oportuna.


Siendo Isabel Mariscal Vela, una niña de escasos años de edad, cierto día enfermó de tal gravedad, que su madre Macrina no hallaba que hacer con ella, al poco rato vio que se acercaban varios hermanos que venían de una actividad realizada en Chilapa, (entre ellos José Moreno, Lucio Martínez y otros), y al ver que entraron al templo, corrió hacia ellos llevando a su niña en brazos, acompañada de la hermana Francisca Jiménez (que estaba con ella en esos momentos); con la intención de que el pastor entregara a la niña a DIOS puesto que esta agonizaba ¡oh, gloriosa respuesta de DIOS! Al terminar la oración, la niña estaba sana.


En otra ocasión ya por los años de 1986, llego a la casa del hermano Moreno, la señora Catalina Guzmán, mamá de Gila Guzmán, con la intención de que se orara por ella, ya que se miraba muy enferma , notificándosele que éste no estaba porque había salido en compañía del hermano Raúl García a una actividad de la iglesia a realizarse fuera de Paramita y que si se apuraban lo podían alcanzar en Rosamorada, lo cual así lo hicieron dándole alcance, e informándole el motivo, los hermanos oraron por ella en plena avenida y Dios respaldó a sus siervos una vez más al sanar de forma imediata a la señora, este milagro todavía es comentado por quienes fueron testigos.