Diferencia entre revisiones de «San Ignacio Río Muerto, Sonora»

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Aquí, pues, están los hechos comprobados por boca de más de  dos testigos. Todos los personajes que se han nombrado desde  1951 al 1958, representan los pilares del Evangelio de la iglesia Apostólica De La Fe En Cristo Jesús de San Ignacio Río Muerto. Se dice que fueron los que detonaron la obra  de Jesucristo; con una frase indelebre en el corazon “Edificare mi Iglesia”, ¡y en efecto la edificó! Una Iglesia a la que dio la comisión de predicar y publicar su Evangelio, el mismo Mensaje que él trajo procedente de Dios ¡a todo el mundo! de la misma manera llega  a San  Ignacio Río Muerto.
Aquí, pues, están los hechos comprobados por boca de más de  dos testigos. Todos los personajes que se han nombrado desde  1951 al 1958, representan los pilares del Evangelio de la iglesia Apostólica De La Fe En Cristo Jesús de San Ignacio Río Muerto. Se dice que fueron los que detonaron la obra  de Jesucristo; con una frase indelebre en el corazon “Edificare mi Iglesia”, ¡y en efecto la edificó! Una Iglesia a la que dio la comisión de predicar y publicar su Evangelio, el mismo Mensaje que él trajo procedente de Dios a todo el mundo! de la misma manera llega  a San  Ignacio Río Muerto.
 
 


Mientras los  hermanos  continuaban  a paso firme en su fe, atendiendo su rol y su misión en esta Colonia,  como  grupo unido  los alcanza el año 1958 en una dinámica totalmente  evangelizadora  y permaneciendo en  oración, intercediendo por la conversión de más almas para Cristo y buscando en la Biblia la guianza divina. Ya  la obra había cobrado fuerza y  ameritaba un pastor de  tiemplo completo en la Colonia (hoy SIRM). Todavía  no terminaba el año '''1958 cuando les envían al primer pastor JOSE CARMEN FIERRO''' junto con su esposa Alba Cázares de Fierro, nativos de Cd. Obregón, Sonora.  A  causa del crecimiento  que se estaba produciendo en la mision de la iglesia es que se tuvo la necesidad de que se les enviara un pastor de tiempo comleto. Con  su esposa hermana Alba  de Fierro hacen un excelente trabajo pastoral hasta 1965, durante siete años caminaron con la iglesia comprometida con el Señor al servicio del pueblo. Habían quedado frutos que cosechar de los que fueran los primeros pilares del evangelio apostólico. Al llegar a la Colonia (hoy San Ignacio Río Muerto) para hacerse cargo de la misión, el pastor José Carmen Fierro Márquez,  le es necesario  buscar una casa para radicar  en este lugar; así tener más tiempo para atender el desarrollo de la iglesia de una manera  más cercana y efectiva. Se encuentra con el gran reto, ¡no había casa pastoral,  mucho menos templo! en donde realizar  apropiadamente las diferentes actividades que se hacían durante la semana. A  la llegada del pastor Carmen Fierro,  se  detonó entre los hermanos un ambiente de más compromiso hacia Dios y por ende con el siervo de Dios recién llegado.
Mientras los  hermanos  continuaban  a paso firme en su fe, atendiendo su rol y su misión en esta Colonia,  como  grupo unido  los alcanza el año 1958 en una dinámica totalmente  evangelizadora  y permanente en  oración, intercediendo por la conversión de más almas para Cristo y buscando en la Biblia la guianza divina. Ya  la obra había cobrado fuerza y  ameritaba un pastor de  tiemplo completo en la Colonia (hoy SIRM). Todavía  no terminaba el año 1958 cuando les envían al pastor Carmen Fierro y a su esposa Alba Cázares de Fierro, nativos de Cd. Obregón, Sonora.  A  causa del crecimiento  que se estaba produciendo hubo la necesidad de que se les enviara un pastor.  '''JOSE CARMEN FIERRO  en el primer  pastor que en 1958 envían a la misión de San Ignacio Río Muerto'''. Con  su esposa hermana Alba  de Fierro hace un excelente trabajo pastoral, Caminaron con la iglesia comprometida con el Señor al servicio del pueblo. Habían quedado frutos que cosechar de los que fueran los primeros pilares del evangelio apostólico. Al llegar a la Colonia (hoy San Ignacio Río Muerto) para hacerse cargo de la misión, el pastor José Carmen Fierro Márquez,  le es necesario  buscar una casa para radicar  en este lugar; así tener más tiempo para atender el desarrollo de la iglesia de una manera  más cercana y efectiva. Se encuentra con el gran reto, ¡no había casa pastoral,  mucho menos templo! en donde realizar  apropiadamente las diferentes actividades que se hacían durante la semana. A  la llegada del pastor Carmen Fierro,  se  detonó entre los hermanos un ambiente de más compromiso hacia Dios y por ende con el siervo de Dios recién llegado.


 
El pastor renta una casa por el callejo Ures propiedad de Darío, Inés y Magdaleno López Lupercio, por la cantidad de $60.00 pesos. A la entrada del callejón Ures vivían un matrimonio cristiano Juana Palossi y Bruno Borbón, quienes tenían dentro de su propiedad en el patio una ramada de tres paredes, misma que fue ofrecida para que se realizaran allí las actividades de la semana debido a la cercanía de la familia pastoral.  Una parte  de los cuartos de la casa de los Borbón Palossi vivía la hermana Ventura Montoya de Rojas con su nieto Candelario Bojórquez. Entre todos los concurrentes equiparon con sillas y  bancas  traídas de sus propias casas que servían de mobiliario para hacer de los momentos de devoción más confortables. En 1959  lleva el Evangelio al campo pesquero de Bahía de Lobos impartiendo la palabra de Dios,  durante años estuvo haciendo sus recorridos en una bicicleta hasta aquella lejana comunidad. En aquel lugar hacia cultos  en casa de la  Modesta Camacho Beltrán  quien se covierte en la primera cristiana de aquel campo pesquero, en su casa se reunían aproximadamente 10 visitas a escuchar de la Palabra de Dios. De esta manera los apostólicos sembraron el evangelio durante varios años en esa comunidad.
El pastor renta una casa por el callejon Ures propiedad de Darío, Inés y Magdaleno López Lupercio, por la cantidad de $60.00 pesos. A la entrada del callejón Ures vivían un matrimonio cristiano Juana Palossi y Bruno Borbón, quienes tenían dentro de su propiedad en el patio una ramada de tres paredes, misma que fue ofrecida para que se realizaran allí las actividades de la semana debido a la cercanía de la familia pastoral.  Una parte  de los cuartos de la casa de los Borbón Palossi vivía la hermana Ventura Montoya de Rojas con su nieto Candelario Bojórquez. Entre todos los concurrentes equiparon con sillas y  bancas  traídas de sus propias casas que servían de mobiliario para hacer de los momentos de devoción más confortables.  




El joven Emilio Félix Félix, era diaconado y brindaba sus servicios y ponía su ministerio al servicio de la Obra  junto con su pastor Carmen Fierro. Emilio Félix ayudaba en esta época como presidente de  los jóvenes.  
El joven Emilio Félix Félix, era diaconado y brindaba sus servicios y ponía su ministerio al servicio de la Obra  junto con su pastor Carmen Fierro. Emilio Félix ayudaba en esta época como presidente de  los jóvenes.  
[[Archivo:Hna_tula_y_fernando.jpg|200px|thumb|Hna. Tula y Fernando Leyva]]




El  matrimonio de Fernando Leyva y Gertrudis de Leyva (hermana Tula) se bautizan ambos en un culto en la primera IAFCJ de Cd. presidiendo el hermano Eduviges Cazares (hermano Vicky).
El  matrimonio de Fernando Leyva y Gertrudis de Leyva (hermana Tula) se bautizan ambos en un culto en la primera IAFCJ de Cd. presidiendo el hermano Eduviges Cazares (hermano Vicky).


Cuando se hacían festividades generales  los hermanos rentaban un troque, la caja  de éste era arreglado con bancas para  adaptarlas como asientos improvisados para usarse y así ser trasladados cómodamente al lugar donde fuere la celebración; incluso iban a  actividades  o fiestas a Guaymas y Empalme. Lo dueños de los troques que se rentaban eran de Nayo Valenzuela,  otros  eran de Mercedes y Tacho Baca, ninguno negaba sus servicios el día que fuere, debido  a que los aleluyas (así les llamaban) se caracterizaban por ser un grupo  respetuoso, prudentes, tranquilo y sin problemas. En uno de las salidas le llegaron de sorpresa  a  Nayo Valenzuela  para que  los llevara a un viaje de la iglesia, en ese instante se encontraba sucio de sus ropas por que se encontraba recién llegado de su labor de trabajo, textualmente  sus palabras fueron _ ¡claro que si los llevo y así me voy, alcabo que los hermanos no son criticones! Con esa expresión  demostraba respeto hacia los creyentes  del evangelio.
Cuando se hacían festividades generales  los hermanos rentaban un troque, la caja  de éste era arreglado con bancas para  adaptarlas como asientos improvisados para usarse y así ser trasladados cómodamente al lugar donde fuere la celebración; incluso iban a  actividades  o fiestas a Guaymas y Empalme. Lo dueños de los troques que se rentaban eran de Nayo Valenzuela,  otros  eran de Mercedes y Tacho Baca, ninguno negaba sus servicios el día que fuere, debido  a que los aleluyas (así les llamaban) se caracterizaban por ser un grupo  respetuoso, prudentes, tranquilo y sin problemas. En uno de las salidas le llegaron de sorpresa  a  Nayo Valenzuela  para que  los llevara a un viaje de la iglesia, en ese instante se encontraba sucio de sus ropas por que se encontraba recién llegado de su labor de trabajo, textualmente  sus palabras fueron _ ¡claro que si los llevo y así me voy, alcabo que los hermanos no son criticones! Con esa expresión  demostraba respeto hacia los creyentes  del evangelio.


En la ramada que servía de templo  sigue su curso la misión. Allí se celebraron navidades y años nuevos, eso si dentro de un marco de  humidad pero con mucho sentido espiritual.  Mientras  hervían las tinas de comida en las hornías,  adentro de la ramada  la liturgia continuaba su curso  presentando  agradecimientos y honor al Rey de la Gloria, obras de teatro, cantos alusivos al festejo, poemas, etc., después al término del culto acompañados  del calor de una fogata,  gustaban de cenar juntos en un ambiente  regocijante y  de hermandad.  
En la ramada que servía de templo  sigue su curso la misión. Allí se celebraron navidades y años nuevos, eso si dentro de un marco de  humidad pero con mucho sentido espiritual.  Mientras  hervían las tinas de comida en las hornías,  adentro de la ramada  la liturgia continuaba su curso  presentando  agradecimientos y honor al Rey de la Gloria, obras de teatro, cantos alusivos al festejo, poemas, etc., después al término del culto acompañados  del calor de una fogata,  gustaban de cenar juntos en un ambiente  regocijante y  de hermandad.  


 
En el pastorado del hermano Carmen Fierro se bautizó a Alicia y Flora Leyva de 18 y 15 años de edad respectivamente, los bautismos se celebraron en el canal rumbo al panteón de la colonia. Por otro lado oriundos de Bachomobampo vienen a sumarse a grupo de discípulos la familia de Jesús Díaz  Yucupicio con él sus hijas y su señora esposa Isabel de Díaz. Don Chuy Díaz ya venía bautizado de Bachomobampo, Sonora. Fue sumergido en las aguas del bautismo en 1947 junto con sus hijas Blanca Estela y Herminia  Díaz Ayala. Doña Isabel Díaz o Chavelita aún persistía rebelde a la doctrina. Doña Chavelita expresaba tal rechazo hacia los hermanos, constantemente eran discusiones entre pareja por causa del evangelio; algunas veces amenazó con vaciar agua caliente y echarlos de su casa si continuaban visitándolos para predicarles el evangelio.  La insistente fe y el estilo de vida de los hermanos de nuevo provocaron la misericordia de Dios para cautivar y transformar más tarde ese duro corazón de doña Chavelita. Don Chuy Díaz, como se le conocía había sido subteniente en la guerra en la lucha por la Independencia de México, venían procedentes de la comunidad de Bachomobampo, su integración al grupo de hermanos en la  Colonia (San Ignacio) causó mucho asombro entre los vecinos, por su condición  de excombatiente de guerra, ya jubilado por el gobierno federal. Algunas de  sus hijas ya venían bautizadas,  a otras bautizó el pastor Carmen Fierro, entre ellas María de La luz Díaz Ayala.
En el pastorado del hermano Carmen Fierro se bautizó a Alicia y Flora Leyva de 18 y 15 años de edad respectivamente, los bautismos se celebraron en el canal rumbo al panteón de la colonia. Por otro lado oriundos de Bachomobampo vienen a sumarse a grupo de discipulos la familia de Jesús Díaz  Yucupicio con él sus hijas y su señora esposa Isabel de Díaz. Don Chuy Díaz ya venía bautizado de Bachomobampo, Sonora. Fue sumergido en las aguas del bautismo en 1947 junto con sus hijas Blanca Estela y Herminia  Díaz Ayala. Doña Isabel Díaz o Chavelita aún persistía rebelde a la doctrina. Doña Chavelita expresaba tal rechazo hacia los hermanos, constantemente eran discusiones entre pareja por causa del evangelio; algunas veces amenazó con vaciar agua caliente y echarlos de su casa si continuaban visitándolos para predicarles el evangelio.  La insistente fe y el estilo de vida de los hermanos de nuevo provocaron la misericordia de Dios para cautivar y transformar más tarde ese duro corazón de doña Chavelita. Don Chuy Díaz, como se le conocía había sido subteniente en la guerra en la lucha por la Independencia de México, venían procedentes de la comunidad de Bachomobampo, su integración al grupo de hermanos en la  Colonia (San Ignacio) causó mucho asombro entre los vecinos, por su condición  de excombatiente de guerra, ya jubilado por el gobierno federal. Algunas de  sus hijas ya venían bautizadas,  a otras bautizó el pastor Carmen Fierro, entre ellas María de La luz Díaz Ayala.[[Archivo:3_JESUS_DIAZ_YUCUPICIO_(Don_Chuy_Díaz)__E_ISABEL_AYALA_(hna._Chavelita.jpg|200px|thumb|Jesus Diaz Yocupicio E Isabel Ayala Diaz]]
 
 
[[Archivo:4___1962__HERMINIA_DIAZ_AYALA_Y_DAMASIO_BARRAZA_ARREDONDO.jpg|200px|thumb|Herminia Diaz Y Damasio Barraza]]
 
 


La primera pareja de novios que contrajo nupcias en la ramada que hacía las veces de templo fue la hija de Don Chuy Díaz, la jovencita Herminia Díaz  Ayala y Damasio Barraza, aunque el pastor era Carmen Fierro vino a presidir la ceremonia Nupcial el hermano Ambrosio Jocobi.  
La primera pareja de novios que contrajo nupcias en la ramada que hacía las veces de templo fue la hija de Don Chuy Díaz, la jovencita Herminia Díaz  Ayala y Damasio Barraza, aunque el pastor era Carmen Fierro vino a presidir la ceremonia Nupcial el hermano Ambrosio Jocobi.  


Del mismo modo el pastor Carmen Fierro enlazó a la joven pareja Flora Leyva e Isabel Barraza presentando y declarando bendición en el compromiso de la pareja ante Dios.  
Del mismo modo el pastor Carmen Fierro enlazó a la joven pareja Flora Leyva e Isabel Barraza presentando y declarando bendición en el compromiso de la pareja ante Dios.  


 
En una ocasión, las iglesias del Valle organizaron una confraternidad en la primera Iglesia de Cd. Obregón en la que los acompañaba el pastor Francisco Lapízco. En  esta actividad se bautiza después de tres meses de evangelizado el joven  Candelario Bojórquez,  también la  madre de Candelario Bojórquez la señora Refugio Armenta Molina (hna. Cuquita) y  la esposa de Don Chuy Díaz la señora Isabel Ayala (Chavelita). Como ya se empezaba  a dar un ambiente  de más movimiento  y se había aumentado el número de miembros, se vinieron algunos hermanos que pertenecían al Campo 60, a formar parte de la membresía de San Ignacio, entre ellos  Trinidad Rentaría. Aproximadamente en estas mismas fechas una joven mujer, viuda, de nombre Modesta Camacho Beltrán (hermana Mode),  vivía en Bahía de Lobos.  Ella era la única cristiana en aquel lugar, era una madre de familia con  varios hijos que mantener; por la distancia y la falta de transporte le era imposible  asistir con regularidad a los cultos  a la Colonia (San Ignacio), era la iglesia más cercana para ellos, lo anterior no le impidió asistir aunque fuera a  lo largo venir  sentir el calor  de la llama  espiritual que la alimentara y le diera las suficientes fuerzas para regresar a veces en  meses. Durante  varios años ella y sus hijos estuvieron haciendo el sacrificio de caminar hasta 18 kilómetros a pie con sus hijos,  más 3 kilómetros en una carreta prestada por misericordia de Dios para trasladarse  de Bahía de Lobos a la Colonia (San Ignacio) con el propósito de recibir un poco de alimento espiritual que la mantuviera  fiel en el evangelio. No era fácil que una madre  rodeada de sus pequeños y de  adolescentes jovencitas, caminaran y caminaran a pie durante todo un día, entre fríos, entre  lluvias,  entre el  lodo y entre  peligros del monte, haciendo frente al esfuerzo por continuar en la fe y dejar una herencia espiritual que a la fecha ha trascendido  trayendo frutos y más frutos.  
En una ocasión, las iglesias del Valle organizaron una confraternidad en la primera Iglesia de Cd. Obregón en la que los acompañaba el pastor Francisco Lapízco. En  esta actividad se bautiza después de tres meses de evangelizado el joven  Candelario Bojórquez,  también la  madre de Candelario Bojórquez la señora Refugio Armenta Molina (hna. Cuquita) y  la esposa de Don Chuy Díaz la señora Isabel Ayala (Chavelita). Como ya se empezaba  a dar un ambiente  de más movimiento  y se había aumentado el número de miembros, se vinieron algunos hermanos que pertenecían al Campo 60, a formar parte de la membresía de San Ignacio, entre ellos  Trinidad Rentaría. [[Archivo:5_Modesta_Camacho_Beltrán_(hermana_Mode),.jpg|200px|thumb|Hna. Mode]]
 
 
Aproximadamente en estas mismas fechas una joven mujer, viuda, de nombre Modesta Camacho Beltrán (hermana Mode),  vivía en Bahía de Lobos.  Ella era la única cristiana en aquel lugar, era una madre de familia con  varios hijos que mantener; por la distancia y la falta de transporte le era imposible  asistir con regularidad a los cultos  a la Colonia (San Ignacio), era la iglesia más cercana para ellos, lo anterior no le impidió asistir aunque fuera a  lo largo venir  sentir el calor  de la llama  espiritual que la alimentara y le diera las suficientes fuerzas para regresar a veces en  meses.
 
[[Archivo:6_EN_ESTA_FOTO_DE_IZQUIERDA_A_DERECHA__MANUELA,LIDIA_Y_LUZ_MARIA_DIAZ_CAMACHO_HIJAS_DE_LA_HERMANA_MODESTA_CAMACHO.jpg|200px|thumb|de izq. a derecha manuela,lidia,y luz maria diaz. hijas de la hna. mode]]
 
 
 
 
Durante  varios años ella y sus hijos estuvieron haciendo el sacrificio de caminar hasta 15 kilómetros a pie con sus hijos,  más 3 kilómetros en una carreta prestada por misericordia de Dios para trasladarse  de Bahía de Lobos a la Colonia (San Ignacio) con el propósito de recibir un poco de alimento espiritual que la mantuviera  fiel en el evangelio. No era fácil que una madre  rodeada de sus pequeños y de  adolescentes jovencitas, caminaran y caminaran a pie durante todo un día, entre fríos, entre  lluvias,  entre el  lodo y entre  peligros del monte, haciendo frente al esfuerzo por continuar en la fe y dejar una herencia espiritual que a la fecha ha trascendido  trayendo frutos y más frutos.  




Durante los '''7 años que duró el  pastorado del hermano Carmen Fierro ''' se sumaron al evangelio de Jesucristo los hermanos  Trinidad Salazar, Carmen Salazar, Rosario Palafox, Antonia Díaz Ayala entre otros, bautizándolos  el pastor Carmen Fierro.
Durante el  pastorado del hermano Carmen Fierro se sumaron al evangelio de Jesucristo los hermanos  Trinidad Salazar, Carmen Salazar, Rosario Palafox, Antonia Díaz Ayala entre otros, bautizándolos  el pastor Carmen Fierro.




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En 1965 recibe una noticia el pastor,  en ese entonces las iglesias pertenecían a Hermosillo, la Comitiva (Autoridad de la iglesia) le comunica verbalmente que sería cambiado de iglesia; en su lugar  enviarían a la Colonia  (San Ignacio) al  pastor Ambrosio Jocobi. '''AMBROSIO JOCOBI  llega a la misión de la IAFCJ de SIRM en 1966. Estuvieron  a cargo de la misión  escasos 6 meses. Junto a su esposa Santos de Jocobi llegaron procedentes de Empalme Sonora,  y aunque su periodo fue corto por este lugar  ocuparon  el lugar número dos en pastorear a la IAFCJ en la historia'''. Durante su pastoreo en esta colonia, motivó  a los creyentes a orar para buscar la revelación de Dios sobre sus vidas. El  culto era  de corte  pentecostal entre los cristianos evangélicos, era un modo  de buena confraternidad entre sí.  Como grupo unido manifestaron apegarse a la palabra de Dios mostrando  estar edificada sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo. Por lo tanto como hermanos en la fe profesaban los mandamientos establecidos por el Espíritu Santo en el libro de los Hechos de los Apóstoles.  En testimonio recogido por los vecinos de esa época, manifiestan reconocer que el grupo al que pastoreaba profesaba la piedad, por consiguiente la doctrina, la fe, la esperanza y toda instrucción la basaban en armonía con las Sagradas  Escrituras. En este año, era común entre los vecinos que no profesaban el cristianismo creer que quienes se atrevían a leer la biblia se volverían locos, o bien; tenías que tener forzosamente  asesoría de alguien que estuviese preparado para ello, cuento que gradualmente fue esfumándose al ver la gente  a los hermanos portar sus biblias y leerlas.
En 1967 recibe una noticia el pastor,  en ese entonces las iglesias pertenecían a Hermosillo, la Comitiva (Autoridad de la iglesia) le comunica verbalmente que sería cambiado de iglesia; en su lugar  enviarían a la Colonia  (San Ignacio) al  pastor Ambrosio Jocobi. '''AMBROSIO JOCOBI  llega a la misión de la IAFCJ de SIRM en 1967'''. Estuvieron  a cargo de la misión  escasos 6 meses. Junto a su esposa Santos de Jocobi llegaron procedentes de Empalme Sonora,  y aunque su periodo fue corto por este lugar  ocuparon  el '''lugar número dos''' en pastorear a la IAFCJ en la historia'''. Durante su pastoreo en esta colonia, motivó  a los creyentes a orar para buscar la revelación de Dios sobre sus vidas. El  culto era  de corte  pentecostal entre los cristianos evangélicos, era un modo  de buena confraternidad entre sí.  Como grupo unido manifestaron apegarse a la palabra de Dios mostrando  estar edificada sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo. Por lo tanto como hermanos en la fe profesaban los mandamientos establecidos por el Espíritu Santo en el libro de los Hechos de los Apóstoles.  En testimonio recogido por los vecinos de esa época, manifiestan reconocer que el grupo al que pastoreaba profesaba la piedad, por consiguiente la doctrina, la fe, la esperanza y toda instrucción la basaban en armonía con las Sagradas  Escrituras. En este año, era común entre los vecinos que no profesaban el cristianismo creer que quienes se atrevían a leer la biblia se volverían locos, o bien; tenías que tener forzosamente  asesoría de alguien que estuviese preparado para ello, cuento que gradualmente fue esfumándose al ver la gente  a los hermanos portar sus biblias y leerlas.




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En cuanto a lo material, no se concretó ningún avance en este aspecto, dado el escaso lapso de tiempo que tuvo a su cargo. Entrega su responsabilidad eclesiástica  antes de en el año 1968. De nuevo quedan encargados unos meses  los ayudantes de las liturgias  y diáconos mientras envían al nuevo pastor. '''En 1969 la misión de la IAFCJ de San Ignacio recibe al nuevo pastor, hermano  JORGE Y SU ESPOSA ELODIA. Pastor que vino a liderar la Obra del Señor Jesucristo en esta Colonia. Ocupan  el lugar número cuatro en  la historia pastoral de la IAFCJ de San Ignacio'''.  En la recolección de datos, las fuentes de información dijeron no recordar  los apellidos del pastor Jorge y su esposa Elodia. La iglesia en este tiempo marchó a pasos lentos pero sin perder la fe.  No obstante, siempre se mantuvieron activos tanto el pastor como su esposa Elodia. Su ministerio descansó en Dios, al depositar su confianza en Él. Aunque fue  corto su compromiso en este lugar,  los hermanos consultados testificaron  que la iglesia (misión) siempre marchó junto a su pastor, sin perder el sentido de hermandad,  confiados en Dios continuaron trabajando con la misma convicción de expandir el evangelio, haciendo discípulos, sirviendo con sus dones, con sus ministerios y viviendo los círculos de compromiso. Las oraciones, los ayunos y el pentecostalismo siguieron siendo el motor que mantuvo con vida a la  iglesia. Unánimes vieron  muchas veces llover las misericordias  de Dios entre el pueblo apostólico. Durante la pastoral del hermano Jorge nace la historia que causo asombre entre la comunidad, un hecho victorioso para la Gloria de Dios que se cuenta en  la corta responsabilidad  que estuvo en la Colonia (San Ignacio) el hermano Jorge,  entre las personas que se estaban  evangelizando se encontraba un doctor de nombre Francisco Estrada, quien tenía su consultorio en un cuartito de  la entonces Comisaría de la Colonia. El único doctor del pueblo tenía problemas familiares, problemas matrimoniales que lo estaban orillando a una dolorosa separación con su esposa. El doctor se hospedaba en casa de la familia Ernesto Barrios y Consuelo Estrada (cristianos), quienes al igual que su pastor le invitaron refugiarse en las Palabras de Vida que le eran  predicadas,  encontrando en ellas fortaleza para soportar el  desamor que estaba viviendo y la dolorosa aflicción que lo tenía sumido en la amargura. Al poco tiempo de recibir el evangelio y convencido de su situación y relación con Dios,  decide voluntariamente ser bautizado en el nombre de Jesucristo. Despes de su decisión  y por cuestiones de trabajo resuelve trasladarse a Cd Obregón para continuar su vida cristiana en aquel lugar. Si bien fue un corto periodo pastoral que tuvo a su cargo, el hermano Jorge se fusionó a las actividades ya programas y continuaron ocupándose  en apoyar todas aquellas actividades.  
En cuanto a lo material, no se concretó ningún avance en este aspecto, dado el escaso lapso de tiempo que tuvo a su cargo. Entrega su responsabilidad eclesiástica  en mismo  año 1967. De nuevo quedan encargados unos meses  los ayudantes de las liturgias  y diáconos mientras envían al nuevo pastor. '''En 1968 la misión de la IAFCJ de San Ignacio recibe al nuevo pastor, hermano  JORGE Y SU ESPOSA ELODIA. Pastor que vino a liderar la Obra del Señor Jesucristo en esta Colonia. Ocupan  el lugar número cuatro en  la historia pastoral de la IAFCJ de San Ignacio'''.  En la recolección de datos, las fuentes de información dijeron no recordar  los apellidos del pastor Jorge y su esposa Elodia. La iglesia en este tiempo marchó a pasos lentos pero sin perder la fe.  No obstante, siempre se mantuvieron activos tanto el pastor como su esposa Elodia. Su ministerio descansó en Dios, al depositar su confianza en Él. Aunque fue  corto su compromiso en este lugar,  los hermanos consultados testificaron  que la iglesia (misión) siempre marchó junto a su pastor, sin perder el sentido de hermandad,  confiados en Dios continuaron trabajando con la misma convicción de expandir el evangelio, haciendo discípulos, sirviendo con sus dones, con sus ministerios y viviendo los círculos de compromiso. Las oraciones, los ayunos y el pentecostalismo siguieron siendo el motor que mantuvo con vida a la  iglesia. Unánimes vieron  muchas veces llover las misericordias  de Dios entre el pueblo apostólico. Durante la pastoral del hermano Jorge nace la historia que causo asombre entre la comunidad, un hecho victorioso para la Gloria de Dios que se cuenta en  la corta responsabilidad  que estuvo en la Colonia (San Ignacio) el hermano Jorge,  entre las personas que se estaban  evangelizando se encontraba un doctor de nombre Francisco Estrada, quien tenía su consultorio en un cuartito de  la entonces Comisaría de la Colonia. El único doctor del pueblo tenía problemas familiares, problemas matrimoniales que lo estaban orillando a una dolorosa separación con su esposa. El doctor se hospedaba en casa de la familia Ernesto Barrios y Consuelo Estrada (cristianos), quienes al igual que su pastor le invitaron refugiarse en las Palabras de Vida que le eran  predicadas,  encontrando en ellas fortaleza para soportar el  desamor que estaba viviendo y la dolorosa aflicción que lo tenía sumido en la amargura. Al poco tiempo de recibir el evangelio y convencido de su situación y relación con Dios,  decide voluntariamente ser bautizado en el nombre de Jesucristo. Despes de su decisión  y por cuestiones de trabajo resuelve trasladarse a Cd Obregón para continuar su vida cristiana en aquel lugar. Si bien fue un corto periodo pastoral que tuvo a su cargo, el hermano Jorge se fusionó a las actividades ya programas y continuaron ocupándose  en apoyar todas aquellas actividades.  




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En 1970 el hermano Jorge  entrega la misión  por situaciones personales, de nuevo son  los liturgistas locales quienes se hacen cargo coordinadamente para mantener el fuego  de Dios con el mismo entusiasmo, mientras les enviaban un pastor. En ese mismo año de 1970 envían al hermano '''ROSARIO ZAZUETA (Hermano Chalito) 1970, él vino a ocupar el lugar número cinco en dirigir la misión de la IAFCJ de la Colonia''', todavía conservaba esta categoría debido a ciertas características  que la ubicaban en ese nivel.  Tuvo la oportunidad y responsabilidad por un tiempo, encontrando que eran los copastores (liturgistas) los encargados de dirigir todos los trabajos con la aun misión. Al igual que los anteriores encargados, estuvo sólo unos cuantos meses en este lugar.  Durante el liderazgo del hermano Rosario Zazueta (hermano Chalito), se continuó con las actividades ya conocidas por todos. En el aspecto material tampoco logró  concretar ningún proyecto. Se especifica que las diferentes actividades en el aspecto espiritual  se mantuvieron en marcha. De la misma manera la iglesia  se conservó unida, confraternizando y  apoyando las acciones solidariamente con el pastor Rosario Zazueta,  con la diferencia que en lo espiritual se le dio más atención al evangelismo.  A pesar de la indiferencia de muchos, sentían pasión por predicar el evangelio. Inmediatamente arma su estrategia para salir a predicar con el fin de cumplir el Plan de Dios en su vida. Durante su pastorado se esforzó por hablarles del evangelio a los perdidos. De éste varón se dice que manifestaba sentirse mártir del evangelio, sin embargo; su devoción a Cristo hacia enseñar que entregar la vida a Jesucristo era un sacrificio vivo a la causa de su Palabra. Esa fe debía llevarlos a proclamar el mensaje de que el perdón del pecado y una vida nueva están al alcance de todos. Se hacía entender  que la resurrección de Cristo es el fundamento de la fe. Fue un pastor que se caracterizó por llevar el mensaje al perdido, predicando a  Jesucristo resucitado de los muertos, puntualizando que  sólo él puede salvar de todo pecado y dar la esperanza de vida eterna. El hermano Chalito Se distinguió por ser un varón que se enamoró del Evangelio, aunque por algunos era rechazada su predicación, era consiente que tendría oposición, pero siguió la ordenanza de predicar el evangelio a cuantos pudiera. Se dice que el mensaje del Evangelio puedo seguir dando salvación a perdidos, gracias a la perseverancia que siempre  caracterizó al hermano Chalito. Con su testimonio dejó claro que la orden de Cristo era clara y precisa para llegar a las personas y hacer discípulos. Era de los varones que demostraba a la iglesia que el evangelio no era  optativo; por lo que encajó muy bien con el mover de la iglesia.  También le hacía  comprender a la iglesia que el obedecer la orden de Cristo implica considerable entrega por parte de todo creyente. Fue una época en la que la iglesia le dio más  prioridad al evangelio antes que a lo material. Después de que el hermano Chalito entrega la iglesia no envían ningún pastor y comisionan a algunos hermanos que gustaban del servicio voluntario (liturgistas) en el desarrollo de las actividades y que sobresalían en sus liderazgos para que mantuvieran la unidad de los miembros de la iglesia e  incentivar al trabajo en forma entusiasta por un objetivo común de la Obra de Dios de manera voluntaria; confiados en las capacidades que Dios da, pudieron ayudar a cumplir con responsabilidad los deberes cristianos. En el mismo año 1970 el hermano Chalito atraído por el hambre de predicar el evangelio deja la iglesia y en su lugar mandan al hermano Francisco Escalante Velázquez a hacerse cargo de la iglesia para guiar al pueblo de Dios en los trabajos de la Obra. '''FRANCISCO ESCALANTE VELAZQUEZ, se fusiona a la IAFCJ de la Colonia en 1970 ocupando el lugar número seis en dirigir la todavía misión'''. A  manera de recordatorio en 1958 el hermano Francisco Escalante llegó  a la Colonia (SIRM) procedente del Estado de Sinaloa,  aquí se  une en matrimonio con Manuela Díaz Camacho y deciden ir  a residir  a Sinaloa. Después de unos cuantos años regresan a la Colonia de nuevo integrándose a la familia espiritual que pastoreaba todavía el  hermano Carmen Fierro. Acompañado de su  esposa Manuela Díaz (hermana Mane) e hijos: Joel, Oseas y Ruth pasan a formar parte de la membresía de la misión. El hermano Pancho integra su Don pastoral al equipo de liturgistas que perseveraban en este ministerio desde el pastor Carmen Fierro. Aprovechando el ministerio abnegado del hermano Pancho Escalante para servir a la iglesia  la Comitiva de la iglesia  los  envían por primera  vez en este Valle del Yaqui a pastorear a los miembros (misión) que se encontraban en la comunidad de la Noria, un pequeño poblado cerca de lo que hoy conocemos como  Ejido Francisco Javier Mina (Campo 60). Junto con su familia emprenden su caminar pastoral en esta comunidad de La Noria luego en 1970 le dan  cambio pastoral a la Colonia  (hoy San Ignacio Río Muerto). La primera acción que realizó en beneficio de la iglesia fue legalizar el terreno que había solicitado y adquirido años atrás en tiempos del hermano Carmen Fierro.  De momento fue necesario que quedara sentado en un documento legal como propietario al responsable o quien estuviera al frente de la iglesia; quedando a nombre  de Francisco Escalante Velázquez.
En 1968 el hermano Jorge  entrega la misión  por situaciones personales, de nuevo son  los liturgistas locales quienes se hacen cargo coordinadamente para mantener el fuego  de Dios con el mismo entusiasmo, mientras les enviaban un pastor. '''En el año de 1969 envían al hermano ROSARIO ZAZUETA (Hermano Chalito), él vino a ocupar el lugar número cinco en dirigir la misión de la IAFCJ de la Colonia''', todavía conservaba esta categoría debido a ciertas características  que la ubicaban en ese nivel.  Tuvo la oportunidad y responsabilidad por un tiempo, encontrando que eran los copastores (liturgistas) los encargados de dirigir todos los trabajos con la aun misión. Al igual que los anteriores encargados, estuvo sólo unos cuantos meses en este lugar.  Durante el liderazgo del hermano Rosario Zazueta (hermano Chalito), se continuó con las actividades ya conocidas por todos. En el aspecto material tampoco logró  concretar ningún proyecto. Se especifica que las diferentes actividades en el aspecto espiritual  se mantuvieron en marcha. De la misma manera la iglesia  se conservó unida, confraternizando y  apoyando las acciones solidariamente con el pastor Rosario Zazueta,  con la diferencia que en lo espiritual se le dio más atención al evangelismo.  A pesar de la indiferencia de muchos, sentían pasión por predicar el evangelio. Inmediatamente arma su estrategia para salir a predicar con el fin de cumplir el Plan de Dios en su vida. Durante su pastorado se esforzó por hablarles del evangelio a los perdidos. De éste varón se dice que manifestaba sentirse mártir del evangelio, sin embargo; su devoción a Cristo hacia enseñar que entregar la vida a Jesucristo era un sacrificio vivo a la causa de su Palabra. Esa fe debía llevarlos a proclamar el mensaje de que el perdón del pecado y una vida nueva están al alcance de todos. Se hacía entender  que la resurrección de Cristo es el fundamento de la fe. Fue un pastor que se caracterizó por llevar el mensaje al perdido, predicando a  Jesucristo resucitado de los muertos, puntualizando que  sólo él puede salvar de todo pecado y dar la esperanza de vida eterna. El hermano Chalito Se distinguió por ser un varón que se enamoró del Evangelio, aunque por algunos era rechazada su predicación, era consiente que tendría oposición, pero siguió la ordenanza de predicar el evangelio a cuantos pudiera. Se dice que el mensaje del Evangelio puedo seguir dando salvación a perdidos, gracias a la perseverancia que siempre  caracterizó al hermano Chalito. Con su testimonio dejó claro que la orden de Cristo era clara y precisa para llegar a las personas y hacer discípulos. Era de los varones que demostraba a la iglesia que el evangelio no era  optativo; por lo que encajó muy bien con el mover de la iglesia.  También le hacía  comprender a la iglesia que el obedecer la orden de Cristo implica considerable entrega por parte de todo creyente. Fue una época en la que la iglesia le dio más  prioridad al evangelio antes que a lo material. Después de que el hermano Chalito entrega la iglesia no envían ningún pastor y comisionan a algunos hermanos que gustaban del servicio voluntario (liturgistas) en el desarrollo de las actividades y que sobresalían en sus liderazgos para que mantuvieran la unidad de los miembros de la iglesia e  incentivar al trabajo en forma entusiasta por un objetivo común de la Obra de Dios de manera voluntaria; confiados en las capacidades que Dios da, pudieron ayudar a cumplir con responsabilidad los deberes cristianos. En el mismo año de 1969 el hermano Chalito atraído por el hambre de predicar el evangelio deja la iglesia y en su lugar mandan al hermano Francisco Escalante Velázquez a hacerse cargo de la iglesia para guiar al pueblo de Dios en los trabajos de la Obra. '''FRANCISCO ESCALANTE VELAZQUEZ, se fusiona a la IAFCJ de la Colonia en 1969 ocupando el lugar número seis en dirigir la todavía misión'''. A  manera de recordatorio en 1958 el hermano Francisco Escalante llegó  a la Colonia (SIRM) procedente del Estado de Sinaloa,  aquí se  une en matrimonio con Manuela Díaz Camacho y deciden ir  a residir  a Sinaloa. Después de unos cuantos años regresan a la Colonia de nuevo integrándose a la familia espiritual que pastoreaba todavía el  hermano Carmen Fierro. Acompañado de su  esposa Manuela Díaz (hermana Mane) e hijos: Joel, Oseas y Ruth pasan a formar parte de la membresía de la misión. El hermano Pancho integra su Don pastoral al equipo de liturgistas que perseveraban en este ministerio desde el pastor Carmen Fierro. Aprovechando el ministerio abnegado del hermano Pancho Escalante para servir a la iglesia  la Comitiva de la iglesia  los  envían por primera  vez en este Valle del Yaqui a pastorear a los miembros (misión) que se encontraban en la comunidad de la Noria, un pequeño poblado cerca de lo que hoy conocemos como  Ejido Francisco Javier Mina (Campo 60). Junto con su familia emprenden su caminar pastoral en esta comunidad de La Noria luego en 1970 le dan  cambio pastoral a la Colonia  (hoy San Ignacio Río Muerto). La primera acción que realizó en beneficio de la iglesia fue legalizar el terreno que había solicitado y adquirido años atrás en tiempos del hermano Carmen Fierro.  De momento fue necesario que quedara sentado en un documento legal como propietario al responsable o quien estuviera al frente de la iglesia; quedando a nombre  de Francisco Escalante Velázquez.




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En  1977 todavía le  faltaba el piso al templo, pero por circunstancias personales relacionadas con los derechos de ser ejidatario e impedimentos que le ponian algunos hermanos  de la misma iglesia decide dejar su pastoral para pasar a ser ministro local y continuar apoyando en la Obra de Dios desde otra línea. En su lugar dejan al hermano Rosario Duarte Soto quien había sido iniciado al ministerio pastoral en el  tiempo del hermano Francisco Escalante.'''ROSARIO DUARTE SOTO es instalado como pastor de San en 1977,  fue el pastor número siete en dirigir la misión (iglesia).''' Su trayectoria en este lugar aproximadamente  duro un año y medio. Siendo pastor ordenado en esta misma iglesia, recibe por primera vez la responsabilidad  y el reto de guiar al pueblo de Dios  en el servicio de la Obra. La misión  de San  Ignacio fue  su primera experiencia  al pastorado, junto con su esposa Alicia Montoya  aprendieron a dirigir a la iglesia en el caminar con Dios  y el reto de acoplarse a las diferentes  actividades en equipo de trabajo.
En  1978 todavía le  faltaba el piso al templo, pero por circunstancias personales relacionadas con los derechos de ser ejidatario e impedimentos que le ponian algunos hermanos  de la misma iglesia decide dejar su pastoral para pasar a ser ministro local y continuar apoyando en la Obra de Dios desde otra línea. En su lugar dejan al hermano Rosario Duarte Soto quien había sido iniciado al ministerio pastoral en el  tiempo del hermano Francisco Escalante.'''ROSARIO DUARTE SOTO es instalado como pastor de la mision de San Ignacio en 1978,  fue el pastor número siete en dirigir la misión (iglesia).''' Su trayectoria en este lugar aproximadamente  duro un año y medio. Siendo pastor ordenado en esta misma iglesia, recibe por primera vez la responsabilidad  y el reto de guiar al pueblo de Dios  en el servicio de la Obra. La misión  de San  Ignacio fue  su primera experiencia  al pastorado, junto con su esposa Alicia Montoya  aprendieron a dirigir a la iglesia en el caminar con Dios  y el reto de acoplarse a las diferentes  actividades en equipo de trabajo.




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