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[[Archivo:4___1962__HERMINIA_DIAZ_AYALA_Y_DAMASIO_BARRAZA_ARREDONDO.jpg|200px|thumb|Herminia Diaz Y Damasio Barraza]] | |||
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En una ocasión, las iglesias del Valle organizaron una confraternidad en la primera Iglesia de Cd. Obregón en la que los acompañaba el pastor Francisco Lapízco. En esta actividad se bautiza después de tres meses de evangelizado el joven Candelario Bojórquez, también la madre de Candelario Bojórquez la señora Refugio Armenta Molina (hna. Cuquita) y la esposa de Don Chuy Díaz la señora Isabel Ayala (Chavelita). Como ya se empezaba a dar un ambiente de más movimiento y se había aumentado el número de miembros, se vinieron algunos hermanos que pertenecían al Campo 60, a formar parte de la membresía de San Ignacio, entre ellos Trinidad Rentaría. Aproximadamente en estas mismas fechas una joven mujer, viuda, de nombre Modesta Camacho Beltrán (hermana Mode), vivía en Bahía de Lobos. Ella era la única cristiana en aquel lugar, era una madre de familia con varios hijos que mantener; por la distancia y la falta de transporte le era imposible asistir con regularidad a los cultos a la Colonia (San Ignacio), era la iglesia más cercana para ellos, lo anterior no le impidió asistir aunque fuera a lo largo venir sentir el calor de la llama espiritual que la alimentara y le diera las suficientes fuerzas para regresar a veces en meses. Durante varios años ella y sus hijos estuvieron haciendo el sacrificio de caminar hasta 15 kilómetros a pie con sus hijos, más 3 kilómetros en una carreta prestada por misericordia de Dios para trasladarse de Bahía de Lobos a la Colonia (San Ignacio) con el propósito de recibir un poco de alimento espiritual que la mantuviera fiel en el evangelio. No era fácil que una madre rodeada de sus pequeños y de adolescentes jovencitas, caminaran y caminaran a pie durante todo un día, entre fríos, entre lluvias, entre el lodo y entre peligros del monte, haciendo frente al esfuerzo por continuar en la fe y dejar una herencia espiritual que a la fecha ha trascendido trayendo frutos y más frutos. | En una ocasión, las iglesias del Valle organizaron una confraternidad en la primera Iglesia de Cd. Obregón en la que los acompañaba el pastor Francisco Lapízco. En esta actividad se bautiza después de tres meses de evangelizado el joven Candelario Bojórquez, también la madre de Candelario Bojórquez la señora Refugio Armenta Molina (hna. Cuquita) y la esposa de Don Chuy Díaz la señora Isabel Ayala (Chavelita). Como ya se empezaba a dar un ambiente de más movimiento y se había aumentado el número de miembros, se vinieron algunos hermanos que pertenecían al Campo 60, a formar parte de la membresía de San Ignacio, entre ellos Trinidad Rentaría. [[Archivo:5_Modesta_Camacho_Beltrán_(hermana_Mode),.jpg|200px|thumb|Hna. Mode]] | ||
Aproximadamente en estas mismas fechas una joven mujer, viuda, de nombre Modesta Camacho Beltrán (hermana Mode), vivía en Bahía de Lobos. Ella era la única cristiana en aquel lugar, era una madre de familia con varios hijos que mantener; por la distancia y la falta de transporte le era imposible asistir con regularidad a los cultos a la Colonia (San Ignacio), era la iglesia más cercana para ellos, lo anterior no le impidió asistir aunque fuera a lo largo venir sentir el calor de la llama espiritual que la alimentara y le diera las suficientes fuerzas para regresar a veces en meses. | |||
[[Archivo:6_EN_ESTA_FOTO_DE_IZQUIERDA_A_DERECHA__MANUELA,LIDIA_Y_KUZ_MARIA_DIAZ_CAMACHO_HIJAS_DE_LA_HERMANA_MODESTA_CAMACHO.jpg|200px|thumb|de izq. a derecha manuela,lidia,y kuz maria diaz. hijas de la hna. mode]] | |||
Durante varios años ella y sus hijos estuvieron haciendo el sacrificio de caminar hasta 15 kilómetros a pie con sus hijos, más 3 kilómetros en una carreta prestada por misericordia de Dios para trasladarse de Bahía de Lobos a la Colonia (San Ignacio) con el propósito de recibir un poco de alimento espiritual que la mantuviera fiel en el evangelio. No era fácil que una madre rodeada de sus pequeños y de adolescentes jovencitas, caminaran y caminaran a pie durante todo un día, entre fríos, entre lluvias, entre el lodo y entre peligros del monte, haciendo frente al esfuerzo por continuar en la fe y dejar una herencia espiritual que a la fecha ha trascendido trayendo frutos y más frutos. | |||
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La Iglesia Apostólica de San Ignacio, no solo crecía numéricamente, al igual que el resto de las iglesia del país, participaba como benefactora con sus miembros para llevar el evangelio a otros lugares de México y otros países. Había hombres y mujeres valientes que convencidos de su ministerio misionológico obedecieron al llamado de Dios, dejando todo para irse a predicar a tierra lejanas Palabra de Dios. Para ello se recababan fondos, se hacían compromisos voluntarios para ayudar a cubrir algunas necesidades de los misioneros y evangelistas apostólicos. En ese entonces se costumbre la visitación a las diferentes iglesias por parte de la comitiva para vender unos certificados que les llamaban benefactores, con anticipación se preparaba a la iglesia cual era el objetivo a tal visita y sus propósitos. Igual se organizaban espontáneamente en grupos para hacer actividades. La mayoría de los miembros respondía al llamado, convirtiéndose en un benefactor, con la plena convicción de esparcir las buenas nuevas a aquellos que aún no las han escuchado. Deseaban de todo corazón que el evangelio de Jesús fuera presentado de una manera real a las almas a las que no podían ir; sentían la carga que el Señor había puesto en ellos, era un ardiente deseo de ser partícipe. También se hacían actividades de ventas de antojitos para beneficio de los soldados de su Santo ejército. Se planeaba un culto en donde se entregaban los fondos y se cantaba en fraternidades. Quien dirigía los cantos en la fraternidad de dorcas era la hermana Alba de Fierro. | [[Archivo:7_TRINIDAD_SALAZAR.jpg|200px|thumb|Trinidad Salazar]] [[Archivo:8_ROSARIO_PALAFOX_Y_TRINIDAD_SALAZAR.jpg|200px|thumb|Rosario Palafox y Trinidad Salazar]] | ||
La Iglesia Apostólica de San Ignacio, no solo crecía numéricamente, al igual que el resto de las iglesia del país, participaba como benefactora con sus miembros para llevar el evangelio a otros lugares de México y otros países. Había hombres y mujeres valientes que convencidos de su ministerio misionológico obedecieron al llamado de Dios, dejando todo para irse a predicar a tierra lejanas Palabra de Dios. Para ello se recababan fondos, se hacían compromisos voluntarios para ayudar a cubrir algunas necesidades de los misioneros y evangelistas apostólicos. En ese entonces se costumbre la visitación a las diferentes iglesias por parte de la comitiva para vender unos certificados que les llamaban benefactores, con anticipación se preparaba a la iglesia cual era el objetivo a tal visita y sus propósitos. Igual se organizaban espontáneamente en grupos para hacer actividades. La mayoría de los miembros respondía al llamado, convirtiéndose en un benefactor, con la plena convicción de esparcir las buenas nuevas a aquellos que aún no las han escuchado. Deseaban de todo corazón que el evangelio de Jesús fuera presentado de una manera real a las almas a las que no podían ir; sentían la carga que el Señor había puesto en ellos, era un ardiente deseo de ser partícipe. También se hacían actividades de ventas de antojitos para beneficio de los soldados de su Santo ejército. Se planeaba un culto en donde se entregaban los fondos y se cantaba en fraternidades. Quien dirigía los cantos en la fraternidad de dorcas era la hermana Alba de Fierro.[[Archivo:9_EN_ESTA_FOTOGRAFIA_SE_APRECIAN_LAS_HERMANAS_ISABEL_NOLASCO,__ROMANITA_SOTO,_DOÑA_CHABELITA_AYALA,_MANUELA_DIAZ,_TRINIDAD_SALAZAR,_ETC._DIRIGIENDO_LA_ALABANZA_LA_ESPOSA_DEL_PASTOR_ALBA_DE_FIERRO..jpg|200px|thumb|HERMANAS: Isabel Nolasco, Romanita Soto,Chabelita Ayala,Manuela Diaz Etc.]] | |||
A medida que el evangelio avanzaba fue creciendo la misión, con ello cobrando más fuerza para ir a lugares en los que aún no se había predicado la Palabra, como la Curva, la Siete y Singapur. En la Siete se hacían cultos en la casa de la familia Duarte Soto. Se dice que esta familia era muy hospitalaria, por ejemplo cuando se terminaba el culto discretamente sacaban cena para todos. Los hermanos entrevistados dicen que la hermana Romanita Soto y familia ya los esperaba con frijolitos caldudos con un pedazo de queso de rancho por un lado del plato, otras veces les servían quelites del campo y sus correspondientes gordas de maíz. | A medida que el evangelio avanzaba fue creciendo la misión, con ello cobrando más fuerza para ir a lugares en los que aún no se había predicado la Palabra, como la Curva, la Siete y Singapur. En la Siete se hacían cultos en la casa de la familia Duarte Soto. Se dice que esta familia era muy hospitalaria, por ejemplo cuando se terminaba el culto discretamente sacaban cena para todos. Los hermanos entrevistados dicen que la hermana Romanita Soto y familia ya los esperaba con frijolitos caldudos con un pedazo de queso de rancho por un lado del plato, otras veces les servían quelites del campo y sus correspondientes gordas de maíz. | ||
[[Archivo:10_algunas_parejas_celebraron_sus_nupcias__en_la_Ramada,_(Construcción_elaborada_de_palos_de_madera)__entre_ellas_la_hija_de_la_hermana_Trinidad_Salazar_la_jovencita_Romelia__Salazar__y_Miguel_Corral..jpg|200px|thumb|padres]] [[Archivo:11_Romelia__Salazar__y_Miguel_Corral..jpg|200px|thumb|Romelia Salazar Y Miguel Corral]] | |||
En lo que el evangelio avanzaba algunas parejas celebraron sus nupcias en la Ramada, (Construcción elaborada de palos de madera) entre ellas la hija de la hermana Trinidad Salazar la jovencita Romelia Salazar y Miguel Corral. Como prioridad por resolver el pastor puso en prioridad la construcción de un templo, para ello Carmen Fierro redacta de su puño y letra una solicitud-petición de donación de un lote baldío que se encontraba contra esquina de la familia Borbón Palossi. Esta acción realizó con éxito como buen líder a frente de una grey. En ese entonces estaba de comisario el señor José Manuel Félix, autoridad máxima del pueblo, quien accedió sin ningún problema a tal petición dado el respeto que les guardaban a los aleluyas. Posteriormente en el próximo culto se le anuncia a la congregación que el lote baldío pasaba a ser propiedad legalmente a nombre de la Iglesia Apostólica de la Fe En Cristo Jesús. La alegría de la noticia que se vivió en esos momentos invadió los corazones que inmediatamente se dan a la tarea de organizar la forma para construir el que sería casa de Dios especialmente para realizar los cultos, oraciones, reuniones, etc. el entusiasmo lo lleva a establecer estrategias a seguir para lograr sus objetivos. Era tanta la emoción que experimentaban que todos los miembros desde señores y señoras, incluyendo niños ayudan a elaborar los adobes de tierra para edificar el templo. Describen los hermanos que se movía un espíritu de solidaridad que contagiaba hasta el que no era cristiano por ver cristalizado aquel proyecto de construcción. Como táctica de apoyo al plan de construcción, se hizo el compromiso voluntario entre los bautizados de donar un $1.00 (un peso) por cada año de bautizado que se tuviera, con ello sufragarían algunos gastos que se generarían en la obra del templo. Por otro lado las señoras se organizaban para hacer tamales, pan, menudo, etc., y de esta forma reforzar las ayudas para la construcción; a la misma vez, también se avanzaba con la construcción de los cuartos para casa pastoral, es decir al fondo del que sería el templo. Mientras tanto los cultos se hacían en casa de los mismos hermanos, optando por un rol para una mejor organización. Era tal el compromiso que se manifestaba en el testimonio de comunión entre la pequeña iglesia y para con los demás, de tal forma que provocaban en los inconversos admiración, ganándose el respeto del pueblo. Se vivía un ambiente de interés por el evangelismo, se daban actitudes de misericordia por las almas perdidas, teniendo disposición para salir a otros campos agrícolas y pequeñas comunidades cercanas al pueblo no importando las formas de trasladarse. Uno de los hogares [[Archivo:12_RECUERDOS_DE_UN_CULTO_EN_CASA_DE_LA_HNA_VENTURA_MONTOYA_DE_ROJAS.jpg|200px|thumb|Culto en casa de don Chuy Diaz y hna. ventura]] | |||
[[Archivo:13_IMAGEN_QUE_MUESTRA_LA_CONCURRIDA_ASISTENCIA_A_LOS_CULTOS_QUE_CELEBRABAN_EN_LOS_PATIOS_DE_LOS_HOGARES.___LUGAR____CASA_DE_DON_CHUY_DIAZ.jpg|200px|thumb|Concurrida Asistencia]] | |||
donde se hacían cultos era en la casa del hermano Don Chuy Díaz y de la hermana Ventura Montoya de tardeada se invitaban a los vecinos a escuchar la palabra de Dios, donde se tenía la asistencia de muchas visitas que acudían a escuchar las predicaciones. | |||
[[Archivo:14_COMO__EVIDENCIA_LA_CONGREGACIÓN_POSO_PARA_LA_CÁMARA,__EN_SEÑAL_DE_TESTIMONIO_DE_LA_TERMINACIÓN_DEL_TEMPLO._AL_FONDO_DE_LA_IMAGEN_SE_APRECIA__LA_CASA_PASTORAL_Y_EL_MEDIO_DE_TRANSPORTE_DEL_PASTOR_(UNA_BICICLETA)..jpg|200px|thumb|COMO EVIDENCIA LA CONGREGACIÓN POSO PARA LA CÁMARA, EN SEÑAL DE TESTIMONIO DE LA TERMINACIÓN DEL TEMPLO. AL FONDO DE LA IMAGEN SE APRECIA LA CASA PASTORAL Y EL MEDIO DE TRANSPORTE DEL PASTOR (UNA BICICLETA)]] | |||
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