El Venado, Ruiz, Nayarit

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La Iglesia Apostólica en este lugar tuvo sus inicios en 1982 con la conversión al evangelio del matrimonio de: Ignacio Echeverría y María Luisa González. Siendo feligreses de la Iglesia Católica comenzaron a leer la Biblia por sí solos con la inquietud de cómo podían ser salvos y deseando investigar si era correcto adorar imágenes. Al descubrir lo que la Biblia dice al respecto fueron con el sacerdote para ver qué respuesta les daba y como no quedaron satisfechos con lo que les dijo se dirigieron a Ruiz para consultar al pastor de la Iglesia Apostólica, en aquel entonces el Rev. Febronio Macías Parra. Ellos llegaron a la Iglesia en búsqueda del pastor antes de empezar el culto y después de ese mismo culto fueron bautizados en el Nombre de Jesucristo.


De regreso a El Venado contactaron a sus familiares Julio Mercado, Hermelinda Echeverría y José Betancur a quienes les notificaron de su bautismo porque tenían las mismas inquietudes de ellos. Al siguiente domingo fueron a Ruiz y también se bautizaron.


En cierta ocasión vino a la congregación una mujer que decía ser profetiza aprovechando la ausencia del pastor de Ruiz quien se encontraba en una convención. Esta mujer les dijo a los hermanos que debían hacer un ayuno de catorce días, mismos que en oculto ella ofreció a satanás. Cumplidos los catorce días ser reunieron a la oración donde hacían los cultos y en cierto momento comenzó a manifestarse en la persona de la “profetiza” una presencia demoniaca. En su auge comenzó a levantar las bancas y tirarlas con fuerza a los hermanos. Manifestaba una potencia sobrenatural por la influencia demoniaca. Los hermanos empezaron a reprender cuando la mujer les dice: “En el camino vienen dos ungidos del Señor, ellos van a orar por mí”. Los hermanos a los que hacía referencia eran el Hno. Febronio Macías y Calixto Mendoza quienes efectivamente oraron por ella y al momento la mujer se tranquilizó. Al tiempo, después de seguir orando por ella fue bautizada en el nombre de Jesucristo. Tal experiencia fue uno de los factores que dio solidez a la fe de los hermanos de El Venado.


Desde entonces fueron atendidos por la iglesia de Ruiz, Nayarit. Los primeros cultos se llevaban a cabo en casa de la hermana Julia Mercado. En los tiempos del Rev. Natán Uriarte la obra de Dios en esta comarca tuvo un amplio crecimiento llegándose a bautizar de 20 a 25 hermanos. Fue en esa época en que se inició la construcción del templo en un terreno donado por la familia Echeverría Mercado en un área aproximada de 9 mts., de frente por 12 mts., de largo. El hermano Ignacio Echeverría se destacó por llevar el evangelio y abrir algunos campos de predicación, circunvecinos de El Venado como La Bolita, El Cordón y La Puerta de donde ha habido algunos frutos. Así mismo en Santa Cruz de Huaibel que actualmente es iglesia. Nuestro hermano en cuestión falleció en agosto de 2012 en cuyo velorio hubo una asistencia de muchos pastores debido a que fue un fiel colaborador de la obra de Dios.


La Iglesia de El Venado se constituye Iglesia Oficialmente el 01 de abril de 2007 en el ministerio del Rev. Miguel Topete Benitez quien pastoreaba en Ruiz. El primer pastor que se estableció en este lugar fuer el Rev. Pedro Castro Casimiro en la fecha antes mencionada quien recibió una membresía de 40 hermanos. En los tiempos del Rev. de Pedro Castro se donó un terreno por parte de la familia Echeverría con un área de 12 mts. por 10. Este terreno se destinó para la casa pastoral, poniendo en el mismo periodo los cimientos. Cabe destacar que en este periodo, debido a una división de un expastor de Ruiz se vio afectada la iglesia ya que diez miembros se fueron tras él. Gracias a Dios que pese a esto la iglesia sigue caminando.


El ministerio del Rev. Castro tuvo una duración de tres años cocho meses y le sucedió el Rev. Pablo Velas Gaona. En el periodo del Hno. Pablo se terminó la construcción de la casa pastoral y se ha destacado por bautizar a hasta la fecha a 27 hermanos. Así mismo se ha establecido el programa de la R.C.M., como también se establecieron los encuentros, no sin adversidades puesto que estos no eran aceptados por la idea que prevalecía de que eran satánicos. Cuenta el hno. Velas que en el primer encuentro tuvieron veinticinco encuentristas a los que les cobró la módica cantidad de $ 25.00 para que se motivaran a asistir. Uno de los hermanos que se resistían a ser parte del encuentro prometió ir bajo la estricta condición de que si veía algún acto satánico se iba a salir inmediatamente. A lo que el pastor le contesta que hasta el mismo se salía si efectivamente había algo satánico. Terminado el encuentro, lejos de ver retirarse no se quería ir y se convirtió en un fiel colaborador del pastor.