Cuatecomaco, Veracruz

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CUATECOMACO, VERACRUZ

Historia de la Iglesia

PRESENTACIÓN

Hablar de la vida religiosa de una comunidad indígena equivale a tratar el punto medular de su vida ya que esta juega un papel determinante en su formación cultural debido a que todo lo que ahí se vive y se practica está íntimamente ligado a la vida religiosa , está a su vez está fundada en idolatría con sus tradiciones y costumbres supersticiosas, profundamente arraigada y consolidada en un sistema de gobierno local, que vela celosamente por ella, de manera que si nuestra lucha no es contra carne y sangre, tampoco es individual si no colectiva. Todo ello nos da un panorama general ya groso modo de las adversidades y la compleja lucha que tiene que enfrentar el evangelio en las zonas marginadas y empobrecidas por las manipulaciones político-religiosas que las oprimen en nuestro tiempo, situación que cada día se agudiza más y más, y solo nuestro Señor Jesucristo puede hacer prevalecer su voluntad por conducto, de su iglesia Amen.

Resulta por demás incomprensible para el mundo inconverso la imperativa declaración del Señor Jesucristo, cuando dijo: “Id por todo el mundo y haced discípulos a todas las naciones bautizándoles en el nombre del padre, del hijo y del espíritu Santo” Mt 28:19 cuando el hombre o su comunidad desconocen la palabra de Dios y están habituados a una vida egoísta, de pecado y de idolatría en donde nadie se preocupa por la vida del otro, en donde aún el amor en el matrimonio y la familia es ambigua, en donde creen que el placer y el gozo solo se encuentra en los corazones egoístas y mezquinos y la vida para la gran mayoría no tiene sentido ni esperanza. Tal era el caso de lo que ahora se conoce como “La Sierra” en donde a fines de los 70 empezaron a mirar la llegada de altas e imponentes camionetas pick-up de procedencia norteamericana, tripuladas por los inconfundibles altos y güeros, impresionando con su llegada al os indígenas lugareños de habla náhuatl, proyectándoles películas evangelísticas , enseñándoles cantos, regalando biblias y diversas formas de convencimiento y estrategias, la gente movida sea por el interés de conocer la palabra de Dios o por la curiosidad, empezó a congregarse y cuanto a que la zona era virgen pues no conocían otras doctrinas religiosas ni costumbres sino las autóctonas, al ver y recibir los beneficios del Señor y su palabra comenzaron en poco a manifestarse maravillosamente y hubo comunidades en las que casi la totalidad de sus habitantes se entregaron a Dios y se llevaron a cabo grandes eventos evangelìsticos en la zona y la región.

INTRODUCCION

Cuatecomaco es el nombre de una pequeña comunidad indígena náhuatl, ubicada en la parte norte del Estado de Veracruz, en donde Dios, en su infinita misericordia quiso alcanzar con su abrigo de salvación esa parte de “la sierra” como actualmente se le conoce en él, Distrito Tampico Tamaulipas, donde aunque no es propiamente sierra, sin embargo para llegar se tiene que atravesar las faldas de las primeras montañas, de lo que más adelante es imponente y boscosa Sierra Madre Oriental, y antes de que hubiera carretera, los pueblos más cercanos eran Chicontepec y Huayacocotla, ambos del estado de Veracruz, a 8 y 14 horas respectivamente de camino a pie a Cuatecomaco, y tanto este pueblo como los aledaños es de suponer tal marginación económica, política y social, que ni remotamente esperaban que estas condiciones cambiaran algún día y mucho menos las religiosas, pues eran pueblos puramente idolatras y supersticiosa, cuya vida y cultura tenían básicamente tres enfoques que son: casarse a temprana edad; los hombres de 15 a 18 años y las mujeres desde los 11 a los 15 años, el trabajo, los hombres en el campo desde los 11 años; y las tradiciones religiosas. La costumbre de casarse o mejor dicho juntarse a tan temprana edad, aun se dan con mucha frecuencia a diferencia que antes eran los padres los que decidían a quien entregaría su hija, aun en contra de la voluntad de esta o aun sin antes conocerse en algunos casos, hoy en día también suelen juntarse los jovencitos o adolescentes en unión libre sin tomar en cuenta a los padres.

Hasta los años 90 cuando los padres de la muchacha se consideraban de cierta “posición social” dentro de una comunidad o entre las comunidades aledañas, le ponían un valor material a su hija o exigían al pretendiente o a sus padres aportaciones económicas, de alimentos, de ropa, y otras, cada ocho días por espacio de uno o dos años o en su defecto el pretendiente tenia que irse a vivir a casa de sus suegros para pagar el precio de la novia con trabajo por el mismo tiempo, este tipo de “negociaciones” aún se llegan a presentar, en fin para la juventud de ambos sexos la costumbre de casarse a temprana edad es una de sus raíces culturales, profundamente arraigada, y que de alguna manera esto tiene sus repercusiones en la cultura de la iglesia actual, pues ha habido hermanos que han expresado “mucho trabajo y sufrimiento e costo criar y hacer grande a mi hija como para que los hermanos u otra gente en una boda se acaben lo que yo debería disfrutar” porque aun miran con ojos de lucro a los hijos, buscando en ellos un beneficio y como seres sagrados a quienes se les debe procurar todo el cuidado y la ayuda para su vida. El trabajo siempre fue una actividad importante para la gente, y se dedicaba básicamente al cultivo de maíz, de frijol, chile chipotle, y café, aunque algunas comunidades indígenas carecían de los medios de comunicación indispensables y aun de los servicios de salud, las condiciones de vida eran favorables, pues la gente trabajaba y gozaba asimismo de salud. La educación de los hijos no era una necesidad de orden prioritario a considerar, pues cuando en un matrimonio nacía un niño el padre decía literalmente “ya tengo peón” porque era considerado un miembro de trabajo más en la familia y la gente se esmeraba por cultivar la tierra, hasta que en el Gobierno del Sr. Carlos Salinas de Gortari, con la política de fortalecer el campo, incrementar la producción y de combate a la pobreza, instrumentando los famosos programas de pro campo, progresa, ahora oportunidades, despensas y otros beneficios, más bien como formas de control social en el cual realmente provoco una vida conformista, perezosa y de dependencia económica en toda la zona, con lo que a su vez ocasiono una vida ociosa y una bochornosa pobreza al grado que hay gente que dice “ El gobierno es más dios que Dios, porque el gobierno ayuda y Dios no ayuda” todo esto denota el nivel de conciencia en que ha caído la gente, sin preocuparse de su vida personal, familiar, perdiendo toda sensibilidad y anhelo de progreso y bienestar.

Ahora pues no todo fue color de rosa pues tanto las autoridades e indígenas comenzaron a protestar y a atacar el evangelio, no faltaron los líderes políticos d la región , que movidos por diferentes intereses se sumaron a la lucha en contra de la obra de Dios dirigiendo sus protestas por escrito ante las diferentes dependencias de gobierno del estado, este mismo fenómeno se presentó de manera simultánea en diferentes partes del estado de Veracruz, por una parte los norteamericanos eran acusados de engañar al os indígenas con el pretexto del evangelio para sembrar la marihuana y otros ilícitos y otros sin saber por qué pero participaban en encarcelamientos, bloqueando las carreteras, apedreándolos y hasta colgándolos, tanto a los gringos como los oriundos que aceptaban el evangelio.

Por otra parte los creyentes no teniendo una doctrina completa carecían de una formación sólida, como grupo religioso, pues su doctrina solo hablaba de Jesucristo como sanador y salvador omitiendo puntos vitales como el sistema de gobierno, el sistema económico el matrimonio y los de más que ahora conocemos como la iglesia apostolica, esto dio un lugar a que las multitudes de indígena que creyeron en el Señor y se sumaron a las filas, fueran grupos muy vulnerables ante los impetuosos embates del diablo, pues los norteamericanos contaban con oficinas regionales en las ciudades de Chicontepec, Huejutla y otros puntos, desconociendo los creyentes su forma de financiamiento y administración, ante el sinnúmero de presiones que por todos lados sufrieron a mediados de los 80 tuvieron que abandonar la zona y todo el estado de Veracruz, dejando al frente de las congregaciones a pastores y ancianos, los cuales debido la doctrina superficial que recibieron no tardaron en sucumbir ante los problema que se presentaron cayendo en errores y pecados, lo que ocasiono muchos desordenes y al fin termino en un total fracaso, quedando hoy en día solo pequeños grupos desordenados y sin rumbo.

HISTORIA, COTIDIANIDAD Y TESTIMONIOS

Es de recordar con gratitud a Dios el mes de Julio de 1992, aunque era tiempo de lluvias y de intensos aguaceros el tiempo de la gracia de Dios para Cuatecomaco, que fue cuando la luz de su bendita palabra empezó a disipar las tinieblas que envolvía la vida frustrada y sin esperanza de los indígenas, cuyo evangelio anterior, casi había fenecido.

Los servicios públicos con que en Cuatecomaco se contaban era una clínica rural, luz eléctrica, una carretera de terracería que comunicaba a Chicontepec a Huayacocotla, hallándose ubicado Cuatecomaco en la parte media de estos dos puntos, en donde es oriundo el Hermano Antonio Martínez Enríquez, quien  estando en los Estados Unidos recibió a Cristo, sus padres aunque eran Católicos, al saberlo se alegraron pues llevaba una vida vacía.

Fue en el año de 1992 que en el mes de Julio cuando Antonio Martínez Enríquez arribo a su pueblo natal, Cuatecomaco, acompañado de su esposa María Espinoza Fuentes y sus hijos, Gerardo, Jesús Ernesto y Dora Alicia Martínez Espinoza, sus padres eran sumamente católicos pero sobre todo muy respetuosos de Dios, al cabo de un tiempo de ayuno y oración por parte del hermano Antonio Martínez Enríquez logro la conversión de sus padres, después comenzó a reunirse con ellos el Señor Hilario Martínez ofreciendo su casa para que en ella se llevaran a cabo las actividades.

Miguel Martínez Enriqueta era hermano menor de Antonio, su trabajo era vender aguardiente ya que en la zona se producía con facilidad, pero cuando llego el hermano Antonio le estuvo predicando del evangelio al grado que llego a entender el llamado de Dios para su vida y renuncio a toda su vida pasada, fue así como se unieron en el trabajo de la obra, pues representaba un reto muy grande porque Cuatecomaco era una de las comunidades que había rechazado por completo el evangelio, no obstante el hermano Antonio ante el rechazo de muchos ex cristianos y católicos comenzó a tratar con los pocos que podían entender las cosas y así se fue formando un grupo de simpatizantes desde el mes de Julio de 1992 hasta principios del mes de Diciembre del mismo año.

LA IGLESIA LUCHANDO SIN PASTOR

En el tiempo que había transcurrido de Julio a Noviembre, el hermano Antonio Martínez regreso a Guaymas Sonora donde tenía su residencia, dejando un lapso de tiempo al pequeño grupo con el que había logrado simpatizar, estos viéndose en esa situación y con las ganas de seguir aprendiendo pidieron al hermano Miguel Martínez que el fuera quien les predicara, esto resulto un reto difícil para el hermano pues el apenas estaba escuchando de la palabra, pero guiado por Dios empezó a enseñarles la palabra y también bautizarse para el mes de Diciembre, siguió enseñándoles los hábitos espirituales, empezó a visitar a los hermanos y a los enfermos orando por ellos, para esto el no sabía tampoco lo que era el Espíritu Santo, pero había presenciado como un día orando los hijos de su hermano Antonio habían hablado en otras lenguas extrañas, motivado por Dios convoco a los hermanos a ayunar los últimos tres días del mes para que se derramara el Espíritu Santo, de esta manera un grupo como de 12 hermanos entre hombres y mujeres, el 31 de Diciembre experimentaron la más tierna y hermosa manifestación del Señor, pues todos recibieron el Don del Espíritu Santo de hablar en Nuevas Lenguas, a excepción del hermano Miguel Martínez quien lo recibió algunos meses después en una convención del Distrito Central en la Ciudad de México.

Por otra parte en su estancia en Guaymas Sonora el hermano Antonio Martínez, quien había sido bautizado en el Nombre de Jesucristo aproximadamente dos años atrás, se contactó con el Pastor José Fierro Marques, quien le proporciono direcciones y orientándole en la manera de proceder contactando al Distrito Tampico específicamente las iglesias de Tuxpan, Veracruz y Tampico Tamps. Y fue su esposa María Espinoza quien a su regreso trajo esas noticias.

Salieron el hermano Miguel y otros tres hermanos a la Cd. De Tuxpan, Ver. En donde conocieron al pastor Saúl López Martínez y otros hermanos. En ese tiempo se dio el regreso del hermano Antonio y continuo al frente de la obra, el pastor de Tuxpan los estuvo visitando un tiempo cada fin de mes hasta que el Obispo en ese entonces el hermano Crispín Saldaña Villar determino independizar Cuatecomaco dejando al frente de la obra al hermano Antonio Martínez, en seguida llego otro pastor a Tuxpan, el hermano Obed González Figueroa, quien siguió supervisando la obra en “La Sierra”. En equipo siguieron trabajando por el progreso de la obra de Dios, mientras el hermano Miguel Martínez se avoco a la Evangelización en otras comunidades, como Ixtacahuayo, se abrió una nueva misión en Ahuatitla, Veracruz del vecino municipio de Benito Juárez, ahora es una iglesia que ha sido pastoreada por el hermano Salomón Ramírez Pérez, también una misión en el partidero, con un grupo que había sido pastoreado por los norteamericanos y que actualmente pertenece a la iglesia de Ahuatitla.

EL PRIMER PASTOR EN CUATECOMACO

El mes de Diciembre de 1995 culmino con una campaña Evangelística y de Sanidad Divina, en donde apoyaron los pastores Obed González Figueroa e Ignacio Hernández Santos, quedando un saldo de 34 bautismos, dentro de estos sucesos partió el hermano Antonio Martínez al campo de Nuevo Morelos, Tamaulipas donde estuvo un lapso de 6 meses atendiendo, al término de los cuales regreso a Cuatecomaco, en donde encontró la obra con 64 bautizados más otros 20 que se llevaron a cabo ese día, sumando un total de 84 bautismos, también se determinó dejar al hermano Miguel como encargado, ya que el hermano Antonio había determinado partir nuevamente a la frontera y de ahí a los Estados Unidos.

La iglesia siguió creciendo ya que se hacían campañas evangelísticas cada mes durante tres días.

HIJAS GEMELAS

En 1997 se llevó el evangelio a Cantollano, Veracruz un poblado que estaba bajo el yugo de la violencia e inseguridad, con la llegada del evangelio poco a poco se fue desvaneciendo, logrando juntar un buen número de simpatizantes que pronto se les destino un encargado para que los atendiera, el hermano Crispín Saldaña, obispo en ese tiempo, envió al hermano Gerónimo Flores Cruz, que atendió el lugar por espacio de dos años, tiempo después Cantollano se independizo de Cuatecomaco por razones de lejanía, de esta manera se le entrego la responsabilidad al hermano Antonio Santiago Reyes quien empezó a trabajar ya con 20 miembros.

Por otra parte se había estado haciendo labor en Ahuatitla Veracruz, para esto ya se contaba con más de 30 miembros, pero por las mismas razones de lejanía y transportación ya que estaba retirado, también se tomó la decisión de independizarla recibiendo dicha responsabilidad el hermano Gerónimo Flores Cruz, de esta manera Cuatecomaco “dio a luz gemelas” e indígenas ya que tanto Cantollano como Ahuatitla son comunidades indígenas, aunque Ahuatitla tiene rasgos amestizados.

En su primer parto, posteriormente el hermano Miguel, entrego a la iglesia de Ahuatitla, la misión de Partidero con un buen grupo de hermanos ya que era más accesible para estos reunirse con los hermanos de Ahuatitla.

LA HIJA “MESTIZA” DE CUATECOMACO

Cuatecomaco está rodeado de diferentes grupos étnicos que son Nahuas, Otomíes y Tepehuas cuya cabecera municipal es Zontecomatlàn, y aunque el municipio es eminentemente indígena, no obstante el 5% de la población total está formado por la genta mestiza, que como es de suponer es la gente que habita en la cabecera municipal y por ende la que tiene monopolizados los privilegios del municipio.