8a Zapopan, Jalisco

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8VA. IGLESIA APÓSTOLICA DE LA FE EN CRISTO JESÚS EN ZAPOPAN

HISTORIA

Los inicios

La actualmente 8va. IAFCJ de Zapopan, nace de un grupo al que se le llamaba “Centro Benito Juárez”, en el periodo del Hno. Sarabia.

Por determinado tiempo se llevaron a cabo las actividades del centro en la casa del Hno. Carlos Aparicio. Una familia, pujante y fuerte, que abrazo el evangelio. Hubo varios hermanos al frente del centro, entre ellos: Guillermo Zepeda, Montalvo, Luis Aparicio, etc.

El centro estuvo bajo el periodo del Hno. Sarabia y cuando llegó a su termino, debido a su fallecimiento, comenzó el periodo del Hno. Jauregui en la 1ra. IAFCJ de Zapopan, dándole continuidad al grupo. Pero por determinadas circunstancias el Hno. Jauregui decidió separarse de la IAFCJ, quedándose a cargo el Hno. Luis Bernal en diciembre de 1997. Y durante seis meses (aprox.) deja como encargado del Centro a Luis Aparicio y después se coloca al Hno. Raúl Arellano Llamas.


El terreno

Raúl comenzó a salir a evangelizar y el grupo se fue fortaleciendo en casa del Hno. Carlos Aparicio, de tal manera que tuvieron que extender reuniones en la casa del Hno. Luis Aparicio. Pero como seguían creciendo y ya eran muchos, tuvieron que salir de ambas casas para finalmente tomar la decisión de comprar el terreno (es el que está actualmente) entre los años del 2002 y 2003.

El terreno en sus inicios era comunal pero finalmente quedó a nombre de la Iglesia Apostólica.

Lo primero que se comenzó a construir fueron las bardas. La luz se jalaba del otro lado del arrollo y muchas veces se robaban el cable.

El costo del terreno fue aproximadamente de $110,000 pesos (por un estimado de 600m) y su compra se realizó con el apoyo de varias aportaciones: una aportación de $35,000 pesos (aprox.) de los hermanos que eran parte del grupo, y otra de la 1ª IAFCJ de Zapopan. Posteriormente se adquiere un préstamo para construcción de $50,000 de las oficinas generales. El cual se pagó, dando mensualidades de $1100 pesos aprox., con el apoyo de la 1ª IAFCJ de Zapopan; un mes pagaba la misión y otro la 1ª de Zapopan.


Su crecimiento

Con el tiempo el grupo llegó a ser más fuerte y se vio la necesidad de que el Hno. Raúl Arellano se dedicara a tiempo completo, siendo ministro ordenado de la 1ª IAFCJ de Zapopan (probablemente ordenado en el pastorado de Julio Jauregui).

El grupo se dejó de conocer como el Centro Benito Juárez, y se le comenzó a llamar Ríos de Agua Viva (debido a que por su ubicación pasaba un río de aguas negras).

De entre los hermanos cabe destacar, el trabajo y apoyo del Hno. Guadalupe Suárez, para el crecimiento del grupo; se iba caminando desde su casa (por falta de recursos) hasta el lugar del terreno.

También cabe mencionar la gran labor de la familia del Hno. Carlos Aparicio y el trabajo de su esposa Josefina que siempre fue de gran bendición para el grupo, ya que siempre buscaba los recursos que podía para seguir construyendo. Otros hermanos que estuvieron colaborando con el Hno. Raúl, fueron el Hno. Ismael y Martha Alicia, que de igual manera fueron de gran bendición.

El Hno. Raúl Arellano trabajaba por las mañanas en el Ayuntamiento de Zapopan y dedicaba todas las tardes a trabajar en el grupo. En el período de su liderazgo, que fue alrededor de 3 años, se logró construir parte del templo.


Tiempos difíciles

El grupo, integrado aproximadamente por 72 hermanos, se iba a declarar como iglesia viable en la convención de marzo del 2005, pero el Hno. Raúl Arellano decide dejar las filas de la IAFCJ en diciembre del 2004.

En ese tiempo al Hno. Raúl se le daba una pequeña ayuda, todavía no recibía lo que corresponde como pastor, porque todo lo demás se invertía en la construcción. El escaso apoyo de su esposa (debido a ciertos problemas con la disciplina de la IAFCJ) no le favoreció en su ministerio.

El deseo de que el grupo logrará ser reconocido como Iglesia Viable era latente en el Hno. Raúl y en la espera de ello, se desesperó. Y sin saber que en la convención de marzo del 2005 se daría ese reconocimiento, el decide separarse de la IAFCJ en diciembre del 2004. Junto con él se van 36 personas y la gran mayoría del mobiliario (ya que argumentó que lo había comprado el grupo). El terreno construido quedo como propiedad de la IAFCJ.

La mayoría del grupo estaba confundido y muchos no sabían lo que estaba pasando. El Hno. Luis Bernal, junto con Guadalupe Suárez (que sabía la mayoría de los domicilios de las personas del grupo) y Carlos Aparicio, se dio a la tarea de visitar a los hermanos para explicarles lo que estaba pasando. Es después de estas visitas, y con la asistencia de los hermanos del grupo, que finalmente se llegó a la conclusión de cuantos se habían ido y cuantos se habían quedado.

Mientras todo se fue aclarando, algunos de los hermanos que se quedaron (entre ellos el Hno. Guadalupe Suárez), comenzaron a reunirse en casa de una hermana. Los servicios se realizaban los domingos a las 7p.m., debido a que la mayoría trabajaba en los tianguis.


Nuevas fuerzas

Más tarde la IAFCJ toma la decisión de seguir atendiendo el grupo de manera directa. Se enviaron músicos de la 1ª de Zapopan y el Hno. Luis Bernal predicaba o algún otro líder. Aproximadamente dos meses después se solicito que Alberto Varela, ministro de la 4ª de Zapopan, se estableciera como encargado del grupo que se había quedado.

Como parte del apoyo de los músicos que se enviaron fueron los hermanos Andrés Castro y su esposa Hilda Montoya, Ampelio Rodríguez y su familia, entre otros.

El grupo se fue fortaleciendo bajo el liderazgo de Alberto Varela y es hasta marzo del 2006 (aprox.) cuando se logra constituir al grupo como la 8va. IAFCJ de Zapopan, con 65 miembros.


Etapa de transición

Después de algunos años y por razones de salud del Hno. Andrés, Pastor de la IAFCJ de Atenquillo, se llevó a cabo una permuta con la 8va. IAFCJ de Zapopan. Entonces el Pastor Alberto Varela es enviado a la Iglesia de Atenquillo y el Pastor Andrés se queda en la 8va. IAFCJ de Zapopan desde julio 2008 con 75 miembros.

Las principales dificultades en la congregación después de este cambio pastoral fue que, debido a la fuerte relación con el Hno. Alberto Varela, varios hermanos deciden irse con él (aprox. 15 personas). Otros no se fueron pero siguieron con la fuerte influencia de la amistad, haciendo más difícil la transición para todos.

Para ayudar a la convivencia y unidad entre la congregación, el primer domingo del mes todos se cooperaban y se hacía comida para toda la iglesia. Ya para finales del 2009 la congregación comenzó a responder, los cultos comenzaron a ser más avivados, inclusive una hermana recibió el don de nuevas lenguas, empezaron a evangelizar y a llevar oyentes.

Para inicios del 2010, el Hno. Varela, se separa de la IAFCJ por problemas personales (morales). Esto sin duda afecto en gran parte a la congregación pero gracias a la oración y el ayuno salieron adelante.


Algunas mejoras

Durante el pastorado del Hno. Andrés no se dieron avances en la construcción, pero si algunas mejoras (considerándose lo más urgente), como por ejemplo la mejoría del azulejo del bautisterio y su conexión al drenaje, el cambio de la puerta del anexo y el refuerzo de la puerta principal. Algo muy notable fue que se logró el servicio de agua potable para la iglesia, pero no se concretó conectarla a los baños.

A uno de los cuartos laterales (exterior del templo) , se le puso un pequeño firme, se enjarró y se colocaron una parte de azulejos para evitar la humedad que había (aunque todavía no esta fondeado).


Dificultad y cambio pastoral

Para marzo del 2010 la salud del Hno. Andrés comenzó a decaer. Se le subió el azúcar entre 400-480, sin poderlo controlar. Y para mediados del mes sufrió un infarto. Por lo que de mayo en adelante el trabajo la atención a la iglesia fue disminuyendo poco a poco. Solo se predicaba en los cultos y se regresaban a sus casas.

En las evaluaciones de julio el Hno. Andrés expone su situación al Hno. Peña, Obispo del distrito, y le plantea la necesidad de entregar el pastorado de la iglesia.

Pasados tres meses el Hno. Peña autoriza la salida pastoral del Hno. Andrés. Y la entrega oficial se llevó a cabo el 13 de octubre del 2010 al Hno. Mauricio A. Fernández Valle, como nuevo pastor en la 8va. IAFCJ de Zapopan, con aproximadamente 30 miembros.


Cambios y adaptación.

Durante el último trimestre de 2010 fue un tiempo de adaptación y de preparación para comenzar el 2011 con todas las fuerzas en la obra de Dios, iniciando a correr el ciclo de evangelismo, teniendo en claro que la única manera en la que podíamos obtener mejores resultados como Iglesia era a través del ayuno y oración, por lo que dedicamos los jueves a ayuno general y los miércoles antes del culto nos reuníamos a orar una hora antes de culto, dedicando después los viernes sólo para orar, arrancamos con una célula en la Colonia Santa Elena, los lunes sin falta teníamos nuestra reunión de MEP, en marzo de ese mismo año y después de varios meses pudimos mandar encuentristas, de momento estábamos imposibilitados a celebrar nuestros propios encuentros por lo que teníamos que apoyarnos con otras iglesias.

El trabajo que se estaba realizando no sólo quedaba dentro de las cuatro paredes del templo, sino que fue más allá, comenzamos a salir a compartir lo que Dios nos estaba dando apoyando durante varios meses al Albergue “Mi hogar” lo que se hacía una vez al mes, además de la visita llevábamos algo para compartir y pasar un buen rato con los niños que formaban parte el mismo. No cabe duda que Dios estaba con nosotros, toda vez que en septiembre de ese mismo año teníamos siete células mixtas y una de jóvenes, teniendo reuniones en distintos hogares de los hermanos de la 8ª IAFCJ en Zapopan, siendo un logro en razón de que sólo se contaba con una. El enfoque que teníamos no sólo estaba con los adultos y jóvenes, en razón de que también llevamos a cabo actividades a las que llamamos “Mini Panamericanos”, aprovechando que en esas fecha estaban los juegos panamericanos, pero eran planeadas especialmente para los niños, Dios abrió las puertas para fuéramos aún más allá toda vez que se consiguió un permiso especial en una Escuela Primaria para desarrollarlos en donde además de juegos y diversión se compartió el mensaje de salvación, repitiéndose dentro de la Colonia a la que pertenece el iglesia, atendiéndose a una gran cantidad de niños.

Las instalaciones del templo no eran las mejores ni causaban buena impresión, por lo que de las primeras cosas que se buscaron fueron cambiar vidrios quebrados de las ventanas, pintura en el exterior, remoción y remodelación del piso, cambio de sillas entre otras cosas más, lo que se pudo lograr con el apoyo de varios hermanos no sólo con donaciones sino también con el trabajo físico, consiguiendo mejoras notorias en poco tiempo, por lo que a finales del 2011 las instalaciones estaban distintas.


Comenzando la capacitación.

En el transcurso del primer semestre de 2012 hubo un ajuste en las células, reduciéndose el número a sólo cinco mixtas y una de jóvenes. Nos dimos cuenta que era de vital importancia la formación, preparación y capacitación de las personas nuevas, por lo que en junio de ese mismo año comenzamos con la antes conocida “Escuela de Maduración”, impartiéndose las clases los miércoles, atendiendo a la par a los niños con temas especiales para ellos.

Ese año fue bueno, participamos en la convención, talleres, capacitaciones, campamentos, encuentros y demás actividades a las que fuimos convocados, buscando en todo tiempo prepararnos más para la obra de Dios. Se continuó con los trabajos de mejoras en las instalaciones del templo, procurando que la casa de Dios estuviera en las mejores condiciones, lo que se estaba logrando poco con la ayuda y provisión de Él así como de todos los hermanos que estuvieron contribuyendo.


Extendiendo el Reino de Dios.

El 2013 lo arrancamos con nuevos proyectos, toda vez que nos vimos en la necesidad de buscar otro lugar en donde nos pudiéramos reunir, pero que fuera de fácil acceso para todas las nuevas personas que estaban llegando al templo, Dios obrando como siempre puso los medios para que se rentara un salón de eventos para llevar a cabo cultos matutinos los días domingo, sin dejar de celebrar nuestros cultos por la tarde en el templo.

Se establecieron nuevas células, los miércoles estaban dedicados para evangelismo, convocándose a la iglesia a participar, dejándose los jueves para las reuniones en las casas, retomándose tanto los días de ayuno general, así como los días de reunión para oración.

En este mismo año tuvimos la bendición de que por algunos meses un grupo de hermanos que venían de distintos Estados de la República a estudiar el Amós, quienes nos apoyaron con labor de evangelismo y actividades los sábados y domingos, dándonos buen soporte en todo el trabajo que como iglesia veníamos realizando. Se organizaron varios torneos de futbol tanto para niños como niñas con la finalidad de compartirles el evangelio de una forma diferente.


Continuando con la labor.

En enero de 2014 llevamos cabo un evento llamado “Festiniños” en donde atendimos alrededor de 160 niños que se encontraban entre los 3 y los 14 años, así como sus papás o familiares que los acompañaban, dándoles un mensaje de salvación para sus vidas.

La mayoría de los hermanos estábamos involucrados en alguna de los ministerios y tareas que la iglesia necesitaba, (ujieres, sonido, maestros, liturgistas, entre otros), toda vez que celebrábamos dos cultos los domingos, uno por la mañana en el salón de eventos en donde la mayoría de personas que asistían eran nuevas, y otro más por la tarde, a ese asistíamos mayormente los hermanos que tenemos más tiempo congregándonos. Dios permitió que algunas de las parejas que se comenzaron a reunir regularizaran su situación legal contrayendo matrimonio no sólo por la vía Civil, sino también ante Dios, culminado con el bautismo en agua entregando sus vidas a Él.

En mayo de ese año comenzamos con el ministerio de pandero y danza, integrado por niñas, adolescentes, jóvenes y señoras de iglesia. En agosto en lugar de los cultos de los miércoles iniciamos con clases de “Escuelas de Maduración”, así como de “Ministerios”. La 8ª Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús en Zapopan envió por primera vez un grupo de hermanos a estudiar en el CREA. Pudimos acudir a la Convención General en Monterrey, rentando un vehículo para transportarnos. En diciembre tuvimos nuestro primer viaje a la playa “Los Ayala” en donde festejamos nuestra “Fiesta de la Cosecha”. Fue un año de muchos logros y victorias.


La importancia de la familia.

El 2015 nos enfocamos dedicar y pasar tiempo de calidad con nuestros padres, hermanos o hijos y sobre todo en comunión con Dios era necesario, por lo que en enero iniciamos con un programa al que llamamos “21 Días de Adoración en el Hogar”, con la finalidad de fortalecer las relaciones y lazos familiares, llevando a cabo de igual forma más actividades como retiros. Continuamos con los cultos, las escuelas, los 21 días de ayuno al inicio de cada ciclo, con campañas por sanidad y milagros, así como por derramamiento del espíritu santo.


Seguimos avanzando.

El 2016 lo comenzamos celebrando bautismos en la playa disfrutando de tiempo en convivencia con los hermanos. También fue un año importante toda vez que comenzamos con el proyecto del “Comedor infantil” enfocado a los niños de la Colonia en donde está el templo, en donde no sólo les dábamos de comer a los niños, sino que también se les compartía una clase bíblica con aplicación a su vida, lo hacíamos los sábados por la parte.

En septiembre de la misma anualidad los hombres de la iglesia tanto jóvenes como señores comienzan a apoyar el centro de rehabilitación yendo a compartir un tema los sábados de cada semana, en donde Dios estuvo obrando de manera especial en la vida de los que estuvieron escuchando su palabra. Comenzamos a impartir la “Escuela para Padres”, impartiendo temas similares tanto a los adultos como a los niños con la finalidad de fortalecer las relaciones y lazos afectivos, dejando tareas en donde era necesaria la participación de toda la familia.

Dios nos permitió que se remodelaran las áreas que se utilizaban como salones para impartir las clases a los niños, con enjarre, piso, pintura e incluso uno de ellos con aire acondicionado.

Uno de los mayores logros fue que comenzamos a realizar nuestros propios encuentros siendo en un principio un reto, pero con la ayuda de Dios fue posible.


Escudriñando las escrituras.

Uno de los principales objetivos o metas que teníamos como iglesia para el 2017 era leer la biblia completa durante todo el año, por lo que mes tras mes se entregaban calendarios en donde se especificaba los capítulos de cada libro que correspondían de acuerdo a cada día, fue maravilloso darnos cuenta que al final del año un buen número de hermanos cumplimos el reto gracias a Dios.

En junio del mismo año Dios permitió que fuéramos los anfitriones para que se llevara a cabo el “Diplomado de Capellanes”, en el que participaron hermanos de varias iglesias de nuestro Distrito, teniendo clases todos los sábados por las tardes.

Nos unimos a un plan de Oración por México rogando a Dios por todas las necesidades que como nación tenemos buscando su misericordia y socorro. También acudíamos a orar todas las mañanas de 6:00 am a 7:00 am, lo que nos fortaleció en sobremanera.


Tiempos de festejo.

Planeamos y llevamos a cabo en el transcurso de todo el 2018 una serie de actividades en las que nos gozamos como iglesia, pero también nuestros amigos disfrutaron cada una de ellas. Teníamos seis células funcionando, era grandioso ver cómo íbamos creciendo en número.

En junio 2018 con ayuda de todo el grupo de alumnos que estábamos cursando el Diplomado de Capellanes se llevó a cabo una brigada medico asistencial, en donde se prestaron diversos servicios sin costo para las personas que lo necesitaban, se realizó limpieza en las calles, plantaron árboles, compartieron pláticas, se dieron talleres y lo principal se les habló de Dios.

Fue el último año en que estuvo Pastoreando Mauricio Alfonso Fernández Valle, culminando su periodo con el culto de fin de año, agradeciéndole principalmente a Dios, así como a él y a su familia todo lo brindado a la 8ª Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús en Zapopan.


La obra de Dios continua.

El 7 de enero de 2019 se realizó de manera oficial el cambio de Pastores asumiendo el cargo el Pastor José de Jesús Sánchez Fernández, la iglesia en general pronto nos adaptamos al cambio y continuamos trabajando como lo veníamos haciendo. No obstante, a finales de ese mismo año por cuestiones personales y ajenas tanto al Pastor como a la iglesia un grupo de hermanos acompañados de sus familias decidieron dejar de congregarse con nosotros, disminuyendo notoriamente la membresía, aun así, no nos detuvimos y continuamos firmes.


Tiempos de pandemia.

Como es bien sabido, durante el año 2020, 2021 y parte del 2022 el COVID-19 se convirtió en poco tiempo en pandemia, obligándonos a cerrar los templos no pudiendo tener actividades de manera presencial, a pesar de eso no fue impedimento para que el Pastor se detuviera, buscó la forma en seguir compartiendo a través de transmisiones en vivo las predicas cada domingo sin falta para no quedarnos sin ese alimento. Estuvo brindando apoyo, atención y orando por los hermanos que perdimos un familiar o ser querido durante esa temporada.


Tiempos mejores.

En agosto de 2021 comenzamos una etapa distinta como iglesia, buscando un lugar de fácil acceso para celebrar los cultos, como siempre la mano de Dios se manifestó encontrando una Terraza para eventos en donde hasta la fecha continuamos.

El pasado 25 de septiembre de 2022 culminó el Pastorado de José de Jesús Sánchez Fernández asumiendo el nuevo cargo el Pastor Antonio Muñoz Ruvalcaba.