Diferencia entre revisiones de «San Ignacio Río Muerto, Sonora»

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En la investigación para reconstruir la historia de la IAFCJ ubicada en San Ignacio Rio Muerto (antes La Colonia)  se encontró que '''aproximadamente a partir del año 1951  ya se hallaban algunos hermanos bautizados en el Nombre de Jesucristo radicando en este pequeño pueblo.'''
En la investigación para reconstruir la historia de la IAFCJ ubicada en San Ignacio Rio Muerto (antes La Colonia)  se encontró que '''aproximadamente a partir del año 1951  ya se hallaban algunos hermanos bautizados en el Nombre de Jesucristo radicando en este pequeño pueblo.'''


Por  no existir  templo en éste lugar se congregaban y '''pertenecían a la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús  del Campo 60 o Ejido  Francisco Javier Mina'''. Eran miembros muy activos, miembros consientes de su deber como cristianos, asumiendo con unidad la responsabilidad con la  iglesia a la que los alimentaba. La distancia,  las carencias de estos primeros valientes y la falta de transporte no impedían que se trasladaran a cuanta actividad les invitaran, entre todos se daban a la tarea de buscar los medios que los llevara a sentir el fuego fraternal que los mantenía fortalecidos, que los mantenía en una pasión por buscar almas para Cristo. Esa pasión por Cristo los mantuvo algunos años como  grupo de hermanos que daban testimonio de conservarse en la doctrina de los apóstoles como lo marcan las Sagradas Escrituras.  
Por  no existir  templo en éste lugar se congregaban en la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús  del Campo 60 o Ejido  Francisco Javier Mina. Eran miembros muy activos, miembros consientes de su deber como cristianos, asumiendo con unidad la responsabilidad con la  iglesia a la que los alimentaba espiritualmente y de la cual recibieron una  formación basada en fundamentos totalmente bíblicos. La distancia,  las carencias de estos primeros valientes y la falta de transporte, no impedían que se trasladaran a cuanta actividad se hiciera. Entre todos se daban a la tarea de buscar los medios que los llevara a sentir el fuego fraternal que los mantenía fortalecidos, que los mantenía en una pasión por buscar almas para Cristo. Esa pasión por Cristo los mantuvo algunos años como  grupo de hermanos que daban testimonio de conservarse en la doctrina de los Apóstoles como lo marcan las Sagradas Escrituras.  
 
 
 
 
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