Diferencia entre revisiones de «San Ignacio Río Muerto, Sonora»

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A su llegada a la iglesia de San Ignacio se encontró que ya estaba por iniciar la fiesta del amigo, por lo que algunos miembros se veían ir y venir con mobiliario para la fiesta del amigo que se esperaba ese sábado tan esperado por los miembros con previas comisiones. El cambio pastoral que la iglesia acababa de admitir no fue obstáculo para seguir  con lo planeado. Se tiene el recuerdo que en esa fiesta se tuvo que rentar mobiliario para recibir a los invitados y que estos estuvieran lo más cómodos posible. Los hermanos  francisco Lujan, Antonio Amparano, David Román, Marta Duarte, Marisela Román, Clementina Moroyoqui, Lupita Miranda, Carlos Salas, Edgar Díaz, Ana Díaz, etc. se encargaron de  acomodar, arreglar el sonido, el proyector  y decorar el templo para dar esplendor a la fiesta del amigo. El hermano  Edgar Díaz se encargó  de arreglar y decorar el templo como  tradicionalmente se acostumbraba en la comunidad pero con el toque espiritual. El hermano Edgar Díaz se encargaba de dar realce a la decoración utilizando globos para  adornar significativamente  el lugar preparado para ello (el templo). Durante la preparación de la fiesta del amigo, aunque recién llegado  el pastor Genaro Berumen con humildad se incorporó  al  trabajo  colectivo que los miembros realizaban. Mientras unos adornaban, otros limpiaban y acomodaban todo aquello que habría de ocuparse para desarrollar la visión y todas las actividades que este Programa requería. Desde las paredes, puertas y ventanas se aprovechaban  para plasmar la calurosa bienvenida a todos los asistentes.  Como toda fiesta, desde muy temprano el hermano Edgar  empezaba con  los preparativos para inflar cuanto globo se ocupara. Mientras  en el templo  se hacían los arreglos,  en la cocina la hermana Clementina Moroyoqui con su aprecio al don de servicio se encargaba de hacer los preparativos para que al terminar el  programa de la fiesta ofrecer  una rica cena para todos los invitados. Posterior a la fiesta del amigo se celebraba el encuentro, una actividad planeada dentro del Programa Red de Multiplicación con el objeto de guiar a los evangelizados a  meditar, reflexionar sobre su relación con Jesucristo y ayudarles  a alcanzar su salvación. En este encuentro con el pastor Genaro Ceceña apoyaron los hermanos, Arturo Urías, Blanca Escobar, Marta Duarte, David Román, Angélica Urquides, Adelaido Hernández, Clementina Moroyoqui, Albita Esquer, Paty Torres, Lupita Miranda, Edgar González, Orfa Escalante, Abigail Villegas Francisco Lujan, Dany Miranda, y otros hermanos indirectamente.
A su llegada a la iglesia de San Ignacio se encontró que ya estaba por iniciar la fiesta del amigo, por lo que algunos miembros se veían ir y venir con mobiliario para la fiesta del amigo que se esperaba ese sábado tan esperado por los miembros con previas comisiones.  
[[Archivo:5_FIESTA_DEL_AMIGO.jpg|200px|thumb|Acomodo del mobiliario]]
 
El cambio pastoral que la iglesia acababa de admitir no fue obstáculo para seguir  con lo planeado. Se tiene el recuerdo que en esa fiesta se tuvo que rentar mobiliario para recibir a los invitados y que estos estuvieran lo más cómodos posible. Los hermanos  francisco Lujan, Antonio Amparano, David Román, Marta Duarte, Marisela Román, Clementina Moroyoqui, Lupita Miranda, Carlos Salas, Edgar Díaz, Ana Díaz, etc. se encargaron de  acomodar, arreglar el sonido, el proyector  y decorar el templo para dar esplendor a la fiesta del amigo. El hermano  Edgar Díaz se encargó  de arreglar y decorar el templo como  tradicionalmente se acostumbraba en la comunidad pero con el toque espiritual. El hermano Edgar Díaz se encargaba de dar realce a la decoración utilizando globos para  adornar significativamente  el lugar preparado para ello (el templo). Durante la preparación de la fiesta del amigo, aunque recién llegado  el pastor Genaro Berumen con humildad se incorporó  al  trabajo  colectivo que los miembros realizaban. Mientras unos adornaban, otros limpiaban y acomodaban todo aquello que habría de ocuparse para desarrollar la visión y todas las actividades que este Programa requería. Desde las paredes, puertas y ventanas se aprovechaban  para plasmar la calurosa bienvenida a todos los asistentes.  Como toda fiesta, desde muy temprano el hermano Edgar  empezaba con  los preparativos para inflar cuanto globo se ocupara. Mientras  en el templo  se hacían los arreglos,  en la cocina la hermana Clementina Moroyoqui con su aprecio al don de servicio se encargaba de hacer los preparativos para que al terminar el  programa de la fiesta ofrecer  una rica cena para todos los invitados. Posterior a la fiesta del amigo se celebraba el encuentro, una actividad planeada dentro del Programa Red de Multiplicación con el objeto de guiar a los evangelizados a  meditar, reflexionar sobre su relación con Jesucristo y ayudarles  a alcanzar su salvación. En este encuentro con el pastor Genaro Ceceña apoyaron los hermanos, Arturo Urías, Blanca Escobar, Marta Duarte, David Román, Angélica Urquides, Adelaido Hernández, Clementina Moroyoqui, Albita Esquer, Paty Torres, Lupita Miranda, Edgar González, Orfa Escalante, Abigail Villegas Francisco Lujan, Dany Miranda, y otros hermanos indirectamente.


Hasta este pastorado se trabajó un año por fraternidades, a través de estas se organizaban y se llevaban a cabo todas las acciones planeadas anual e internamente; posteriormente se cambian y modifican las estrategias para  realizar las actividades de coordinación en los trabajos,, desapareciendo la forma estructural de líderes de fraternidad. Aquí se inicia el trabajo por medio de ministerios. Casi recién llegado al pastor Genaro Berumen  le tocó celebrar el  culto  Evami, se recuerda que durante la celebración del culto se dio apertura vía teléfono al misionero  de Bolivia pastor Oscar Vázquez González. Aunque el trecho era largo de miles de kilómetros de distancia nada impidió escuchar las propias experiencias  verbales del misionero de aquel lejano país, su testimonio de la  Obra misionera encendió  el gozo y el entusiasmo que se le cedió el tiempo  para presidir y ministrar él para la iglesia. Fue una experiencia muy emotiva que sirvió para hacer  conciencia que el trabajo misionológico  en cualquier parte del mundo, es un trabajo de equipo y responsabilidad compartida, como mensaje enfatizó que el trabajar de la mano por un mismo objetivo  detona grandes bendiciones, no solo para otras personas sino para aquel que valora, apoya y respalda ese ministerio; esto sucedió dentro del programa  Evami que año con año la iglesia celebra, a la vez que se proyectan imágenes y testimonios de los avances del evangelio en otros países.
Hasta este pastorado se trabajó un año por fraternidades, a través de estas se organizaban y se llevaban a cabo todas las acciones planeadas anual e internamente; posteriormente se cambian y modifican las estrategias para  realizar las actividades de coordinación en los trabajos,, desapareciendo la forma estructural de líderes de fraternidad. Aquí se inicia el trabajo por medio de ministerios. Casi recién llegado al pastor Genaro Berumen  le tocó celebrar el  culto  Evami, se recuerda que durante la celebración del culto se dio apertura vía teléfono al misionero  de Bolivia pastor Oscar Vázquez González. Aunque el trecho era largo de miles de kilómetros de distancia nada impidió escuchar las propias experiencias  verbales del misionero de aquel lejano país, su testimonio de la  Obra misionera encendió  el gozo y el entusiasmo que se le cedió el tiempo  para presidir y ministrar él para la iglesia. Fue una experiencia muy emotiva que sirvió para hacer  conciencia que el trabajo misionológico  en cualquier parte del mundo, es un trabajo de equipo y responsabilidad compartida, como mensaje enfatizó que el trabajar de la mano por un mismo objetivo  detona grandes bendiciones, no solo para otras personas sino para aquel que valora, apoya y respalda ese ministerio; esto sucedió dentro del programa  Evami que año con año la iglesia celebra, a la vez que se proyectan imágenes y testimonios de los avances del evangelio en otros países.
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