Diferencia entre revisiones de «San Ignacio Río Muerto, Sonora»

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El joven Emilio Martínez pertenecía a una tradición fariseo o chapayeca. En su juventud fue Capitán de los chapayecas. Un chapayeca  es  un hombre yaqui por herencia que voluntariamente acepta el compromiso de participar en las  actividades durante la Semana Mayor (semana santa).  Durante el desarrollo de esta celebración Yaqui, los diferentes personajes que participan están obligados a cumplir determinadas funciones, de lo contrario  se hacen acreedores a castigos según la Ley de la etnia Yaqui. Emilio Martínez decide renunciar a toda una tradición con sus prácticas y costumbres para dedicarse a servir a Dios. Durante cuatro años cambió su tradición por actividades cristianas para dedicarse ahora a una cultura en el conocimiento de la Palabra de Dios a través de la Biblia. Narran sus hijos que constantemente se le buscaba  para castigarlo conforme marca la Ley y tradición  Yaqui. En  varias ocasiones se le buscó en su domicilio  para ser chicoteado según la costumbre por haber desobedecido y renunciado a una tradición indígena. Gracias a Dios nunca se llevó a cabo esta sanción.  Después de estar escuchando el evangelio durante cuatro años Emilio decide bautizarse,  noticia que corrió como pólvora por los oídos yaquis. Llegado el momento la mayoría de las personas se trasladaron a orillas del canal que se encuentra a un costado de la colonia Militar a ser testigo de este hecho asombroso.  
El joven Emilio Martínez pertenecía a una tradición fariseo o chapayeca. En su juventud fue Capitán de los chapayecas. Un chapayeca  es  un hombre yaqui por herencia que voluntariamente acepta el compromiso de participar en las  actividades durante la Semana Mayor (semana santa).  Durante el desarrollo de esta celebración Yaqui, los diferentes personajes que participan están obligados a cumplir determinadas funciones, de lo contrario  se hacen acreedores a castigos según la Ley de la etnia Yaqui. Emilio Martínez decide renunciar a toda una tradición con sus prácticas y costumbres para dedicarse a servir a Dios. Durante cuatro años cambió su tradición por actividades cristianas para dedicarse ahora a una cultura en el conocimiento de la Palabra de Dios a través de la Biblia. Narran sus hijos que constantemente se le buscaba  para castigarlo conforme marca la Ley y tradición  Yaqui. En  varias ocasiones se le buscó en su domicilio  para ser chicoteado según la costumbre por haber desobedecido y renunciado a una tradición indígena. Gracias a Dios nunca se llevó a cabo esta sanción.  Después de estar escuchando el evangelio durante cuatro años Emilio decide bautizarse,  noticia que corrió como pólvora por los oídos yaquis. Llegado el momento la mayoría de las personas se trasladaron a orillas del canal que se encuentra a un costado de la colonia Militar a ser testigo de este hecho asombroso.  
[[Archivo:18_Emilio_Martínez_fue_bautizado_por_el_pastor_Carmen_Fierro_el_día_23_de_febrero_del_1962.jpg|200px|thumb|Emilio Martinez]]




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