Diferencia entre revisiones de «San Ignacio Río Muerto, Sonora»

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==JESUS ALBERTO VILLEGAS MADRIDAD==
==JESUS ALBERTO VILLEGAS MADRIDAD==
Un '''14  de agosto  1993''' lo envían a  pastorear la IAFCJ de SIRM, ocupando el '''lugar número  décimo segundo (12''').   Procedentes del Campo 60, continuó ejerciendo  su liderazgo bajo la unción del Espíritu junto con su esposa Rosario Ramos de Villegas he hijos en éste lugar. Conscientes del reto que representaba  ganarse el cariño de la iglesia y  amigos, consagraron y explotaron su talento musical, poniéndolo al servicio de la iglesia  para ayudar a adorar a Dios y expresar los sentimientos del corazón cuando éste se abre a Dios.  El trabajo del ministerio de alabanza que  se vivió en ese lapso de tiempo sirvió de instrumento para un  acercamiento a Dios por medio de la adoración. Los diferentes instrumentos que se tocaban armonizaban tan bien que la estancia en los cultos era de júbilo. Se aclara que el ministerio de música se desarrollaba ordenadamente, de tal forma que el  evangelio cobraba sentido de la Palabra. Para tocar, dirigir cantos y coros  había una alternancia no sólo como grupo musical, sino también con la coordinación en dar apertura a todos aquellos interesados en ingresar al ministerio de alabanza. La  alabanza estaba integrado por  Priscila Villegas, Elda Villegas (ambas hijas del pastor), Selene Estrada, Orfa Escalante, Arturo Campos, José Esteban Díaz Camacho (Hno. Chachi), etc.  La variedad de géneros que tocaba el grupo motivó a nuevos músicos para ir tras la adoración a través de la alabanza.
Un '''14  de agosto  1993''' lo envían a  pastorear la IAFCJ de SIRM, ocupando el '''lugar número  décimo segundo (12''').  
[[Archivo:1 JESUS ALBERTO VILLEGAS MADRID Y ROSARO RAMOS.jpg|400px|thumb|]]
 
Procedentes del Campo 60, continuó ejerciendo  su liderazgo bajo la unción del Espíritu junto con su esposa Rosario Ramos de Villegas he hijos en éste lugar. Conscientes del reto que representaba  ganarse el cariño de la iglesia y  amigos, consagraron y explotaron su talento musical, poniéndolo al servicio de la iglesia  para ayudar a adorar a Dios y expresar los sentimientos del corazón cuando éste se abre a Dios.  El trabajo del ministerio de alabanza que  se vivió en ese lapso de tiempo sirvió de instrumento para un  acercamiento a Dios por medio de la adoración. Los diferentes instrumentos que se tocaban armonizaban tan bien que la estancia en los cultos era de júbilo. Se aclara que el ministerio de música se desarrollaba ordenadamente, de tal forma que el  evangelio cobraba sentido de la Palabra. Para tocar, dirigir cantos y coros  había una alternancia no sólo como grupo musical, sino también con la coordinación en dar apertura a todos aquellos interesados en ingresar al ministerio de alabanza. La  alabanza estaba integrado por  Priscila Villegas, Elda Villegas (ambas hijas del pastor), Selene Estrada, Orfa Escalante, Arturo Campos, José Esteban Díaz Camacho (Hno. Chachi), etc.  La variedad de géneros que tocaba el grupo motivó a nuevos músicos para ir tras la adoración a través de la alabanza.




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Se hicieron cultos de barrio en el ejido el Bateve y  aunque se mantuvo  en esta dinámica durante algún tiempo no se decidió ninguno a bajar a las aguas de bautismo. Se continuó con el proyecto de la escuelita de verano exclusivamente para niños, se llevaban a cabo en el periodo vacacional del verano.  Eran  experiencias muy gratificantes para nuestros niños,  el disfrute por estas actividades infantiles era tal que  los mismos niños hacían correr la voz entre sus compañeros. Este  plan  consistía en adornar adecuadamente para niños el templo y equipar con lo básico para que se impartieran las diferentes  clases. Dentro de cada  clase se hacían  actividades sanas para ellos. Las enseñanzas bíblicas, los cantos nuevos, las convivencias  compartidas, el refrigerios, las manualidades, la presentación de mimos, obras de teatro, etc. hacia más agradable la estancia.  Al final de la jornada diaria cada clase se  lucían con su maestra, haciendo una breve presentación de la enseñanza bíblica de ese día. El  templo y el patio de la iglesia sin duda se convertía en un sitio acogedor, con cristianos dedicados, organizado y cuidando hasta el más mínimo detalle,  demostrando  junto a su pastor entrega total a la Obra de Dios, con una eficacia y amor por lo que se hacía; lo que permitió que nuevos integrantes se sumaran a las actividades infantiles. Las fotos dan evidencia de toda esta experiencia formativa en la Palabra de Dios. Al término del curso se entregaron  reconocimientos por escrito a todos los asistentes, niños y maestros que sirvieron de bendición en la instrucción bíblica.  Los  temas eran enfocados a principios educativos  espirituales. Las clases de los niños se dividían por edades. Los temas eran enseñanzas bíblicas presentadas de diversas maneras, incluyendo varios métodos y varias ayudas visuales. El  versículo a memorizar que se daba a los niños tenía una aplicación práctica para ellos. Se  contaban historias de la Biblia como modelos para que los niños puedan seguir. La asistencia a la escuelita de verano era por las mañanas. A media mañana cada clase  hacia una pausa y se les recibía al salir con un refrigerio. Esta actividad se hacía de una semana iniciando con apertura de arranque y terminado  un culto infantil en donde también se entregaban  reconocimientos tanto a maestros como a la  niñez evangelizada. Era toda una semana de arduo trabajo para los diferentes actores participantes, desde el pastor, las fraternidades que apoyaban, el equipo de alabanza, los que surtían de víveres, los que hacían las compras de  papelería y maestras. Quienes participaban de maestras eran las hermanas Leonor González, Orfa Escalante, Liliana Duarte, Lupita Miranda, Leticia, Gloria y Silvia Esquivel, Selene Estrada, Blanca Escobar, Berenice López, Priscila, Elda y Abigail Villegas, etc. mientras tanto dorcas y varones apoyaban con el refrigerio y el aseo del templo y patio.
Se hicieron cultos de barrio en el ejido el Bateve y  aunque se mantuvo  en esta dinámica durante algún tiempo no se decidió ninguno a bajar a las aguas de bautismo.  
[[Archivo:44.jpg|400px|thumb|]]Se continuó con el proyecto de la escuelita de verano exclusivamente para niños, se llevaban a cabo en el periodo vacacional del verano.   
 
[[Archivo:3ESC. DE VERANO..jpg|400px|thumb|]]Eran  experiencias muy gratificantes para nuestros niños,  el disfrute por estas actividades infantiles era tal que  los mismos niños hacían correr la voz entre sus compañeros.  
 
Este  plan  consistía en adornar adecuadamente para niños el templo y equipar con lo básico para que se impartieran las diferentes  clases. Dentro de cada  clase se hacían  actividades sanas para ellos. Las enseñanzas bíblicas, los cantos nuevos, las convivencias  compartidas, el refrigerios, las manualidades, la presentación de mimos, obras de teatro, etc. hacia más agradable la estancia.  Al final de la jornada diaria cada clase se  lucían con su maestra, haciendo una breve presentación de la enseñanza bíblica de ese día. El  templo y el patio de la iglesia sin duda se convertía en un sitio acogedor, con cristianos dedicados, organizado y cuidando hasta el más mínimo detalle,  demostrando  junto a su pastor entrega total a la Obra de Dios, con una eficacia y amor por lo que se hacía; lo que permitió que nuevos integrantes se sumaran a las actividades infantiles. Las fotos dan evidencia de toda esta experiencia formativa en la Palabra de Dios. Al término del curso se entregaron  reconocimientos por escrito a todos los asistentes, niños y maestros que sirvieron de bendición en la instrucción bíblica.  Los  temas eran enfocados a principios educativos  espirituales. Las clases de los niños se dividían por edades. Los temas eran enseñanzas bíblicas presentadas de diversas maneras, incluyendo varios métodos y varias ayudas visuales. El  versículo a memorizar que se daba a los niños tenía una aplicación práctica para ellos. Se  contaban historias de la Biblia como modelos para que los niños puedan seguir. La asistencia a la escuelita de verano era por las mañanas. A media mañana cada clase  hacia una pausa y se les recibía al salir con un refrigerio. Esta actividad se hacía de una semana iniciando con apertura de arranque y terminado  un culto infantil en donde también se entregaban  reconocimientos tanto a maestros como a la  niñez evangelizada. Era toda una semana de arduo trabajo para los diferentes actores participantes, desde el pastor, las fraternidades que apoyaban, el equipo de alabanza, los que surtían de víveres, los que hacían las compras de  papelería y maestras. Quienes participaban de maestras eran las hermanas Leonor González, Orfa Escalante, Liliana Duarte, Lupita Miranda, Leticia, Gloria y Silvia Esquivel, Selene Estrada, Blanca Escobar, Berenice López, Priscila, Elda y Abigail Villegas, etc. mientras tanto dorcas y varones apoyaban con el refrigerio y el aseo del templo y patio.




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