248
ediciones
Sin resumen de edición |
Sin resumen de edición |
||
Línea 136: | Línea 136: | ||
Tuvimos que retirarnos de la casa que el señor González nos había prestado, nos la pidió por la presión que la gente estaba ejerciendo sobre él. Continuaron las reuniones en el domicilio Morelos # 80 hogar del Hno. Rubén Briseño González y su esposa María Trinidad Díaz Arzate, quien también fue bautizada el 21 de Abril de1991 en la 1° Iglesia de Santa Ana, Cal. | Tuvimos que retirarnos de la casa que el señor González nos había prestado, nos la pidió por la presión que la gente estaba ejerciendo sobre él. Continuaron las reuniones en el domicilio Morelos # 80 hogar del Hno. Rubén Briseño González y su esposa María Trinidad Díaz Arzate, quien también fue bautizada el 21 de Abril de1991 en la 1° Iglesia de Santa Ana, Cal. | ||
[[Archivo:la_foto5.JPG|150px|thumb|Hna Trinidad Díaz]] | |||
La hermana Trinidad Díaz y su esposo hospedaban a los encargados de la Misión de San Gregorio y a evangelistas que de pronto visitaban la obra. El hermano Rubén nos cuenta que en una ocasión el hermano Germán Hernández F. aprovechó la visita del evangelista José Méndez quien iba para Cuba. Después del servicio el hermano Rubén los invita a cenar y al hermano Méndez le gustó tanto el guiso que con la última tortilla limpió el plato, al verlo el hermano Germán le dijo: hermano Méndez no lave el plato, en esta casa hay quien lave los trastos. La hermana Trinidad fue una hermana a la que Dios le concedió las peticiones de su corazón al pedirle por la conversión de su esposo y que la sanara de la enfermedad que padecía para que Dios no la dejara sufrir en cama y así fue como el Señor la recoge andando en pie en aquel 17 de noviembre del 1993 día que fallece. | La hermana Trinidad Díaz y su esposo hospedaban a los encargados de la Misión de San Gregorio y a evangelistas que de pronto visitaban la obra. El hermano Rubén nos cuenta que en una ocasión el hermano Germán Hernández F. aprovechó la visita del evangelista José Méndez quien iba para Cuba. Después del servicio el hermano Rubén los invita a cenar y al hermano Méndez le gustó tanto el guiso que con la última tortilla limpió el plato, al verlo el hermano Germán le dijo: hermano Méndez no lave el plato, en esta casa hay quien lave los trastos. La hermana Trinidad fue una hermana a la que Dios le concedió las peticiones de su corazón al pedirle por la conversión de su esposo y que la sanara de la enfermedad que padecía para que Dios no la dejara sufrir en cama y así fue como el Señor la recoge andando en pie en aquel 17 de noviembre del 1993 día que fallece. | ||
24 días después de aquel día lleno de gozo, la hermana Trina Díaz, esposa del recién convertido Rubén Briseño, partió con el Señor Jesucristo en espera de la promesa de la vida eterna. Había fallecido una gran mujer de Dios, hubo mucha tristeza de parte de toda la congregación en aquel día, pero el Señor les trajo el consuelo que ellos necesitaban. | 24 días después de aquel día lleno de gozo, la hermana Trina Díaz, esposa del recién convertido Rubén Briseño, partió con el Señor Jesucristo en espera de la promesa de la vida eterna. Había fallecido una gran mujer de Dios, hubo mucha tristeza de parte de toda la congregación en aquel día, pero el Señor les trajo el consuelo que ellos necesitaban. |
ediciones