Diferencia entre revisiones de «El Ministerio Infantil y de Adolescentes»

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“La Biblia enseña que para Jehová los hijos son herencia que custodiar, para Jesús son almas que salvar, para la iglesia son un ministerio que atender y para los padres un tesoro confiado por Dios para que sea custodiado, (valorado) formado y protegido”  según afirmación del Dr. Luis Alberto Gómez Chávez.  
“La Biblia enseña que para Jehová los hijos son herencia que custodiar, para Jesús son almas que salvar, para la iglesia son un ministerio que atender y para los padres un tesoro confiado por Dios para que sea custodiado, (valorado) formado y protegido”  según afirmación del Dr. Luis Alberto Gómez Chávez.  


==Primera Parte==
==Parte I: El ministerio en el siglo XX==
 
'''El ministerio en el siglo XX'''


'''Por Lore Cázares Vázquez.'''  
'''Por Lore Cázares Vázquez.'''  
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A continuación les presentamos un breve relato histórico de este importante ministerio que la IAFCJ ha logrado desempeñar entre los niños y adolescentes con resultados muy satisfactorios para la gloria de Dios y bendición de los involucrados.  
A continuación les presentamos un breve relato histórico de este importante ministerio que la IAFCJ ha logrado desempeñar entre los niños y adolescentes con resultados muy satisfactorios para la gloria de Dios y bendición de los involucrados.  


'''Inicios'''
==Inicios==


En sus inicios en 1914, nuestra Iglesia más que trasmitir una educación formal, técnica, metodológica, con infraestructura propia de espacios de atención para los niños, se enfocó en delegar completamente la educación cristiana, en los padres, a pesar del alto índice de analfabetismo que existía entonces. Esto contribuyó a que muchos de los adultos aprendieran a leer la Biblia y cumplieran la parte bíblica de Deuteronomio 6.6-8: “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontal entre tus ojos: y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas”. Por eso todavía recordamos algunos el porqué en las paredes y en las puertas de nuestras casas había textos de la Biblia colgados y que se utilizaban como método de memorización para la enseñanza cristiana familiar. Así como lo cotidiano de orar al levantarnos, y dar gracias a Dios en los tiempos de las comidas y al acostarnos para descansar en la noche.
En sus inicios en 1914, nuestra Iglesia más que trasmitir una educación formal, técnica, metodológica, con infraestructura propia de espacios de atención para los niños, se enfocó en delegar completamente la educación cristiana, en los padres, a pesar del alto índice de analfabetismo que existía entonces. Esto contribuyó a que muchos de los adultos aprendieran a leer la Biblia y cumplieran la parte bíblica de Deuteronomio 6.6-8: “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontal entre tus ojos: y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas”. Por eso todavía recordamos algunos el porqué en las paredes y en las puertas de nuestras casas había textos de la Biblia colgados y que se utilizaban como método de memorización para la enseñanza cristiana familiar. Así como lo cotidiano de orar al levantarnos, y dar gracias a Dios en los tiempos de las comidas y al acostarnos para descansar en la noche.