Diferencia entre revisiones de «Atenguillo, Jalisco»

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El 06 de Enero de 1981 llegó al Rancho La Tina el Hno. Manuel Andrade con tan solo 22 años de edad y soltero a Pastorear la Iglesia de Atenguillo que contaba con 18 miembros.
El 06 de Enero de 1981 llegó al Rancho La Tina el Hno. Manuel Andrade con tan solo 22 años de edad y soltero a Pastorear la Iglesia de Atenguillo que contaba con 18 miembros.
Al empezar a Pastorear la Iglesia se unió con el proyecto del Templo y sabía que sin la ayuda de Dios era probable que nunca pudieran concretar la obra, es por eso que invitó a los Hermanos hacer una cadena de ayuno y oración por más de un mes y así poder comenzar a construir el Templo.
Al empezar a Pastorear la Iglesia se unió con el proyecto del Templo y sabía que sin la ayuda de Dios era probable que nunca pudieran concretar la obra, es por eso que invitó a los Hermanos hacer una cadena de ayuno y oración por más de un mes y así poder comenzar a construir el Templo.
Confiando en el Amor de Dios al comenzar el mes de Marzo se trasladaron al Pueblo de Atenguillo para comenzar la obra, el Pastor y 5 hermanos más, ya que ya se contaba con el terreno el cual fue donado por la Hna. Amalia Oliver, originaria de Atenguillo y residente en Estados Unidos y con tan solo 20 mil pesos de presupuesto, pero con un gran deseo de trabajar para la obra de Dios.  
Confiando en el Amor de Dios al comenzar el mes de Marzo se trasladaron al Pueblo de Atenguillo para comenzar la obra, el Pastor y 5 hermanos más, ya que ya se contaba con el terreno el cual fue donado por la Hna. Amalia Oliver, originaria de Atenguillo y residente en Estados Unidos y con tan solo 20 mil pesos de presupuesto, pero con un gran deseo de trabajar para la obra de Dios.  
Al comenzar con la construcción del Templo más hermanos se unieron y comenzaron a poner su mano de obra y algunos otros ponían el recurso para que se continuara con la obra; los veinte mil pesos con los que se inició el proyecto fueron insuficientes pues se agotaron rápidamente pero los Hnos. Juan Guzmán y José Andrade no escatimaban y vendían su ganado, pedían prestado para que la obra no parara.  
Al comenzar con la construcción del Templo más hermanos se unieron y comenzaron a poner su mano de obra y algunos otros ponían el recurso para que se continuara con la obra; los veinte mil pesos con los que se inició el proyecto fueron insuficientes pues se agotaron rápidamente pero los Hnos. Juan Guzmán y José Andrade no escatimaban y vendían su ganado, pedían prestado para que la obra no parara.  
“Dios nunca nos dejó”, menciona el Hno. Manuel Andrade pues día con día más hermanos daban donativos y Dios tocaba de la gente no convertida a que también nos ayudaran, entre ellos se encuentra Alejandro Quiroga, Andrea Peña, Rogelio Dueñas y Jaime Robles, sabían que esto era obra de Dios, que sus oraciones habían llegado hasta su presencia.
“Dios nunca nos dejó”, menciona el Hno. Manuel Andrade pues día con día más hermanos daban donativos y Dios tocaba de la gente no convertida a que también nos ayudaran, entre ellos se encuentra Alejandro Quiroga, Andrea Peña, Rogelio Dueñas y Jaime Robles, sabían que esto era obra de Dios, que sus oraciones habían llegado hasta su presencia.
Se recibieron donativos del Distrito siendo el Obispo el Hno. Abel Zamora, y de 2 Iglesias de Chicago en donde se congregaban los Hermanos Antonio Andrade y José Andrade en las temporadas que se iban a trabajar para allá.  
Se recibieron donativos del Distrito siendo el Obispo el Hno. Abel Zamora, y de 2 Iglesias de Chicago en donde se congregaban los Hermanos Antonio Andrade y José Andrade en las temporadas que se iban a trabajar para allá.  
Había ocasiones que los Hnos. que se venían del rancho caminando a seguir construyendo, en muchas ocasiones sin dinero para comer, teniendo que traer cargando leña para venderla y poder sacar algo de dinero, vecinos también les apoyaban con comida, Dios nunca los dejó solos.
Había ocasiones que los Hnos. que se venían del rancho caminando a seguir construyendo, en muchas ocasiones sin dinero para comer, teniendo que traer cargando leña para venderla y poder sacar algo de dinero, vecinos también les apoyaban con comida, Dios nunca los dejó solos.
En los meses de Marzo-Agosto del año 1981 el templo estaba terminado en obra negra. Al poco tiempo se continuó con la construcción de la casa pastoral y los baños pero ya se comenzaban a celebrar cultos en el templo inconcluso.
En los meses de Marzo-Agosto del año 1981 el templo estaba terminado en obra negra. Al poco tiempo se continuó con la construcción de la casa pastoral y los baños pero ya se comenzaban a celebrar cultos en el templo inconcluso.
Al ser Atenguillo un pueblo muy católico pronto el Sacerdote Francisco Corona se acercó con los hermanos a amenazarlos, que si no dejaban de construir les iba a destruir lo que ya tenían en pie, pero los Hermanos más oraban y ayunaban y todo quedó en una amenaza.
Al ser Atenguillo un pueblo muy católico pronto el Sacerdote Francisco Corona se acercó con los hermanos a amenazarlos, que si no dejaban de construir les iba a destruir lo que ya tenían en pie, pero los Hermanos más oraban y ayunaban y todo quedó en una amenaza.
El 29 de Diciembre de 1984 el Pastor Manuel Andrade se casa con la Hna. Heriberta Guzmán Torres, hija del Hno. Juan Guzmán, celebrando su matrimonio en Atenguillo dirigido por el Hno. José Avalos Orozco.
El 29 de Diciembre de 1984 el Pastor Manuel Andrade se casa con la Hna. Heriberta Guzmán Torres, hija del Hno. Juan Guzmán, celebrando su matrimonio en Atenguillo dirigido por el Hno. José Avalos Orozco.
Poco a poco el Templo tomaba forma, se colocaron las ventanas, piso, pintura, puertas, jardineras, baños, etc. Y ya la mayoría de Hermanos vivían en Atenguillo y los cultos se celebraban 2 veces a la semana y la Iglesia empezó a crecer.
Poco a poco el Templo tomaba forma, se colocaron las ventanas, piso, pintura, puertas, jardineras, baños, etc. Y ya la mayoría de Hermanos vivían en Atenguillo y los cultos se celebraban 2 veces a la semana y la Iglesia empezó a crecer.
Los hermanos salían a evangelizar no solo en Atenguillo sino también en Talpa, Cuautla y Ayutla y mucha gente empezó a aceptar a Dios en su corazón.
Los hermanos salían a evangelizar no solo en Atenguillo sino también en Talpa, Cuautla y Ayutla y mucha gente empezó a aceptar a Dios en su corazón.
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