Diferencia entre revisiones de «7a Hermosillo, Sonora»

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[[Archivo: Aleluya_Fest_Ebdv.jpg|480px|left|thumb| Escuela de verano infantil, Aleluya Fest]][[Archivo: Maestro_Ebdv_2019.jpg|480px|Right|thumb| Maestros de escuela de verano, Aleluya Fest]]
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[[Archivo: Noches_Ben_Oct_19.jpg|485px|left|thumb| Evangelista invitado en Noches de bendición 2019]][[Archivo: Taller_Siembra_Enero.jpg|485px|Center|thumb| Taller sembrando esperanza, impartido por nuestro pastor]]
[[Archivo: Noches_Ben_Oct_19.jpg|520px|left|thumb| Evangelista invitado en Noches de bendición 2019]]
[[Archivo: Taller_Siembra_Enero.jpg|525px|Center|thumb| Taller sembrando esperanza, impartido por nuestro pastor]]
 
 
 




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La 7ma iglesia, con su familia pastoral, liderazgo local y membresía en general le hemos creído a Dios y a sus promesas, hemos abrazado la doctrina apostólica y también hemos seguido  fundamentados bajo los principios bíblicos inalienables que nunca dejaran de ser, y aunque los tiempos cambien, la sociedad se trasforme, la cultura y la mentalidad del hombre siga siendo de continuo hacia el mal, la palabra seguirá permaneciendo vigente con el mismo poder de ser la misma palabra de Dios viva y eficaz, con permanecía eterna. Y en palabras de nuestro pastor reiteramos los ánimos y confianza con la que se consigue terminar el año 2019, confianza en que “Dios ha estado motivando a la iglesia a través de la palabra, y ya a finales del año hemos hecho una reflexión muy interesante del libro de los hechos y hemos aprendido de una manera más viva y comprensible la vivencia de esos primeros cristianos, los cuales al igual que ellos también nosotros hemos sufrido ataques por parte del enemigo, pero que a pesar de eso Dios nos ha ayudado y lo seguirá haciendo a lo largo del próximo año que viene, concediéndonos muchas más victorias. La historia de esta iglesia seguirá escribiéndose con cada logro en cada día, mientras tanto nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra, Hechos 6:4”.
La 7ma iglesia, con su familia pastoral, liderazgo local y membresía en general le hemos creído a Dios y a sus promesas, hemos abrazado la doctrina apostólica y también hemos seguido  fundamentados bajo los principios bíblicos inalienables que nunca dejaran de ser, y aunque los tiempos cambien, la sociedad se trasforme, la cultura y la mentalidad del hombre siga siendo de continuo hacia el mal, la palabra seguirá permaneciendo vigente con el mismo poder de ser la misma palabra de Dios viva y eficaz, con permanecía eterna. Y en palabras de nuestro pastor reiteramos los ánimos y confianza con la que se consigue terminar el año 2019, confianza en que “Dios ha estado motivando a la iglesia a través de la palabra, y ya a finales del año hemos hecho una reflexión muy interesante del libro de los hechos y hemos aprendido de una manera más viva y comprensible la vivencia de esos primeros cristianos, los cuales al igual que ellos también nosotros hemos sufrido ataques por parte del enemigo, pero que a pesar de eso Dios nos ha ayudado y lo seguirá haciendo a lo largo del próximo año que viene, concediéndonos muchas más victorias. La historia de esta iglesia seguirá escribiéndose con cada logro en cada día, mientras tanto nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra, Hechos 6:4”.
===Año 2020===
Resulta complejo iniciar con la redacción de lo que este año 2020 nos trajo, nos hizo y nos dejó; cantidad de recuerdos, sentimientos encontrados y vívidas experiencias que sin duda jamás olvidaremos. El mundo entero quedó postrado de rodillas convaleciendo ante el peor flagelo de los últimos tiempos, las superpotencias fueron doblegadas viendo cómo su vulnerabilidad quedaba al descubierto, no había posición social que valiera, raza o ubicación geográfica que importara, pues el impacto fue mundial, general e incluyente, no existió discriminación alguna al dejarse sentir en la humanidad aquella catástrofe.
Se hicieron parte de nuestro vocabulario términos que antes solo eran extraños y desconocidos, palabras como pandemia, crisis sanitaria, contingencia, cuarentenas de más de cuarenta días, sana distancia, aislamiento, etc. Términos que nunca debieron tener relevancia en nuestro vocabulario, palabras que el solo recordar traen a nuestra memoria un sabor amargo y en algunos casos el recuerdo del fatídico día en que algún ser querido fue una víctima más de este horrible virus. Nombrado médicamente como Coronavirus SARS-CoV-2, virus descubierto a finales del año 2019 y que es llamado Covid-19. Proveniente de un país asiático, este virus fue sin precedente rebasando todas las fronteras geográficas y llegando hasta el último rincón del planeta, no siendo la excepción nuestro país, México, quien se declaró en emergencia sanitaria el 16 de marzo, semanas después de que los primeros casos de brotes llegaran al país; lo que desembocaría en un cambió total del ritmo de vida y todas las estructuras organizacionales del país, ya que la emergencia traía consigo una cantidad de restricciones, entre ellas el cierre completo de todos los espacios de reunión, sitios públicos, lugares concurridos y de gran afluencia de personas, todos quedaron suspendidos debido a la letalidad y poder de contagio con que el virus se propagaba en el aire. Entre estos lugares suspendidos y clausurados se encontraban los templos. Y así de manera súbita las puertas de la iglesia se cerraron.
==La iglesia en pandemia.==
Cómo ser iglesia en tiempos de pandemia?, la pregunta resonaba en lo más profundo de nuestros corazones, y hacía eco de una manera cada vez más fuerte con cada día de culto al que no podríamos ir. Estaba en nuestra naturaleza la unidad y el compañerismo, que son parte de nuestra esencia. Ya lo dice el Salmo 133:1 “Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía”. La inquietud y la expectación se dejó sentir en la iglesia quien para ese momento ya caminaba con un ritmo definido; el entusiasmo con el que habíamos iniciado el año 2020 era tal que se reflejaba en las primeras semanas de dicho año, nuestros calendarios para ese año se habían definido desde finales del año anterior, 2019, donde el pastor presentó el proyecto 2020 con el que estaríamos trabajando, habíamos iniciado con gran impulso el proceso de Ganar en ese cuatrimestrel, había prospectos y amigos que habían sido incluidos en el proceso de evangelismo, la Escuela Bíblica funcionaba adecuadamente y los ministerios fluían.
De pronto, llega el aviso por parte de Protección Civil Estatal y Municipal de cancelar todas las actividades y reuniones realizadas en la Iglesia, tanto en el templo como en las casas, hasta nuevo aviso, un nuevo aviso que se tardaría meses en llegar.
El miedo era ensordecedor en todo el mundo, la crisis emocional era palpable en las personas, bastaba con asomarse a la calle en horas de la tarde cuando aún no caía el sol, para darse cuenta de la silenciosa soledad y el apabullante vacío en las calles. Temor en los corazones de las personas, incertidumbre y ansiedad, acompañados de dolor y tristeza en algunos casos en los que la muerte vino a enlutar las familias. El panorama era desolador, desesperanzado y sumido en una crisis en todos los ámbitos de la sociedad. No así con la iglesia del Señor, no así con el cuerpo triunfante de Cristo para el cual ni las puertas del Hades pueden prevalecer contra ella (Mateo 16:18).
Fue increíble como el Espíritu Santo una vez más tomó el control de la situación en esos días difíciles, proveyó de consuelo, esperanza y fue nuestro ayudador impulsándonos ante la tarea que representaría el ser iglesia en tiempos de pandemia. Nunca la confianza se perdido ni el ánimo por trabajar en la obra del Señor se apagó, juntos descubrimos una verdad que siempre estuvo ahí, pero que hacía falta que algo mayor sucediera en nuestra estructura para darnos cuenta de la verdad bíblica que siempre ha estado ahí, pero que así como en el pasado los hermanos Corintios olvidaron, también lo habíamos olvidado nosotros; “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios… 1 Corintios 6:19”. Esa verdad nunca oculta pero que hasta ese momento descubrimos, la iglesia somos nosotros, el verdadero templo donde habita el Espíritu Santo de Dios son nuestros cuerpos;  ya lo sabíamos pero no todos lo habíamos vivido, no habíamos hecho real esta verdad en nuestra vida, hasta el momento en que lo necesitamos. La fuerza de la costumbre había hecho estragos en los corazones de algunos, sucumbiendo en lo cotidiano de la habitualidad.
Ahora llegaba un nuevo tiempo para todos. La llama del fuego de Su presencia ahora sería diseminada en pequeñas brazas encendidas que ahora estarían llenando los hogares y las casas de cada miembro de nuestra iglesia, la misma presencia de Dios prometida, ahora de una manera más fuerte y poderosa se asentaban sobre cada familia de nuestra congregación, tal como el pastor compartía en un mensaje un buen día y de manera muy acertadamente, dijo a la Iglesia: El arca del pacto, que representaba la misma presencia de Dios, y que sólo podía permanecer en el templo, un día vino a habitar en el hogar de Obed-Edom trayendo consigo grande bendición a su casa; de la misma manera en ese tiempo era llevada a nuestros hogares, que se convirtieron en lugar de adoración, bendiciendo a todas nuestras familias.
De esta manera la iglesia no dejó de trabajar ni su caminar se detuvo, pues la iglesia se mudó a los hogares, de tal forma que el pastor, en compañía del grupo de líderes y el ministerio de multimedia se dieron a la tarea de estar compartiendo mensajes y momentos de alabanza y adoración de manera virtual, grabando videos y haciendo transmisiones en vivo. De la misma manera las células presenciales en las casas se detuvieron y los grupos celulares comenzaron a realizar la atención personalizada de manera más cercana, con videollamandas a los amigos, llamadas personales donde se les compartían los mensajes y los estudios personalizados. El ministerio multimedia junto con el ministerio de evangelismo nos compartía mensajes grabados en videos con las lecciones que se compartirían en nuestras células de cada semana. En las células de cada Red se utilizaban diferentes plataformas en las cuales se realizaban reuniones virtuales y se compartían mensajes por medio de videollamas a los amigos. De la misma manera los días domingos a las 12:00 del medio día se realizaban en cada hogar cultos familiares, donde los miembros de las familias realizaban la liturgia, recibiendo el mensaje por parte del pastor, donde todos salíamos edificados por su Santo Espíritu.
A lo largo de todo el año 2020 hubo una intensa actividad en la iglesia en general, aunque se trabajaba con una” nueva normalidad”, el entusiasmo y fervor de la iglesia no se apagaba, desde inicios del año se vio reflejado los intereses y las intenciones de la iglesia en caminar y fortalecerse en Dios, cumpliendo con la Gran Comisión.
En el mes de febrero se celebraron cultos de pentecostés y Noches de Bendición, las cuales vinieron a fortalecer la espiritualidad de la iglesia y proveer de ánimo a la congregación en general.
Durante ese mismo mes tuvimos la dicha de disfrutar de una hermosa y edificante velada de oración en compañía del ministerio de intercesión y un gran número de hermanos que se sumaron al clamor y oración de esa noche.
En el mes de marzo, justamente previo a que se desatara la contingencia sanitaria por parte de Protección Civil, en nuestra congregación alcanzamos a celebrar un hermoso culto de Evami dirigido por la Red de Señores, donde fue invitado a predicar el Coordinador Distrital de Misiones Internacionales, hno. Víctor Uciel Palomares Sáijas.
Dicho mes fue también importante en el área educativa de la iglesia, pues dimos inicio a un proyecto hermoso de edificación para la iglesia el cual se nombró, Olimpiada bíblica, esta misma olimpiada continuaría a lo largo de todo el año con preguntas y planes de lectura que eran compartidos a la iglesia en general, pero para ese mes arrancó con un concurso bíblico de mucho provecho y edificación para la iglesia.
La convivencia y la unidad dentro del cuerpo de Cristo eran siempre característicos y notables, y cualquier momento era provechoso para convivir y estrechar los lazos de armonía en la iglesia, fue el caso del domingo 1 de marzo donde en las inmediaciones del estacionamiento de la iglesia se montaron hornillas y mesas las cuales sirvieron para ser las productoras de ricas tortillas de harina, alimento propio de la región y por todos muy apreciado.
Posterior a eso las nuevas estrategias y formas de trabajar se vieron reflejadas en el titánico y hermoso trabajo que el ministerio de multimedia desempeñó, demostrando que nada hay imposible ni difícil para quien quiere servir a Dios. No fueron vacaciones ni días de descanso para la iglesia, más bien fueron tiempos de arduo trabajo y profunda búsqueda de la presencia de Dios en lo personal. Se empezaron a publicar videos de las predicaciones y servicios virtuales, en las páginas oficiales de la iglesia, llevando así la palabra y el consejo divino a cada hogar a través de estos importantes medios, hasta ese momento no tan bien aprovechados, pero sin lugar a duda nos abrió los ojos a una realidad que existe más allá de los muros y las paredes, la realidad del mundo virtual capaz de mover masas y modelar conductas en la sociedad, las redes sociales y las plataformas de donde se proyectan influencer.
Durante este tiempo la iglesia siguió trabajando en pro del bienestar y la salud espiritual de la iglesia, prueba de ello fueron las jornadas de misericordia que constantemente se hicieron, en las cuales se les proveía de recursos y alimentos a hermanos y familias de la iglesia, siendo esto un apoyo considerable y muy necesario ante la realidad de la crisis económica y laboral que vivía el país, ya que  algunos de nuestros hermanos perdieron empleos, usaron sus ahorros y se encontraban en necesidad. Así la iglesia fue de gran ayuda no solo espiritual para sus miembros, sino que también proveyó de forma material para los suyos y para los miembros de la comunidad.
También en el mes de julios se le hizo un bonito festejo a la familia pastoral, en la cual debido a la restricción, este convivio no pudo ser como acostumbrábamos celebrarle a nuestra amada familia pastoral, por lo tanto se les hizo una caravana en la cual se les llevaron regalos, alimentos, comidas y muchas demostraciones de cariño y aprecio. Honramos a Dios por nuestra familia pastoral.
En el mes de agosto las autoridades de Protección Civil cambiaron el color del semáforo epidemiológico en el que se encontraba el Estado, ocasionando que algunos lugares pudieran abrirse acatando las medidas y consideraciones pertinentes de seguridad e higiene, fue en este mes que las puertas de nuestra amada 7ma iglesia volvieron a abrirse. Implementamos un ministerio de sanitización, se reacomodaron las sillas para respetar la sana distancia y se acotaron los tiempos de servicio dando lugar así a tres cultos dominiales, los cuales en diferentes horarios albergaban a la congregación en general, asistiendo según el orden alfabético de las familias. Aquel regreso fue una bendición y sin duda una alegría enorme para quienes fuimos testigos.
El evangelio y la palabra de Dios nunca dejó de predicarse, y aún en tiempos de pandemia la iglesia del Señor tuvo 7 bautismos durante el año, la cosecha de ese año demostró que a pesar de las distancias y la reclusión, la semilla pudo germinar y dar como resultado almas alcanzadas y vidas cambiadas por el poder del evangelio. Los protocolos para los bautismos cambiaron y estos tuvieron que ser de manera diferente, acordes a las medidas de seguridad; aún así nada impidió que nuestra iglesia alcanzara almas y cumpliera esa misión para la que fue llamada.
De la misma manera en el mes de noviembre estuvimos celebrando en nuestro templo un hermoso Evento de Restauración en el cual el amor y la gracia restauradora de Dios se movió grandemente tocando vidas y cambiando corazones, la asistencia fue nutrida y los momentos definitivamente inolvidables.
Grande dicha y gozo acompañado de una entera satisfacción fue tener el privilegio de celebrar la graduación de las escuelas de ministerios y clases de formación para la vida, se resalta el gozo y satisfacción debido a que este año la modalidad en la impartición de las clases de ministerios en la escuela bíblica tuvo que ser Virtual-Presencial, esto requirió de un esfuerzo mayor y grande gozo para la iglesia en general.
Para finalizar el año se contó con una celebración por todos esperada, el culto navideño el cual se hizo al aire libre, en el estacionamiento de nuestra iglesia. A esta celebración pudo asistir toda la congregación, siguiéndose los protocolos y medidas de seguridad, dando como resultado un bonito evento en el cual toda nuestra amada iglesia pudimos unirnos en adoración y celebración a nuestro Dios.
Seguido de esto, para finalizar el año, justamente el 31 de diciembre tuvimos una reunión y celebración virtual en la cual por familias y en un ambiente de hermandad y unidad recibimos juntos el año vía virtual, dándole la honra y la gloria a Dios, agradecidos con Dios por un año muy bendecido, aunque bastante difícil y complicado, Dios nos permitió llegar con vida y salud hasta ese momento.
Las promesas del Señor siguen siendo fieles y verdaderas. Con un profundo agradecimiento y dicha en nuestros corazones llegamos al final de este año 2020, que trajo consigo retos y desafíos, alegrías pero también tristezas, nunca solos, nunca desamparados, nunca derrotados y nunca silenciados, más bien victoriosos y confiados en que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Filipenses 1:6




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