Diferencia entre revisiones de «7a Hermosillo, Sonora»

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                                           7ª Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús. Noviembre de 2016
                                            
===AÑO 2017===
 
Al término del año 2016 los ánimos de los hermanos eran buenos, en la congregación en general se respiraba un aire de entusiasmo y motivación, la cosecha del año anterior en bautismos había sido buena y el fruto se había reflejado con la decisión de 20 almas nuevas que entregaban su vida a Cristo dicho año, por tal motivo al iniciar el año 2017 el estado anímico de los hermanos en general era con expectativas grandes y prometedoras para el siguiente año; para ese momento la iglesia ya llevaba un rumbo bien encaminado a los objetivos de la multiplicación y el discipulado, el compromiso por parte del liderazgo y la congregación era férreo y decidido, y el programa general de la iglesia ya había aterrizado en la mentalidad de la congregación, por lo tanto los buenos resultados no se hacían esperar, se auguraban grandes cosas para los años venideros y el vaticinio era cada vez más bueno y prometedor, pues la visión era de crecimiento y multiplicación, por tal motivo el lema representativo para ese año fue “Manteniéndonos en la visión”, esto en vista de la necesidad que también imperaba, de reforzar con más claridad la visión que como organización veníamos trabajando los últimos años, pues a pesar de que los ánimos y el entusiasmo por trabajar y servir en la obra eran buenos, aun hacía falta asimilar la misma visión en un sector de la membresía, prueba de ello era que aún faltaba constancia y permanencia de algunos hermanos en los programas que tenían que ver con la visión, por lo tanto el cuerpo de líderes de la iglesia vio oportuno trabajar ese año bajo la premisa de conocer y mantenerse en la visión que como iglesia teníamos.
 
Sin duda, hasta ese año y a la fecha un factor que ha sido muy característico en el caminar de la 7ma iglesia, es la fuerza del liderazgo local y capacidad del mismo, el cual desde el pastorado del actual pastor en función, hno. Octavio Zamorano Romo, su esposa, hna. Martha Luisa Pérez de Zamorano, y sus hijos, Martha Gabriela y Daniel Octavio Zamorano Pérez, se ha destacado por componerse de una estructura de liderazgo muy comprometida y preparada, con una jerárquica bien definida y funcional, clara en sus labores y comprometida con Dios y con su iglesia. La semilla fue plantada con pasión en corazones dispuestos y deseosos por servirle a Dios, era la semilla del discipulado que en corazones fértiles empezó a germinar, dando como resultado una generación de líderes que como guerreros prestos, supieron afrontar los retos que hasta ese momento se presentaron, retos que marcarían el rumbo de la iglesia y asentarían las bases para generaciones venideras de líderes. 
 
De manera muy relevante nos hemos estado refiriendo al liderazgo de la iglesia en este año 2017, ya que fue este año el último que estuvo fungiendo nuestro pastor como obispo distrital, siendo un cargo no menor y el cual requería de mucho trabajo en la supervisión de las iglesias del distrito, así como todas las responsabilidades propias que el cargo conlleva, lo cual implicó ausencias del pastor en la congregación, ya que no eran los únicos cargos que nuestro pastor desempeñaba en ese momento, pues también tenía otros compromisos de la misma obra de Dios pero a nivel general, así como compromisos seculares propios de su profesión. Pero esto no mermó los ánimos de la iglesia, la cual supo responder a las necesidades presentadas, pues la semilla que años atrás se había sembrado en los corazones de futuros líderes empezó a fructificar, ya que con el esfuerzo de la pastoral y la ayuda de Dios se pudo seguir encaminando el rumbo de la iglesia en todas las áreas y hacia la dirección correcta.
 
Recordando aquellos días en los que el pastor servía en la obra impartiendo seminarios y cursos a pastores y líderes de la iglesia en diferentes estados de la república mexicana y en los Estados Unidos, a veces volando y trasnochando para poder llegar al culto del domingo y estar en casa con su rebañó, dando y recibiendo aliento y motivación personal al comprobar que la iglesia iba marchando bien y que la obra seguía adelante, todo gracias a Dios y a la incondicional e incansable fuerza de líderes que supieron responder de la manera en la que se les había enseñado años antes. Algunos miembros han dicho que era como si el pastor estuviera en la iglesia siempre, ya que la iglesia y sus programas fluían y se desarrollaban de forma tan natural, gracias al cuerpo de líderes que estaba al frente. 
 
En ese año 2017 hubo considerables cambios en la iglesia, sobre todo en la estructura del liderazgo, ya que se implementó por primera vez la supervisión de la RCM por zonas, se dividieron las zonas de forma geográfica según el radio de trabajo y se establecieron así los supervisores de zonas; esto vino a ser una gran ayuda en el trabajo del pastoreo más personalizado y efectivo en las células, pues de esa forma había un mejor control y la información fluía de una mejor manera llegando así a bendecir mayormente a cada célula y miembro de las mismas. Esta manera de trabajo siempre se fundamentó en el ideal de la excelencia, sabiendo siempre que el trabajo realizado nunca es para la gloria propia si no para la de Dios, pues Él merece lo mejor, por tal motivo esta dinámica de trabajo trajo grandes recompensas y una multiplicación notable en la iglesia, el crecimiento era natural y muy notorio en sus alcances, ya que en ese año la estructura general de las redes de la iglesia contaba ya con 20 células establecidas, las que se componían de la siguiente manera: 8 células de damas, siendo la supervisora de la red la hermana Berenice Beltrán Arvayo, de la misma forma la red de jóvenes estaba compuesta por 7 células de las cuales la supervisora  de la red era la hermana Estefanía Avalos Olivas, por consiguiente la red de señores tenía como supervisor de la red al hermano Carlos Aníbal Ibarra el cual estaba al frente de 5 células. Las redes en general han estado en constante movimiento, algunas han menguado en sus alcances y otras han crecido, tal fue el caso de la red jóvenes que llevaba un buen impulso y notable crecimiento, el cual hasta ese año disminuyó, no así con la red de damas la cual a partir de ese año empezó a presentar un crecimiento considerable, lo que llevó a algunas de sus células a multiplicarse, mientras que la red de señores se siguió manteniendo con un ritmo constante.
 
Se estima que para el año 2017 la participación y el involucramiento de la congregación era de hasta un 70% en términos generales, sobrepasando así el porcentaje mínimo de involucramiento que establecía el programa a nivel general para ese año. La congregación ya había entendido la visión pero aun había un sector de la iglesia que aún no captaba por completo el programa y por lo tanto aún se estaba trabajando con ellos en ese sentido, siempre con la esperanza de lograr la participación general y que cada vez más hermanos se fueran involucrando en el quehacer de la visión con que la iglesia contaba, las Red de células de multiplicación.
 
Por otro lado se destaca durante este año la mucha actividad de la iglesia; la iglesia estaba viva, era un organismo vivo del que emanaba una alternativa diferente para la sociedad, una alternativa de amor, de esperanza y de salvación, y todo eso representado en un trabajo celular cuyo fin era alcanzar más almas para Cristo e incluirlas a la gran familia de una iglesia en movimiento que con paso firme seguía marchando hacia adelante, luchando contra las asechanzas del enemigo pero venciendo y empoderándose más con cada victoria obtenida. En ese año Dios bendijo mucho las redes con diferentes eventos como lo fueron las fiestas del amigo, las cuales se hacían por redes de manera separadas, 3 veces en el año se celebraron según el respectivo cuatrimestre, y ese año se llevaron a cabo en los meses de febrero, en junio y octubre. De esta manera el trabajo en la iglesia entorno a la paternidad espiritual era constante, realizándose eventos propios de los procesos de ganar, consolidar y discipular, eventos tales como Visión 1:8, el evento UNETE, la noche de confrontación, los pos encuentros, los reencuentros y el evento de Expo visión.
 
Algo que cabe destacar en los procesos de la RCM llevados acabo en la iglesia local fue el trabajo y la excelencia con que se realizaron los eventos denominados encuentros de santificación, ya que estos eventos fueron determinantes para muchas personas que se acercaban a la iglesia y que llegaban buscando esa nueva alternativa para sus vidas, fue ahí donde muchos amigos pudieron experimentar realmente un encuentro genuino con Dios y en algunos caso el sello sobrenatural que nos define, el sello de su Espíritu Santo, que nos ayuda y nos convence de pecado, de justicia y de juicio, lo que llevó a decisiones transcendentales en muchas personas que en ese momento pidieron ser bautizados en el nombre de Jesucristo. La importancia de dicho evento era tal que no se escatimaba nada en su realización, ya que buscando siempre la excelencia y a sabiendas del gran valor que tiene un alma, se buscaba realizar este evento de forma tal que no existiera ningún tipo de distracción u otro factor externo que impidiera que el evento tuviera el impacto esperado, por tal motivo este se desarrollaba en un hotel y con el formato estrictamente establecido para su realización. Las fechas en los que este año se realizaron fueron el 11 y 12 de marzo, el 29 y 30 de julio y el ultimo del año fue el 25 y 26 de noviembre.
 
La inercia de movimiento que provocaba el trabajo en la iglesia era notable, había mucha actividad, el trabajo basto que implicaba la multiplicación nos mantenía ocupados y expectantes de las bendiciones que Dios nos mandaba cada día en cada evento y cada reunión, actividades como las noches de adoración de la red de jóvenes que se realizaban los domingos por la tarde, fueron impulsoras de una espiritualidad más ferviente, proveyendo de herramientas muy oportunas y tratando distintas temáticas imprescindibles para la juventud cristiana.
 
Otro tipo de eventos que se fortaleció durante ese año fue la escuela para padres, la cual se celebraba un domingo al mes, trayendo palabra espiritual y profesional para la congregación y las decenas de familias que aprovechaban esas actividades, sin dejar de lado la enorme bendición que es encender la llama en el hogar, fortaleciéndose el altar familiar motivándose continuamente para que esta práctica se convirtiera en parte de los hábitos y costumbres que en familia se desarrollaban.
 
Más actividades se realizaban en la iglesia como muestra del mover del Espíritu Santo en una iglesia que tenía vida y lo demostraba con cada reunión donde se glorificaba al Santo y sublime Dios. Los cultos de Evami eran una motivación al enorme trabajo que como iglesia tenemos en las misiones, pero también no se desaprovechaba ningún momento ni actividad para buscar la convivencia y unidad del pueblo, tal era el caso del evento KOINONIA que se realiza domingo por año en una especie de paseo y convivencia en compañía de toda la congregación que se sumaba para disfrutar y gozarse glorificando siempre  Dios.
 
Otra característica muy importante en el devenir que la iglesia había tenido para ese tiempo era la gran importancia que se le daba a la escuela bíblica, la misma que siempre jugó un papel muy importante en la formación de la iglesia, lo cual fortaleció la educación de manera muy significativa logrando el reforzamiento de la escuela de ministerios y el establecimiento de los MEP’s ministeriales, en los cuales cada ministerio establecido se reunía en un tiempo determinado evaluando y retroalimentando el trabajo que cada uno estaban realizando en la iglesia. También se reforzó el liderazgo de la iglesia con talleres especiales para el apoyo del trabajo local. Los ministerios que se reforzaron ese año fueron los mismos que ya se habían implementado un año antes y que eran: evangelismo, misión y envió, ministerios de servicio, administración y finanzas, por mencionar algunos; la matrícula de la escuela bíblica de ese año fué nutrida y con mucha participación, por mencionar algunas cifras, tuvimos 56 niños involucrados en las escuelas AITEAM, 23 adolescentes atendidos y más de 92 hermanos recién bautizados en los programas de edificación para la vida.  La necesidad por aprender era grande y se reflejó en la participación que se obtuvo en esa ocasión, la escuela de ministerios ya estaba establecida desde años anteriores pero ese año solamente fue para fortalecer el trabajo de cada ministerio.
 
Conscientes de la importancia que la infancia y la adolescencia tienen en el presente y futuro de una iglesia, se buscó apoyar las escuelas infantiles que para ese momento ya venían trabajando con el proyecto AITEAM (Adolescentes e Infantes Transformando en Equipo Al Mundo), realizando distintos eventos en ese año como lo fueron un campamento infantil, una escuela de verano y un festival infantil realizado por los jóvenes y adolescentes de la iglesia; este se llevó a cabo en la colonia La cholla el día 22 de abril de ese año 2017, siendo esta una actividad muy exitosa con una muy buena organización y con basta respuesta infantil de la colonia, el trabajo estaba dirigido hacia afuera, hacia las personas, hacia sus necesidades principales, por tal motivo este no fue el único evento con carácter social, sino que también se llevaron a cabo otros como por ejemplo una brigada médico asistencial que se celebró el día domingo 19 de marzo en las inmediaciones donde se ubica la iglesia, siendo esta una actividad donde se prestaron diferentes servicios totalmente gratis, servicios como consultas médicas, cortes de cabello, asesorías legales, pláticas sobre nutrición, consultas dentales, entrega de medicamentos y despensas.
 
Otras de las actividades sociales que se estuvieron realizando ese año fueron jornadas asistenciales en las cuales se visitaba un asilo de ancianos, y ahí se les hacía compañía a los adultos mayores y se les alimentaba. Sin duda el trabajo prestado a la sociedad siempre ha sido de mucho impacto hacia adentro y hacia afuera de la iglesia, ya que este siempre va implícito del ejemplo que nos dejó nuestro señor Jesucristo de actuar con amor para con el prójimo, proveyéndoles en la medida de lo posible de algunas de las necesidades básicas que pudieran presentar, reflejando así el amor de Dios y extendiendo el reino a todas las personas.
 
El trabajo de la iglesia seguía y el entusiasmo no decaía pese a las adversidades provenientes de una cultura globalizada donde las corrientes de pensamiento tales como el modernismo y hedonismo, alejaban continuamente a la sociedad de los principios bíblicos por Dios establecidos, en una sociedad muy cambiante, sumida en una incesante inseguridad, con gobernantes sin temor de Dios que legislaban leyes e iniciativas completamente contrarias a los valores cristianos, la inseguridad y desigualdad social, todo influía para hacer de la iglesia de Cristo un grupo cada vez menos relevante en la sociedad. Pero no fue así con nuestra iglesia pues más que retroceder y ceder, la iglesia seguía marchante empuñando en su mano el estandarte de la verdad que es Cristo, el único capaz de producir el cambio verdadero que la sociedad y este mundo necesitan; Por tal motivo la congregación con más fuerza se aferraba a las promesas por Dios dadas y con más entusiasmo el trabajo se hacía notar en todas las áreas de la iglesia, tal era el caso también de la infraestructura donde se fueron mejorando los espacios de reunión con notables avances sobre todo en la construcción del mesanini o segundo nivel en el interior del templo, aumentando esto la capacidad a 100 personas más de la capacidad total del templo, se vieron también obras de mantenimiento en todas las instalaciones de la iglesia.
 
Ese año continuaba la motivación que hasta parecía contagiarse entre todos los hermanos, pues se podía observar que la mayoría de las metas y objetivos se estaban alcanzando y que los resultados se estaban viendo, ese año se cerró con un total de treinta y ocho bautismos, hubo también traslados y excomuniones que dieron como resultado una membresía de 252 hermanos al final de ese año 2017,  logrando terminar con lo que fué un año de victorias y grandes logros, pero también de procesos difíciles y momentos complicados que fueron parte del aprendizaje general de la iglesia y que ayudaron para ir constituyendo la identidad de la misma, que con el pasar de los años se venía construyendo, una identidad que era reconocida a nivel distrital por ser una iglesia buena en muchas áreas y por tener una capacidad de liderazgo notable, así como contar con una economía sana y prospera.
 
La 7ma iglesia ha estado entre las tres iglesias de más influencia dentro de un distrito de 39 iglesias, siendo también cumplida con el 100% de todas su actividades en lo que a fidelidad y compromiso se refiere, orgullosamente defensora de la educación cristiana y de la escuela bíblica, entendiendo sin afán de alarde, que la excelencia y la integridad son la brújula que nos llevaría a agradar a Dios y a dirigirnos hacia su perfecta voluntad contando siempre con su favor en todas las áreas que nos desarrollemos. 
 
El año se cerró y con ello una etapa en los corazones de cada miembro, los cuales fueron testigo del mover de Dios en ese tiempo, el pasado era fructífero pero el futuro prometía ser mejor, y se terminó el 2017.
 




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