Diferencia entre revisiones de «2a Obregón, Sonora»

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Contando solo con un terreno amplio sin construcción, fue nombrado el '''Hno. Alfredo Archuleta''' como Pastor encargado en compañía de su esposa '''Lucía Santacruz''', siendo ya ministro en la 1ª. Iglesia, para comenzar con la obra en ese lugar.  
Contando solo con un terreno amplio sin construcción, fue nombrado el '''Hno. Alfredo Archuleta''' como Pastor encargado en compañía de su esposa '''Lucía Santacruz''', siendo ya ministro en la 1ª. Iglesia, para comenzar con la obra en ese lugar.  
[[Archivo:2aObregonHnaElisaLuzHnaLuzEspinoza.jpg|right|Hna. Elisa Luz Quiroz y Hna. Luz Espinoza fundadoras de la 2a. Iglesia]]


Se inició celebrando cultos en casa de las hermanas Luz Espinoza y Elisa Luz Quiroz, quienes con una actitud de servicio abrían las puertas de sus hogares para recibir a los Hermanos y visitas para adorar a Dios.  
Se inició celebrando cultos en casa de las hermanas Luz Espinoza y Elisa Luz Quiroz, quienes con una actitud de servicio abrían las puertas de sus hogares para recibir a los Hermanos y visitas para adorar a Dios.  


Las hermanas Trini Ruiz, Lili y Luz comenzaron a trabajar en la primer comida que se sirvió en la Iglesia fue una sopa de arroz con frijol para las familias que la componían, que eran aproximadamente cuatro.  
Las hermanas Trini Ruiz, Lili y Luz comenzaron a trabajar en la primer comida que se sirvió en la Iglesia fue una sopa de arroz con frijol para las familias que la componían, que eran aproximadamente cuatro.  
[[Archivo:2aObregonHnaElisaLuzHnaLuzEspinoza.jpg|right|Hna. Elisa Luz Quiroz y Hna. Luz Espinoza fundadoras de la 2a. Iglesia]]


Un tiempo después, nuestros Hermanos comenzaron a trabajar haciendo y vendiendo tamales para obtener fondos, sin olvidarnos de nuestra Hna. Balvaneda Nevarez (Hna. Nena), que la recordamos por su gran trabajo a la obra de nuestro Señor vendiendo agua de piña y papitas, para de esa forma dar inicio a la construcción de algún cuarto de material para realizar ahí los cultos de adoración. Mientras esto se lograba, nuestros Hermanos varones apoyaban a las hermanas construyendo para ellas una cocina con paredes hechas de cobijas gruesas para que el viento no les impidiera cocinar y pudieran trabajar bajo techo.
Un tiempo después, nuestros Hermanos comenzaron a trabajar haciendo y vendiendo tamales para obtener fondos, sin olvidarnos de nuestra Hna. Balvaneda Nevarez (Hna. Nena), que la recordamos por su gran trabajo a la obra de nuestro Señor vendiendo agua de piña y papitas, para de esa forma dar inicio a la construcción de algún cuarto de material para realizar ahí los cultos de adoración. Mientras esto se lograba, nuestros Hermanos varones apoyaban a las hermanas construyendo para ellas una cocina con paredes hechas de cobijas gruesas para que el viento no les impidiera cocinar y pudieran trabajar bajo techo.
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