Diferencia entre revisiones de «2a Obregón, Sonora»

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Las hermanas Trini Ruiz, Lili y Luz comenzaron a trabajar en la primer comida que se sirvió en la Iglesia fue una sopa de arroz con frijol para las familias que la componían, que eran aproximadamente cuatro.  
Las hermanas Trini Ruiz, Lili y Luz comenzaron a trabajar en la primer comida que se sirvió en la Iglesia fue una sopa de arroz con frijol para las familias que la componían, que eran aproximadamente cuatro.  
[[Archivo:1erBautismo.jpg|right|Primer Bautismo en 1969, por el Pastor Jesús Corrales (Tutuy), son Dominga Castro, Amada Alvarez, Guadalupe Alvarez, Rosa María Orduño, Lourdes Orduño, Consuelo Moroyoqui, Avelina Sandoval y Rafael Favela, evangelizadas por la Hna. Lidia Obed López Flores]]
 
Los primeros Bautismos se realizaron en 1969, por el Pastor Jesús Corrales (Tutuy), fueron las hermanas Dominga Castro, Amada Alvarez, Guadalupe Alvarez, Rosa María Orduño, Lourdes Orduño, Consuelo Moroyoqui, Avelina Sandoval y Rafael Favela, todas ellas evangelizadas por la Hna. Lidia Obed López Flores
 
[[Archivo:1erBautismo.jpg|center|Primer Bautismo en 1969]]


Un tiempo después, nuestros Hermanos comenzaron a trabajar haciendo y vendiendo tamales para obtener fondos, sin olvidarnos de nuestra Hna. Balvaneda Nevarez (Hna. Nena), que la recordamos por su gran trabajo a la obra de nuestro Señor vendiendo agua de piña y papitas, para de esa forma dar inicio a la construcción de algún cuarto de material para realizar ahí los cultos de adoración. Mientras esto se lograba, nuestros Hermanos varones apoyaban a las hermanas construyendo para ellas una cocina con paredes hechas de cobijas gruesas para que el viento no les impidiera cocinar y pudieran trabajar bajo techo.
Un tiempo después, nuestros Hermanos comenzaron a trabajar haciendo y vendiendo tamales para obtener fondos, sin olvidarnos de nuestra Hna. Balvaneda Nevarez (Hna. Nena), que la recordamos por su gran trabajo a la obra de nuestro Señor vendiendo agua de piña y papitas, para de esa forma dar inicio a la construcción de algún cuarto de material para realizar ahí los cultos de adoración. Mientras esto se lograba, nuestros Hermanos varones apoyaban a las hermanas construyendo para ellas una cocina con paredes hechas de cobijas gruesas para que el viento no les impidiera cocinar y pudieran trabajar bajo techo.
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