2a Guadalajara, Jalisco

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HISTORIA DE LA 2da IGLESIA APOSTÓLICA DE GUADALAJARA


AGRADECIMIENTOS

--- A Jesús Nuestro Salvador, por la vida y el tiempo concedidos.
--- A la Iglesia, quien nos brindó el apoyo y cooperación necesarios.
--- A nuestro Pastor y ex Pastores, por su amable colaboración.
--- A mi Equipo de Trabajo, sin el cual esto no hubiera sido posible.
--- A mi hijo Moy, cuya valiosa labor permitió culminar esta Obra.
--- A mis colaboradores voluntarios, quienes espontáneamente lo fueron.
--- A dos familias por su aporte extraordinario: Los Piñón y los Valdovinos.

--- A mi familia, por su comprensión y paciencia.


PRESENTACIÓN

La historia de la Segunda Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús de Guadalajara, Jalisco, contiene obviamente mucho más de lo que aquí se presenta. Y es que de muchos acontecimientos tanto positivos o negativos que son parte de esta historia, no existen registros escritos u otro tipo de fuentes que son pertinentes para el caso. Tales registros serían grabaciones, videos, y algo de material fotográfico. Resulta benéfico que las mismas personas que hemos vivido formando parte de la iglesia, unos en una época, otros en otra, todavía vivamos muchos y algunos, afortunadamente, con cierto grado de antigüedad importante. Sin embargo, dada la ausencia de crónicas escritas, es poco menos que imposible conservar en la mente todo lo que ha sucedido en esta congregación. Lo que aquí se consigna, es lo que por ahora se ha podido rescatar, por cierto con mucho esfuerzo por parte del Hermano Moisés Quintero Pelayo, a quién comisionamos para coordinar y hacer este trabajo; para él también nuestro agradecimiento.

Cuando algunos escuchan o leen en alguna parte: Segunda Iglesia Apostólica de la fe en Cristo Jesús de Guadalajara, es posible que piensen que se trata de una iglesia de “segunda calidad”, pero esto no es así. Es una costumbre en la Iglesia Apostólica, en su nivel General, que siempre que en una ciudad o población llega a haber más de una congregación, a cada una se le distingue por número: Primera, Segunda, Tercera, etc. Y este número corresponde al orden en el tiempo que fue constituida cada una en su calidad de congregación autónoma a la que denominamos Iglesia local. La Primera es la que se organizó primero; Segunda, la que fue establecida enseguida, y así sucesivamente. Así que la nuestra es la Segunda Iglesia de Guadalajara porque fue fundada, en orden, después de la Primera.

La historia de cualquier grupo humano es importante y las historias de la Iglesia, tanto en su entidad General, como en su constitución local, tiene un muy alto valor. Esto es porque por medio de la historia las nuevas generaciones conocen sus raíces, pueden observar los cambios favorables o desfavorables que se viven en cada momento, y les sirve como base empírica para evitar caer en errores que se hayan vivido y consecuentemente, aplicar lo que haya dado resultados positivos.

De los 100 años que la Iglesia Apostólica de la fe en Cristo Jesús en su nivel General está por cumplir en el año 2014, la Segunda Iglesia de Guadalajara, para entonces, habrá existido por 54 años, es decir 54% del tiempo de vida de la Iglesia a nivel General. Y es precisamente en éste nivel nacional en que la Iglesia empieza, a partir de la década de los Noventa, a mostrar cambios en algunas de las formas de ser y hacer, como en la liturgia y en la forma de vivir la vida cristiana. Esto, con el correr del tiempo, se ha ido generalizando y todo se ha dado sin que haya habido convenio alguno al respecto. No obstante, ésta Segunda Iglesia conserva mucho de lo que la Iglesia Apostólica, a nivel General, mantuvo desde la década de los Sesenta a la de los Ochenta.

Esperamos que la parte de la historia que aquí se describe sea de utilidad para todos aquellos que tengan el deseo y la oportunidad de leerla.



Que Dios les bendiga ampliamente.


Rev. Gabriel López favela.
Pastor.

Escribir la historia de cualquier grupo social, no es tarea fácil. Debe contarse con actitudes y material que permitan al investigador formar un rompecabezas de elementos históricos y culturales que forjen su propia visión. La conducción del escritor permite al lector entonces, introducirse en un ámbito extraño para ir conociéndolo cada vez mejor. Por otro lado, escribir la historia de un Grupo Religioso, tiene ya otras características. Se trata de un ámbito en donde hay un conocimiento previo tanto del cronista como del lector y la exposición se convierte en una narración que toca fibras muy sensibles del sentir humano.

Finalmente, escribir la muy particular historia de una Congregación en donde el escritor y los lectores son protagonistas, tiene sus aún mas específicas dificultades. La visión de quien narra los acontecimientos da a la historia un tinte personal que se presta a interpretaciones y críticas de lo más variado. En ese orden de cosas, ha tocado a nosotros, un grupo de cristianos heterogéneo en cuanto a edades, experiencias y extracciones socioculturales, expresar su visión y pensamientos a través de la palabra escrita y el estímulo visual.

Este honor nos llena de satisfacción aunque tal responsabilidad nos infunde un respetuoso temor. Sin embargo, nos encontramos dispuestos a enfrentar el reto porque creemos que conocer nuestro pasado y nuestro devenir histórico nos permite entender nuestra actualidad, logrando así una mayor plenitud de vida congregacional, familiar y espiritual. El presente trabajo no es el resultado de un esfuerzo personal sino el de un equipo de cristianos a los cuales me ha tocado el honor de coordinar y a quienes les estoy muy agradecido. Me permito expresar las gracias por el privilegio de comunicar el resultado de este trabajo a través de mis personales emociones y la palabra escrita.

Muy seguramente pareceremos parcos al tratar algunos asuntos y probablemente demasiado extensos en otros en opinión de algún lector. Este fenómeno es inevitable a pesar de nuestra buena fe. Quizá seamos injustos en algunos temas y demasiado severos al tratar detalles de otros asuntos que, sin embargo, deben ser expresados en aras de la verdad. Al mencionar personajes, la afinidad, la simpatía y la simple discrepancia de opiniones, puede que lastimen a alguien.

Pedimos y mucho agradeceremos la comprensión que se sirvan dispensarnos. Expresamos - desde luego - nuestras disculpas por cualquier sentimiento desagradable que pudiera surgir en alguna persona con el desempeño de nuestro trabajo. Deseamos con toda sinceridad, que esta pequeña unión de esfuerzos logre crear una mayor unidad de la Iglesia y un fraternal acercamiento entre nosotros para crecer en el amor del Señor. Seguramente será motivo de orgullo sabernos el producto del trabajo de cristianos sinceros que en su humildad solo quisieron servir y quienes con ello nos enriquecieron.

A toda la Iglesia, ¡Mil gracias por su amable cooperación! Al Eterno y solo Dios, se le dé el mérito que alguien aquí pareciera merecer. El es el único digno de la honra y el motivo de nuestra alabanza. Su privilegiado servidor y Consiervo en el Señor.



Hno. Moisés Quintero Pelayo

HISTORIA POR DÉCADAS



DÉCADA 50´s


DÉCADA DE LOS CINCUENTAS

En el principio...

Corrían los primeros años de la década de los Veintes del siglo pasado. Una jovencita de 16 años, Sara Torres, se ve en la necesidad de casarse para evitar ser víctima de los facinerosos de la Guerra Cristera. De esta unión nació Salvador Valdovinos el 16 de Junio de 1922. Su joven madre renuncia a vivir con el hombre que le diera este hijo y se une en 1929, seis años después, con otro hombre joven, Luciano, originario de Zapotlán del Rey, hoy Ciudad Guzmán, Jalisco. Luciano Nació el día 4 de Enero de 1904.

Encontramos muchos años después a esta pareja, en la década de los Cuarentas, de visita en la casa de Salvador - hijo único de Sara - en Los Mochis, Sinaloa. Él insiste en hablarles de la Biblia y doctrinas ajenas a su tradición religiosa. Se resisten pero, al fin madre, ella condesciende y empieza a tomar en serio lo que ahora le parece tener sentido. Se regresan a Jalisco, tierra natal de ambos, y finalmente empiezan a congregarse en la Iglesia de Guadalajara por recomendación de de su hijo, quien irónicamente resultaría ser su padre en el Evangelio, cuando ellos decidieron aceptar al Señor a la manera Apostólica.

En la Iglesia, se encontró la pareja con un hombre diez años menor que ellos quien coincidentemente resulta ser su vecino en la Colonia del Fresno de esta ciudad. Hombre dinámico y sencillo, Juan Murillo empieza a trabar cierto grado de amistad con ellos. El hermano Juan, bautizado en Mazatlán y con poco tiempo de haber sido ordenado al Ministerio en Sinaloa, se había trasladado a esta ciudad por las necesidades de su patrón, el Ferrocarril del Pacifico. Platicando - para lo que el hno. Juan era muy bueno - se dan cuenta que hay además, otros asistentes provenientes de la misma Colonia del Fresno y empiezan a madurar la idea de reunirse allá para evitar sus largos viajes entre semana desde aquella Colonia hasta la Calle 32 del Sector Libertad de la Ciudad.

Consultado al efecto, el entonces Pastor, Rev. Manuel Ramírez, autoriza que lo hagan así y que tengan reuniones entre semana para evitar los traslados. Los Domingos acudirían a su servicio habitual en la Calle 32. Luciano y Sarita ofrecen su casa, situada en la esquina de las calles Naranjo y Eucalipto de la propia Colonia del Fresno, y acuerdan iniciar Cultos Barriales de inmediato. El Martes, día 10 de Enero del año de 1950, realizan el primer Culto de Barrio que eventualmente daría origen a lo que hoy es la Segunda Iglesia Apostólica de Guadalajara. Este esfuerzo evangelístico tuvo entre los primeros asistentes al Hermano Timoteo Torres, la Hermana María Mota y su hijo Efrén, así como a los propios anfitriones Luciano y Sarita. También asistían Abel y Rebeca Valdovinos, hijos de crianza de ésta pareja. Les presidía el propio Hermano Juan Murillo a quien acompañaba su numerosa familia. Eventualmente les acompañaba el Ministro de la Iglesia local, el Reverendo Lorenzo Varela.

Tras unos meses de reuniones del Grupito, llega una gran alegría, ¡los anfitriones deciden ser bautizados! Es el Pastor, Hno. Manuel Ramírez, quien consagra el enlace matrimonial y administra el bautismo a la pareja el día 24 de Junio de 1950. Ambos sacramentos se celebran el mismo día, en la actual Primera Iglesia. ¡Qué gozo albergaba en su pecho el Hermano Salvador Valdovinos!

Los Hermanos de la Colonia del Fresno no lo sabían, pero otro gran hombre de nuestra Congregación estaba en la ciudad de Mazatlán, Sinaloa a punto de entregar su vida al Señor. El día 27 de Agosto de 1950, es bautizado Onésimo Ponce, notable Hermano a quien tendríamos entre nosotros unos quince años después. Al año siguiente, el día 24 de Marzo de 1951, el Hermano contraería nupcias con la Hna. Bertha Burgueño, una jovencita bautizada en la misma ciudad unos tres años antes. Ese mismo año de 1951 pero aquí en Guadalajara, el día 15 de Septiembre, el Hermano Juan Murillo Frías - tras fugaz noviazgo - también une su vida a otra gran mujer, la Hermana Dominga Rodríguez, a quien conoció en la población Jalisciense de Magdalena.

Antes que finalice el año de 1951, en las lejanas tierras Norteamericanas del Estado de California, se bautiza el Hermano Jesús Jiménez Cano, el día 21 de Octubre. Este Hermano, quien actualmente es un anciano de 92 años y se congrega con nosotros, habría de visitarnos en ésa misma década y en los años Sesentas. Su vida y testimonio son muy interesantes. Los Estados Unidos han sido siempre un destino de muchas personas que han regresado ya convertidas a nuestro país y han dado origen a Iglesias completas. En el caso del Hermano, casi enseguida también regresó a su patria chica, nuestro Estado de Jalisco.

La Obra en la Colonia del Fresno continúa su trabajo, y el año de 1953 el Grupito decide comprar un terreno para hacer las celebraciones de Culto. Los Hermanos Sarita y Luciano le venden una fracción de su propiedad de 6 metros de frente por 12 de fondo. El predio estaba marcado con el número 360 de la Calle Naranjo y hoy tiene el Número 1516. La venta de la propiedad, sin embargo, no se formaliza sino hasta unos años después, dado que el trámite implicaba gastos que de momento no podían los Hermanos sufragar, además de que la posesión plena no corría peligro por estar ésta en manos de la propia familia López Torres.

En Diciembre de 1954 es bautizado otro ilustre miembro de nuestra Congregación, el Hermano Jorge Covarrubias Lozano, originario de Zacatecas. Le impartió el sacramento el entonces Pastor de la Iglesia, Reverendo Luciano Bojórquez. Al año siguiente toca al Hermano Jorge Covarrubias vivir de cerca la experiencia de la muerte del pastor Benito Peña Cortés, quien fuera asesinado En Huitzila, Zacatecas. Tocó a este notable Pastor realizar una actividad especialmente honrosa para la Segunda. Fue él quien inició al Ministerio a otro gran hombre que ya descansa en el Señor. Me refiero a nuestro muy querido ex Pastor y suegro mío, el Hermano Vicente Moreno Reyes. La muerte del Hno. Peña Cortés, según el epitafio sobre su tumba - lo cual tuve la buena suerte de leer personalmente sobre ella - ocurrió el día 20 de Diciembre de 1955. Notorio es, además, que el Hermano Jorge Covarrubias fue el principal testigo del martirio. La hermana Goyita Viuda de Covarrubias, tiene los vívidos recuerdos contados por su esposo y algunos objetos como memorial del infausto acontecimiento.

En Contraste, este año también fue escenario de felicidad para unas parejas con importancia histórica para nosotros. Sin ser bautizados aún, al declarado enamorado de su terruño Zapopano, el señor Salvador Ruvalcaba, y a la señorita María de Jesús Presaz, les unió el vínculo matrimonial el día 12 de Septiembre de 1955. Solo unos días antes, el día 27 de Agosto, otra feliz pareja contrajo nupcias en esta ciudad. Se trataba del señor José Vázquez Juárez y María Esther Ramírez. Ellos aceptarían al Señor según nuestra doctrina ¡Cincuenta años después!

En Mazatlán, Sinaloa, ya para terminarse la década de los Cuarentas, se había convertido y bautizado el Hermano Santana Barraza. Después de pastorear algunas Iglesias, llega a Ruiz, Nayarit, como Asistente de Pastor del Hermano José Avalos, quien pastoreó allí de 1951 a 1956. Durante este tiempo el Hermano Santana contrae matrimonio con la Hermana Ernestina Gándara, quien vivía en Santiago Ixcuintla, y pide él a su patrón, el Ferrocarril del Pacífico, su cambio a Guadalajara. El cambio le es concedido y en este mismo año de 1955 llega con su familia a la Iglesia de Guadalajara y atiende la Obra de la Colonia del Fresno en compañía del Hermano Juan Murillo y otros Ministros.

Llega el año nuevo, 1956 y durante éste el Hermano Jorge Covarrubias decide irse a vivir a San Martín Hidalgo, Jalisco, en compañía de su familia. Se congregan en ese lugar por poco más de 20 años. El festivo día 16 de Septiembre, celebrando la independencia de México, simbólicamente se independizan de este mundo para recibir el bautismo el mismo día, nuestros Hermanos Salvador Ruvalcaba Bravo y María de Jesús Presaz Garín, en la Iglesia de Guadalajara. Felices declaran que su bautismo - inolvidable para ellos - fue efectuado a las cinco de la tarde por el Hno. Oscar Hill Olguín. Más precisión, pienso yo, ¡Es pedir demasiado!

Como producto del trabajo evangelístico del Grupito de la Colonia del Fresno, el 24 de Diciembre de 1956 el Rev. Oscar Hill celebra el bautismo de la Hermana Carmen Dávalos, originaria de San Juan de los Lagos, Jalisco, a quien evangelizó el Hermano Santana Barraza. Ella continúa como Miembro de la Segunda en la actualidad aunque solo acude esporádicamente porque a su esposo, quien no se ha convertido a la fe Evangélica, no le agrada relacionarse con nuestra Membresía.

La Hermana Sarita tenía en sus instalaciones una serie de pequeños cuartos para rentar y daba asistencia alimenticia, con lo que contribuía a la economía familiar. Fue en uno de esos cuartos, en donde se alojó un hombre joven llamado Modesto Núñez. El joven ya había empezado a ser evangelizado en su natal Tapalpa por un humilde empedrador de calles conocido como “el Hermano Blas” cuyo origen denominacional él no recuerda. Cuando perdió contacto con su evangelizador se empezó a reunir con los Testigos de Jehová hasta que llegó a vivir a Guadalajara en donde la Hna. Sarita culminó la labor y el Hermano Modesto fue bautizado por el Rev. Francisco Moreno el día 21 de Abril de 1957. Unos meses antes, la Nochebuena de 1956, los hermanos Pedro Núñez y María de Jesús Manzano, sus padres, habían bajado a la pila bautismal compartiendo la alegría de la hermana Carmen Dávalos. El Hermano Sixto Medina, Asistente de Pastor, había administrado unos tres años antes el bautismo a la jovencita de 13 años, Magdalena Rea, señorita Guanajuatense con quien en la próxima década el Hno. Modesto se casaría.

El día 27 de Octubre de 1957 es bautizado por el Hermano Francisco Moreno el Hermano José Guadalupe Dávila, originario de Cocula, Jalisco, cuando éste contaba con 45 años de edad. El Hermano Lupe tenía un espíritu de servicio notable. Era obrero de profesión pero tenía amplios conocimientos de Albañilería. Nunca se logró que algún miembro de su familia se convirtiera pero nos recibían bien cuando les visitábamos. La esposa del Hermano, la señora María Luisa García, le tenía especial afecto al Hermano Vicente Moreno Reyes.

El año siguiente, dado que la Membresía local había crecido no solo con los Hermanos protagonistas citados, sino con algunos otros de quien se me escapan los nombres o no tengo fuentes para citarlos, el Grupo decide que ya tienen la capacidad para formalizar la compra del terreno en donde se llevan a cabo las reuniones. El Hermano Francisco Moreno, dispuesto a luchar porque ya quede organizada la Segunda Iglesia, pide se formalice la compra. El documento se firma el día 27 de Febrero de 1958 Ante la fe del Notario No. 39 de esta ciudad Capital, quedando el predio bajo el pleno dominio de la Iglesia. Las Escrituras fueron firmadas por Sarita Torres como vendedora y como compradores firman los Hermanos Maclovio Gaxiola López y Francisco Moreno Flores. El documento original está en poder de esta Comisión Histórica por cortesía de la señora Rebeca Valdovinos.

Otra notable familia de nuestra Iglesia se consolida el día 2 de Agosto de 1959. Los Hermanos Raúl García y Eliodora Duarte, contraen nupcias en Ciudad Obregón, Sonora, aunque no se vienen a congregar de inmediato.

Entre los congregantes de la Iglesia, y que también se reunía en la Colonia del Fresno, se encuentra el Hermano Margarito Peña, quien era Maestro Albañil. Fueron él y el Hno. Catarino Gutiérrez, quienes pusieron la bóveda del templo en la Calle 32 cuando la Iglesia era pastoreada por el Hermano Francisco Moreno, ya para terminarse los años Cincuentas. Al Hermano Modesto Núñez le honra haberles servido de peón, según lo declara hoy con mucha satisfacción. El Hermano Margarito Peña ya descansa en el Señor y al escribir la presente narrativa, el Hermano Catarino continúa militando en la Iglesia combatiendo aún.

Estos primeros diez años de nuestra Congregación recibimos el apoyo Ministerial de los Hermanos Juan Murillo y Santana Barraza, auxiliados por los Ministros de la entonces única Iglesia de Guadalajara entre los cuales se contaba al Hermano Timoteo Torres, padre del hermano Elías Torres, fundador de la numerosa familia que nos ha sido tan querida y que nos ha legado a un fiel servidor actual, el sencillo Ministro Eliseo Torres quien continúa sirviendo en esta Congregación. Esta década puede considerarse como la gestación de la actual Segunda Iglesia pues nace como tal después de unos diez años de vida grupal como Misión de la actual Primera Iglesia de Guadalajara.


DÉCADA 60´s


DÉCADA DE LOS SESENTAS

Comenzamos...

Esta histórica foto fue tomada en Julio de 1962 después de la Escuela Dominical y fue publicada en la sección gráfica de la Historia de la Iglesia que escribiera el Rev. Maclovio Gaxiola en 1964.

Empezando de Izquierda a Derecha y de arriba hacia abajo, se aprecian tres filas de personajes. El primero (En camisa de cuadros), es el Hno. J. Gpe. Dávila quien permaneció sirviendo a la Iglesia en varios cargos principalmente como Tesorero local. Partió a la presencia del Señor en el año de 1990. A su iquierda aparece el Rev. Santana Barraza, nuestro primer pastor quien partió a la presencia del Señor en Octubre de 1997. Justamente atrás de él aparece el Hno. Luciano López, esposo de Sarita Torres, propietarios del inmueble donde se iniciaron los Cultos de la Segunda Iglesia. justo a la izquierda del Hno. Barraza y abajo de Luciano aparece el Rev. Oscar Hill Olguín, quien en ese tiempo era nuestro pastor local. Tras el Hno. Oscar Hill aparece un hermano solo reconocido como José Luis. A la Izquierda del Hno. Oscar está el Hno. Vicente Carrillo. Justamente tras el Hno. Carrillo se encuentra el Hno. Epigmenio (Geño) Pérez. A la izquierda del Hno Geño aparece en camisa blanca y corbata nuestro Hermano Modesto Núñez, señorial miembro de esta Congregación quien ahora se congrega en la Quinta de Guadalajara. Tras el Hno. Modesto aparece en traje oscuro el corpulento Rev. Felipe Topete quien por esos días llegó de Tepic, Nay. con el encargo de recibir el pastorado de esta Iglesia. El Hno. Topete partió con el Señor en Sept de 1983. A la Izquierda del Rev. Topete está el Hno. Abel Valdovinos, hijo de crianza de la pareja formada por Sarita y Luciano. Abel falleció en Marzo de 2006. Directamente bajo Abel está el Hermano Margarito Peña. A la izquierda de Abel aparecen Beto Medina (hijo del Hno. Geño) y el Hno. “Chon Venegas” abajo de estos dos personajes y justo a la izquierda del Hermano Margarito Peña aparece un tío materno del Hno. “Chon” cuyo nombre era José Villegas.

En la segunda línea y justo bajo el Hno. Lupe Dávila se encuentran Rosa Medina y la Hna. María Mota. Esta última se estuvo congregando con nosotros por la década de los Setentas pero le perdimos el rastro al igual que al Hno. Margarito Peña. Enseguida y justo bajo su marido, aparece la Hermana Ernestina de Barraza. Luego sigue la Hna. Chuy Manzano, madre de nuestro Hno. Modesto Núñez. Junto a ella está un niño. el Hno. Ismael Barraza. Justo bajo el Hno Modesto está la Hna. Trinidad, esposa del Hermano “Geño” y luego un personaje importante de nuestra historia, la Hna. Sarita Torres. Tampoco tenemos identificada a la hermana a su izquierda.

En la línea del frente aparece en primer lugar (con una falda a cuadros), la Hna. Rosa García y enseguida Reyna núñez, hermana del Hno. Modesto. enseguida aparece la Hermana Rosa Valdovinos para justo a su izquierda aparecer su hermana Rebeca Valdovinos. El niño y la niña de enseguida son hijos del Hermano “Geño” al igual que la adulta que les sigue. Tambien son miembros de la familia Pérez las tres niñas de enseguida para culminar con el niño Eliseo Barraza, actual pastor de la Iglesia Universal de Jesucristo en la Colonia La Nogalera. Tanto él como Ismael fuimos compañeros de juventud con quien esto escribe. Tengo entendido que el Hno. Ismael ya partió con el Señor pero no dispongo de la fecha en que lo hizo. Foto cortesía de la familia Barraza Bernal.

Este período marca al inicio de nuestra vida congregacional. Desconocemos la fecha precisa de la Declaratoria oficial del Grupo como Iglesia. Sin embargo, la conclusión de que fue en este año se fundamenta en los testimonios siguientes:

A). El acta de Presentación de Niños más antigua de la Segunda Iglesia registra al niño David Murillo Rodríguez y está fechada el día 14 de Enero de 1961.

B). Al recibir lo que hoy es la Primera Iglesia, en 1957, el Hermano Francisco Moreno encontró una Congregación devastada por una división. Sin embargo, el Dueño de la Obra pronto le prosperó y en su Autobiografía Ministerial publicada en 1980 en el Periódico Distrital “La Voz Apostólica” declara: “Al ver que ya no cabíamos en el templo, organizamos la Segunda Iglesia” El Hermano entregó la Primera el día 21 de Marzo de 1961 según él mismo lo asevera. Era el Hermano Moreno una persona meticulosa y ordenada, lo cual queda de manifiesto al leer su Autobiografía.

C). La Hermana Rebeca Valdovinos, quien estuvo desde el primer Culto en 1950, me declaró el día 30 de Agosto de 2010, lo siguiente: “ A mamá Sarita, junto con mi papá Chanito, se les considera fundadores de la Segunda Iglesia por haber sido en esta casa en donde se iniciaron los cultos que culminaron, unos diez años después, con la declaratoria como Segunda Iglesia de la Ciudad”.

D). Narra el Rev. Eliseo Barraza que estando su papá colaborando con el Hermano Murillo en la Colonia del Fresno: “ Es nombrado el Primer Pastor Oficial de la Segunda cuando ésta es declarada Iglesia en 1960”.

E). Finalmente, el Hermano José Ortega declara en su libro “Mis Memorias”, página 247, lo siguiente: “En el Pastorado del Hno. Francisco Moreno se formó la Segunda Iglesia de Guadalajara, cuyo primer Pastor fue el Hermano Santana Barraza.” En base a lo expuesto, me siento autorizado para declarar que dentro de un insignificante margen de error, la Segunda Iglesia se declaró como tal en 1960.

El Hermano Santana Barraza inicia su Pastorado en este año y pastorea la Iglesia durante unos dos años. Aunque su gestión fue muy corta, le corresponde a él el privilegio de haber sido nuestro primer Pastor. Hombre extraordinario a quien me tocó conocer, era muy celoso de la Doctrina y Disciplina Apostólicas. Era de profesión Ferrocarrilero y alternaba el trabajo con su servicio al Señor. Era muy hábil tocando la guitarra por lo que no le resultaba nada difícil iniciar Cultos en cualquier parte en donde “ Dos o tres se congregaran en el Nombre del Señor”.

En la Convención de Fresnillo, Zacatecas, del año 1960, se conocieron el Hermano Jorge Covarrubias y la señorita Gregoria Herrera. Al año siguiente contraen matrimonio en esa misma ciudad y la pareja decide irse a residir en San Martín Hidalgo, en donde permanecen más de veinte años antes de llegar a esta Congregación. Luego Llegan a congregarse con nosotros la familia García Duarte, conocida ampliamente por su estabilidad y permanencia. La Hermana Eliodora continúa congregándose con nosotros hoy en día. En este mismo año, 1961, el Hermano Santana entrega el Pastorado de la Segunda al Hermano Juan Murillo quien ejerce tal función hasta Febrero de 1962, para entregárselo al Hermano Oscar Hill Olguín.

A pesar de que ya éramos un “Iglesia independiente” respecto de la Primera, la arraigada costumbre evitó que los sentimientos de pertenencia se desarrollaron inmediatamente. El primer bautismo que se registra como de la Segunda Iglesia, es también considerado en el Libro de Actas de la Primera. Nuestro primer bautizado registrado es la Hermana María Mendoza Viuda de Palomares, cuyo bautismo se efectuó el día 15 de Febrero de 1962. Firman como Secretario local y testigo, los hermanos Roberto Palomares y Lorenzo Venegas. El Ministro oficiante es el Hermano Oscar Hill. El bautismo también lo registró la Primera Iglesia en su Acta No. 238.

El año siguiente, en Abril de 1963, contraen nupcias en San Luis Potosí los que en los Ochentas serían nuestros Hermanos y que a la fecha continúan congregándose con nosotros, la pareja formada por Santos De Lira y Mary Saucedo. Este año también marca la llegada del Hermano Guadalupe Dávila. El Hno. Lupito, como le decíamos con cariño, fue Tesorero Local, entre los varios cargos que ocupó en nuestra Iglesia durante su vida cristiana. Su fidelidad, seriedad, confiabilidad y gran espíritu de colaboración, le hicieron ser un Miembro muy querido de esta Congregación. Por este tiempo se tomó la fotografía de la “simpática congregación de la Segunda” según nos describe el Hno. Maclovio Gaxiola en la Sección gráfica de la “Historia de la Iglesia”, Edición de 1964, con motivo de Nuestro Cincuentenario como Iglesia Apostólica en México. Están unas treinta personas de esa época, frente a nuestro templo en la Calle Naranjo.

En este tiempo, el hermano Oscar Hill le entrega el Pastorado de la Segunda al Hermano Felipe Topete, quien pastorearía hasta Agosto de año siguiente, 1964, cuando las autoridades de la Iglesia Nacional le llaman a sustituir al hermano José Avalos Orozco como Obispo del entonces Distrito de Occidente, y culminar su período. Esto, porque al Hermano José Avalos se se le envía al Campo Misionero en la República de Nicaragua, en Centro América. El Hermano Topete fue conocido por su peculiar forma pausada de hablar, su gusto por el café tan caliente “que se defienda”, así como por su gran firmeza de carácter, inquebrantable fe y probada fidelidad a la Iglesia. Le entrega el Pastorado al Hermano Salvador Ruvalcaba, quien lo recibe en Agosto de ese año. Al Hermano Ruvalcaba le toca unir en matrimonio a los Hermanos Modesto Núñez y Magdalena Rea, acto litúrgico celebrado el día 24 de Septiembre, todavía en las instalaciones de Naranjo.

El día Primero de Enero de 1965, es bautizado otro líder familiar notable de esta Iglesia, el Hermano Francisco Vázquez Quirarte, quien es inmerso en las aguas bautismales en La Sabinera, municipio de San Martín Hidalgo, por el Pastor Lorenzo Cedeño, aunque no se viene a congregar de inmediato con nosotros. El 16 de Abril se bautiza, en Santa Cruz, Nayarit, el hermano Abel Valdovinos Vázquez, quien junto con su hermana Rebeca están al cuidado de los Hermanos Chanito y Sarita, hasta su muerte. El Pastor oficiante fue el Hermano Francisco Camacho, Pastor en Jalcocotán, Nayarit.

Poco más de un mes después, el día 22 de Mayo, pero en Los Mochis, Sinaloa, consagran su unión ante Dios el Hermano Gabriel López Favela y la Hermana Irma Hernández, nuestro actual Pastor y su esposa. Este año estuvo lleno de eventos importantes porque llega a congregarse con nosotros otra gran familia, Los Ponce Burgueño, quienes tan queridos fueron por nosotros y que continúan siéndolo hasta la fecha.

En 1966 el Hermano Roberto Palomares fue consagrado simultáneamente a los Hermanos Fernando Peña y Lorenzo Cedeño, en la Convención en Tepic. El Hermano Vicente Moreno inicia su Obispado y durante este tiempo, el Hermano Francisco Vázquez Quirarte es instalado al Diaconado. Solo lo ejerció un par de años y desistió para irse a residir al rancho.

Por estas fechas también, se retira de congregarse con nosotros Eliseo Barraza, quien lo había hecho desde su niñez. El no era bautizado, pero sí un activo joven congregante. El día 31 de Diciembre, siguiendo el ejemplo del año anterior de su hermano, la Hermana Rebeca Valdovinos es bautizada por el Pastor Salvador Ruvalcaba. A él también toco bautizar a la Hermana Reyna Núñez Manzano, y por lo menos a cuatro personas más durante su gestión. Le tocó también presentar a infantes como Abel Palomares, Raúl García Duarte, a unos hijos de la Hermana Carmen Dávalos y otros del Hermano Leonardo Baeza. No se era muy meticuloso en el registro de ceremonias según me he dado cuenta, porque sé de personas bautizadas e infantes presentados cuyo ceremonial no fue registrado.

El 23 de Marzo de 1967, el Hermano Ruvalcaba entrega las riendas de la Iglesia al Hermano Francisco Moreno Flores, quien había ocupado anteriormente el Obispado en el Distrito de Zacatecas y quien se vino a vivir a esta ciudad. Los Hermanos vivían por la Colonia Oblatos al Noreste de Guadalajara. Quizá por la gran distancia, su esposa, la Hermana Lorenza de Moreno acudía poco a los cultos de la Segunda. Muy posiblemente por la misma razón, el Pastorado del Rev. Francisco Moreno no dejó mucha huella entre la Membresía de aquel tiempo pues durante mis indagatorias no se me ha dicho gran cosa sobre su paso por esta Congregación. Cuando estaba cerca de culminar su Pastorado, autorizó que se empezasen a realizar Cultos, así como Escuela Dominical, en la Colonia La Nogalera. Esto, en virtud de que el número de Hermanos ya lo ameritaba. Sin embargo, al Culto Dominical en la del Fresno, sí acudían los congregantes que vivían en esa Colonia. El Hermano Moreno era muy metódico y cuidadoso con las fechas. La determinación de la Lista de Sucesión Pastoral, se elaboró tomando como punto de partida, los datos que él proporciona (Ver Anexo 1).

En el mes de Julio de 1967, mientras la familia del Hermano Murillo se congrega extraoficialmente en la Tercera de Guadalajara para apoyar en el establecimiento de la Obra, Ana Eva Murillo cumple sus Quince Años ahí. Ella había sido bautizada apenas si el 5 de Enero en la Primera Iglesia por el pastor José Avalos. En este año también, contraen nupcias los Hermanos Roberto Palomares y María de Jesús Fernández, en la ciudad de Zacapu, Michoacán.

Transcurren casi dos años mas, y el día 20 de Marzo de 1969, el Hermano Francisco Moreno le entrega al Hermano Juan Murillo la Segunda Iglesia, quien la recibe interinamente, para entregarla al Pastor definitivo, el Hermano Víctor Rodríguez. El Hermano venía con una amplia trayectoria pastoral en el vecino Estado de Nayarit, de donde provenía. Había estado pastoreando la Segunda Iglesia de Tepic. El Hermano Víctor, en visionario gesto, decide comprar un terreno más grande para la Iglesia, dado que el templecito de Naranjo, ya resulta insuficiente. El predio tiene apenas setenta y dos metros cuadrados, pero dado que tiene un pasillo de poco mas de un metro de ancho, el espacio del templo es de solamente unos cincuenta metros cuadrados, con una anchura de poco más de cuatro metros. ¡Nuestro actual comedor y cocina solos, son más amplios que aquel templecito!

El Hermano Juan Murillo había comprado en los años Cincuentas, una propiedad por la Calle Durazno la cual, al no poder pagarla, se la pasó a su yerno, el Hermano Vicente Moreno, quien finalmente la liquidó. Sobre ese predio, el Hermano Juan Murillo había construido unos cuartitos que alquilaba para ayudarse en la economía. El Hermano Margarito Peña le ayudó a construirla y Ana Eva Murillo, siendo una niña, recuerda los viajes de tierra que ella misma hizo para elaborar los adobes para la construcción. Posteriormente, le fue vendida esta propiedad a la señora Amelia Muro, hermana del Hermano Daniel Muro, conocida familia Apostólica.

Cuando la Iglesia necesitó un lugar mayor, se le pidió a la señora Muro nos vendiera de nuevo el lugar porque si bien con una adecuación, el área destinada a templo casi doblaría la de Naranjo. Este lugar tenía además, un patio grande y cuartitos muy modestos donde podría servir de Casa Pastoral. A los Hermanos les pareció bien el lugar y el Hermano Víctor Rodríguez hizo la negociación para pagarla en abonos, a lo cual la señora Muro accedió. Ella aceptó parte del pago en mensualidades ya que se le daría un anticipo fuerte con el producto de la venta del lugar en la Calle Naranjo. Los mismos Hermanos Sarita y Chanito nos lo recompraron. Se procedió a realizar el cambio físico del mobiliario, que básicamente lo constituían las bancas. Estas eran de madera, y a la postre nos las trajimos también a la Colonia Echeverría. Hasta hace todavía unos años, me tocó ver unas en alguno de los Salones con que actualmente contamos para la Escuela Dominical.

En los Años Sesentas, siendo pastor en la Primera el Hermano José Avalos, el Pastor nuestro, muy posiblemente el Hermano Francisco Moreno, le pidió en alguna ocasión prestado el púlpito de esa Iglesia para ser usado en un evento especial aquí. Como la primera ya tenía uno grande y nosotros carecíamos de el, nos lo facilitaron y debido a que no les era tan necesario, “se nos fue quedando”. Con los cambios pastorales ya no hubo quien nos lo reclamara y a nadie se le ocurrió regresarlo. El atril citado, que tiene la inscripción artística “Dios es amor”, tomó carta de naturalización dentro del templo y ya es nuestro. Su origen, sin embargo, se constata por la notoria similitud de diseño observable sobre el rótulo que corona la pila bautismal en el antiguo templo de la Primeria Iglesia, cubículo ya no se utilizado para actos litúrgicos.

Esta Década termina con condiciones básicas muy diferentes a la anterior. Ya tenemos un lugar mas espacioso, hemos progresado en Membresía, nuestro sentido de identidad se ha consolidado y nuestras familias se sienten felices por contar con un lugar de adoración, si no como lo hubiésemos deseado, por lo menos es más funcional y nos queda mas accesible. Varias familias son vecinas del templo. La Hermana María Mota y su hijo Efrén, por ejemplo, no tienen que descender de la banqueta para llegar de su hogar al templo. La familia Baeza vive a unas dos cuadras, la Hermana Carmen Dávalos está a unas tres cuadras, y muchos otros Hermanos están a distancias “caminables” desde el templo.