Diferencia entre revisiones de «1a San Luis Potosí»

Como hemos visto, ante los retos que presentaba la pobreza y hambre reinante en esta zona, Dios empezó a poner los medios para salvar milagrosamente a los habitantes de muchas de estas comunidades. Primero, comenzó a sensibilizarlos haciéndolos que reconocieran su condición de desamparo y luego tal experiencia los impulsara a buscar el auxilio en el Señor. Segundo, en respuesta a esa actitud de búsqueda y de fe en él, les proporcionó soluciones o propuestas de trabajo que les permitieran una mejoría económica. Tercero, guió y usó evangelistas o misioneros para que les compartieran el evangelio (buenas nuevas) de Jesucristo que pudiera redimirlos de su condición no sólo económica sino también de su estado espiritual.   

Fue hasta el año de 1959 que gobernaba el estado de San Luis Potosí el Sr. Francisco de la Vega, cuando Dios escuchó el clamor que procedía de lo más denso de las tinieblas de parte de los habitantes ahora de la capital potosina. Para atenderlo, el Señor Jesús propició que el empresario Pedro Gallegos Calles, decidiera establecer una fábrica de yeso en dicha ciudad y en consecuencia dispusiera el traslado de su empleado de confianza, Sr. José Domínguez Marín y su familia que eran creyentes y radicaban en el poblado de Los Hernández, para que se trasladaran a trabajar en el mencionado negocio en la ciudad de San Luis. Otra vez notamos en este caso al Dios misionero promoviendo el avance de su reino ahora en el corazón del estado.

Dicho hermano Domínguez con su familia se estableció en la Calle Monterrey 320, Colonia Ferrocarrilera e independientemente de estar prestando sus servicios al empresario citado, también comenzó a invitar a sus vecinos a tener estudios bíblicos con fines evangelizadores. En ese tiempo conoció al Sr. Rafael Montelongo que también había sido bautizado en el nombre de Jesucristo en los Estados Unidos y ambos decidieron unir esfuerzos para interceder y amparar a los potosinos como una muralla de la influencia espiritual del mal. Así se produjo en el estado de San Luis Potosí la gestación de lo que en la actualidad son ya trece iglesias y siete misiones en la actualidad. Se espera que muy pronto con el poder del Espíritu Santo se planten otras tantas congregaciones en la entidad y se cumpla así la voluntad de Dios de que su reino sea establecido en toda esta región.

Por otra parte, desde el año de 1950 el Señor Jesús a través de su Espíritu Santo y la IAFCJ a nivel general, había decidido intensificar su expansión por todo el país estableciendo iglesias en ciudades importantes, especialmente en capitales de estado en las que se careciera de ellas. Para esto se enviaron evangelistas expresamente para que fundaran y consolidaran iglesias. Para respaldar esa labor se decidió que las entonces llamadas sociedades locales de jóvenes, señoras y señores bajo la dirección de las confederaciones nacionales respectivas se abocaran a ayudar a sostener económicamente a esos fundadores de nuevas iglesias y proveyeran lo necesario para la adquisición de terrenos y en algunos casos a construirles lo indispensable para que pudieran cumplir con ese ministerio.

Para 1963 el grupo de hermanos bautizados lo formaban las familias: Domínguez Mancillas, Saucedo Silos, Montelongo, Luévano Guillermo, Salas Dimas (Julito y Chindita), Flores Montes y los hermanos Senaido Montes y Leonardo Estrada. Todos ellos provenían de diferentes lugares del estado de San Luis Potosí como Hernández, El Porvenir, San Antonio, la región lagunera y hasta de los Estados Unidos.

====Edmundo Flores Reyes (2008-2012)====

====Israel Mendoza Martínez (Jul. 2012-Mar. 2013)====

===Acciones del Espíritu Santo===

*Durante el pastorado del hermano José Becerra Mancillas (1968-1978), estando internado en el Hospital Central de esta ciudad, Rubén, un hijo del hermano Luis Becerra y a petición de su mamá Ma. Concepción Becerra Rosas se oró por él y Dios soldó la mandíbula de dicho muchacho.

*Se da testimonio de que cuando pastoreó en esta iglesia el hermano Jesús Aguilera Reyes (1978-1982), hubo gran derramamiento del Espíritu Santo entre la grey debido a que había una campaña permanente al respecto y él insistía en que todos debían recibir esa manifestación para que el mismo Espíritu Santo los pastoreara. Además recomendaba que los que quisieran recibirla estuvieran en ayuno y de esa manera hallar gracia delante del Señor. Entre los que experimentaron ese llenamiento en esa época fue el hermano Eliazar Becerra que cuenta que él había estado acatando esa recomendación por varios días sin que se produjera lo deseado. De tal modo que decidió dejarlo de hacer sin suspender el seguirla buscando y en momentos creyó que de esa manera menos recibiría el Espíritu Santo; pero a pesar de eso y para su sorpresa un día tuvo la evidencia de hablar en otras lenguas según lo narra el libro de los Hechos y pudo orar, junto con otros hermanos, por la sanidad de un hombre que estaba desahuciado por los médicos y el Señor Jesús respondió favorablemente al instante.

*Al hermano Silverio Hernández Dios también lo levantó de su estado de incapacidad física por medio de la poderosa oración intercesora del Pastor Amado Martínez Ortega (1982-1985). El era paralítico, lo trajeron en camilla al templo y salió por su propio pie. Esto provocó un hermoso avivamiento y como resultado se bautizaron aproximadamente 14 familiares, a saber, sus padres, hermanos, cuñados y cuñadas, además de otros que habían conocido a aquel que había estado paralítico y que ahora lo veían caminando. Así nació lo que actualmente (2013) es la iglesia de La Luz, Zacatecas.

*En uno de los pastorados del hermano Domingo Torres, se produjo un gran avivamiento, en el que se bautizaron en agua en el nombre de Jesucristo 24 jóvenes. Dicho avivamiento comenzó en una célula de jóvenes en casa de la hermana Anita Domínguez cuya hija, Lorena Luévano Domínguez, era la anfitriona. Cuenta el asesor y consejero de ese entonces, que ese día al volver de su trabajo sentía un fuerte impulso por asistir a la célula mencionada. Al llegar a la misma, los jóvenes le preguntaron si esa noche podrían orar por el descenso del Espíritu Santo a lo que les respondió afirmativamente. Enseguida empezaron a orar y al imponerles las manos empezaron a hablar en otras lenguas bajo la unción divina. Uno de los  muchachos llamado Jacobo Zarazúa comenzó a profetizar y otro, Israel Mendoza, a interpretarlo. Naturalmente que también un demonio quiso hablar, pero para esa hora ya había llegado a la reunión otro ministro, Eleuterio Hernández y juntos ministraron esa noche la manifestación del Espíritu Santo de acuerdo a la palabra de Dios. Así se siguieron dando más señales de parte del Señor Jesús durante varios meses y sobre todo, convenciendo de pecado y conduciendo a estos jóvenes a ser lavados con la sangre de Cristo por medio del bautismo.

*Mencionar que ha habido otras muchas manifestaciones en la iglesia pero que por falta de fuentes testimoniales o documentales no se relatan.

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