Diferencia entre revisiones de «1a Cancún, Quintana Roo»

Llegado el tiempo de Dios; movió a su siervo a iniciar el proceso de adquisición de “UN LUGAR PARA EL SANTUARIO DE ADORACION” en la cual se reuniera la naciente misión en Cancún. Lema sobre el cual estuvo trabajando durante su periodo como evangelista nacional.

A inicios de Noviembre de 1983, en una reunión de hogar celebrada en la casa del hno. Clemente Hay Chan, el pastor Adán Alcocer Cabrera, les informo a los primeros hermanos sobre la solicitud que había realizado para la adquisición de unos terrenos para construir una iglesia que tenía en su corazón levantar en Cancún. Sin embargo tal solicitud de terreno a las autoridades correspondientes (INVIQRO) demoro aproximadamente un año y nueve meses, puesto que la encomienda era hacerse de un predio que no estuviera lejos del centro de la ciudad.

Es pertinente señalar la gran contribución de la Secretaria de evangelización nacional en la compra del terreno con la idea inicial de que fuera un centro de estudios teológicos en una parte del terreno y en la otra se construyera la primera iglesia en Cancún. Desde luego con la promesa de devolver el 50% del costo invertido.

En noviembre de 1984 el pastor Adán Alcocer, en una de sus cotidianas visitas a los hermanos de Cancún les notifico que ya le habían entregado el terreno y seguidamente los invitó a conocer el lugar, para proceder lo más pronto posible a la limpieza de dicho predio en la Supermanzana 92 Manzana 56 Lotes 1-8, 33,34.

A inicios de 1985 se inicia la limpieza del terreno donde se construiría el templo. Sin embargo la limpieza del terreno demoró demasiado ya que en algunos periodos fue hasta abandonado debido que al iniciar el trabajo de desmontar arboles se percataron que casi la mitad del terreno que se conformaba de 10 lotes estaba invadido por un enorme cenote con agua.

A mediados de 1986, debido a la demora de ser habitada y mucho menos iniciada alguna construcción en mencionado predio, las autoridades correspondientes (INVIQRO) les notifico un ultimátum de ocupación o se procedería al embargo. En esta sección estimado lector concédame hacer un paréntesis, debido que en mi opinión muy particular, observo que prácticamente les fueron otorgados los predios de manera irónica puesto que una extensión compuesto de 8 lotes con un enorme monstruo de cenote con agua, es prácticamente un área imposible de habitar o de realizar construcción alguna.

En ella de manera formal se acordó celebrar cultos todos los domingos a las 3:00 PM de tal modo al pastor Adán Alcocer Cabrera, le diera tiempo suficiente para retornar a la Misión de la IAFCJ en el Ejido Alfredo V. Bonfil, ya que también en ella se requería de su asistencia para oficiar los cultos dominicales.

El 1° de Mayo de 1987 el Pastor Adán Alcocer Cabrera, en la primera celebración del día de las Dorcas, considero pertinente simultáneamente inaugurar oficialmente el templo de palapas como la primera misión de la IAFCJ en Cancún, Quintana Roo.

[[Archivo:1aCANCUNSilas2.jpg|200px|thumb|left|]] Siendo la voluntad de nuestro Señor Jesucristo, culmina en agosto de 1998 el ciclo de nuestro primer pastor el Rev. Silas Romero Bautista, con el cual estamos muy agradecidos. ¡Que Dios le bendiga grandemente!

[[Archivo:1aCANCUNAquilino1.jpg|250px|thumb|left|Familia Pastoral]] El 5 de Agosto de 1998 recibe la responsabilidad y el compromiso de continuar con la Obra de nuestro señor Jesucristo en la 1ª IAFCJ en Cancún el Rev. Aquilino Alvarado Córdova y su esposa la Hermana Cruz del Consuelo Góngora López, acompañados por su hija Liliana Alvarado Góngora y su hijo Benjamín Alvarado Góngora, proveniente de la 2ª IAFCJ de la Ciudad de Mérida. Preside ceremonia de instalación el Rev. Otoniel Castañeda quien fungía en ese entonces como nuestro Obispo supervisor del distrito Mérida.

Conforme constan en actas de la iglesia local el Rev. Aquilino Alvarado Córdova, recibe la iglesia, con una membrecía de 152 hermanos bautizados. En sus primeras palabras manifestó el lema sobre el cual estaría trabajando la iglesia, “SER UNA IGLESIA GRANDE”. La iglesia, resintió momentáneamente el cambio, por ser su primera experiencia en ese apartado. Sin embargo, aclimatadas ambas partes, se persistió en lograr la meta deseada marchando hacia el gran desafío de “SER UNA IGLESIA GRANDE” en pos de crecimiento espiritual y numérico. Dándose de este modo una ratificación del que hacer de cada líder y miembro bautizado.

A finales de su periodo del Rev. Aquilino Alvarado, entrega una iglesia con mayor estructura y contando ese entonces ya con aproximadamente 600 miembros.