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ediciones
Diferencia entre revisiones de «10a Hermosillo, Sonora»
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El día 9 de Marzo de 1995, el hno. Altamirano entregó la Iglesia al hno. Misael Cota Sánchez y él se fue a pastorear la Iglesia de la Capilla de Baviácora. | El día 9 de Marzo de 1995, el hno. Altamirano entregó la Iglesia al hno. Misael Cota Sánchez y él se fue a pastorear la Iglesia de la Capilla de Baviácora. | ||
Al hno. José Altamirano se le agradece su pasión y entrega por la obra de nuestro señor Jesucristo, asimismo se le reconoce, que aún cuando se le | Al hno. José Altamirano se le agradece su pasión y entrega por la obra de nuestro señor Jesucristo, asimismo se le reconoce, que aún cuando se le retiro de la pastoral en el año de 1987, sigue esforzándose con ahínco y pasión desmedida, colaborando y engrandeciendo día con día el Reino de Dios. | ||
El 9 de Septiembre de 1995 llegó a la décima Iglesia de Hermosillo, el hno. Misael Cota Sánchez, quien recibió la iglesia de parte del hermano José Altamirano Martínez, el templo estaba en construcción, con las paredes levantadas y techo de lámina de cartón negro; cuenta el hno. Misael: “cuando llovía nos mojábamos en el culto y al salir de él también”. Una familia del lugar, les prestó su casa a unas 8 calles del templo, fue de grande bendición para ellos. Recuerda el hno. Misael, que el sostenimiento pastoral era apenas lo suficiente y varias veces la hermana Gloria Macías de la primera Iglesia, que era la encargada de recolectar despensas para los evangelistas distritales compartió con la familia Cota esa bendición, relata el hno. Misael: “cuando algún evangelista no venía a la reunión ministerial, yo era bendecido con una pequeña despensa, pero que suplía la necesidad por esa semana, pero hay que reconocer y honrar a Dios por ello, que nunca nos dejó el Señor sin el alimento, Dios bendiga a la hermana Gloria Macías”. | El 9 de Septiembre de 1995 llegó a la décima Iglesia de Hermosillo, el hno. Misael Cota Sánchez, quien recibió la iglesia de parte del hermano José Altamirano Martínez, el templo estaba en construcción, con las paredes levantadas y techo de lámina de cartón negro; cuenta el hno. Misael: “cuando llovía nos mojábamos en el culto y al salir de él también”. Una familia del lugar, les prestó su casa a unas 8 calles del templo, fue de grande bendición para ellos. Recuerda el hno. Misael, que el sostenimiento pastoral era apenas lo suficiente y varias veces la hermana Gloria Macías de la primera Iglesia, que era la encargada de recolectar despensas para los evangelistas distritales compartió con la familia Cota esa bendición, relata el hno. Misael: “cuando algún evangelista no venía a la reunión ministerial, yo era bendecido con una pequeña despensa, pero que suplía la necesidad por esa semana, pero hay que reconocer y honrar a Dios por ello, que nunca nos dejó el Señor sin el alimento, Dios bendiga a la hermana Gloria Macías”. | ||