Chilpancingo, Guerrero
La plantación de la primera Iglesia Apostólica en Chilpancingo, capital del estado de Guerrero, ha sido el resultado de varios intentos y de la perseverancia de muchos hermanos.
El camino para establecer la obra en Chilpancingo ha sido largo y lleno de desafíos. El primer intento, en 1987, fue liderado por el hermano Tomás Villalobos, quien, a pesar de sus esfuerzos, no logró consolidar la iglesia.
Pioneros
No fue sino hasta 1996 que se realizó un intento con el respaldo del distrito y el obispo de entonces, el hermano Jonathan Rentería Castellanos. En esa ocasión, fue enviado el H. Odilón Juárez, quien estuvo a cargo de la obra por más de tres años. Durante este periodo, la iglesia comenzó a crecer, llegando a contar con un grupo de aproximadamente 20 personas entre bautizados y visitas. Se reportaron milagros significativos, como la sanidad de una mujer que padecía esclerosis múltiple y la liberación de otra mujer atormentada por espíritus inmundos en su casa. Uno de los primeros hermanos bautizados en este período fue el Hermano Mateo Solano, esposo de la hermana Virginia Torres, una mujer nacida en el evangelio que, junto con su esposo, perseveró en la fe apostólica a pesar de las dificultades y el paso del tiempo.
Posteriormente, el pastor Odilón Juárez entregó el pequeño grupo al hermano Francisco Robles, quien lo pastoreó por alrededor de cuatro años más. No obstante, debido a las dificultades que surgieron en la iglesia hermana de Zumpango, donde hubo una gran división, el incipiente grupo de Chilpancingo también se vio afectado. Algunos de sus miembros decidieron separarse, lo que debilitó al grupo casi hasta desvanecerlo. Por esta y otras razones, el hermano Robles dejó la obra en Chilpancingo, la cual pasó a manos del pastor Vicente Barrios. A este último también se le encomendó la iglesia de Zumpango del Río, y debido a los serios problemas que enfrentaba en Zumpango, no pudo atender completamente la obra en Chilpancingo.
Fue hasta el año 2011, siendo obispo del distrito central el hermano Manuel Díaz Camacho y en coordinación con la iglesia a nivel general, que el hermano Jonathan Rentería Sevilla junto con su esposa Isabel Romo fueron asignados como los nuevos pioneros de la obra en Chilpancingo.
El 12 de abril de ese año, el entonces obispo Jesús Manuel, en compañía del presbítero de esa zona, Odilón Juárez, llevaron e instalaron al nuevo evangelista en Chilpancingo. La primera casa que visitaron se encontraba en la colonia Francisco Villa y fue la de la familia del hermano Mateo y su esposa Virginia, quienes permanecían firmes, congregándose en la iglesia de Zumpango del Río. Posteriormente, visitaron a unos familiares del hermano Jonathan Rentería, entre los que se encontraba un primo que en su juventud había sido bautizado en el nombre de Jesucristo, pero que actualmente se encontraba alejado de la iglesia debido a la falta de una misión apostólica en esa ciudad.
Con este pequeño grupo de tres bautizados y sus familias, se inició el proyecto de plantación de la iglesia en Chilpancingo.
Espacios de reunión
Después de transmitir la visión y un poco de entrenamiento, se realizó una semana de evangelismo en la colonia Cooperativa. El primer lugar en el que se reunieron fue un pequeño salón que les habían prestado. Fue aquí donde ocurrió la primera transformación, ya que dicho salón había sido un bar y lo estaban convirtiendo en su iglesia.
Después de pintar y remodelar, las primeras familias, en compañía de otros hermanos que se habían integrado al proyecto y una familia más que había llegado de Acapulco, salieron a tocar puertas casa por casa. Fue una semana de oración y evangelismo en la que cada uno de los miembros de la iglesia realizó un gran esfuerzo, dejando de trabajar toda una semana para dedicarse al servicio de Dios.
Como resultado de esa semana, se obtuvo una gran victoria. Al finalizar, tuvieron su primer culto el 19 de junio de 2011, al cual asistieron unas 14 personas. La liturgia fue a través de pistas con karaoke, una sencilla predicación y la ofrenda. También, como fruto de esta semana, se abrieron diez hogares y una semana después realizaron su primera fiesta del amigo el 26 de junio de 2011, con una asistencia de 32 personas.
Ministerios
Después de esto, se continuó con el discipulado intensivo del grupo nuclear de manera intensiva, mismo que a su vez se encargó del seguimiento de los hogares que fueron abiertos, de los cuales salieron muchos de los actuales miembros de la iglesia. Algo hermoso fue que todos los miembros bautizados estaban involucrados en la atención de los nuevos hogares, y no solo ellos, sino que algunos simpatizantes, entre los que destaca una mujer de nombre Diana Baños, quien sin ser bautizada atendía tres de los diez hogares.
Un día, después de una intensa oración en la que se le pedía a Dios que mandara músicos, al bajar del templo situado en una segunda planta, se pudo observar a lo lejos un grupo de jóvenes que caminaban en línea por la banqueta, llevando consigo un piano, una guitarra, un bajo y unas baquetas. En ese momento, se sintió en el corazón que Dios estaba respondiendo y de inmediato se llamó al grupo de jóvenes para platicar con ellos. El líder de ellos se llamaba Orlando y fue uno de los primeros que se bautizó junto con toda su familia.
- Rencuentros
Una de las primeras actividades que realizaron fue un reencuentro, ya que la mayoría del grupo nuclear había asistido a uno anteriormente. Se invitó a todo el presbiterio y fue impartido por un grupo de hermanos de la primera iglesia de Guadalajara.
- Cambio de local.
Buscando un lugar para hacer el reencuentro, Dios les abrió las puertas en lo que actualmente es su lugar de reunión. Este les fue prestado a cambio de que lo arreglaran. La tarea no fue sencilla, ya que el lugar llevaba 10 años abandonado y estaba infestado de murciélagos y sumamente sucio. Después de eso, al despedirse del administrador, este les propuso que siguieran usando el lugar a cambio de impermeabilizarlo y seguir adecuándolo. Por esa razón, los primeros meses no les cobraron, lo cual es un gran milagro por la ubicación del lugar, ya que una renta no sería menor de 20 mil pesos mensuales.
Uno de los milagros más grandes aconteció el domingo, 26 de agosto, cuando Dios les permitió tener uno de los primeros frutos: una hermosa fiesta de la cosecha donde bautizaron a 9 personas en el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados.
- La Iglesia Hoy
En la actualidad, la iglesia en Chilpancingo cuenta con una membresía de 18 personas bautizadas. En el encuentro pasado, lograron la asistencia de 15 personas a su encuentro, mismos que están siendo preparados en la escuela de maduración para el bautismo. Su meta para este año es multiplicar al grupo y consolidar el liderazgo, marcando así el año de la transformación, el crecimiento y la multiplicación.