Valle del Vizcaíno, Baja California

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La historia de la obra en el Valle de Vizcaíno comenzó en 1980, cuando la hermana Regina García Sánchez fue bautizada en el nombre de Jesucristo en Culiacán, Sinaloa. Tres años más tarde, en 1983, la hermana Regina llegó al Valle de Vizcaíno y comenzó a predicar el evangelio en el Rancho Las Margaritas, conocido como El Pilto. Aprovechaba cada oportunidad que se le presentaba, para compartir el mensaje, ya que era comerciante. Durante ese año, la hermana Regina se reunía en la iglesia trinitaria del Ejido Díaz Ordaz, debido a la ausencia de una congregación apostólica en la zona, la conocian como la hermana del velo. También, en ocasiones, se reunía en el Ejido Emiliano Zapata con el hermano Lemus.

PIONEROS

En 1984, la hermana Regina encontró al hermano Alfonso Flores Hernández, a quien invitó a unirse para cantar, orar y leer la Biblia. De esta manera, la gente comenzó a reunirse. Entonces, la hermana invitó al hermano Francisco Javier Lizárraga, quien era pastor en Santa Rosalía, Baja California Sur, así como a algunos hermanos de El Empalme y Guaymas, Sonora, entre ellos los hermanos Ventura y Carmelo Fierro.

Así transcurrió el tiempo hasta 1986, cuando se realizaron los primeros bautismos en el nombre de Jesucristo. El hermano Javier Lizárraga los bautizó en Santa Rosalía. Los nombres de los bautizados fueron: Refugio Garduño, Eligio Bautista Flores, Celestino Rojas, Victorino Rojas, Margarita Hernández, Abel Bautista y Alicia Librado.

ESPACIOS DE REUNIÓN

Posteriormente, la hermana Regina gestionó con el hermano Lemus, quien poseía un pequeño templo de madera abandonado en el Ejido Zapata, para que lo donara. Él aceptó con gusto, y los hermanos de Guaymas, que ya se habían trasladado al distrito de Mexicali, junto con hermanos de San Quintín, Vicente Guerrero y otros lugares del norte, comenzaron a llegar para apoyar la obra.

Llegó el hermano César Murillo como voluntario, acompañado de su esposa e hijo. Fue entonces cuando la hermana Regina y ellos comenzaron a visitar la Laguna de San Ignacio, donde se encontraron con el hermano Nahamán Sapiel y empezaron a realizar cultos en ese lugar.

Continuando con la obra, la hermana Regina gestionó con el gobierno para conseguir dos terrenos en los cuales se levantaría un templo en Villa Alberto A. A. A., en la misma dirección actual (Avenida Pino Suárez y Verano).

PASTORES

Para 1988, la iglesia se trasladó de rancho. El hermano Cesario Murillo se fue y llegó el hermano Roberto Briseño Orozco como evangelista, quien, junto con la hermana Regina y otros hermanos, comenzaron a ir a la sierra a predicar (en Las Juntas).

Luego de la partida del hermano Roberto, llegó el hermano José Arellano Salas como pastor, quien continuó la obra buscando otro campo evangelístico. Recorrieron toda la costa hasta llegar a Bahía Tortugas, lugar donde quedó establecido un nuevo campo evangelístico.

Al terminar su periodo, el hermano José Arellano, su hijo, el hermano Hirad Sem Arellano Cabral, llegó para continuar con la obra. En ese entonces, se trasladaron a Guerrero Negro para iniciar la obra en ese lugar, estando el hermano Josué Mendoza como Obispo.

Los siguientes pastores que sirvieron en esta obra fueron:

  • Alfredo Sapién Portillo
  • Ricardo Murillo Osuna
  • Marcos Corona Morales
  • Daniel Pimentel (interino)
  • Pábel Miguel González
  • Martín Eduardo Sosa Higuera
  • Daniel Pimentel Guardado