Rio Verde, San Luis Potosí

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Inicios

(1981– 2011) La iglesia en Rio Verde inicio en 1981 cuando el hno. Manuel Gutiérrez Gutiérrez procedente de Estación Manuel, Tamaulipas vino a visitar a sus familiares en Rio Verde siendo la primera que recibió el evangelio y siendo bautizada en el nombre de Jesucristo fue la hermana Altagracia Gutiérrez y al ver la necesidad de continuar la obra enviaron al hno. Pedro Zarazúa quien dio estudios en el hogar de la hermana Altagracia, en esas reuniones asistieron dos niñas cuyos nombres son Hortensia y Maricela Gutiérrez que ya habían escuchado el evangelio en Tepic por iniciativa de sus parientes los cuales se interesaron por que continuaran escuchando la palabra y en el año de 1982 fue designado como evangelista en Rio Verde al hermano Raúl Cisneros y se empezaron a reunir varias personas entre ellas: Romula, Felipa, Catalina, Jovita Enríquez, Juana Gutiérrez y Altagracia Gutiérrez.

El hermano Raúl Cisneros duro un año aproximadamente, abandonó la obra por falta de apoyo económico, debido a esto la obra fue atendida por la 1era iglesia en San Luis Potosí estando de pastor el hermano Amado Martínez Ortega el cual designa como evangelista en el año 1983 al hermano Jesús Becerra Torres recibiendo cinco miembros bautizados: Altagracia Gutiérrez, Romula y Felipa Ortiz, Catalina y Eligia, se realizan campañas evangelisticas donde se logro la asistencia de algunas familias de Rio Verde y el Refugio entre ellas: familia López Vázquez quien les había compartido la palabra la hermana Epimoca González procedente del distrito federal, la familia Gutiérrez, Reyes, Juárez, Rodríguez, Castillo y Salazar. Siendo el primer bautismo la hna. Jovita Enríquez, después la familia López Vázquez, entre otras familias logrando un total de veinte bautismos.

Entrada de la dedicación del Templo en Rioverde

En el año de 1985 el hermano Jesús Becerra entrega la iglesia al hermano José Becerra Mancillas procedente de la iglesia de Aguascalientes, la obra del señor creció mucho, los hermanos se reunían en sus hogares y hacían cultos de evangelización en las casas de la hermana Felipa y Alfonso Rodríguez pues la iglesia no disponían de lugar propio donde celebrar las actividades aunque ya se contaba con una cantidad para la adquisición del terreno mismo que adquirió el hermano José Becerra en la colonia victoria donde actualmente se encuentra ubicado el templo se construyó con cooperaciones, promesas y grandes ofrendas como las que hicieron la hermana Tomasita Vázquez y su esposo el hermano Anselmo López con la donación de todo el ladrillo.

En el año de 1990 el hermano José Becerra entrega el pastorado al hermano Blas Rosales recibiendo un gran número de creyentes, durante su pastorado enfrento problemas económicos y de integración pues la situación era precaria y se retiraron de la iglesia algunas familias, situación por la cual abandona la iglesia y la entrega verbalmente al hermano Jesús Becerra quien dura un año pastoreando provisionalmente pues no había una entrega oficial por parte del presbítero el hno. Jesús Aguilera no existía una responsabilidad oficial solo moral en ese mismo año el hermano Jesús becerra se traslada a EEU dando aviso al presbítero quien envía hermanos dela 1ra Iglesia de SLP a brindar atención al grupo.

Red de Señores el día de la primer piedra del Templo en Rioverde con el Presbitero Jesús Aguilera y Pastor José Becerra Mancillas

Posteriormente nombran como pastor al hermano Benjamín García durante su pastorado enfrento las secuelas de la división y se fueron muchos hermanos quedando así la iglesia muy herida espiritualmente. Los motivos por los cuales surgió esta división fue la rebeldía de algunos hermanos que estaban inconformes al manejo económico de la iglesia y sobre todo del diezmo por lo cual el hermano Benjamín les exhortaba y no escuchando la palabra se llevaron a muchos más que no estaban firmes en la palabra de Dios. Entonces llego el hermano Domingo Torres para reconciliar a los hermanos pero aun así no hubo éxito con esto termina el pastoreo del hermano Benjamín y continua el 1996 el hermano Samuel Becerra Torres quien tuvo el trabajo de consolidar, restaurar a los que habían quedado, en el año de 1999 entrega el pastorado al hermano Jesús Becerra Torres quien llego levantando el área espiritual a través de veladas de oración con toda la iglesia declarando bendición y reprendiendo toda potestad y todo principado de las tinieblas y con esta intercesión se vio el cambio entre los hermanos.

Posteriormente en el año del 2001 hace entrega la responsabilidad al hermano Florentino Jiménez quien trabajo en la misión de Obregón, en el 2003 entrega el pastorado al hermano Efraín Flores Salas con los cuales hubo sanidad espiritual impulsando el área de intercesión teniendo manifestaciones del enemigo pero muchas victorias. A través de las campañas evangelisticas y formación de células dejando el pastorado al hermano Israel Mendoza Martínez en el año 2007 quien impulso las células y preparó mas lideres formando la escuela de liderazgo, también apoyo a las misiones dándose en ellas el fruto de las almas viniendo a Cristo.

En el mes de Abril del 2010 el hno. Israel Mendoza Martínez hace entrega de la Iglesia, recibiéndola el hno. Mario Sosa Sandoval, con quien hubo un gran trabajo en las células evangelistas teniendo respuesta, efectuándose varios bautismos y así logrando el crecimiento numérico de la iglesia, llegando a tener en ocasiones gran número de asistencia en nuestros cultos dominicales.

Así mismo en el mes de Julio del 2014 el hno. Mario Sosa Sandoval entrega la responsabilidad de la iglesia al hermano Juan Francisco Escobedo Santos, recibiendo una iglesia con una membresía de más de 100 miembros, incluyendo las de las dos misiones que dependen de la iglesia, es decir, la misión de la Colonia Álvaro Obregón, del municipio de Ciudad del Maíz, S.L.P., y la misión del municipio de Villa Juárez, S.L.P., quien al trascurrir el tiempo hubo un gran número de familias y hermanos que desertaron, a pesar del esfuerzo del pastor en turno para que no se retiraran de la iglesia, sin tener mucho éxito, dado que suscitaron algunos conflictos y/o desacuerdos con algunas hermanas que no estaban de acuerdo con el trabajo pastoral que se llevaba, así como situaciones de adulterio, por lo que a principios del año 2018 la iglesia sufrió una gran disminución de hermanos que dejaron de congregarse, fue a mediados de ese año, que ante algunos problemas personales del pastor Juan Francisco tuvo reiteradas salidas para la ciudad de San Luis Potosí, dejando a cargo de las celebraciones dominicales a algunos de los pocos hermanos que persistían en el camino del Señor Jesucristo así como al congregarse.


Por lo que a principios del mes de agosto del 2018, el hermano Juan Francisco Escobedo Santos hace entrega de los pocos hermanos que quedaban, y que también disgustados permanecieron, al hermano José Neftalí Becerra López, quien llegando empezó a visitar a algunos de los hermanos que se habían retirado de la iglesia, logrando que algunos volvieran y otros no, ya que algunos de ellos o ya se encontraban en otra iglesia de diferente denominación o ya se habían retirado definitivamente de la sana doctrina.

En el año 2019 fue un año de gran gozo ya que se empezó a trabajar con los hermanos con los que se contaban, llevando el proceso de evangelización y realizando las fiestas del amigo, encuentros, y fiestas de cosecha, logrando algunos bautismos, en las misiones se les empezó a dar una mayor atención al ir cada semana a realizar actividades de culto cristiano para que los hermanos de dicha misiones tuvieran una vida espiritual más activa, por lo que los días sábados se estableció para realizarlo en la misión del municipio de Villa Juárez, S.L.P., y los días lunes en la misión de la Colonia Álvaro Obregón, Ciudad del Maíz, S.L.P.

Empezando el año 2020 se declaró un año de visión, en el que la iglesia tendría un gran avivamiento y un involucramiento en el evangelismo, pero a finales del mes de marzo del mismo año, se decretó por parte de las autoridades gubernamentales como de salud, el confinamiento masivo por causa de la pandemia que se vivía no solamente a nivel nacional sino internacional, que era causada por el virus SARS- CoV-2, mejor conocido como CORONAVIRUS, que ocasiona la enfermedad trasmisible COVID-19, llevándonos a cerrar nuestros espacios de reunión por más de 2 meses consecutivos, por lo que en ese tiempo el hermano José Neftalí Becerra y en esa necesidad de no dejar de seguir llevando un palabra de fe y esperanza para la congregación, juntamente con su esposa la hna. Adriana empezaron a realizar trasmisiones en vivo por medio de la aplicación de redes sociales llamada “Facebook”, para que por ese medio los y las hermanas que cuentan con esta aplicación en un medio electrónico, pudieran seguir alimentándose de la palabra de Dios y de esa manera permanecer en la misma fe.

Al trascurrir el tiempo, fue hasta mediados del mes de junio del 2018 se empezó a reactivar las actividades de varias índoles, entre ellas las religiosas, tomándose medidas sanitarias y teniendo un aforo del 50% por lo que nuevamente volvimos a abrir nuestro templo para llevar acabo nuestras actividades que antes de esta pandemia veníamos realizando, con las medidas sanitarias como, el evitar el saludar de beso (en su caso) o de mano, uso de gel antibacterial, uso de cubrebocas, sana distancia, lavado de manos frecuentemente, etc., siendo esto un acontecimiento trascendental ya que trajo una afectación en el aspecto espiritual de los hermanos, dado que ante esta situación que se vivía algunos hermanos no regresaron a congregarse, debido a que la pandemia aun no terminaba, llenados de miedo, temor y pánico a contagiarse por ser una enfermedad mortal, que en cuestiones de días la gente moría, continuando así nuestras actividades eclesiales.

Fue en el mes de septiembre del 2020 que unos pocos hermanos fueron contagiados de la enfermedad del COVID-19, en el que gracias al señor Jesucristo y la atención médica adecuada por parte de doctores, pudieron salir adelante y con vida, de esta enfermedad por lo que en el aspecto congregacional eran contados los hermanos que poniendo en obra su fe en Cristo Jesús por encima del miedo, terror o pánico, decidían reunirse en nuestras actividades de culto cristiano, continuando así los siguientes meses de este año, que sin duda fue un proceso duro y difícil, en todos los aspectos de la vida humana, ya que se vieron mermados por todo lo que ocasiono la pandemia que se sigue viviendo.

A finales del año 2020 los estragos que había dejado la pandemia ocasionada por el COVID-19, se dejaron a un lado las celebraciones decembrinas, no solo dentro del cuerpo de Cristo, si no en todos y cada uno de los hogares de la población, ya que el panorama presentado era el gran número de personas que habían muerto a consecuencia de la pandemia que se vivía, a pesar de que en estas fechas se hablaba de la vacuna que combatía dicha enfermedad, esperanzados de que fuera una luz al final del túnel, por lo que el cierre de este año, fue muy distinto a de muchos años atrás, podría decirse que fue un año catastrófico para la humanidad.

Comenzando el año 2021 y ante la probabilidad de que la pandemia terminara, en razón, de que las farmacéuticas mundiales a paso forzado crearon la vacuna contra el COVID-19, se esperaba que todo esto pasara, máxime que las vacunas se estaban aplicando a las personas más vulnerables, es decir, las personas de 60 años y más, y posteriormente se aplicaría al resto de la población y así pudiera terminarse esta pandemia que por largos meses la humanidad estábamos sufriendo, mas sin embargo, dentro de la congregación en algunos hermanos surgió la idea de que dicha vacuna para combatir el COVID-19 era un ensayo de lo que se vivirá en los tiempos apocalípticos, que la biblia describe, por tanto no hubo quien digiera que no se iba a vacunar, a pesar de todo tipo de comentarios tanto positivos y negativos que surgieron dentro de la iglesia, hubo una gran respuesta por parte de los creyentes a vacunarse.

Dentro de nuestras actividades que se habían retomado desde a mediados del año pasado, continuamos congregándonos semanalmente y entre semana se implementó el día miércoles, para hacer oración por una hora por inmensa necesidad que se estaba viviendo y las necesidades que surgían en cada uno de los hermanos que nos seguíamos congregándonos, gracias a nuestro Señor Jesucristo pudieron regresar algunos hermanos que después del confinamiento se habían separado, siguiendo de esta manera los meses siguientes, haciendo eventos como campañas evangelistas en Rio verde y las misiones del municipio de Villa Juárez, S.L.P., y la Colonia Álvaro Obregón, Ciudad del Maíz, S.L.P., en el que hubo poca respuesta por parte de gente de los alrededores y las personas que se invitaron, a pesar de esto en el mes de marzo de este año, el hermano Alejandro Donjuán fue ordenado al ministerio en la convención Distrital llevada en este tiempo, en la ciudad de Fresnillo, Zacatecas, en la cual por motivos de la pandemia asistieron solamente el cuerpo pastoral del Distrito de Zacatecas, contando así la iglesia con un ministro ordenado, quien al instante al haber necesidad de que se atendiera de una manera más personal la obra en la Colonia Álvaro Obregón. Ciudad del Maíz, S.L.P., por ya contar con templo que se construyó con apoyo de la hermana chayito Sosa y familia así como por parte de los hermanos de aquel lugar, por lo que en estas fechas se designó al hermano Alejandro Donjuán Gutiérrez junto a su familia, como encargado de la obra.

En los meses de agosto y septiembre del 2021 cuando pensábamos que la pandemia se estaba retirando, empezaron a informar las autoridades de salud, que el virus había mutado y tomado mayor fuerza, por lo que surgió lo que se le llamo la tercera ola, por parte de la variante Delta, lo que trajo consigo una alta de contagios, en el que se caracterizaba la trasmisión en personas jóvenes y por ser más agresivo morían debido a la saturación que había en el hospital regional de Rio verde, S.L.P., por lo que a nivel Estado se volvió al color rojo de acuerdo al semáforo epidemiológico que se maneja por parte del Gobierno Federal, volviendo a que se cerraran las actividades no esenciales, entre ellas las de carácter religioso, por lo que no perdiendo la fe cristiana el hermano José Neftalí Becerra invito a la congregación a seguir reuniéndonos, no obligando a la grey si no que los que prefirieran asistir lo hicieran con las medidas sanitarias que se seguían llevando, y los que no siguieran por la grabaciones que se realizan hasta la fecha por la página de Facebook que cuenta la iglesia, no obstante en estas fecha la iglesia se vio afectada nuevamente por el COVID-19 ya que algunos hermanos de la misión de la colonia Álvaro Obregón enfermaron viéndose gravemente pero que gracias al Señor Jesucristo y al apoyo que les fue brindado por el ministro el hermano Alejandro y su esposa la hermana Silvia González así como su hija la hermana Yazmin Donjuán, pudieron ser atendido medicamente y pudieron salir sanos de esa enfermedad, una vez después de ellos algunos hermanos en la congregación de Rio verde se contagiaron, que de igual manera por el apoyo de nuestra hermana Yazmin algunos fueron atendidos por ella, y también pudieron salir de esa tempestad en la que se vieron, por lo que la iglesia siguió adelante y gracias al poder de nuestro Señor Jesucristo pudimos terminar el año sin ninguna pérdida humana.

En el mes de diciembre del 2021 pudimos llevar acabo nuestro último culto de este año, siendo el día 26 de Diciembre, en el que el Señor Jesucristo nos permitió estar parte de los hermanos que conformamos la iglesia de Rio verde, sin duda este año todavía fue marcado por la pandemia pero hasta aquí podemos decir con seguridad y certeza EBEN-EZER (hasta aquí nos ayudó Jehová