Distrito Pacífico:Contexto histórico

INTRODUCCIÓN

Si la tarea medular es “cosechar almas”, lo más esperado es que este esfuerzo empiece en los lugares más densamente poblados, las grandes ciudades, las capitales. Contrario a esto, Dios nos sorprende nuevamente viniendo desde la provincia, del lugar mas insignificante; una y otra vez, desde aquella famosa y antigua pregunta del primer siglo: “¿Acaso puede salir algo bueno de Nazareth?” En 1964, cuando el Hno. Maclovio Gaxiola escribía la historia de nuestros primeros cincuenta años, en el comienzo del primer capítulo, escribe en prosa poética de Villa Aldama, …”En los últimos años del siglo 19 y en la apacible villa que a 28 kilómetros al este de la ciudad de Chihuahua, estado de Chihuahua, acababa de ser dedicada al ilustre Aldama, y que es ahora conocida como Villa Aldama, nació un niño de físico delgado, de ojos claros y de aspecto tierno, a quien sus padres dispusieron llamarlo Miguel García. Formaban ellos una familia regular y vivían plácidamente en medio del ambiente hogareño. Se dedicaban al cultivo de algunos frutales y legumbres y tenían su residencia a la vera del camino por donde los jinetes galopaban cuando regresaban de la vieja y soñadora capital chihuahuense”. Esto es lo cierto, que ese despertar pentecostal, esa nueva semilla en nuestro país no empezó en la pujante capital del estado grande, “la vieja y soñadora capital chihuahuense”, sino en el pequeño pueblo de Villa Aldama; y así sucesivamente: antes de llegar la predicación apostólica a Culiacán, ya había una pequeña congregación establecida en Villa Ángel Flores “La Palma”. Antes de Tepic, fue Estación Yago; antes que Durango fue Taiste y Quebrada onda o La Misión de Topia. Antes de predicarse en la ciudad de Guamuchil Sinaloa, se predicó en Baromena; y muchos otros ejemplos más.