2a Tepehuanes, Durango
Se inicia aproximadamente en el año 1995, como obra evangelística de la 1ª Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús de Tepehuanes, Dgo., a cuyo frente estaba el Rev. Eduardo Rivera Rivera, por más de ocho años se estuvo predicando el Evangelio, a través de varios hermanos que aportaron esfuerzo y dedicación para que la obra creciera.
Posteriormente, el Rev. Álvaro Corral Martínez, quien pastoreaba en la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús de El Tarahumar, fue designado como el primer pastor oficial de esta Misión, el 7 de Octubre de 2006, hasta el 13 de Agosto del año 2008, fecha en que recibe la Iglesia el Rev. Saúl Segovia, quien continuó el trabajo y permaneció hasta el 21 de Mayo de 2009 y entrega la Iglesia al Rev. Miguel Contreras García.
Se hace mención de que este pastor y su familia, apoyaron la obra durante tres años, trabajando como laicos en la congregación durante los años 1996-1998 y al conocer perfectamente las condiciones de la obra nació en ellos el deseo de fortalecer no solo el aspecto espiritual sino también el material, por lo que ya nombrados como familia pastoral, se dieron a la tarea de edificar un templo pues se contaba con una construcción de un cuarto de proporciones pequeñas, a saber de 4m de ancho por 10m de largo, paredes de madera y techo de lámina.
Gracias al Señor Jesucristo y al entusiasmo puesto por la familia pastoral y la congregación en general, actualmente se cuenta con un templo hecho de paredes de ladrillo y techo de estructura metálica y piso firme de 10m de ancho por 20m de largo. Sólo faltan enjarres y ventanas, esperando como siempre que el dueño de la obra, el Señor Jesucristo, nos ayude a terminarlo.
Hoy día, somos una congregación de cincuenta miembros, por lo que se agradece a Dios, por las fuerzas y el ánimo que nos da para continuar con la obra, rogando al Señor por mi amada y fiel esposa la Hna. Eva León Ortega; a mis amados hijos: Eva Lizeth, Miguel Adán, Yatziry Dámaris; a mis yernos y nuera: Oswaldo Oliveros, Leonardo Conde y Brenda Vargas, por quienes ruego siempre a Dios que los sostenga de su mano y los cuide hasta llegar con Él, por todo lo anterior, suelo decir lo que el siervo del Señor de Dios dijo: ¡Hasta aquí el Señor nos ha ayudado!
