Salamanca, Guanajuato

De WikiHistoria
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En el principio, por el esfuerzo y gran amor por la obra de Dios, un hermano de nombre Rosalío (de quien no se tiene más datos), junto con otro hermano de nombre Jesús, trajeron la Palabra de Dios, a casa de los hermanos Guillermo y Gloria Ortega.

No fue mucho el tiempo que permanecieron en este hogar, pero si fue grande la respuesta del Señor al multiplicar el grupo de nuevos creyentes, naciendo así la necesidad de buscar un lugar más espacioso que cubriera sus expectativas de crecimiento; es entonces cuando se trasladan al hogar del hermano Marcial López, en donde estuvieron un periodo más largo, y El Señor no se hizo esperar, al derramar las bendiciones que provocaron que el grupo creciera aún más, pero el enemigo nada contento, provoca que un grupo de vecinos inconformes, mostraran su desagrado llegando al grado de apedrear la casa del hermano así como los vehículos de los asistentes.


Por esos tiempos llega el Rev. Jorge Gustavo Miranda Fuerte, quien junto al hermano Marcial y el hermano Guillermo, toman la decisión de empezar a construir el templo (en donde ellos mismos ponen el ejemplo y toman la cuchara y la pala y le dan a la “albañileada”), de lo que más adelante se convertiría en el templo de la Iglesia Apostólica de Salamanca. La Iglesia se empieza a tomar forma, pero, aún no se desarrollan los ministerios.


Unos años después, le es requerida la Iglesia al hno. Jorge Miranda, cosa que afecta mucho a la congragación, al grado que deciden dejar la Iglesia (cabe señalar que no se fueron en pos del hno. Jorge), simplemente volvieron a sus hogares para continuar sus vidas, quedando tan solo un remanente de dos personas.


La Iglesia se entrega al Rev. Lauro Navarro, pero por falta de miembros, abandona la misma tan solo ocho días después de haberla recibido. Los miembros que permanecieron fieles son la hermana Aurelia Jiménez Rocha (quien aún vive y es la narradora de esta historia), la otra hermana es Jovita Galicia (q.p.d.).


Estas hermanas, reciben, ocho días después de haber sido abandonadas, al Rev. Tomás Pérez Martínez, quien como nuevo Pastor, trabaja junto a ellas y su familia, y salen a las calles a predicar el evangelio, obteniendo así la respuesta del Señor.

Tras la dedicación del hermano Tomás, la iglesia empieza a crecer nuevamente con miembros nuevos ya que del grupo anterior no se pudo rescatar a nadie, y el Señor derrama de su Espíritu y así mismo los dones y ministerios que le otorgan a la Iglesia una fortaleza mayor.

Después de un periodo de dos años, ya contaban con una respetable membrecía, que trabajaba para que la obra continuara multiplicándose.


El hermano Tomas, entrega a petición del Obispo Supervisor la iglesia al Rev. Iván Mancillas, como Pastor interino, permaneciendo como tal por un periodo muy corto.


Cuando el hermano Iván entrega la Iglesia, quien ahora la recibe es el Rev. Otoniel Castellanos Medina, quien dedico su esfuerzo para la obra de Dios, obteniendo el favor de Dios y resultados que permitieron que la Iglesia alcanzara un desarrollo mayor.

Tiempo después, le entrega la Iglesia al Rev. Daniel Hernández Sifuentes, quien toma una actitud diferente, ya que él al ver que después de mucho trabajar, la gente no acepta el evangelio (a pesar de todo el hno. no se desanimó, sino que siguió visitando y haciendo la labor pastoral con la congregación que ahora cuidaba), entonces decide continuar lo que tiempo atrás se había iniciado, la construcción del templo, en donde según el plano este llevaría un mesanine que es lo que ahora caracteriza las instalaciones del templo de Salamanca.


Después de mucho tiempo, el hermano Daniel entrega la Iglesia al Rev. Jorge Gustavo Miranda Fuerte, quien la recibe por segunda vez, teniendo ahora una congragación bien formada y comprometida con el Señor, el hermano Jorge es quien continua con los acabados del templo, cambiando la orientación del altar, cancelando algunas ventanas y puertas, dejando inconclusa lo que en un futuro será la casa pastoral y los acabados del mesanine.

Años después, el hermano Jorge deja la Iglesia por motivos familiares, provocando esto el desánimo de la membrecía, lo cual origino el abandono de un 50 % de la misma.


En el año 2011, el Rev. Germán Lona Siliceo, recibe una congregación que se tambalea, y con mucho esfuerzo trabaja para poder levantarla, contando con el apoyo de los líderes que permanecían.

El hermano Germán, contó con algo a su favor, y es que en el tiempo en que la Iglesia pasaba por la transición para ser una Iglesia celular, esta, desconocía en su totalidad el funcionamiento de la RCM, así que el hermano comienza a desarrollar la Escuela de Maduración y a transmitir todo lo referente a los Ciclos de Evangelización y Consolidación, motivando así a la iglesia, quien lo recibe con gran entusiasmo, y se sumerge en el discipulado, y así, empieza a involucrarse en la Red de Células de Multiplicación.

El hermano Germán se encarga de continuar la construcción de la casa pastoral, encontrándose en eso, mientras investiga también la historia de la Iglesia de Salamanca, Gto.


Hno. Germán Lona y esposa




Hno. Jorge Miranda y esposa


Hno. Tomás al frente de la congragación
Parte de la niñez.


Proceso de Construcción.


He aquí imágenes de cuando el templo estaba en proceso de construcción.