Red de Señores

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Conocer la historia de los señores cristianos nos da identidad y pertenencia; fortalece lazos entre los creyentes y futuros miembros en los diferentes ámbitos interculturales y sociales, mediante la unidad del Espíritu Santo para creer en un solo Dios como creador indivisible.

En esta forma fuimos llamados para ser de bendición en la familia, la iglesia y la sociedad. Así, como sacerdotes del hogar reconocemos que dependemos del padre celestial quien nos guía y nos dirige a través de la oración y ayuno. En la iglesia siempre estaremos prestos a servir como ejemplo de los demás siguiendo las pisadas de nuestro Señor Jesucristo. Por otra parte, en la sociedad se requiere de hombres de valor esforzados y valientes, íntegros de corazón que hablen verdad así les cueste lo que sea, para contrarrestar con amor las asechanzas del enemigo de nuestras almas y para que el Señor Jesús lo reprenda.

El presente documento fue preparado con la ayuda de personal experimentado en la práctica diaria, unos como colaboradores inmediatos, otros como integrantes de las coordinaciones distritales, representantes a nivel presbiterial y algunos más como dirigentes de los grupos de señores apostólicos de iglesia locales.

Después de realizar una investigación retrospectiva, descriptiva y analítica, incluyendo la visión prospectiva, se obtuvieron datos interesantes para usted. Con esta información muchos podrán incrementar el conocimiento, relacionado con los señores cristianos, desde sus orígenes y la estructuración vinculada hasta llegar a ser la actual Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús (IAFCJ).

En esta forma la Iglesia y la obra misionera se fortalecieron. De tal manera que hasta hoy se afirma lo siguiente:

En el transcurso de la historia el hombre ha jugado un papel fundamental en las congregaciones llegando a ser éste reconocido por todos como ”pilar” o “columna” de la Iglesia.

Sin embargo, es digno reconocer que a la fecha grandes hombres de Dios se nos han adelantado en irse con el Señor. Por lo que hoy honramos sus memorias y bendecimos sus familias. Asimismo, tenemos la plena confianza que descansan a la diestra del Padre Celestial y al sonido de la trompeta los muertos en Cristo resucitarán primero.

No obstante, todos ellos nos han dejado un legado valioso para el crecimiento de la obra que no podemos dejar de compartirlo y darle continuidad en este tiempo. A la vez, confirmamos que la guía del Señor Jesucristo en los señores cristianos apostólicos ha demostrado ser una estructura viable para el alcance de nuevos creyentes para Cristo, así como de unidad para las congregaciones al igual como de gran apoyo al cuerpo episcopal, pastoral, ministerial e iglesia en general.

Antecedentes

La Iglesia Apostólica realmente comenzó el Día de Pentecostés, es decir 50 días después de la Pascua durante la cual Jesús fue crucificado. Fue entonces cuando estando reunidos miles de personas se derramó en ellos el Espíritu Santo hablando en otras lenguas. Luego Pedro predicó un gran sermón, y en respuesta unos 3.000 hombres, mujeres y niños procedentes de diferentes rincones del mundo de ese entonces hablaron en otras lenguas y fueron bautizados en el nombre de Jesucristo. Fue así como a este grupo de creyentes se le llamó por primera vez “iglesia”, y enseguida Hechos 2:47, afirma que “…el Señor (Jesús) añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”.

Consecuentemente, la historia posterior da testimonio de cómo luego surgen congregaciones de fieles seguidores de Jesús que inspirados y dotados por el Espíritu Santo comenzaron a organizarse y a reproducirse para la difusión del cristianismo en todas partes a donde iban. De modo que con el correr del tiempo llegaron a plantarse iglesias de ese mismo testimonio pentecostal apostólico también en América y particularmente en México.

Desde su fundación la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús (IAFCJ) ha seguido y practicado este mismo modelo bíblico para su reproducción. El creyente apostólico recibe el Espíritu Santo hablando en otras lenguas e inmediatamente se espera exteriorice el fruto o don correspondiente al testificar de Cristo a otros. Además, para el fomento y cultivo de esta experiencia pentecostal y su práctica evangelizadora se ha introducido en su estructura congregacional, distrital y general lo que primeramente le llamaron, como veremos a continuación en esta historia, sociedades, luego fraternidades y últimamente, células y redes de multiplicación. De esa manera cada quien demuestra el don y/o llamado al ministerio que ha recibido de parte del Señor Jesús. También, aquí en este espacio podremos enterarnos de los resultados obtenidos para la honra y gloria de Dios hasta el día de hoy.

Hombres con identidad apostólica, organización y formación (1914-1932).

Los señores cristianos con identidad apostólica (1914)

La Real Academia Española define este concepto de identidad como “conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás”.

Es innegable hasta hoy el deseo y buena voluntad que han tenido los cristianos auténticos de regresar a la fe cristiana verdadera, a “la fe que fue una vez dada a los santos” (Judas 3). Ésta ha sido, seguido y sigue siendo hasta hoy el anhelo de estar genuinamente dispuesto a vivir el cristianismo de Cristo. Por ello tanto en lo individual como colectivamente se debe conocer la historia bíblica del cristianismo antiguo y actual para seguir intentando conservar esa identidad de la era apostólica que hubo en el principio.

Así que una finalidad de este breviario es dar a conocer de dónde venimos como grupo de señores cristianos de la IAFCJ para valorar lo que somos y reforzar a nivel colectivo lo que es clave y fundamental para conservar la particular identificación apostólica (valores, tradiciones, símbolos, creencias y modos de comportamiento de nuestro grupo). Pues toda iglesia necesita en la actualidad, insistimos, estar segura de su semejanza y del sitio que ocupa en el tiempo y el espacio de la iglesia cristiana en general.

Consecuentemente, en la narración de esta etapa histórica haremos referencia no sólo a algunos de los factores divinos, sino también sociales y económicos que contribuyeron en México al establecimiento de la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús (IAFCJ) al principio y a través del tiempo respecto a la organización de los señores de la misma.

Nuestra historia, empezamos pues, tuvo su inicio a raíz de la situación prevaleciente en la época de la revolución mexicana de 1910. Los historiadores relatan que este movimiento socio-político provocó que en esa época familias enteras emigraran a Estados Unidos buscando su seguridad y mejoría económica.

Este fue el caso de la familia Valenzuela, compuesta por el matrimonio formado por Romanita y su esposo Gerardo, quienes llegaron en 1908 a California, a una colonia de latinos en Otay, ubicada cerca de la frontera con México. Allí el matrimonio mencionado fue bautizado en el nombre de Jesucristo, por un hombre que había llegado de Indianápolis, de nombre Luis López, quien había vivido y participado en Topeka, Kansas del movimiento pentecostés en el cual se les había revelado el bautismo en el Espíritu Santo con la señal del hablar en lenguas. En seguida, cuentan que los esposos Valenzuela emigraron del lugar mencionado a la cercana ciudad de los Ángeles, donde vivieron una experiencia que marcaría su vida, en la familia y naturalmente en nuestra amada iglesia misma que posteriormente cobraría mayor ímpetu. Pues se sabe que en ese lugar este matrimonio vivió en forma presencial el maravilloso mover del Espíritu Santo en la calle Azuza a tal grado que al poco tiempo la Sra. Romanita recibe esta misma manifestación, al igual que su esposo, siendo bautizados en el nombre de Jesucristo en 1912. Consecuentemente, podemos adelantar que con este bautismo particular del Sr. Valenzuela, de esa manera providencial estaba tomando forma para el futuro el inicio del proyecto de la estructura de los “Señores Cristianos” de nuestro movimiento de la IAFCJ.

Cuentan además que dicha explosión espiritual repercutió en muchas de las iglesias trinitarias, metodistas y de otros movimientos cristianos en otras ciudades aledañas. Al convertirse masivamente muchos inmigrantes, éstos eran bautizados no solamente en agua sino también en el Espíritu Santo, los cuales en su momento se convertirían espontáneamente en misioneros cristianos en sus países de origen.

Posteriormente, con la crisis que entonces se estaba viviendo en México por la revolución y la llegada de una depresión económica en Estados Unidos, la hermana Romanita inspirada por la manifestación del Espíritu Santo recibida recientemente, sintió de acuerdo al programa de Dios, la necesidad de retornar a México para ir a compartirles el plan de salvación a su familia y demás familiares.

Aquí cabe aclarar que cuando hablamos de esto, regularmente omitimos hacer referencia a que también seguramente el hermano Gerardo Valenzuela, esposo de nuestra amada hermana Romanita también tomó parte en apoyar ese buen propósito antes mencionado. Pues es de reconocer que sin el respaldo o acompañamiento de él hubiera sido casi imposible trasladarse ella sola a su tierra natal, debido al alto grado de violencia y escasos medios de comunicación vía terrestre que se vivía entonces a consecuencia de la revolución. Así que él también como buen apostólico indudablemente tuvo qué ver en esta importante decisión de ir a compartir a los suyos el mensaje pentecostal unicitario a los suyos.

Así pues fue en 1914, ya bautizados en el Espíritu Santo y en agua en el nombre de Jesucristo, cuando ambos se trasladan a Villa Aldama, Chihuahua, un pequeño pueblo a 22 km., al noroeste de la capital del estado para llevarles las buenas nuevas de salvación a su familia y amigos.

Inicio del movimiento unipentecostal por los señores cristianos (1914-1932).

Según la Biblia y también algunos expertos en el crecimiento de la iglesia, recalcan que el individuo tiene responsabilidades específicas hacia su parentela (Gén. 4.9). Los doce discípulos eran parte de unidades familiares y fueron introducidos al grupo cristiano por invitación e integración de los parientes (Jn. 1.40-41). Por lo tanto, comprobamos que la estructura familiar es un medio por el cual el Espíritu Santo trae personas al conocimiento de Dios (Hch. 11.11-18). Así que el 1 de noviembre de 1914, ya estando los Valenzuela con los suyos y demás amistades en Villa Aldama, Chihuahua, México, da inicio a propósito una reunión de avivamiento habiendo sido bautizados primero en el Espíritu Santo y luego en agua en el nombre de Jesucristo, por el ministro invitado de nombre Luis Ortega, los 12 miembros presentes de la familia de Romanita.

Por lo tanto, el “primer señor” bautizado en el nombre de Jesucristo en tierras mexicanas, en la ocasión antes mencionada, fue Miguel García Carvajal, habiendo hablado en nuevas lenguas y sido apartado para el diaconado por orden directa del Espíritu Santo, ya que en este tiempo las iglesias eran de corte pentecostal-congregacional.

En seguida, Romanita y probablemente también su esposo, continuaron en esta ocasión la visitación a sus demás familiares por la región de La Laguna, que es una zona desértica entre los estados de Durango y Coahuila. Se sabe también que fue Juan Arellano, quien amablemente llegó a hospedarlo(s) y en su momento este mismo anfitrión fue bautizado por Miguel García Carbajal, junto con otras varias familias en Torreón.

Más tarde, en 1918, siguiendo Miguel García la voz de Dios que le dijo: “Ve, y predícales la doctrina”, se convierte de hecho en un evangelista de la palabra, ganando para Cristo a la familia Guevara en Durango. También en este año le tocó al hermano García bautizar y luego iniciar en el ministerio a Felipe Rivas Hernández quien posteriormente se convirtió en un líder destacado de la IAFCJ. De modo que el día 2 de agosto del año antes citado fue cuando hubo los primeros 28 bautismos en agua, quedando así fundada la iglesia en Torreón, Coahuila.

En cuanto a Miguel García en su momento emigró por razones desconocidas a los Estados Unidos en 1922, quedando al frente del movimiento apostólico ya iniciado en la región de La Laguna, Coahuila Juan Rodríguez, quien también después fue sustituido por su hermano Aurelio y relevado después por Felipe Rivas. Así pues, con estos señores cristianos voluntarios fue tomando forma dicho movimiento tanto en Coahuila, como en Durango y luego en San Luis Potosí.

En esa misma época, cuenta el historiador Maclovio Gaxiola se presentaron simultáneamente algunas solicitudes de unificación de grupos en Monterrey, N. L., Nuevo Laredo, Tamaulipas, mismos que fueron aceptados e integrados. Por lo consiguiente, también en Tampico se había formado otro grupo de creyentes bajo la dirección espontánea de un misionero extranjero misma que en su momento decidió entregar su dirección a los apostólicos.

Por otra parte, el mismo historiador Gaxiola narra que entre los años 1921 a 1925, aparecieron más grupos en distintas partes del país, pues hermanos radicados en los Estados Unidos, con la experiencia de la conversión, empezaron a visitar a sus familiares establecidos en distintos lugares para dar testimonio y así se formaron congregaciones como la de Mexicali, Baja California, y más tarde en Colonia Zaragoza, en donde se organizó una iglesia que todavía existe. Asimismo, en dicho lugar bajo la dirección de hermanos de California, construyeron un templo y algunos ministros de allá vinieron a residir y a trabajar en el Valle de Mexicali.

Cabe aclarar que los grupos que fueron surgiendo espontáneamente en diversos lugares tuvieron como se indica sus propios líderes y no se pensaba al parecer por aquel entonces en la unificación, pues cada uno realizaba una labor espontánea sin más dirección que la de Dios y su Santa Palabra.

Por su parte otro señor apostólico, Tiburcio Santos, el 20 de agosto de 1925, bautiza las primeras cinco personas en Baromena, Sinaloa; entre ellos los hermanos Juan y Francisco Aguilar, los cuales se organizaron en equipo para evangelizar en diferentes ranchos y pueblos, apoyando al pastor y logrando bautizar a los primeros 12 hermanos en Guyarina. Por lo consiguiente, el mismo pastor Santos, empezó a preparar como ayudas para la evangelización a Ramon Sainz, Palemón Bojórquez y Juan Pérez. Así con estos datos podemos afirmar que la sociedad que más delante oficialmente se consolidaría como de señores cristianos daba inicio además de Baja California también en Sinaloa, siendo de gran apoyo por supuesto al pastor local.

Por otra parte, el hermano Ignacio (Nachito) Mariscal, bautizado también en 1925, fue fundador de una cadena de iglesias en la sierra madre occidental, bautizando a Tarahumaras, desde Culiacán, Sinaloa hasta Guadalupe y Calvo, Chihuahua, para luego partir a la presencia de su Señor en Mazatlán en 1992.

[[Archivo:Virgilio Sánchez Aguilar, esposa y su hijo Samuel Sánchez Armenta|miniaturadeimagen|Virgilio Sánchez Aguilar, esposa y su hijo Samuel Sánchez Armenta]]

Transcurrido el tiempo llega Virgilio Sánchez Aguilar, quien ya era pastor en Verdura, Sinaloa de Leyva y venía en calidad de visita a evangelizar la comunidad de El Platanito. Posteriormente el mismo Hno. Sánchez llegó a ser obispo del Distrito del Pacífico cuando estaba organizado por regiones y después su segundo hijo, Samuel Sánchez Armenta (niño en brazos), llegaría a convertirse en obispo del Distrito Culiacán, Secretario de Evangelismo a nivel general y a la fecha Obispo Presidente en funciones.

Un año después, en 1926, Reyes Ruelas Cuázar, otro apostólico convertido en Indio California volvió a su tierra natal Choix, Sinaloa y visitando la comunidad de Aguacaliente Grande, comenzó a predicar y bautizar personas.

De igual manera, Francisco Ávalos Virgen, nacido en Soyatlán, Jalisco, bautizado en Jimtown, California llega en 1928 al estado de Nayarit lugar donde vivían sus hermanos. Después bautiza en el río que está a orillas de Yago, al Hno. Guadalupe Rodríguez, a Sebastián y Juan Pérez, de tal modo que al poco tiempo ya tenía una iglesia de quince miembros.

[[Archivo:Visita a la iglesia de Estación Yago, Nayarit.|miniaturadeimagen|Visita a la iglesia de Estación Yago, Nayarit.]]

También relatan que para el año 1929 ya había comenzado a predicarse el evangelio en Chinobampo, El Fuerte, Sinaloa. Allí donde años más tarde regresaría como pastor el hermano Ambrosio Montijo y bautizaría a la familia Solano Urías, entre ellos al hermano Jesús H. Solano Urías (tío de quien escribe). Éste pasado el tiempo llegaría a ser ministro, pastor y presbítero, en un buen número de iglesias del Distrito Mochis, en el norte del estado.

Además, en la misma época llegado de Tulare, California, el Hno. Guadalupe García Enciso, quien fuera bautizado por el hermano Epifanio Cota, regresa a su natal Durango, fundando la iglesia de San Juan de Guadalupe donde trabajó arduamente en dicho estado.

También la llegada a la ciudad de Chihuahua de Felipe S. Coronado y Miguel Álvarez Castillo convertidos en Nuevo México, determinó comenzar a trabajar en otra región del estado de Chihuahua.

Asimismo, Cayetano Torres y Agustín Cerros bautizados en Westmorland, trabajaron en las iglesias de Torreón, Coahuila y sus alrededores.

Igualmente, Lorenzo y Moisés Varela que eran congregacionales salieron de Jalisco y regresaron apostólicos de Idaho junto con Merced Huerta para formar la Primera Iglesia de Guadalajara.

[[Archivo:Visita Aguacaliente Grande|miniaturadeimagen|Visita del Obispo Presidente Rev. Samuel Sánchez Armenta a la Iglesia de Aguacaliente Grande, Choix, Sinaloa, Distrito Mochis y grupo de señores de la misma congregación.]]

Para 1932 ya Macario Martínez también bautizado en los Estados Unidos había arribado a predicar en la región de la costa del Pacífico. En Benicia, predicó primero el evangelio siendo en Aguacaliente Grande, donde el evangelio alcanzó la mayor membresía estableciéndose pronto como iglesia. Luego hizo lo mismo en Baromena, Flor de Canela, La Pichihuila, Verdura, Guasave y Guamúchil, etc. En esa área se formaron como ocho iglesias desde Verdura hasta Choix, incluso en donde vivía la numerosa familia Gaxiola de la cual surgieron después destacados líderes de la IAFCJ como fueron Maclovio y Manuel Gaxiola.

Resumiendo, confirmamos de esta manera cómo en este periodo narrado, los señores cristianos apostólicos cumplieron con su responsabilidad específica de ganar para Cristo a su parentela contribuyendo, asimismo y hasta cierto grado, a su madurez cristiana. Así en este tiempo cobró vida el pueblo apostólico con la siembra de todas estas congregaciones en las regiones y lugares de México antes mencionadas. De tal manera que en este periodo de 1914-1932 (18 años), ya se contaba para la gloria de Dios con 26 (veintiséis) iglesias en 12 (doce) estados de la República Mexicana.

Organizacion e institucionalizacion de los señores cristianos en la iafcj (1932-2020)

Inicio (1932-1944)

En relación a este apartado es necesario tomar en cuenta que la comisión que el Señor Jesús dio a la iglesia de llevar el evangelio a todo el mundo (Mt. 28.19, 20; Mr. 16.15), incluyó no sólo la predicación del mensaje sino también velar por el bienestar de quienes lo aceptaban. Esto implicaba dar atención a los que pastoreaban, proveer de un lugar de acomodo para el rebaño y también para resolver los problemas de relaciones humanas. Una situación tal fue demandando el tener que organizarse. De manera que cuando el grupo de ciertas ciudades llegó a ser tan numeroso, la administración de los asuntos prácticos se convirtió en un dilema y por ello decidieron elegir diáconos para que se encargaran de los asuntos administrativos de la iglesia (Hch. 6.2-4). Consecuentemente, a medida que surgieron otras congregaciones, se requirió tomar nuevas medidas en materia de organización y atención de las mismas. A la vez conforme fueron proliferando más grupos en las distintas provincias del Imperio Romano eso demandó instrumentar otras estructuras para la mejor atención de las iglesias por regiones (Hch. 14.23; Gal. 1.2), a lo que los sociólogos consideran un proceso natural de institucionalización.

Como veremos en seguida, lo mismo antes descrito ocurrió con la IAFCJ en México particularmente respecto a la formación, organización e institucionalización de los grupos de señores cristianos. Es innegable que esto fue una consecuencia inevitable del desarrollo que se venía dando en la iglesia desde el principio, pero especialmente al presentarse un auge notorio de crecimiento a partir de 1932. También esto se debió a que a partir de ese año, según el historiador Manuel J. Gaxiola, la tendencia de los mexicanos de emigrar a los E.U., se invirtió para permanecer de preferencia en México. De modo que fue en este año de 1932 cuando la iglesia se constituyó en movimiento o denominación religiosa apostólica y como veremos en seguida comenzó su proceso de institucionalización incluyendo el de los señores cristianos en los diferentes niveles y regiones en los que ya había grupos.

Para el efecto, se celebró la primera Convención General en Torreón, Coahuila, del 23 al 28 de agosto del año antes mencionado, lo cual confirmó el carácter de la IAFCJ como movimiento evangélico y señaló el patrón a seguir en el futuro. De manera que según los archivos consultados, para la convención general del año de 1940 se informó que había 2113 apostólicos en comunión, de los cuales 950 eran señores.

También se sabe que para los años de 1941 a 1942 el Hno. Maclovio Gaxiola López en su facultad de pastor de la 1a Iglesia de Guadalajara y caracterizado por un punto de vista innovador, estableció la llamada sociedad de varones, entre otros ministerios, como la escuela bíblica dominical, etc.

Por otra parte, el conocido entonces y muy querido hermano Miguel Zepeda, ministro de esa época de dicha región, nos describe su vivencia y señala algunas de las actividades de lo que era entonces la sociedad de varones. Así mismo nos dice, que en los años 50´s prácticamente los varones que integraban las iglesias y por ende las sociedades eran de clase obrera, había vendedores, albañiles, obreros, campesinos etcétera. Sin embargo, esto no demeritaba de manera alguna el mover del Espíritu Santo en ellos y de las actividades que realizaban.

[[Archivo:1ª Convención en Guamúchil, Sinaloa.|miniaturadeimagen|1ª Convención en Guamúchil, Sinaloa.]]

Gaxiola López avala lo anterior afirmando que San Pablo decía que todos somos un cuerpo en Cristo y en ello entramos hombres, mujeres y niños y podríamos decir que fieles unos y mediocres otros, vamos demostrando la vida en Cristo y formando la iglesia. Algunos de los que iniciaron con gran entusiasmo llegan a perderlo y entran en un estado de indiferencia y muchas veces actúan peor que los que nunca ocuparon cargos ministeriales. Sin embargo, otros que al principio no aceptaron puestos en el ministerio, como laicos llegaron a realizar grandes cosas que beneficiando ampliamente a la iglesia han dado realce a la causa y han salido de la mediocridad para exaltar el nombre de Cristo en forma gloriosa.

Formalización como Sociedad (1944-1985)

Según los sociólogos, los factores principales que inducen la creación y funcionamiento de un grupo son: por una necesidad detectada por los integrantes del mismo y por el interés expreso de la institución de la cual forman parte. Posteriormente después de organizarse, necesitan establecer reglas (estatutos) y finalmente supervisar su buena operación para el logro de sus objetivos. En el caso de los señores de la IAFCJ sus inquietudes ya se habían sentido en la etapa histórica inicial ya narrada aquí en el capítulo anterior. Ahora se requería proceder a organizarse formalmente de acuerdo a unos reglamentos acordes en los que se especificara la supervisión respectiva que permitiera alcanzar sus metas propuestas, esto se procuró en seguida según se describirá a continuación.

Reglamentación como sociedad

Por lo tanto, en la Convención General en Torreón, Coahuila, del 24 de octubre de 1944; da inicio la elaboración de la primera Constitución y estatutos de la iglesia. Al siguiente año se realiza la convención en Angostura, Sinaloa el 24 de marzo de 1945, en la cual se acordó imprimir esa constitución y los estatutos de las sociedades con el objetivo de ser ayuda para el pastor.

El nombre o título oficial que se les asignó a los líderes, a partir de esa fecha, fue en lo nacional: Confederación, en lo distrital: Federación y en lo local: Sociedad, seguido en los tres casos de: “Varones Cristianos Columna de la Iglesia Apostólica”. Realmente el prefijo de superintendente para los directivos se utilizó muy poco, habiéndose usando más permanentemente el nombre de presidente y/o director.

En seguida como muestra histórica de la formalidad con que se condujeron estos primeros grupos, les transcribimos un acta constitutiva de la primera Sociedad de Señores Cristianos, organizada en la ciudad de Mexicali, Baja California con fecha del 12 de octubre de 1945, que a la letra dice:

"Reuniéndose en el templo el pastor Telésforo Lozano M., y miembros de la iglesia quienes fueron convocados por dicho pastor con el propósito de organizar una sociedad de varones para trabajar en pro de la evangelización en la obra de Dios. Para esto se comenzó a elegir miembros para formar la mesa directiva y fueron integrados los siguientes: Presidente, Remedios Cárdenas; Secretario, Eduviges Cazares; Tesorero, Manuel Fernández; Subsecretario, Manuel Álvarez, quedando de conformidad todos en trabajar para bien de la obra. Quedando así instalados la mesa procedió a presentar las actas que firmó cada miembro de la obra de Dios dentro del orden de la palabra de Dios. En seguida se acordó un fondo por la misma sociedad para lo necesario del servicio interior por lo que se colectó por primera vez la cantidad de $32 pesos, para principiar. Esta acta fue levantada siendo secretario de la iglesia el hermano José Pasos Villavicencio".

Para el año de 1954 a Secretaría General de la IAFCJ reportó que el resultado del crecimiento numérico alcanzado en la iglesia, era de 8,313 miembros bautizados de los cuales 3740 aproximadamente eran señores.

[[Archivo:Minuta de los Acuerdos|miniaturadeimagen|Minuta de los Acuerdos de la Vigésima Primera Convención General. ]]

Otra evidencia más de seriedad y responsabilidad que se siguió inculcando en los asociados, en el año de 1957 según la página 28 de la Constitución editada por Maclovio Gaxiola, fue en cuanto a los deberes de los presidentes o superintendentes de los señores, señoras y jóvenes que a la letra dice: 1. Cumplir con las obligaciones de las Confederaciones Nacionales, 2. Asistir a la Convención General y reunirse con las mesas directivas para presentar informes de las actividades de sus propios departamentos. 3. Asistir a las conferencias nacionales, etc.

[[Archivo:Primera piedra Cuarta Culiacán -1971-|miniaturadeimagen|Primera piedra construcción del templo Cuarta Iglesia de Culiacán.(1971).]]

Actualización de los reglamentos

En la XXVIII Convención General de la IAFCJ, los primeros reglamentos fueron revisados y comenzaron a surtir sus efectos a partir del día primero de enero de 1973. La comisión de propuestas de reformas a la Constitución, fue encabezada por el Rev. Ysidro Pérez Ramírez, quien tomaría la presidencia de la Iglesia en el siguiente año en el periodo 1974- 1978. Los demás colaboradores fueron Joel H. Rivas, Abel Zamora Velázquez. Por otra parte, la comisión revisora del proyecto en particular de los estatutos de la sociedad fueron Manuel J. Gaxiola, Yolanda G. de Pérez, José Lino López Camacho, Alfredo González Morales.

El tema, lema e himno oficial adoptados

En los estatutos de la sociedad de señores se asentó el texto bíblico base, el cual está en 1a Corintios 16:13-14: “Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos. Todas vuestras cosas sean hechas con amor.”

El lema oficial fijado fue: “Por la familia, la Iglesia y la obra Misionera”

Además el himno también oficial del grupo fue el que sigue cuya letra se transcribe a continuación:

"Siervos de Jesús"
1
Siervos de Jesús, hombres de verdad;
Guardas del deber somos sÍ;
Libres de maldad, ricos en bondad,
Y seremos fieles en la lid.

Coro:
Firmes, fuertes, alcen la bandera;
Grande, noble emblema del amor.
Pronto, pronto, vamos por doquiera;
Marchen todos vamos a vencer.

2
¡Cuán hermosos son!
Los que sin temor listos al llamar del clarín,
Luchan sin cesar, sufren sin dudar,
Guardas del deber siempre hasta el fin.

3
Nuestro Capitán es ya vencedor,
El nos redimió por su cruz;
Guardas del deber él nos da poder,
Y nos guardará en su santa luz.

4
Invencibles son los que con afán
Cada día van al deber;
Gloria y luz tendrán y recibirán
Grande galardón entre la grey.

En esa forma, como veremos a continuación, la estructura que se había identificado por 40 años (1945-1985) como Confederación, Federaciones y Sociedades de Señores Cristianos, da lugar a una actualización no sólo de nombre, sino también de adaptación de objetivos para bien de la obra del Señor Jesucristo.

De Sociedad a Fraternidad (1985-2010)

Cambio de nombre de la organización

En la XXXIII Convención General efectuada del 21 al 25 de octubre de 1982, en San Luis Potosí, S.L.P., siendo Obispo Presidente de la IAFCJ el Rev. Manuel Rodríguez Castorena, quedó al frente de la Confederación de Señores Cristianos para el periodo 1982-1985, como director general el Hno. Luis Alfonso Fernández del Distrito Central y el Hno. Jonatán López Leal como vicepresidente.

Sin embargo fue al final del periodo administrativo, en 1985, cuando en la ciudad de Querétaro hubo un congreso y a su vez reunión de la Confederación Nacional, en cuya acta correspondiente se hace constar de que a partir de esa fecha en que esta organización había cumplido 40 años (1945-1985) se implementarían ciertos cambios. Se empezaría por adaptar los reglamentos vigentes en cuanto a la finalidad, objetivos, así como algunos procedimientos necesarios de acuerdo al nuevo nombre y énfasis con que se le conocería. De modo que en lugar de sociedad ahora se le llamaría Fraternidad de Señores Cristianos de la IAFCJ. En cuanto a lo relacionado a la estructura geográfica se seguiría distinguiendo los tres niveles: A lo nacional como general, lo regional o estatal como distrital y lo de la localidad simplemente así: Local. A los representantes respectivos se les reconocería a todos como Directores según el nivel o área en que se desempeñara. Por ejemplo: “Director General de la Fraternidad de los Señores Cristianos”, “Director Distrital…” y “Director local…” Respecto al texto y lema sería el mismo que se había estado utilizando hasta esa época.

Por su parte más tarde en 1992 el Obispo Presidente Domingo Torres, justificó este cambio de nombre en una publicación de los estatutos puntualizando lo siguiente:

“Conscientes de que la Iglesia es un organismo vivo, libre de patrones o formas rígidas que pueden impedir su crecimiento y relevancia cultural, la IAFCJ ha integrado en su seno a los señores, señoras y jóvenes como una familia. Pero para el normal funcionamiento de los miembros de este cuerpo hemos creado algunas estructuras institucionales que sean congruentes con ese mismo carácter orgánico-carismático y que a la vez unan a la Iglesia para el cumplimiento de su misión. A esto obedece que se les ha organizado como una fraternidad y formulado estos reglamentos”.

“Consecuentemente, estos mismos reglamentos se han elaborado para contar con una guía que permita a los miembros funcionar como lo que son, una fraternidad, procurando la interrelación de unos y otros, reteniendo cierto grado de espontaneidad en la participación y sobre todo, reforzando el concepto de comunidad. Por otra parte, para evitar la polarización de actividades meramente de tipo social y económico, en los mismos se proporciona un sin número de ideas que al ponerse en práctica de acuerdo a las habilidades de cada miembro de la fraternidad, contribuirán a que llegue a ser lo deseado por Dios para sus criaturas, y así estar en condiciones de hacer lo que se requiere, como es cumplir la Misión Apostólica 2000”.

“Si como resultado de la correcta observancia de estos reglamentos, se produce entre los señores y jóvenes apostólicos un compromiso mayor para cumplir en esta década con los planes de Dios, daremos la honra y la gloria al Señor Jesús”.

Posteriormente en la ciudad de Guadalajara, los días 3 y 4 de agosto del 2001, se informó que para esa fecha la Fraternidad General de Señores Cristianos contaba ya con 31,509 miembros, habiéndose registrado un aumento 3,820 nuevos elementos en relación con los 27,680 del año anterior. Por lo que con ello se pudo notar una notoria superación de esta fraternidad gracias al Señor de la mies.

Programas y actividades

A nivel general

Para acudir a las convenciones se nombraban delegados por los distritos quienes eran citados a reuniones simultáneas y se trataban asuntos inherentes a los señores relacionados con el desarrollo de los programas a nivel local en las iglesias.

Se analizaban las ofrendas EVAMI (Evangelización y Misiones), otorgando incentivos a quien sobresalía con diplomas.

Se le daba un informe al presidente del programa de cada distrito.

Los distritos apoyaban al nivel general con recursos para las actividades programadas.

Se realizaban campamentos de matrimonios, seminarios matrimoniales y para el liderazgo.

Los hospedajes eran en las casas de los hermanos cuando se visitaban a los Distritos.

Predicaban la palabra y ministraban.

CLAMOR por zonas distritales, fue un proyecto de alcance y avivamiento pentecostés de los señores cristianos que se desarrolló en diferentes sedes de la república.

A nivel Distrital

Se realizaban las actividades de las fraternidades con eventos masivos en un lugar específico, donde se tomaba un tema, y un lema.

Se daban conferencias y lectura de las Sagradas Escrituras.

Se realizaban concursos bíblicos con incentivos a quien resultaba ganador entre iglesias.

El hospedaje y la comida en las viviendas de los hermanos era muy común.

Los hermanos se organizaban para salir a abrir nuevos campos para evangelizar.

El llevar visitas a la iglesia era una prioridad.

Se efectuaban vigilias de oración, festividades distritales, actividades de convivencia en las que se predicaba la palabra y ministraba.

A nivel iglesia (local)

En las iglesias, los trabajos realizados por cada administración tenían la finalidad de servir a Cristo y mantener activos a los señores en los programas, siendo una de las principales la asistencia a la Escuela Bíblica Dominical fundada desde el año 1948 en los tiempos del ITAI (Instituto Teológico Apostólico Internacional). También, en esa “escuela” se tenía una participación grupal por los señores, con lectura de la Biblia y expositores. Dentro de su estructura contaban con un director o también llamados superintendentes, un secretario tesorero quienes dirigían las reuniones para tratar asuntos relacionados con la obra. En cada reunión se pasaba lista de asistentes, se contestaba presente o se decía un texto, se depositaba una ofrenda para “el alfolí”. Así mismo se decía cuántos capítulos había leído cada quien en la semana; se anotaba a las visitas y quién la llevaba; se preparaba o ensayaba una alabanza para cantar y un texto para presentar en el culto. Al término de la reunión se daba un informe del total de visitas, asistentes, capítulos leídos, ofrenda reunida. Además, en su mayoría después del culto había ciertas reuniones “de negocios”.

Los cultos se desarrollaban bajo la conducción del Espíritu Santo, con derramamiento y evidencia de hablar en otras lenguas; los señores tenían organizadas cadenas de oración en el altar. De igual manera se participaba fervientemente en oraciones de intercesión por sanidad de enfermos y el mover de Dios era muy evidente.

Especialmente en los cultos de los domingos y días especiales se usaba uniforme que consistía en pantalón azul y camisa blanca manga larga; no se autorizaba participar con camisa manga corta o camiseta. La disciplina era muy respetada por los creyentes incluso por los no creyentes (visitas). En el programa del pastor regularmente se tenía un culto dirigido por los señores. En las sesiones generales como iglesia, los señores participaban aportando recursos intelectuales y/o económicos para el bien de la obra. En las comisiones que se organizaban, la participación de los señores siempre era destacada.

En cuanto a la contribución con diezmos, cooperaciones y envío de ofrendas para evangelismo y misiones (EVAMI) eso era la prioridad, para el crecimiento. Los señores siempre mostraron un interés por la bendita obra participando muchos de ellos, desde sus inicios, en abrir misiones para ganar almas para Cristo. A través de la estrategia de cultos de barrio por las casas de hermanos y algunos simpatizantes del evangelio, lograban que pronto se bautizaran ellos y sus familias.

También hacían “campañas de evangelización” en lugares públicos como plazas, áreas asignadas en común acuerdo con autoridades locales. Dichas actividades se efectuaban en sitios estratégicos ya que siempre fueron medios para alcanzar almas para el reino del Señor Jesús. Ya que se lograba alcanzar a un número de miembros para constituir una iglesia, se solicitaba el permiso a las autoridades eclesiales para encontrar un lugar dónde establecerla. Se organizaba un comité proconstrucción mismo que planeaba y motivaba a llevar a cabo actividades de venta (agua fresca, frutas, tamales, elotes, otros). Para ello se les entregaba una cantidad determinada que se conocía como el talento del tesoro de la fraternidad, el cual se debía tratar de multiplicar o bien con la aportación personal de recursos económicos de los mismos creyentes. Porque ya teniendo los suficientes recursos se procedía a organizar a algunos miembros del mismo grupo de señores que ejercieran algún oficio (peones, albañiles, “maistros”, plomeros, electricistas) para la construcción del nuevo templo. Por otra parte, las comisiones de aseo y mantenimiento de los templos era también parte de las actividades realizadas por los señores, así como la de orden y acomodo en los eventos masivos.

[[Archivo:Inauguración del templo de Cuarta Iglesia de Culiacán.|miniaturadeimagen|Inauguración del templo de Cuarta Iglesia de Culiacán.]] Llegado el tiempo y observando en la mayoría de los casos lo antes mencionado, se llegó a gozar de espacios agradables y amplios. Muchos de nosotros pudimos comprobar el cumplimiento de Juan 4:38 que dice: “Yo os envié a segar lo que no habéis trabajado; otros han trabajado y vosotros habéis entrado en su lugar”. Gracias a Dios por el llamado de muchos hombres de Dios que nos han antecedido, y descansan a la diestra del Padre, para quien trabajaron con mucho amor. El tiempo todavía es nuestro para fortalecer y multiplicar como entonces.

Apoyos financieros

Los secretarios tesoreros por su parte recibían las aportaciones del 10% de los envíos que hacían los distritos, como presupuesto para el sostenimiento de la fraternidad. Los distritales contaban con la misma organización y recibían de la mesa directiva distrital el 10% del envío que hacían las iglesias locales.

Como resumen de esta etapa les comentamos que, los hermanos del Distrito Tijuana, Baja Cfa., afirman que el Hno. Jesús Manuel García Rodríguez tuvo el privilegio de ser el último de los Directores de la Fraternidad General de Señores (2006-2010), marcando el fin de la etapa de más de 65 años (1945-2010) aproximadamente de estar organizados los varones y que así ellos han honrado el significado de ser hombres de respeto, autoridad, juiciosos, doctos, experimentados, enviados por el Señor Jesús a cumplir su misión.

De Fraternidad a Redes de Multiplicación (RCM) (2010- …. )

Esta nueva estructura de la IAFCJ para lo que habían funcionado desde 1985 como Fraternidades de Señoras, Señores y Jóvenes, se convino desde el 2008 que en lo sucesivo se convirtieran en Redes de Multiplicación Celular. Naturalmente que como esto no implicaba el simple cambio de nombre, sino de adoptar una nueva metodología y estrategias para la fundación de nuevas iglesias, esto generó al principio cierta incertidumbre e interrogantes. Por lo tanto, sin dar marcha atrás a lo acordado, fue aceptado concederle un periodo de prueba de dos años para probar el nuevo plan y papel que desempeñarían tales grupos.

Implementación de las Redes Celulares de Multiplicación (RCM).

En la Convención General del año 2010 con sede en la Cd. de Monterrey, se da el cambio de Mesa Directiva General y por lo consiguiente las RCM son incluidas en la constitución de la IAFCJ para que empiecen a entrar en acción en ese mismo año.

Con los dos años de experiencia adquirida con las células de multiplicación y ministerios, en esta convención la Secretaria de Evangelización propuso a la Mesa Directiva y fue aprobado definitivamente que las que fueron anteriormente las fraternidades ahora se les denomine “Red de Señores Cristianos”. A sus respectivos líderes se les identificaría como “Coordinadores de Redes” en los diferentes niveles; además de que quedarían bajo la tutela del Secretario de Evangelización, Rev. Samuel Sánchez Armenta.

Así que apoyados con los resultados que les permitían hacer una evaluación analítica en el antes y después, una de las interrogantes que subsistía era ¿cuántos señores se están incorporando al sistema celular? Para sorpresa de muchos el resultado de participación de los señores fue poco alentador, esto debido al ritmo lento de trabajo y ejecución de los programas. En ese momento de reflexión, el Secretario de Evangelización propuso a la Mesa Directiva representada por el Obispo Presidente Rev. Eleazar Reyes Rodríguez, la necesidad de continuar reorganizando a los señores cristianos. Una vez aprobado lo anterior se presenta en reunión episcopal la nueva organización de los señores cristianos y el perfil que debían tener los coordinadores a nivel general, distrital y local.

Organización de la Red General de los Señores Cristianos de la IAFCJ

Para el efecto se difundió y motivó a empezar a poner en acción lo siguiente:

  1. La iglesia estará organizada en sus tres niveles por redes de células de multiplicación.
  2. La estructura que se implementará para su buen funcionamiento consistirá en: Un Coordinador General, Coordinadores Distritales, Coordinador Local, Supervisor General, Supervisores de Sector, Líderes Celulares, Asistentes y Colaboradores.
  3. El coordinador General y los coordinadores distritales y locales, podrán tener como parte de su equipo de trabajo a un secretario-tesorero para acompañar el proceso de supervisión, así como apoyarse en coordinadores de ministerios por red.
  4. Las redes promoverán el involucramiento de sus integrantes en las escuelas bíblicas, ministerios y diversas áreas de trabajo de la iglesia. También promoverán la aportación de las ofrendas EVAMI y otras aportaciones económicas aprobadas para el buen funcionamiento de la iglesia.
Requisitos del liderazgo de las Redes Celulares de Multiplicación (RCM).
  1. Del Coordinador General y Distrital
    • Ser miembro en plena comunión, de buen testimonio, lleno del Espíritu Santo y con disposición para servir.
    • Practicar comprometidamente la doctrina y disciplina de la Iglesia.
    • Ser cumplido con sus obligaciones económicas en la Iglesia.
    • Haber cursado el proceso educativo de formación de la IAFCJ.
    • Tener pasión y entrega por el ministerio de las RCM.
    • Haber servido exitosamente como supervisor local de células.
    • Tener habilidades administrativas y de trabajo en equipo.
    • Ser llamado a la supervisión por la mesa directiva general de la iglesia.
  2. Del Coordinador de iglesia (local)
    • Ser miembro en plena comunión, de buen testimonio, lleno del Espíritu Santo y con disposición para servir.
    • Practicar comprometidamente la doctrina y disciplina de la iglesia.
    • Ser cumplido con sus obligaciones económicas para con la congregación.
    • Tener como mínimo dos años de bautizado.
    • Tener como mínimo un año de estar asistiendo a la congregación.
    • Haber cursado el proceso educativo de formación de la IAFCJ.
    • Haber servido como supervisor auxiliar de células, por lo menos un año.
    • Que tenga experiencia indispensable en la bipartición y multiplicación celular.
    • Tener pasión y entrega por el ministerio de las RCM.
    • Tener habilidades administrativas y de trabajo en equipo.
    • Ser llamado a la supervisión por el pastor local.

Lo anterior fue aprobado por los obispos, aunque su aplicación sólo se pudo verificar después, quedando de momento sólo como un documento más. Al término de la administración citada, llegó a aflorar la interrogante a nivel pastoral, incluso en integrantes de la mesa directiva distrital, sobre la legalidad de las funciones asignadas a los coordinadores. Ahora era necesario incluirlos también en la Constitución de la IAFCJ y darles más participación para la mejor atención del sistema celular.

En el tercer año de la administración se nombró al primer “Coordinador General de los Señores Cristianos” a nuestro hermano Ruperto Garza del Distrito Reynosa. (2013-2014), quien da seguimiento a los programas de la Secretaria de Evangelización.

Posteriormente en la Convención General de fecha noviembre del año 2014, con sede en la Cd. De Monterrey, Nuevo León, fue electo el Rev. Samuel Sánchez Armenta como Obispo Presidente para el periodo 2014-2018, pasando ahora a depender las coordinaciones directamente del presidente.

Para el efecto, quedó también al frente de la “Coordinación General de la Red de Señores Cristianos” el ministro Gilbert Altonar Reyes, del Distrito de Tabasco, dada su vasta experiencia en las RCM y por estar ya aplicando esta estrategia de evangelización en la iglesia donde él se congrega, la Primera Iglesia de Villa Hermosa, que es una de las más numerosas en membresía del distrito.

Tal nombramiento y atinada dirección intensificó las actividades de las RCM, con visitas a distritos, con orientación e impartición de conferencias motivadoras al liderazgo de la iglesia. Las actividades a nivel distrital tuvieron el mismo perfil, llevar a la iglesia a la multiplicación celular y a abrir misiones para la siembra de nuevas iglesias hijas. A nivel general se realizó una actividad llamada Cumbre Pastoral a la que asistió el grupo de 100 pastores de las iglesias más numerosas. A su vez se efectuaron Congresos de Líderes Apostólicos Internacionales (CLAI), en los que se impartieron temas de interés sobre Iglecrecimiento y Redes de Células de Multiplicación (RCM), a los cuales acudió en su mayoría el liderazgo de las iglesias.

A nivel distrital y local se hacía la pregunta ¿qué funciones desempeñan las coordinaciones distritales y locales? Eso se debía a que por una parte los señores cristianos tenían muchos deseos de poder efectuar sus propias reuniones, pero se mantenía el problema inicial de contar con un porcentaje muy reducido de líderes de célula, o de asistentes. Asimismo, había otra parte de señores cristianos, con un sentimiento de exclusión por el sistema celular y sólo algunos distritos estaban participando en el programa de las redes.

Programa actual en accion (2020- )

Posteriormente en el año 2018, en la Cd. De Monterrey, Nuevo León, fue reelecto el Obispo Presidente Rev. Samuel Sánchez Armenta. Días más tarde se reunió la Mesa Directiva General y ahora se nombró como coordinador general de este importante programa al ministro quien escribe esto, José Juan Vega Solano, del Distrito del Pacifico, y como secretario al hermano Misael López, del Distrito Monterrey, para el periodo 2019-2022, esto debido a la experiencia de haber sido iniciadores de la Red a nivel distrital en dos periodos continuos.

Ambos fueron presentados al cuerpo episcopal con fecha del 3 al 7 de febrero del 2019, con sede en la Cd. De Culiacán, Sinaloa. Una vez aceptados por el cuerpo episcopal se da inicio esa misma noche el grupo de la Red General de Señores Cristianos, en Facebook. También se hicieron llamadas para ponerse a las órdenes de todos los coordinadores distritales para servirles en el asesoramiento necesario e incluirlos a cada uno de ellos en el grupo de colaboradores.

[[Archivo:Presentación de los Coordinadores Generales con el Obispo Presidente|miniaturadeimagen|Presentación de los Coordinadores Generales de las Redes por el Obispo Presidente Samuel Sánchez Armenta]]

Se inicia la elaboración de un diagnostico situacional y el programa de trabajo, donde se plasma la visión y misión de la actual “Coordinación General de la Red de Señores Cristianos IAFCJ” y se presenta a nuestro presidente Rev. Samuel Sánchez Armenta, para su aprobación.

Presentación del diagnóstico situacional

[[Archivo:Obispo Presidente en trabajos con representantes de las tres “Redes Generales”|miniaturadeimagen|Presentación del Diagnóstico y Programa de trabajo a nuestro Obispo Presidente Rev. Samuel Sánchez Armenta, acompañado de su muy amada esposa Miriam Espinoza; y de los representantes de las tres “Redes Generales”]]

En la primera reunión general con los coordinadores distritales, realizada con fecha 10 al 14 de abril del 2019, en la Cd. de Guadalajara. Se presentó el diagnóstico situacional, programa de trabajo, misión, visión, propósito y valores. Para este periodo, de la “Coordinación General de la Red de Señores Cristianos IAFCJ”, recuperó el texto base 1 Corintios 16:13 y 14, se presenta el logotipo y lema que nos representaría como organización. En esta reunión también se retomó el documento “Requisitos del Liderazgo de las RCM” entregándose a los participantes, para tomar en cuenta al momento de la elección de los coordinadores a nivel local, en caso de cambios. Con muchas dudas y mostrando cierto desconocimiento de la información proporcionada, por parte de los coordinadores distritales en relación a las funciones que se estaban haciendo por los señores, ahora se cambiaba la pregunta ¿cómo sería en el inmediato futuro la participación en el sistema celular?

Desarrollo del plan por parte de la Coordinación General de la Red de Señores Cristianos IAFCJ

  • Misión
Buscar y salvar al no creyente, al que ya sea creyente, enseñarle a vivir victorioso buscando siempre la ayuda de Dios. Tenemos que buscar, ganar y conservar para multiplicarnos. Impulsar ministerios que creyéndole a Dios ejerzan autoridad y se desarrollen aún más en aquellos que ya han creído y están actuando con esa unción que el Señor les da a sus hijos y no sólo en el terreno espiritual sino en todos los demás ámbitos de la vida.
  • Visión
  1. Ser ejercido el real sacerdocio en la familia y la iglesia.
  2. Ser Instrumentos útiles y apropiados, para que puedan servir a los planes eternos de Dios.
  3. Llegar a ser reconocidos como siervos con autoridad y poder divino, para que el reino de los cielos se multiplique sobre la tierra.
  • Propósito
Que los integrantes de la Red de Señores Cristianos de los Distritos, estén activos en la misión y visión, a través de las redes celulares de multiplicación y ministerios. Asimismo, promocionar el texto, logotipo y lema oficial.
  • Texto bíblico
1 Corintios 16:13-14 “Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos. Todas vuestras cosas sean hechas con amor”.
  • Logotipo
  • Lema “Por la familia y la Iglesia”
  • Valores:
  • En el uso del encargo como coordinador: Utilizar esa posición con pleno conocimiento del marco normativo aplicable, buscando siempre el beneficio de la congregación y uso de los servicios, refrendando así la confianza depositada en mi persona por la IAFCJ.
  • Responsabilidad: Cumplir con mis actividades, funciones y obligaciones de manera eficaz y eficiente, con la disposición de estar sujeto a la evaluación de mis autoridades de la IAFCJ y cualquier otra que corresponda.
  • Honestidad: Me comportaré y expresaré de acuerdo con los valores de verdad y justicia, acompañaré mis palabras con hechos, de manera que mi conducta sea congruente con lo que digo, hago y pienso.
  • Honradez: Orientaré mis actos con absoluta y total transparencia, integridad y rectitud, a fin de garantizar el respeto por la Constitución que rige en nuestra amada IAFCJ, así como en el orden social.
  • Programa
  • Mantener viva la visión celular (sistema celular).
  • La visión celular en la iglesia primitiva era el medio que Dios usaba para expandir el evangelio (Hechos 5:42).
  • Tomando el ejemplo de la iglesia primitiva.
  • Compromiso:
Trabajo en equipo. “Mejores son dos que uno, porque tienen mejor paga de su trabajo. V10. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante (Eclesiastés 4: 9-10).
Integrar a los señores como amigos de las RCM e incorporar a otros. Dios cambia las etiquetas de la esclavitud y restaura “Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer (Juan 15:15).
Promover el acompañamiento, pastoreo y lazos de amistad. El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano (Proverbios 18: 24).
Conservar viva la doctrina bíblica. “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones” (Hechos 2:42).
  • Conocimiento de la mente de Dios.
“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio, el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo” (1 Corintios 2:14-16).
  • Renovando la visión constantemente en uno mismo y en el equipo.
  • Manteniendo fresca la visión de la multiplicación, expansión y supervisión celular. “Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo; sed salvos de esta perversa generación. Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas” (Hechos 2:40,41). “En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquellos eran desatendidas en la distribución diaria. Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo” (Hechos 6:1-3).
  • Justo es que quien lleve la carga también sea reconocido.Reconocer en las festividades, campamentos, encuentros de matrimonios y congresos programados, las victorias y el talento que poseen nuestros coordinadores, líderes y discípulos que han logrado desarrollar sus potencialidades.
  • "Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís" (Colosenses 3:24-25).
Superar temores a ser rebasados por los discípulos. “Partiendo él de allí, halló a Eliseo hijos de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí, y él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto” (1 Reyes 19:19).
  • El Señor Jesucristo se lo declara a sus discípulos, que si confían en él, cosas mayores harían. “De cierto, de cierto os digo: el que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; porque yo voy al Padre” (San Juan 14:12).
  • Interceder en sus necesidades con mensajes precisos inspirados por Dios en cada confraternidad. “Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados” (Romanos 1:11).
  • Investir de poder con visitas oportunamente. “Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel y se volvió a Ramá” (1 Samuel 16:13).
  • Supervisando realmente el proceso de consolidación de los señores cristianos a través del ciclo. “Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros” (Gálatas 4:19).
  • Evaluar constantemente, sin evidenciar el trabajo no realizado. “Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas, y mira con cuidado por tus rebaños” (Proverbios 27:23).

Talleres para difundir la visión

Del 22 al 23 de enero del 2020, se realiza la segunda reunión en talleres con los coordinadores distritales en la ciudad de Guadalajara. Tema: “El Poder de la Visión”.

[[Archivo:Taller con coordinadores distritales “El poder de la Visión”|miniaturadeimagen|Taller con coordinadores distritales 22 al 23 de enero 2020 “El poder de la Visión”]]

Resúmen y Conclusión

Como hemos visto aquí en Nuestra Historia, la cual hemos terminando de plasmar, hay un sinfín de hechos concretos que dan a la IAFCJ un lugar muy especial en el mundo evangélico. Este avance en el cumplimiento de la visión empezó en 1944 con la organización del primer grupo de señores en Mexicali y/o Guadalajara y la elaboración de los primeros reglamentos o estatutos. Según datos y estadísticas que hemos podido recabar, se inició organizando a los señores apostólicos y ya para 1945 se informó que eran alrededor de 950 en total. Luego ya constituidos en sociedades en el año citado, para 1954 reportaron ser 3,740. Después en 1985 habiendo cambiado de nombre a fraternidad en el 2001, informaron que eran 31,509. Y finalmente en 2010 que fue cuando adoptaron el plan de Redes de Multiplicación, habían llegado para el 2020 ya se había alcanzado la suma de 78,645 señores apostólicos.

En cuanto al nombre o forma en que se fue identificando al grupo a través del tiempo, en el caso del título “Sociedad de varones o señores cristianos”, simplemente fue lo más sencillo porque pronto se acostumbraron a ello. Pero para 1956 debido al crecimiento numérico que registró la iglesia, ésta empezó a decidir y especificar su propia estructura organizacional en base a la función de dirección que desempeñaba cada quien y por ende comenzó a definir también las áreas geográficas y los nombramientos respectivos para sus líderes:

En cuanto a la denominación o nombre, se agregó al de Sociedad de Señores el calificativo “Columna de la Iglesia Apostólica”. Además, según la función de dirección que desempeñaban quienes les presidían, se les empezó a nombrar a unos: “Superintendentes”, “presidentes”, etc. Esto según las áreas o regiones geográficas en las cuales se ubicaban los grupos en el país y para lo cual se identificaron también a esas diferentes regiones en: Nivel general o nacional, distrital y local.

Fue en 1974 cuando la comisión de reformas a los estatutos de la sociedad de señores aprobó el texto base y lema: 1 Corintios 16:13-14. “Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos. Todas vuestras cosas sean hechas con amor.” Asimismo, el lema fue: “La familia, la Iglesia y la obra Misionera”

Fue al final de ese periodo administrativo, en 1985 cuando se decidió cambiar el nombre de sociedad a fraternidad, lo cual se justificó con la declaración siguiente:

“Conscientes de que la Iglesia es un organismo vivo, libre de patrones o formas rígidas que pueden impedir su crecimiento y relevancia cultural, la IAFCJ ha integrado en su seno a los señores, señoras y jóvenes como una familia… o sea siendo una fraternidad, que procurará e intensificará la interrelación de unos y otros, reteniendo cierto grado de espontaneidad en la participación y sobre todo, reforzando el concepto de comunidad. Por otra parte, para evitar la polarización de actividades meramente de tipo social y económico, en los mismos se proporcionaron un sin número de ideas que al ponerse en práctica de acuerdo a las habilidades de cada miembro de la fraternidad, contribuirán a que llege a ser lo deseado por Dios para sus criaturas, y así estar en condiciones de hacer lo que se requiere, como es cumplir
la misión”.

Después en el 2008 se convino complementar el propósito del título anterior y por lo tanto, en lo sucesivo las fraternidades se convertirían en Redes de Multiplicación Celular. Naturalmente que esto no implicaba el simple cambio de nombre, sino el de insistir en adoptar una nueva metodología y estrategias para la fundación de nuevas iglesias, lo cual generó al principio cierta incertidumbre e interrogantes. Por lo tanto, sin dar marcha atrás a lo acordado, fue aceptado probar el nuevo plan y papel que desempeñarían tales grupos.

Con los dos años (2008-2010) de experiencia adquirida con las células de multiplicación y ministerios, en esa convención la Secretaria de Evangelización propuso a la mesa directiva el identificar a las fraternidades con la denominación de “Redes”, quedando definitivamente como “Red de Señores Cristianos” y a sus líderes se les designó en los diferentes niveles como “Coordinadores de Redes”. Además, se convino que estuvieran bajo la conducción del Secretario de Evangelismo, Rev. Samuel Sánchez Armenta.

En conclusión cabe preguntarnos como algunos teólogos lo han hecho: ¿Qué implica para cada uno de nosotros ser parte de la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús? Indudablemente en ese nombre está implícito, llevar y predicar llenos del Espíritu Santo el mensaje de salvación a todo el mundo, no siendo indiferentes a la condición y destino de nuestros semejantes sino solidarios con ellos. Esto es lo que a los señores apostólicos se les ha inculcado que deben ser y hacer para acatar el mandato del Señor en Mt. 28:19; Mr. 16.15; Lc. 24.45; Jn. 20:21 y Hch. 1:8.

Respecto a los resultados obtenidos hasta ahora y aquí mencionados, los atribuimos innegablemente, a la bondad de Dios, al poder del Espíritu Santo, al cumplimiento de las promesas del Señor Jesús que están en la Biblia; pero también al esfuerzo, la devoción, la lealtad a las Sagradas Escrituras, el deseo de progresar y la devoción al orden y la disciplina que son parte de la herencia apostólica inculcada en sus miembros. Por lo cual damos muchas gracias por todo lo compartido aquí al autor y consumador de nuestra fe (Heb. 12.2). A él sea dada la honra y el imperio sempiterno. ¡Amén! (1 Tim. 6.16).

Bibliografía