Micaela Suárez de Gaxiola

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Entre la lista de mujeres ilustres que ha tenido la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús, cabe mencionar a la hermana Micaela Suárez de Gaxiola, quien fue la primera presidenta de la Federación que entonces se llamaba “Del Pacífico”. Ella fue esposa de uno de nuestros grandes líderes, hermano Maclovio Gaxiola López. Fue una gran mujer: esposa, compañera, madre y colaboradora. Nació en Ahome, Sinaloa, el 28 de septiembre de 1916. Hija de Elodia López y Sixto Suárez. Fueron cinco hermanos. Quedó huérfana de padre siendo muy niña. Eran muy pobres. Una tía, hermana de su mamá, la llevó a vivir con ella a Guamúchil, Sinaloa. Aunque era muy pequeña, llamaba la atención de los jóvenes de entonces, entre ellos Maclovio Gaxiola y el gran artista Pedro Infante, que eran los que tocaban y cantaban en las serenatas de entonces. Maclovio Gaxiola a la edad de 15 años se enfermó y las muchachas de ese lugar iban a visitarlo –entre ellas Micaela, que apenas tenía 12 años de edad-. Cuando Micaela lo saludó, él le tomó la mano y le dijo: “Cuando yo sane, tú te casarás conmigo”. Y así fue. El 27 de mayo de 1930 se casaron. Conocieron juntos el evangelio y se bautizaron el 31 de enero de 1932 en el río Ebora, por el ministro Macario Martínez. De su matrimonio nacieron ocho hijos: Roberto, Eliseo, Eliú, Hogla Rita, Rosalva, Rubén, Orpha Lidia y Maclovio.

La hermana Micaela trabajó en la iglesia desde sus inicios, cocinando en las primeras convenciones, cuando la comida era gratuita. Su hogar siempre estuvo abierto para hospedar. Su esposo, a quien cariñosamente llamábamos “Covito”, fundó y pastoreó iglesias en los estados de Sonora, Sinaloa, Distrito Federal y muchos más. Ella trabajó activamente a su lado.

Cuando sus hijos fueron pequeños, se dedicó al hogar y a colaborar en las iglesias donde pertenecía. Ocupó cargos de presidenta, tesorera y dirigente de cocina. Colaboró en el ITAI (Instituto Teológico Apostólico Internacional) del que su esposo fue fundador en el año de 1946 en la ciudad de México, D.F. Su propio hogar se convirtió en la primera escuela para la preparación de los ministros. Ella cocinaba, lavaba y planchaba a los estudiantes. Su madre, a quien cariñosamente llamábamos “abuela”, en ese entonces vivía con ellos. Para muchos de nosotros fueron, en realidad, madre y abuela.

El 24 de marzo de 1946 la hermana Micaela fue nombrada presidenta de la federación del Distrito del Pacífico. Fue ella quien inspirada por Dios envió una carta donde solicitaba la formación de una Confederación Nacional. Cuando crecieron sus hijos y su esposo ocupaba la autoridad máxima de la iglesia, ella fue su compañera de viaje para ayudarlo, pues él padeció la terrible enfermedad de la diabetes por más de 25 años. La hermana Micaela se dedicó a prepararle alimentos especiales que él pudiera comer. Caminaron juntos por todo el país, por los Estados Unidos de Norteamérica y por Centroamérica. Enfrentó la muerte de su querido esposo el 13 de enero de 1971 y sólo sobrevivió unos cuatro años, pues el Señor se la llevó el 25 de julio de 1975, a las 6:30 de la mañana, en México, D.F., curiosamente a la misma edad que su esposo: 58 años. Fue sepultada en la ciudad de Guamúchil, Sinaloa, al lado de su esposo.