Diferencia entre revisiones de «El Ministerio Infantil y de Adolescentes»

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==Primera Parte==  
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*'''El ministerio en el siglo XX'''  
*'''El ministerio en el siglo XX'''
 
*'''Por Lore Cázares Vázquez.'''  


La IAFCJ a través de su historia ha procurado cumplir su rol evangelizador, educacional y pastoral en la sociedad, en acatamiento al mandato de Jesús de “id y haced discípulos” (Mateo 28.18-20). Para ello se ha valido de todas las herramientas a su alcance para cumplir con esta misión de dignificar, proteger y de transformar a este importante sector en las diferentes comunidades donde tiene presencia. Para el efecto, a través del tiempo, ha elaborado y ejecutado interesantes programas como el “Altar familiar”, “Cultos infantiles, la “Escuela Dominical” y otros, mediante los cuales ha pugnado por inculcarles los valores y creencias apostólicas que les han sido de gran utilidad en su formación y servicio a Jesucristo, su Señor y Salvador.
La IAFCJ a través de su historia ha procurado cumplir su rol evangelizador, educacional y pastoral en la sociedad, en acatamiento al mandato de Jesús de “id y haced discípulos” (Mateo 28.18-20). Para ello se ha valido de todas las herramientas a su alcance para cumplir con esta misión de dignificar, proteger y de transformar a este importante sector en las diferentes comunidades donde tiene presencia. Para el efecto, a través del tiempo, ha elaborado y ejecutado interesantes programas como el “Altar familiar”, “Cultos infantiles, la “Escuela Dominical” y otros, mediante los cuales ha pugnado por inculcarles los valores y creencias apostólicas que les han sido de gran utilidad en su formación y servicio a Jesucristo, su Señor y Salvador.
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Gracias a nuestro amado y gran Dios y Salvador Jesucristo por permitirnos vivir tiempos de cambios, que cada día nos acercan a disfrutar de aquella esperanza bienaventurada y de su manifestación gloriosa en los aires (Tito 2.13), estando persuadidos de que Aquel que comenzó en nosotros la buena obra será fiel en completarla (Fil. 1.6).
Gracias a nuestro amado y gran Dios y Salvador Jesucristo por permitirnos vivir tiempos de cambios, que cada día nos acercan a disfrutar de aquella esperanza bienaventurada y de su manifestación gloriosa en los aires (Tito 2.13), estando persuadidos de que Aquel que comenzó en nosotros la buena obra será fiel en completarla (Fil. 1.6).
Respetuosamente presentado en el año 2013: “Instruyendo a los pequeños del reino de Cristo, para que vivan en la excelencia de la voluntad de él”
Respetuosamente presentado en el año 2013: “Instruyendo a los pequeños del reino de Cristo, para que vivan en la excelencia de la voluntad de él”
'''Atentamente, Lore Cázares Vázquez.'''


==Segunda Parte: El ministerio en el siglo XXI==
==Segunda Parte: El ministerio en el siglo XXI==

Revisión del 01:25 20 oct 2014

en la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús (IAFCJ).

“La Biblia enseña que para Jehová los hijos son herencia que custodiar, para Jesús son almas que salvar, para la iglesia son un ministerio que atender y para los padres un tesoro confiado por Dios para que sea custodiado, (valorado) formado y protegido” según afirmación del Dr. Luis Alberto Gómez Chávez.

Primera Parte

  • El ministerio en el siglo XX
  • Por Lore Cázares Vázquez.

La IAFCJ a través de su historia ha procurado cumplir su rol evangelizador, educacional y pastoral en la sociedad, en acatamiento al mandato de Jesús de “id y haced discípulos” (Mateo 28.18-20). Para ello se ha valido de todas las herramientas a su alcance para cumplir con esta misión de dignificar, proteger y de transformar a este importante sector en las diferentes comunidades donde tiene presencia. Para el efecto, a través del tiempo, ha elaborado y ejecutado interesantes programas como el “Altar familiar”, “Cultos infantiles, la “Escuela Dominical” y otros, mediante los cuales ha pugnado por inculcarles los valores y creencias apostólicas que les han sido de gran utilidad en su formación y servicio a Jesucristo, su Señor y Salvador. A continuación les presentamos un breve relato histórico de este importante ministerio que la IAFCJ ha logrado desempeñar entre los niños y adolescentes con resultados muy satisfactorios para la gloria de Dios y bendición de los involucrados.

  • Inicios

En sus inicios en 1914, nuestra Iglesia más que trasmitir una educación formal, técnica, metodológica, con infraestructura propia de espacios de atención para los niños, se enfocó en delegar completamente la educación cristiana, en los padres, a pesar del alto índice de analfabetismo que existía entonces. Esto contribuyó a que muchos de los adultos aprendieran a leer la Biblia y cumplieran la parte bíblica de Deuteronomio 6.6-8: “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontal entre tus ojos: y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas”. Por eso todavía recordamos algunos el porqué en las paredes y en las puertas de nuestras casas había textos de la Biblia colgados y que se utilizaban como método de memorización para la enseñanza cristiana familiar. Así como lo cotidiano de orar al levantarnos, y dar gracias a Dios en los tiempos de las comidas y al acostarnos para descansar en la noche. Por otra parte, la guianza espiritual que se recibía al asistir a los cultos era la misma para adultos como para niños. La permanencia en esas reuniones era maratónica, que tal vez en nuestra actual manera de pensar eran antipedagógicos. Sin embargo, esas prácticas contribuyeron a la formación de aquellos primeros creyentes y generó la consolidación y expansión de la IAFCJ en México. Esto produjo hombres y mujeres apasionados en compartir el evangelio el cual habiéndolo escuchado desde su temprana edad, y en las condiciones descritas, marcaron una identidad muy distintiva en esa generación que difícilmente los movían de su fe y sus convicciones en la doctrina y disciplina de su Iglesia.

  • 1930

Los datos más remotos que tenemos de la atención de los niños un tanto organizada y estructurada, son los del área fronteriza (Mexicali, Tijuana) del noroeste de nuestro país en la década de los 30’s del siglo pasado. Esta era en la llamada Escuela Dominical, y debido a la falta de lugares de atención, hermanas voluntarias atendían a los niños debajo de un árbol, en el comedor de la iglesia, o donde hubiese un espacio para enseñarles principalmente memorización de versículos y salmos de la Biblia. También les ensayaban himnos para luego entonarlos uniformados en el culto del día domingo por la tarde.

Con el tiempo, fue en las denominaciones históricas como las Iglesias Bautista, Presbiteriana y Adventista en donde nuestras iglesias se proveyeron de materiales más propios, aparte de la Biblia, para la enseñanza de niños en la Escuela Dominical como después para la Escuela Bíblica de Vacaciones, también conocida como Escuela Bíblica de Verano).

  • 1940-1950

La tenacidad de mujeres apostólicas, preocupadas especialmente por la educación cristiana de los niños de nuestra iglesia, impulsó a la Iglesia que en las siguientes dos décadas se contemplara incluir en los proyectos de construcción de los templos, uno o varios salones para la atención de los niños los días domingos.

Apasionadas e inspiradas dichas mujeres a quienes se les delegaba la responsabilidad de la educación infantil, se fundamentaron en el texto de Mateo 19.14 para difundir su tarea: “Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venid a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos”. Además se inspiraron en el himno “Los niños son de Cristo” (del Himnario de Suprema Alabanza No. 283), que la extinta maestra Margarita Vda. de Valdez compusiera para ese fin. Ese fue su estandarte y justificación para promover el trabajo que desempeñaban con ahínco entre los niños apostólicos. La educación cristiana en ese entonces fue hasta cierto punto en muchos lugares un sustituto de la educación secular que se impartía escasamente en aquellos años.

En este caso, la Biblia fue el libro de texto. La memorización fue el método para enseñar. Aparte de memorizar versículos bíblicos, también aprendían los libros de la Biblia y las vidas de los diferentes personajes bíblicos. Para retener todo ello, en ese tiempo los concursos fueron además el eje motivante, así como el esgrima bíblico. Asimismo, el reporte de la lectura de capítulos se convirtieron en una tarea diaria que las madres vigilaban sigilosamente para que sus hijos cumplieran con el propósito.

Una mente sin tantos desvíos como los que tienen nuestros niños en la actualidad, provocaban una mejor retención de la palabra y a la vez propiciaba definir una mejor vocación de los infantes para su edad adulta. Con esa dedicación, la balanza de la preferencia se inclinaba más a desarrollar tareas afines a la iglesia, que preparar a los hijos en la línea secular. El porcentaje de hijos de creyentes que en esa época llegaron a estudiar en las universidades, fue mínimo. Era de entender que entre menos involucrados estuvieran en su educación secular, la contaminación espiritual sería menor. En cierto tiempo incluso llegó a manejarse el no enviar a los hijos a la escuela porque Cristo ya venía por su iglesia y ya no era necesario que estudiaran. Otra de las aportaciones que dejaron estas primeras generaciones de creyentes de nuestra iglesia, fue el gran respeto y admiración que los padres transmitieron a los hijos respecto a los líderes nacionales y distritales de nuestra amada iglesia. En este ejemplo vivo se fundamentaron los modelos a imitar por parte de los hijos, de manera que eso se reflejaba luego en las actividades lúdicas. Realizaban cultos imitando al Pastor, a la hermana que pasaba a dar gracias más frecuentemente, o al hermano que seguido cantaba himnos especiales. En esa forma era como se apropiaban de los roles con los que se identificaban, imitando la fe y tenacidad en la entrega de adoración a nuestro Señor Jesucristo. Que algunos de los líderes nacionales visitara nuestro hogar era de gran significado y orgullo al saber que se tenía la oportunidad de compartir la mesa con ellos y convivir a la hora de los alimentos e incluso siendo hospedados en nuestras casas.

La inspiración de servir a Dios fue tan profunda y hermosa, que desde esa edad de niños ya se les perfilaba la vocación de ser pastores, esposas de los mismos, maestras de escuela dominical, etc. Tampoco pasaba por alto el que ellos desde entonces apoyaran las actividades de aseo del templo, vendiendo algunos postres en el comedor para entregar su talento y así contribuir a la economía de su iglesia.

Al observar detenidamente el paso de las generaciones descubrimos que es en la segunda donde más fuertemente se dio la trasmisión de valores como la de identidad, respeto, responsabilidad, honestidad y lealtad, en los infantes. La convivencia interfamiliar era su vida misma, al grado que provocaba las continuas reuniones y peregrinajes en trenes, carretas, camiones, barcos, y hasta travesías a pie. Se llegaba a reuniones de Convención para ser testigos no solo presenciales sino también en la experiencia personal de sanidades divinas, manifestaciones del Espíritu Santo mediante el hablar en nuevas lenguas, liberaciones y mediante la predicación apropiándose de la palabra hasta con cierto temor, debido a que se enfatizaba muchísimo en la cercanía de la segunda venida de Cristo. Todo lo anterior ocurría en ese mover espiritual, en esa inocencia, en esa formación de modelos un tanto informales pero con un arraigo que inspiraba a renunciar a vocaciones personales humanas, para buscar y desarrollar el servicio en la obra de Dios. Es así como se dieron las bases fundamentales de la organización en nuestra amada IAFCJ con hombres decididos a viajar, a la renunciación de sí mismos con todo y familia para cumplir el gran mandato de Jesús enfatizado en Mateo 28.19 y 20. Sin cuestionamiento alguno se enfrentaban de una manera muy decidida la pobreza y la escasez; aquellos niños, ya hechos hombres y mujeres al servicio del reino de Cristo lo hacían con gran convicción y gozo en su corazón.

Sabemos que nuestro entorno social, cultural, religioso, nos afectan y van produciendo cambios, que van afectando el núcleo de la sociedad que es la familia. Los efectos de sobrevivencia por las necesidades básicas del ser humano como son: alimento, vivienda, educación, salud, entre las principales, provocan revoluciones pagando precios de cambio de valores y de búsquedas apremiantes en el ser humano. Esto ocurrió inexorablemente poco después.

  • 1970-1980

Entonces ¿cómo afectaron estos grandes cambios a los niños en las décadas de los 70 y 80’s? Las prioridades empezaron a cambiar, padres preocupados por la educación secular de sus hijos y la necesidad de incursionar en las empresas, fábricas, oficinas de gobierno, donde demandaban personal, capacitado y responsable. Aquellos pequeñitos fundamentados en principios bíblicos y con gran temor de Dios en su corazón, comienzan a hacer presencia en la sociedad. El testimonio de sus vidas no sólo era la palabra verbal compartiendo las buenas nuevas, ahora era su vida misma la que los lanzaba a ingresar en ese nuevo ambiente de la sociedad mexicana; hombres y mujeres, con un alto sentido de compromiso y de lealtad, de convicciones cristianas se les demandaba ocupar puestos importantes debido a su alto sentido de honorabilidad. Fue en esta situación que se presentó la oportunidad de que en la iglesia surgiera un grupo de empleados y comerciantes en supermercados, zapaterías, mercerías, etc. que mostraría una diferencia en el trato y compartiría el testimonio vivo de la rebosante bendición divina a la misma sociedad en general con quien ellos se relacionaban.

En todo esto con el tiempo el precio se tuvo que pagar, y una consecuencia fue que la educación cristiana se fue convirtiendo en una rutina. Las lecciones de personajes bíblicos, textos de memoria, así como las cinco oraciones diarias, la lectura de la Biblia para presentar capítulos el día domingo, dejó de ser tan vigilado. Las prioridades fueron revertidas por las tareas seculares de la escuela primaria, las actividades extras deportivas, culturales, iban desplazando la atención integral del niño y el adolescente. El legado de identidad, lealtad, honestidad, responsabilidad y compromiso, que no se decía pero se vivía se empezó a desgastar, y entonces a finales de los 80’s, se comienza a sentir un fuerte descenso de asistencia de adolescentes en las escuelas dominicales. Los niños cuando estaban antes bajo autoridad comparecían, pero al llegar a cierta edad de decisión propia, los pretextos para no asistir iban cada día más en aumento. Aquellos padres ilusionados, envueltos en sus afanes propios de una sociedad capitalista y consumista, sustituían la Palabra, llenando libreros de hermosas Biblias infantiles, libros de historias bíblicas, discos de acetatos de cantos infantiles y películas cristianas que se volverían los educandos espirituales de los niños de nuestros amados hermanos de la tercera generación de nuestra amada IAFCJ.

  • 1994

Afloró entonces una gran inquietud en la iglesia reconociendo la gran ilusión con que los padres creyentes habían buscado y asignado a sus hijos en un principio, significativos nombres bíblicos con el fin de llevarlos al altar de Dios para que fueran presentados por grandes hombres de fe, ministros del Señor, que los declararan consagrados para ejercer importantes ministerios futuros en el reino de Cristo. Ahora lamentablemente notaron que se había descuidado la educación espiritual de ellos y ya en ese tiempo se habían alejado del redil del Buen Pastor figurando en las planas amarillistas de los periódicos, encabezando atracos, homicidios, robos, etc., en la comunidad.

De esa consideración surgió el anhelo de reanudar el empeño de continuar con mayor ahínco instruyendo en la palabra de Cristo a los niños y adolescentes, para de esa manera retenerlos dentro del lugar que les pertenecía, la iglesia. Para el efecto se fijó el objetivo de crear conciencia en Pastores, padres de familia y maestros acerca de la gran necesidad de brindar una más esmerada atención e integral formación a estos dos importantes grupos miembros de nuestra iglesia. Consecuentemente se les urgió a preparase mejor pedagógicamente y a edificar espacios adecuados para educarlos en el templo.

Fue en 1994, cuando el Rev. Nicolás Herrera Ríos, siendo Secretario de Evangelismo y Misiones, motivado por dicha inquietud de evangelizar a los niños y adolescentes, compartió su visión a Débora Azeneth Cázares Vázquez trasmitiéndole esa carga que embargaba su corazón en pro de los infantes. Débora, psicóloga de profesión, patrocinada por la mencionada dependencia de la IAFCJ comenzó a visitar varios distritos reuniendo a los interesados de que se implementara el proyecto en sus iglesias a los cuales les impartió interesantes métodos de evangelización de niños y adolescentes. Hasta esos momentos, tales conceptos no se manejaban en la iglesia debido a que eran interpretados contradictorios con la posición doctrinal de que los niños son de Cristo, quienes no necesitan ser evangelizados ni bautizados como en el caso de las personas adultas. Aclarado, adaptado y definido el enfoque que se le daría a dicho programa, en el año siguiente invitó a esta servidora, Lore Cázares Vázquez, de profesión Trabajadora Social, también egresada de la Universidad de Guadalajara, a participar en este tan interesante plan. Las dos tenían una arraigada formación apostólica, siendo parte de la tercera generación dentro de la Iglesia. Le dieron forma al programa de 21 horas en tres días y enseguida se lanzó como una capacitación obligatoria para Pastores, líderes, maestros y padres de familia. Los objetivos fueron cien por ciento de concientización incluyendo ciertas prácticas. Y es así como empezó este proceso que provocaría una transformación en cuanto al estilo que se seguía en la atención formativa de niños y adolescentes de nuestra amada Iglesia.

Se elaboró de la mejor manera el material documentándose en fuentes teóricas como la Biblia, libros de psicopedagogía, documentos de la Alianza Pro Evangelización del Niño (APEN); de dinámicas grupales e integrado el manual se produjo titulándolo:

  • Taller de evangelización del niño y el adolescente
  • Objetivo: Impulsar el avance del reino de Cristo a finales del siglo XX y principios del siglo XXI en la vida de los niños y adolescentes de la IAFCJ, fomentando el desarrollo integral físico, social, emocional y espiritual de ellos; proporcionando diversas estrategias que les permitan vivir una vida plena en Cristo e inculcando en ellos el sentido de pertenencia para retenerlos dentro de la iglesia.
  • Misión: Somos un ministerio de comunicadores del evangelio para niños y adolescentes que los guía a conocer, creer y aceptar a Jesucristo como su Señor y Salvador mediante una serie de actividades encaminadas a alcanzar ese fin. Además, tiene como premisa que este sector de la sociedad conozca y escudriñe la Biblia; incremente su fe y desarrolle el sentido de identidad de miembros del cuerpo de Cristo en la IAFCJ.
  • Visión: Buscamos moldear el desarrollo de estas vidas empleando prioritariamente poderosos recursos espirituales (dones y talentos) así como las herramientas más actualizadas en la evangelización para ayudarlos a encarar con actitud creativa y convicción profunda en Cristo, las expectativas y demandas de los grandes retos que presenta el siglo XXI. Para ello se estimulará su gran capacidad de aprendizaje y su alto grado de responsabilidad, que les permitan como resultado ser una generación con visión, gran creatividad y aplicación innovadora del conocimiento de la Palabra de Dios.

El contenido de los temas fueron los siguientes:

1. Porqué y para qué evangelizar niños y adolescentes 2. El llamado del maestro 3. Desarrollo integral del niño y adolescente 4. El niño y su medio (familia, iglesia y comunidad) 5. Cómo y dónde evangelizar niños y adolescentes 6. ¿Son pecadores los niños? 7. Elaboración de un programa para su localidad y/o distrito 8. Evaluación del taller.

El taller se desarrollaba mediante dinámicas de integración grupal, cantos, tareas y trabajos en equipo. La intención de nuestra parte nunca fue que la capacitación fuera informativa, provisión de ideas sobre el trabajo, o algunas alternativas; tampoco se buscó en ningún momento el entretenimiento en los niños. Se procuró enfatizar más bien la instrucción en el desarrollo integral físico, mental, social y espiritual del niño y el adolescente; proporcionar herramientas de apoyo evangelísticas, así como analizar el medio que los rodeaba y cómo afectaban sus vidas. Nuestra base bíblica para este trabajo fue inspirado en lo que el doctor Lucas (2.52) escribiera acerca de Jesús en su temprana edad: "Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres".

El desafío fue viajar, viajar y viajar a los diferentes distritos y trabajar primero con los adultos para despertar en ellos la urgente necesidad que nuestra iglesia tenía en la atención de esa parte tan importante de la población ya que era a ellos a quienes se les entregaría la antorcha del seguimiento para alcanzar la meta.

  • 1996-2004

La tarea fue promover también el proyecto en convenciones generales de la Iglesia, y fue así como en el año de 1996, en la Cd. de Guadalajara, Jalisco, con el lema “Los pequeños del reino de Cristo” y con unas instalaciones un tanto deprimentes e inusuales para nuestro objetivo, le dimos vida y montamos diversos talleres en que los niños eran instruidos por las mañanas. Por las tardes teníamos juntos celebraciones en las cuales participaban ellos mismos en el programa en base a lo aprendido en los talleres matutinos. Para que este trabajo se llevara a cabo dimos capacitación a maestros voluntarios y del presupuesto de convención se apoyó para sus viáticos. Desde entonces hasta la fecha ese espacio se sigue destinando de una manera masiva para la atención de niños y adolescentes.

En estas dos últimas administraciones de la Iglesia, este mismo plan ha seguido desarrollándose ahora bajo la cobertura de la Secretaría de Educación.

Para que este plan de atención a niños y adolescentes siguiera operando y no decayera, en las dos últimas administraciones hemos continuado bajo la cobertura de la Secretaría mencionada. Y para ello se ha establecido año con año la realización de una reunión nacional de coordinadores para darle continuidad a la capacitación y programación de actividades tanto distritales como generales. Asimismo, el trabajo nos fue arrojando la necesidad de cubrir la población de miles de niños y adolescentes en el país; de modo que para lograrlo se requirió en el año 2000 solicitar el apoyo de Febe Cázares Vázquez y de Anita Ríos, quienes se unieron con muy buena voluntad y empeño a esta titánica tarea. En esa forma con los coordinadores y maestros de los distritos, se logró integrar un equipo fijo de 100 maestros que hemos estado dedicados a este importante ministerio de niños y adolescentes. A la par de lo anterior, fueron implementándose otros programas de continuidad en las iglesias locales y así nacieron los que siguen:

• Taller de talleres una opción para la escuela bíblica. • Taller de ministerios para niños y adolescentes (el tren de la sabiduría). • Club de excelencia infantil. • Encuentro para niños y para adolescentes. • Campamentos para niños y adolescentes. • Embajadores del rey (para adolescentes). • Movilizacion evangelística infantil (en áreas públicas).

Además, para mejorar la atención de adolescentes en particular se lanzó con gran gozo y expectativa la realización de congresos nacionales, propiciando la movilización como un medio de convivencia, intercambio de talentos y espacios donde experimentaran la llenura del Espíritu Santo, la palabra hablada a su nivel y en su lenguaje, etc.

  • 2004-2011

En este periodo, se celebraron anualmente un total de ocho Congresos de Embajadores del Rey:

En el 2004 se organizó a nivel general el primer congreso para adolescentes. En la Cd. De Guadalajara en el Hotel Aranzazú, teniendo una asistencia aproximada de 800 adolescentes y 200 maestros. El quipo de apoyo fue encabezado por Marta Reyes y un nutrido grupo de colaboradores del Distrito de Guadalajara de la Tercera Iglesia, que tuvieron a bien apoyar al 100% dicho evento. Fue impactante ver como de los demás distritos, cada coordinador llegaba con su contingente en autobuses procedentes de diferentes partes de la república, manifestándose de forma especial nuestro amado Señor Jesucristo. Fue un reto porque el último día no sabíamos cómo dar por clausuradas las actividades, ya que la llenura del Espíritu Santo señoreaba en el salón donde estuvimos reunidos. Estos congresistas se constituyeron en portavoces en cada uno de sus distritos para que otros adolescentes se prepararan a asistir al siguiente evento de esa naturaleza.

En el 2005, el segundo congreso fue en la Cd. De Monterrey simultáneamente a la Convención General, en la cual se permitió a los niños y adolescentes entonar un canto especial.

En el 2006 el tercer congreso con el lema “Generación Extrema”, fue llevado a cabo otra vez en la Cd. De Guadalajara con una asistencia aproximada de 900 asistentes tanto niños como adolescentes.

En el 2007 el cuarto congreso con el lema “Códigos de Sabiduría”, se realizó en la Cd. De San Luis Potosí, en el Hotel María Dolores con una asistencia de 600 congresistas.

En el 2008 se realizó una actividad de apoyo en la atención a niños y adolescentes (hijos de Pastor) en la Cd de Acapulco, Gro.

En el 2009 con el lema “Generación Invencible” se logró lo que consideramos imposible: La decisión ambiciosa de realizar cuatro congresos regionales en las ciudades de Villahermosa, Tabasco, Hermosillo, Sonora, Ensenada, B.C.S. y Guadalajara, Jalisco. El Señor nos concedió alcanzar aún más adolescentes rompiendo records de asistencia de todos los anteriores congresos: 2500 adolescentes y 400 maestros.

En el 2010 el sexto congreso general con el lema “Esfuerzo más Valentía”, realizado en forma paralela a la Convención General, la asistencia fue como de 600 muchachos debido a que era época de exámenes finales para ellos.

En el 2011 llevamos a cabo sólo dos congresos regionales en las ciudades de Villahermosa, tabasco y la Cd. de Guadalajara. Los logros obtenidos en cada congreso fue que muchos muchachos, experimentaron la manifestación de hablar en nuevas lenguas; además de que llegaban a sus iglesias, pidiendo el bautismo en agua, como respuesta a estas mega reuniones de tres días. Las evaluaciones arrojaban de 100 a 200 bautizados en agua en cada ocasión, y por lo consiguiente llegaban comprometiéndose a servir en los diferentes trabajos y áreas de su localidad. Toda la honra y la Gloria sea a nuestro amado Señor Jesucristo. Así vivimos el resultado de tomar conciencia de la importancia de este ministerio e invertir tiempo y recursos en la atención de los adolescentes.

Por otra parte, tomando en cuenta la edad e inquietudes de los muchachos, el programa general incluyó, gracias a la iniciativa de Anita Ríos, el llevar a cabo concursos de conocimientos bíblicos. En el 2008 sobre el libro de Daniel; en el 2009 del libro de Nehemías; en el 2010 del libro de Josué y en el 2011 en el libro 1º de Samuel. En todos ellos se premió a los tres primeros lugares. Fue una gran satisfacción valorar los resultados y ver la facilidad de retención de la palabra que se tiene a esa edad. Felicidades a los padres y maestros que dedicaron el tiempo necesario para preparar a los muchachos para estas competencias.

Conclusión

Pero a dónde nos lleva toda esta narración; qué beneficios trae todo lo anterior a la cuarta generación de nuestra Iglesia. Sabemos que el mundo que nos rodea no tiene la solución, ni la escala de valores que se requiere cada vez con mayor urgencia para la creación de la identidad de un pequeño. Es pues la iglesia, la familia cristiana, las que deben enfocar su empeño en proveer las herramientas necesarias para la formación de buenos ciudadanos. De hombres y mujeres que desarrollen el potencial que Dios ha depositado en ellos al haberlos hecho a su imagen y semejanza. Una generación conectada a su creador, que sepan descifrar el plan divino que la lleve a vivir en plenitud, con la fortaleza de enfrentar las situaciones diversas que conlleva este mundo.

Se demanda de los padres tengan una identidad clara y precisa, conscientes de que los hijos son la herencia que Dios envía para prolongar su presencia aquí en la tierra; progenitores responsables y dedicados a formar una personalidad íntegra en lo físico, emocional, espiritual e intelectual en sus hijos, que le dé un rumbo claro a la historia de su estadía terrenal. En cuanto a la IAFCJ, vemos con agrado la preocupación que cada día muestra por brindar los espacios de atención adecuada a los niños y adolescentes. En mi experiencia personal, veo que en 16 años de colaboración hemos logrado las bases y la inquietud para que localmente se desarrollen programas de atención a ellos. Sitios de reunión dignos de provocar en los infantes un sentido de pertenencia, y la firme seguridad de permanecer en esa familia cristiana que le brinda la iglesia. Nos maravillamos se haya conservado y se siga cultivando el semillero de niños y niñas que ahora han llegado a ser adolescentes, jóvenes, y adultos, forjando sueños y mirándose inmersos en el reino de Cristo aquí en la tierra. Admiramos la vocación y ministerio bien definido en la mayoría de ellos, siendo buenos servidores con una clara identidad y orientación bien definida en la metas de sus vidas. Es muy satisfactorio contemplar la actitud visionaria y generosa de nuestra Iglesia al aportar recursos humanos, materiales y suficientes para el cuidado de la siguiente generación llamada digital, pues la situación que se avisora es todavía mucho más preocupante y demandante. Contar con la guianza de nuestro Dios, a través de su Espíritu Santo, es la fortaleza que nos mantiene en pie de lucha seguros de que estamos en buen tiempo de ser luz y sal en la sociedad actual. Es hora de forjar y ver cumplidos esos sueños, en los cuales la IAFCJ sea capaz de plantar escuelas seculares con fundamentos bíblicos, de valores espirituales donde se moldee la vida integra del infante.

La tarea no ha concluido y el compromiso de la iglesia es cada vez más urgente para destruir las armas sutiles del enemigo con las cuales cada día busca exterminar generaciones completas. Oramos al Señor Jesús para que esto no suceda y cada vez todos juntos: Mesa directiva general, cuerpo pastoral y la iglesia, nos mantengamos mano a mano conscientes de lo que nuestro Señor desea realizar: unir la cadena salvífica de la humanidad. La IAFCJ necesita seguir cumpliendo su misión en la sociedad México-americana y extendiéndose cada vez más a otros continentes en la actualidad. Urge continuar alcanzando y ganando hombres y mujeres para Cristo que tengan la convicción de conocer al que es el único verdadero Dios y la vida eterna (1 Jn. 5.20). Obliga persista en inculcar en sus miembros un profundo sentido de pertenencia al cuerpo, y cultiven una escala de valores que los dignifiquen dentro de una vida equilibrada y llena de gozo, en medio de cualquier adversidad. Gracias a nuestro amado y gran Dios y Salvador Jesucristo por permitirnos vivir tiempos de cambios, que cada día nos acercan a disfrutar de aquella esperanza bienaventurada y de su manifestación gloriosa en los aires (Tito 2.13), estando persuadidos de que Aquel que comenzó en nosotros la buena obra será fiel en completarla (Fil. 1.6). Respetuosamente presentado en el año 2013: “Instruyendo a los pequeños del reino de Cristo, para que vivan en la excelencia de la voluntad de él”

Segunda Parte: El ministerio en el siglo XXI

Por Inés Chávez y Ezequiel Quiroz.

Antecedentes

En el ámbito evangélico en México, por décadas diferentes grupos evangélicos han estado diseñando estrategias didácticas, desarrollando programas y creando ambientes para la atención de los menores; estrategias y recursos que la IAFCJ estuvo tomando y adecuando a nuestras necesidades mismas que generaron un vacío en la producción de materiales didácticos propios, así como capacitación docente oportuna y adecuada. Al finalizar el siglo XX nuestra iglesia empezó a dar un giro en la atención a este sector de la población, sin embargo aún no se empezaba a diseñar material didáctico propio. En los albores del siglo.

En el año de 1999 el entonces Secretario de Evangelización Rev. Nicolás Herrera Ríos le delega la responsabilidad como Directora a Lorenza Cazares para que se encargara del ministerio de la evangelización del niño y el adolescente. Durante un largo lapso de tiempo, la atención se centró sólo en el alcance, ya que esta estrategia dependía de la Secretaría antes mencionada. Fue una etapa de resistencia y lucha pues no se constituyó como un programa oficial y no tuvo la suficiente penetración a lo largo y ancho del país. Tradicionalmente los departamentos de Educación Cristiana locales, habían adoptado la atención de los niños y adolescentes a través de la Escuela Bíblica Dominical y los cursos de verano. Pese al gran esfuerzo que realizaban los maestros y maestras a lo largo del país llegó un momento en que la estrategia no registraba permanencia y pertenencia, pues un alto porcentaje de la población niños/adolescentes desertaban de nuestras aulas. De esta manera llegamos al 8 de junio del año 2001, donde en la ciudad de Culiacán Sinaloa, se efectuó la primer Convención Nacional de Escuelas Bíblicas con el tema: “Escuela Bíblica en Transición hacia la Excelencia”, y es en ese contexto, que se nos dio a conocer a los maestros asistentes el contenido del taller titulado “La evangelización del niño y el adolescente”. Esta actividad motivó y sensibilizó a los líderes y maestros asistentes de diversas partes del país, en su atención personalizada y estratégica, ya que se tuvo la oportunidad de conocer dicho plan y la opción de implementarlo a nivel local. El esfuerzo rindió frutos, sin embargo, muchas áreas del país seguían sin recibir talleres ni capacitación en esta área.

Algunos esfuerzos distritales.

Sus servidores, Inés Chávez Ruiz y Ezequiel Quiroz Cano. tuvieron el honor de trabajar en el distrito de Los Mochis como directores y colaboradores del ministerio infantil, bajo el nombre piloto de Evangelismo Apostólico Infantil (EVAPOI) en equipo con Dina Quiroz Cano.

En el año 2001, del 3 al 9 de diciembre en la Cd. De Guadalajara Jalisco, la Directora Lorenza Cázares, convoca a un grupo de personas de diferentes estados del país a tomar un interesante y completo curso con el fin de capacitar a los asistentes para tan importante labor. En esta ocasión, EVAF Infantil (Evangelismo a fondo Infantil) de la Iglesia Bautista, fue el grupo encargado de impartir el curso: “Instructores en campañas infantiles”, con un enfoque muy centrado en el alcance y evangelización del niños. Este tuvo una duración de siete días de ocho horas diarias, teórico-practicas que hicieron un total de 56. Hasta donde nos fue posible enterarnos, sólo en el Distrito Los Mochis llegó a consolidarse más allá de proyecto piloto habiendo logrando aplicarlo durante una década (2002-2011).

Posteriormente, debido a un cambio de domicilio en lo personal, se nos llamó para hacernos cargo del trabajo con los niños en el distrito de Tijuana, donde colaboramos durante tres años, bajo la dirección y supervisión del Rev. Josué Mendoza, Obispo de ese Distrito. Luego, casi para finalizar nuestro periodo en Tijuana, el entonces Obispo Presidente Rev. Félix Gaxiola, nos incorporó al equipo del nivel general; ahora bajo la supervisión de la Secretaría de Educación Cristiana a cargo del Rev. Efrén Rodríguez López, asumimos la responsabilidad de la Coordinación General de Ministerios Infantiles.

El crecimiento propio de la Iglesia y la gran demanda de atención de estos dos sectores de la población (niños y adolescentes), cuyas diferencias y necesidades eran muy marcadas, obligaron de manera oportuna en el 2009 separar dichos ministerios con la respectiva autorización del Secretario de Educación, Rev. Efrén Rodríguez. Al de los adolescentes se le asignó el nombre de Embajadores del Rey, el cual quedó bajo la administración de Lorenza y Febe Cázares ante los Coordinadores de Educación Cristiana de los distritos. Al de los niños se le identificó como Coordinación General de Ministerios Infantiles y se le encomendó al matrimonio Quiroz Chávez. Esto dentro del marco de la vertiente administrativa del programa Excelencia y conscientes de que ambos grupos necesitaban atención especial por separado debido al crecimiento numérico experimentado por la iglesia y los grandes retos actuales a los que se enfrentan los maestros y lideres de niños y adolescentes en lo local.

La producción de material didáctico

En el lapso de tiempo transcurrido del 2008 hasta la fecha de enero del 2012, por parte de la antes Coordinación General de Ministerios Infantiles, se llevaron a cabo algunas comisiones y actividades que sirvieron como base y antecedentes firmes en el diseño de este proyecto. Algunas de ellas son:

• 20 Series de cuadernillos infantiles acordes a los asuntos que se tocan con los adultos, en los ciclos de consolidación y Evangelístico. • Tres series de manera digital en la página de la Iglesia donde se contó con la colaboración de algunas hermanas que propusieron ideas y contenidos. • Cuadernillos para EBD. Producción en formato digital de lecciones. • Producción y distribución del manual de la Iglesia Infantil a través de las capacitaciones distritales en diferentes distritos del país.

Capacitación a líderes distritales.

Se realizaron 12 ciclos de capacitación para compartir la visión de la atención a los niños como respuesta a la necesidad manifiesta de los maestros y líderes infantiles, lográndose capacitar a más de 1000 de ellos y llevándose a los siguientes distritos: Tijuana, Ensenada, Nogales, Hermosillo, Obregón, Guamúchil, Uruapan, Guadalajara, Pacifico, La Paz, Monterrey, y de manera local en Mexicali, Los Mochis y Tijuana.

La profesionalización del trabajo del maestro fue un tema reiterado por ser de suma importancia ya que estamos bajo el Plan Excelencia. Bajo este esquema los coordinadores distritales se capacitaron en el nivel uno en la primera reunión en el año 2010, con el título “La vision y el ministerio”. Posteriormente se realizaron dos mesas de trabajo para coordinadores distritales donde se tomaron acuerdos de suma importancia, esto en la ciudad de Guadalajara, Jal., ante los representantes respectivos. AITEAM, (Adolescencia e Infancia Transformando en Equipo Al Mundo).

En el ámbito evangélico a nivel mundial, se ha estado invitando a la cooperación y unidad para la evangelización de niños y adolescentes a lo que han llamado Movimiento Ventana 4/14. Esto se refiere al grupo demográfico a nivel mundial que comprende las edades entre 4 a 14 años, que se considera como el grupo social más abierto y receptivo al desarrollo de su vida espiritual. Por lo consiguiente ofrece, según los estrategas misioneros, muchas oportunidades para transformar el mundo. Lógicamente para que esta visión estratégica en la que los niños y adolescentes menores de 15 años tenga éxito se necesita redoblar el empeño de afirmarlos perfectamente en Cristo para que en lugar de que lleguen a perderse se conviertan en eficientes agentes de transformación en este tiempo.

Lo antes expuesto inspiró y motivó profundamente al liderazgo general a investigar y conocer lo que se hace internacionalmente en esa área, por lo que la Secretaría de Educación envió a una comitiva a la Isla de Puerto Rico en año 2011 para conocer la estrategia y ampliar la visión que se tiene dese hace unos años sobre el trabajo con los niños y adolescentes. Fue allí donde el equipo conoció el modo de trabajar y presenta un reportó en la Tercera Mesa de trabajo para coordinadores infantiles (integrándose los coordinadores de Embajadores de Rey), en la Ciudad de Guadalajara Jal. Esa reunión resultó histórica ya que fue en ella, que se decidió terminar con el proyecto Embajadores del Rey y La iglesia infantil como proyectos por separado. Por otra parte se organizó allí mismo un grupo de colaboradores de diferentes partes del país, en mesas de trabajo, las cuales propusieron nombres que reflejaran esa integración. Al fin se decide que el nombre que designará y representará el nuevo esfuerzo de la Secretaría de Educación, será el de AITEAM, (Adolescencia e Infancia Transformando en Equipo al Mundo).

Unos meses después en reunión de trabajo en la ciudad de Tijuana se integraron los equipos definitivos de servidores a colaborar en el liderazgo de este proyecto, quedando la estructura como sigue:

  • Coordinador General AITEAM: Ezequiel Quiroz Cano del Distrito Tijuana
  • Educación: Inés Chávez del Distrito Tijuana
  • Evangelización: Yumileida Chávez del Distrito Obregón
  • Activación: Adiel Sandoval del Distrito Caborca
  • Misión-Envío: Francisco Flores del Distrito Phoenix
  • Finanzas: Misael Cota del Distrito Tijuana
  • Estadística y Metas: Liliana Gallarzo del Distrito Tijuana
  • Intercesión: Zoila Bersabe Herrera del Distrito Zacatecas.

Creemos firmemente que estamos en una etapa de madurez en nuestras congregaciones, y más aun, que estamos en transición hacia nuevos paradigmas. A las nuevas generaciones ya no las vemos más como el futuro de nuestra iglesia, hemos aprendido que son el presente, y que debemos atenderlas adecuadamente, suplir sus necesidades espirituales, sociales y físicas de tal manera que encuentren en nuestras congregaciones la leche y la miel que los nutran y los lleven a convertirse en agentes de transformación de su entorno, en agentes que cambien al mundo. Estamos hoy ante un parteaguas, en un nuevo arranque, conscientes y convencidos que debemos poner en práctica lo que dice Proverbios 4.8 y redireccionar a cada momento, ajustando el rumbo hacia el blanco perfecto y llevando a los más jóvenes a ser como un día luminoso en medio de la oscuridad por medio del accionar del carácter de Cristo forjado en sus vidas.

Fuentes

  • Lore Cázares Vázquez, Directora de Adolescentes "Embajadores del Rey", 2013.
  • Inés Chávez y Ezequiel Quiroz, Coordinación General de Ministerios Infantiles, 2013.
  • Domingo Torres A., Coordinador General de la Comisión de Investigación Histórica de la IAFCJ, 2013.