3a Obregón, Sonora

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Aproximadamente en los años de 1967 tuvo inicio el nacimiento de la Iglesia Apostólica la Fe en Cristo Jesús, en la colonia Ladrillera, de Ciudad Obregón, Sonora, siendo el Hno. Apolinar Martínez. (De cariño el Hno. Poli), encargado de la obra de Dios, que inicio aproximadamente con diez hermanos. Los primeros cultos registrados en estas fechas se realizaban en el hogar de la Hna. Antonina Grijalva y su esposo, que venían del pueblo de Angostura estado de Sinaloa, siendo esta pareja quien empezó a hablar del evangelio en esta zona, siendo el Ejido de Chumanpaco, Sonora donde empezaron a realizar cultos, después realizaban cultos en la colonia Ladrillera y en la colonia Las Areneras, ya con apoyo de los primeros hermanos por mencionar algunos el Hno. Fernando Leyva, Hna. Hilda, Hna. Antonina, Hno. Chabelo, Hno. Chuy de la Rosa, sin olvidar el apoyo de los hermanos de la 1a. Iglesia.

Los primeros cultos de que se tiene memoria en este lugar fueron debajo de un árbol de palo fierro, donde al poco tiempo adquirieron este terreno por el blvd. Yaqui esquina con Otancahui, con un valor de $600.00 que en este tiempo era mucho dinero, el esfuerzo y el amor por la obra de Dios de estos hermanos los llevo a trabajar en vendimias de tamales y tacos dorados, para iniciar a construir el templecito. Poco tiempo después nuevos hermanos dentro de este grupo se sumaban a la obra como el Hno. Baltita, Hno. Miguel Corral, Hno. Baltazar, Hno. Rosalio Leyva que ayudaban a iniciar cultos.

Al mismo tiempo los cultos de las Areneras cobraban un auge importante ya que el evangelio empezó a crecer enormemente, los hermanos que apoyaban estos cultos eran los Hnos. Chuy y Carmen De la Rosa y su familia, la Hna. Cristina, el Hno. Fernando Leyva y su familia, ya con mas miembros y empezando a tomar forma la construcción, el Hno. Chuy De la Rosa fue el que inicio la construcción trasladando arena y graba en su carro, junto con nuestro querido Hno. Isabel Duarte (Hno. Chabelo) y con donación importante de ladrillos de nuestro Hno. Manuel Gil que hasta la fecha lo sigue haciendo.

El pastor (el Hno. Poli) era muy alegre y bromista, una anécdota que cuenta nuestro Hno. Ezequiel Martínez que el día de su boda con la Hna. Hilda, el Hno. Poli se equivoco de pista, había un disco que contenía canciones para boda que les ponían a los novios cuando pasaban al altar; al hermano le prestaron un disco de pura melodía y resulto que por el otro lado del disco traía el Ave María, el hermano no supo que hacer si no que dejar que tocara esa canción, quedando todos los invitados asustados, después el hermano se reía y recordaba a los novios de lo que había hecho.

Recuerdos de otros hermanos de la congregación cuentan que el Hno. Poli juntaba y pedía pedazos de lámina y palos para hacer un tejabancito para cubrirse del frío y de la lluvia en los primeros cultos. En este tiempo el primer músico que registra la historia de la Iglesia fue el Hno. Fernando Leyva, con toda alegría tocaba la guitarra, el violín y cuando no había instrumento con una botella de refresco y un serrucho para hacer sonido, para hacer música, era un excelente cantautor de himnos hermosos llenos del poder de Dios, que hasta sus últimos días el seguía ministrando música para el Señor. Después tuvo la ayuda del Hno. Baltita como segundo músico.

Un testimonio que Dios realizo en la vida del Hno. Poli y su familia, fue que los vecinos que el tenían, deseaban un mal para él, regalándole leche y pan envenenado, querían que él y su familia muriera y no siguiera predicando la palabra, pero él como hijo de Dios estaba protegido y no le sucedía nada, pero a los animalitos que él tenía sí, ellos amanecían muertos a causa del veneno que era para la familia del hermano. Este hermano fue admirado porque visitaba a su membresía en una bicicletita rodado 28, incansable era el amor de Dios en los ojos y el corazón de nuestro hermano.

No dejamos pasar el testimonio de unos de los hermanos que se entregaron a Cristo y que aún el Señor nos lo presta en su camino; nos referimos al Hno. Jesús De la Rosa, siendo el nacido en Puente Grande Jalisco, el salió de su tierra a esta zona como Abraham, a la pizca de granos, dejando a su familia para trabajar en diferentes lugares de Sonora, hasta que un día con unos amigos se asomaron a un templecito en Empalme Sonora, cuenta el hermano que lo primero que vio fue a una muchacha hermosa de la que se enamoró a primera vista, no quedando conforme de haber visto a esa joven, volvió a ir pero no sabía que Dios le tenía preparado una sorpresa, ese día el pastor de ese lugar, el Hno. Ambrosio Jocobi habló de la palabra en Gálatas19. Ese día fue tocado por el Señor y transformado que decidió bautizarse en su nombre de Jesucristo en el año 1964. Donde después de haber ganado su salvación ganó a esa muchacha y se casaron, unión que hasta la fecha perdura, pues siguen felizmente casados con una gran descendencia.

El primer registro de la presentación de un niño dentro de la Iglesia que se tiene fue el de la niña Beatriz De la Rosa López hija de este matrimonio (Jesús de la Rosa y Carmen López) y la primer joven de nuestra Iglesia fue nuestra Hna. Hilda de Martínez que junto con su esposo el Hno. Ezequiel, con fuerza y amor a la obra de Dios siguen sirviéndole en Providencia Sonora.

Por los años del 73’ el Hno. Manuel López Parra fue el segundo Pastor, siendo éste quien amplio el templecito, trabajando para que la congregación aumentara y estuvieran mas cómodos, la juventud creció y la Iglesia veía en los jóvenes alegría y frescura. Jóvenes como: Hnos. Daniel Leyva, Florencio Valenzuela, los hijos de la Hna. Nieves, Roberto y Eleazar, Silvia Moyer entre varios de la colonia Las Areneras.

Así mismo en este tiempo se dio la manifestación mas grande del poder de Dios “El Espíritu Santo” en el año del 1973 el Hno. Montiel junto con su familia iniciando desde Nogales, Sonora usados por Dios con profecías y milagros. Los hijos de Montiel sirvieron a Dios poderosamente con mensajes proféticos y fue un despertar en crecimiento, disciplina y consagración. Los cultos eran día tras día llenos del Espíritu Santo, se cuenta un anécdota; que un día los vecinos tuvieron que llamaran a la unidad de bomberos de la cuidad porque veían llamaradas de lumbre en el templo, que cuando venían los bomberos no encontraban nada de lumbre, sino que veían a un pueblo que estaba como loco, pero llenos del fuego del Espíritu Santo. En esta manifestación sucedieron grandes cosas como el testimonio de los hijos del Hno. Montiel de que un día estaban profetizando y una persona entro al templo, se dirigió a ellos con un arma queriéndoles matar pero en ese momento que quedo frente a ellos, no pudo hacer nada si no que calló arrodillado frente a ellos pidiendo perdón a Dios, así se manifestó la mano de Dios para que no sucediera una desgracia. Para los años de 1976 a 1980, el Hno. Juan Magallanes tomó el pastorado de la Iglesia contando con 45 miembros.

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