1a Tlaquepaque, Jalisco

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La Fe me faltaba, el plazo se llegaba; perderíamos la esquina de Herrera I. Cairo y Ocampo, pero Dios tenía también sus planes. - Ríe con satisfacción-, no puedo creer que haya dudado por momentos”. Hno. José Ávalos (Fundador 1981).


“Hoy tenemos cómodas, tibias y fuertes sillas rojas en nuestro Templo de San Pedro. Y pensar que nos sentábamos en tablas que poníamos en ladrillos”. Hna. Angelina López Hernández (Fundadora).


“Hoy entrego ésta iglesia con más de 120 miembros al Pastor Luis Alfonso”. Hno. Absalón Ávalos (Pastor por 13 años hasta el año 2009, en Febrero).


“Varón, teníamos que mantener el número de 10 personas para que no dejáramos de ser misión”. Hno. Rutilio Robledo (Hijo), (Esto fue en el año de 1979).


“Yo como Obispo de Distrito, atendía ésta misión, así como otros hermanos de la 1ª iglesia, yo no quise dejar la misión, sino todo lo contrario, seguir apoyando. Me pidieron fuera a cubrir la vacante que había dejado el hno. Víctor Rodríguez que se fue de evangelista nacional a la Cd. de León Guanajuato.


Doscientos quince mil pesos, era el costo del terreno y la finca en el cruce, y apenas teníamos tres meses para pagar. Yo le dije a la dueña que si en ese tiempo no teníamos para pagarle, lo ofreciera entonces al mejor postor.


Nosotros tuvimos nuestro primer culto oficial en ese lugar el 17 de enero de 1980, la venta fue un año después en 1981, y la compra la hicimos en ese período por la gracia de Dios, porque como ya dije no teníamos dinero.


De repente creímos que la cosa estaba mal y nos pusimos tristes. No había dinero $ 0.00 El Hno. Jesús Martínez vino y me dijo, estamos en aprietos”. Hno. José Ávalos (Pastor de la 1ª Iglesia de Guadalajara).


“Hoy ha llegado el tiempo de bonanza, y eso era una bendición. Una bendición eso de la compraventa, Dios quería que ese fuera nuestro templo y estaba abriendo la puerta de su primer iglesia en tlaquepaque”. Hno. Jesús Reyes (Fundador 1980).


“Le voy a platicar algo que hacíamos los domingos a la 6:00 a.m. Se trata de un culto matutino que el hno. Jesús Mtz. Presidía, esto sin alterar la escuela dominical y el culto de la tarde. Era una manera sana de comenzar el Día”. Hna. Angelina López (1980).


-Los primeros en bautizarse fueron el Hno. Rutilio y su esposa, padres del Hno. Roberto Robledo.


Después ya como misión, se bautizaron: Juan Rodríguez y su hermano Luis, así como el Hno. Rutilio Hijo; También ya como misión se bautizó la Hna. Remedios, Norma Rodríguez, su esposo el Hno. Ricardo Álvarez. Esto dio la pauta para que los hermanos de la 1ª de Tlaquepaque, que en su mayoría eran artesanos tomaran un papel decisivo en la vida inicial de ésta Iglesia.


“Esos últimos bautismos fueron un día último en 1979 para amanecer el 1º de enero de 1980, año trascendente para el primer culto oficial que se llevara a cabo en el taller prestado, el cual después se convertiría en la Iglesia”. Hno. Rutilio Robledo (1980).


-Fueron muy fervientes en cultos y oraciones, por eso decidieron poner su taller de herrería a las órdenes de la misión, de esta manera se daban estudios los miércoles y los domingos se celebraban cultos.


El Señor organizó las cosas para que los dineros llegaran de la siguiente forma: Las fraternidades de la 1ª Iglesia de Gdl.

Dorcas, Varones, Jóvenes (Entre esos Jóvenes se encontraba el Hno. Absalón Ávalos quien sería el pastor con mayor duración en lo que va de la historia en Tlaquepaque).

Las fraternidades de Varones y Dorcas de la Misión en propia tierra, trabajaban Igualmente con empeño arduo.

El hno. Jesús Martínez se ponía a trabajar en el comercio informal, alimentos, Ropa etc. Aún cuando sus virtudes estaban en la música y el canto.

El Pastor José Ávalos de la 1ª Iglesia de Gdl. Aparte de motivar a sus miembros De la iglesia a compartir con la misión de San Pedro, mandó un mensaje de petición a varias iglesias, entre ellas la de Indio California, donde pastoreaba el Hno. José Ortega (Evangelista sobresaliente de la IAFCJ que decidió irse a la Asamblea Apostólica en USA). Pero solo se encontraron a lo inmediato, respuestas negativas, el tiempo se agotaba y no se veían las buenas noticias.

Faltando 15 días para romperse el trato y perder el depósito, de pronto la iglesia De Indio sirve como instrumento de bendición mandando $5000 dólares, los cuales alcanzaron para pagar el dinero restante.

$3000 dólares a manera de préstamo por parte de las fraternidades de Indio California. $1000 dólares como aportación voluntaria y generosa del Pastor José Ortega. $1000 dólares como aportación voluntaria y generosa del Hno. José Pérez nacido en los Altos y miembro de la Iglesia en Indio California.

EL TEMPLO DE LA 1ª EN TLAQUEPAQUE

Se localiza en la colonia: Colonial Tlaquepaque en el cruce de Herrera y Cairo y Ocampo. Nuestro templo cumple 30 años de ser propiedad de la IAFCJ pero 33 de ser la sede de esta congregación.

Se adquirió en el año de 1981 con una excelente coordinación por parte del Pastor de la 1ª Iglesia de Gdl. JAL. Hno. José Ávalos y con la participación de la misión de tlaquepaque, las fraternidades del la 1ª de Gdl. Y una aportación en préstamo y donaciones de la Iglesia de Indio California, pastoreada por el evangelista José Ortega.

Actualmente el inmueble consta de 120 sillas, 15 bancas que nos permite tener una reunión de aproximadamente 150 personas sentadas. Cuenta con servicio de sanitarios para hombres y mujeres, además de tener cocina y comedor. Se tienen 3 salones para impartir clases y una oficina para el Pastor, además de un patio que hace las veces de claustro. Dos ingresos, uno en la esquina que es el principal, con un pequeño atrio representado por una gradas en forma triangular en planta, y una puerta de 2 metros que tiene un arco de medio punto. El interior de la nave donde se oficia el culto cuenta con un altar y el estrado donde se encuentra el púlpito, además con área para dos sillas donde puedan sentarse ministros invitados. Una área en la plataforma frontal para los músicos y ministerio de alabanza, así como una pila bautismal que puede apreciarse desde cualquier punto del templo.

HNO. JESÚS MARTÍNEZ

en las aguas

Virtudes artísticas, corazón joven, lleno de inquietudes e incansable energía era distintivo que siempre traía consigo. Cuando se menciona su nombre se puede uno acordar con alegría de aquel hombre que dejó muchos gratos recuerdos.

En voz del Hno. Rutilio hijo suena así: Ese hombre no se cansaba, tenía unas ganas enormes de que todos juntos saliéramos adelante.

La Hna. Geli dice: El salía en la tele en el canal 6 y aun así renunció a esa carrera en la farándula y se vino a trabajar en la obra de Dios.

El empezó con las fraternidades de Dorcas y Varones como en 1979 y 1980. También nos motivaba para hacer cultos a las 6:00 de la mañana. Esto sin dejar de hacer los cultos normales, es decir, hacíamos las actividades de escuela dominical y a las 11:00 teníamos la palabra y después a las 4:00 p.m. teníamos el culto central.

Hubo bautismos de los tlaquepaquenses en la 1ª de Gdl. Gente que guiaba el Hno. Chuy aquí en San Pedro, así hoy ya son hermanos. Era tal su manera de brillar, que hasta lo sacaron en el exegeta.

En una ocasión, en un culto, un hombre no convertido irrumpió en el templo para sacar a su esposa, armando una trifulca y violentamente arremetía con los hermanos usando los instrumentos musicales, incluso vino la policía y terminaron por llevárselo a él y al Hno. Chuy, Quien simplemente nos dijo que continuáramos con la celebración del culto, al siguiente día fue puesto en libertad, y solo quedó la experiencia.

Con él logramos tener instrumentos musicales, todo esto hacía que nuestras reuniones fueran muy alegres, y nos gozábamos mucho.

Culto Bajo el tejaban Empezaron a llegar hermanos de otras iglesias como el Hno. Ignacio Quintero y su Familia, su esposa la Hna. Cenobia, junto con sus hijos que eran 10 hasta ese entonces, después nació Omar el número 11 y último hijo.

En ese tiempo se bautizaron Luis y Juan Rodríguez, Rutilio Robledo hijo, luego se vino a reunir con nosotros: la Hna. Remedios (Mello). También Guillermina, Blanca, Don Panchito, Norma Rodríguez y Ricardo Álvarez.

Así pues, es un hombre que con su amable sonrisa y bien recortado bigote, dio la bienvenida a la misión tlaquepaquense y su trabajo no será olvidado, permanecerá en los corazones de quienes con el participaron.

Dios seguramente lo sigue bendiciendo ampliamente, por tan invaluable y alegre entrega.

HNO. ROBERTO ROBLEDO

Nombrado Pastor de la 1ª Iglesia de Tlaquepaque

Me bauticé en Woolake USA en 1972 Inmediatamente sentí el llamado de Dios a evangelizar, el primer grupo de gente que Dios puso en mi corazón fue mi familia en México.

Así que me vine y empecé a reunirme en la 1ª de Gdl. En mi familia había gran rechazo al mensaje y me pidieron que me fuera de la casa de mis padres; por supuesto que no dejé de visitarlos e incluso llevé hermanos de la 1ª de Gdl. Y así empezamos a evangelizarlos con más ahínco.

Hacíamos cultos en la casa de mi padre Rutilio Robledo, con su consentimiento, mas no con su presencia. En ese tiempo me mandaron como Pastor a Tecomán Colima, y ahí estaba pastoreando cuando me dieron la agradable noticia de que ya había una misión en tlaquepaque y que el encargado era el hno. Jesús Martínez.

Fue un gran estímulo porque ahí asistiría mi familia; y así se bautizaron mis hermanos y los amigos de ellos. Asimismo agradecí al Señor la bendición de contar con alguien que orientara continuamente al camino de vida diferente a mi familia.

Cuando habló conmigo el Obispo me pidió que fuera a pastorear a Tlaquepaque; yo lo vi como un gran reto, ya que iba a ser el primer Pastor en la 1ª Iglesia de Tlaquepaque. -Mi familia de origen serían miembros, -Además aquel era un barrio muy difícil por la descomposición social que en ese sitio derivaba con las pandillas o bandas de grupos perniciosos, -Yo conocía el inmueble y sus condiciones físicas eran verdaderamente paupérrimas. -Solo tendríamos acceso a la mitad del inmueble. -Lo que me podían aportar eran $250.00 pesos mensuales, una cantidad extremadamente reducida para los gastos de un pastor, por las cuentas de servicios y transporte, además mi familia era de 7 miembros, -No había cuartos seguros, -No había baño, -No había cocina, -Etc. Etc.

Hno. Roberto Robledo

El reto era enorme, pero cuando decidí servir al Señor, sentí que el dinero no sería lo que me moviera o me detuviera, no vi alternativa, vi la posibilidad y fue claro; ¡tenía que hacerlo!

-Llegue a tlaquepaque, -El Hno. Jesús Mtz. Me entregó 20 miembros de los cuales muy pocos asistían, -El Hno. Ricardo Álvarez fue el único que se atrevió a ayudarme a abrir un hueco en el muro para accesar al área de servicios del inmueble, (baño, cocina), y el resto de la casa donde aún se encontraban los antiguos inquilinos. -Nosotros (mi familia y yo), dormíamos abajo del tejaban (que en voz del Hno. Jesús Reyes el techo era un cedazo en tiempo de aguas). -Cuando desocuparon el resto de la casa ya pudimos vivir en el área posterior.

Yo no paraba de evangelizar, teníamos misiones en Jalos, Santa Fe y otros pueblos del los altos, así como en los montecitos en el estado de Guanajuato, y otros pueblos de los altos de Jalisco como Tepa y Zapotlanejo, también en ciudad Guzmán, san Martín Hidalgo y muchos lugares mas, es decir, eran como células.

Cuando yo salía a evangelizar a veces por más de una semana, solo había una piedra que detenía la puerta de la calle Ocampo y solo tenía chapa en la puerta de Herrera I. Cairo. De modo que el Señor se quedaba en custodia de mi familia, es decir, mi mujer y mis hijos, así que no condicionaba mi trabajo de evangelista. (Nombramiento que le fue otorgado por las autoridades del Distrito).

Ahora mis hijos en su mayoría están bautizados y mi esposa y yo no nos cansamos de dar gracias a Dios y dar testimonio de cómo un Dios tan grande nos puede brindar su cobertura si El halla gracia en nuestras vidas.

Recuerdo perfectamente como sufríamos agresiones por parte de la gente que vivía en los alrededores de la Iglesia, nos apedreaban mientras teníamos los cultos y dañaban la ya deteriorada finca, (poniendo en riesgo nuestra integridad y la de toda la membresía.

Imagínate el terror que se apoderaba de mi mujer y mis hijos, pero Dios no lo permitió aún cuando nos advertían de seguir ahí no íbamos a durar mucho tiempo, no se si referían a nuestra vida o a nuestra permanencia en ese lugar, pero entre la violencia y los arrebatos de ira por parte del entorno, pudimos permanecer.

Nosotros en ningún momento nos acobardamos, así que mi esposa, los hermanos de la iglesia y yo, seguimos adelante y pusimos un alto parlante para que escucharan el mensaje aún desde sus casas. (Dice el Hno. Chuy Reyes que este alto parlante se escuchaba hasta la avenida Niños Héroes). En voz de algunos miembros de la Iglesia de ese entonces, hubo situaciones de dificultad entre Pastor y miembros por diferentes formas de ver las cosas, así que la situación se recrudece en estos momentos, dando lugar a un ausentismo.

Podríamos deducir que por tanto inconveniente, Dios puso a éste hombre que por su perfil, un hombre de carácter, que respondiera de manera dura, a estos momentos duros. Dios no se equivoca.

La gran oportunidad de hablar de esta faceta de la Iglesia en este período de penas no podía tener mejor narrador que el propio Hno. Roberto Robledo. Un hombre que en los años de incansable lucha en el camino de Cristo, ha aprendido a ser cauteloso, inteligente, de excelente trato y respetuoso con los demás, aún aquellos con quienes no coincide en ideales.

Es menester mencionar que esta entrevista en particular, ya que yo no tenía en la memoria el haber tratado de manera directa a este hombre debido a que yo era muy chico cuando lo escuchaba predicar en Tlaquepaque, Así he tenido la oportunidad de conocerle un poco y tratar de leer este soldado de Dios en persona, que resulta sorprenderte escuchar.

Puedo destacar que este perfil de Pastor es muy útil cuando la situación es precaria, dificultosa y sin mucho de que echar mano, ya que solo se camina con fe y una entrega verdadera en el ministerio. Si había tormenta, el seguía viendo al frente y caminando con el rostro lleno de lágrimas pero lo escondía bajo la lluvia, y con una muy bien aceitada brújula, no perdía el rumbo.

Mi prima Martha Elena Quintero (Miembro Fundador), dice lo siguiente:

“Los recuerdo a él y a su esposa, ellos vivían, como creían, y/o en lo que creían”.

No lo podría haber dicho mejor.

Dentro de las actividades más sobresalientes del Hno. Roberto se encuentran las siguientes:

Evangelizar dentro y fuera de Tlaquepaque. Trabajar para pagar la deuda contraída con la iglesia de Indio. Enviar obreros a las misiones externas. Construir y remodelar el galerón que era el Templo en ese entonces. Colocar techumbre de herrería y techos de lámina de asbesto, así como hacer y conseguir bancas. (Las cuales seguían en funcionamiento hasta hace solo un año). Dar presencia a la Iglesia con un Pastorado continuo. Unificar la finca en un solo cuerpo. Excavar profundo y echar cimientos fuertes para dar raíz a una Iglesia que tendría su bienestar y bonanza.

Desde luego, es imprescindible mencionar que esto lo logró con la ayuda de personas, hermanos que fueron parte importante en el suceso de este gran reto, entre los cuales se encuentran los siguientes:

Los Robledo, Los Colín, Los Álvarez, Los Quintero (Heliodoro y Salvadora, Ignacio y Cenobia), Jorge Pantoja y Elodia, Solorio, Lola y Cristina, Jesús Reyes, La hna. Toña, Gloria y Pedro Hdz. La Familia Guzmán, Los Rodríguez, Hna. Tere, Hna. Remedios (Mello), Juan, Angelina, Luis, y los que por desconocimiento no se mencionan pero desde luego forman parte de ésta lista.

La Iglesia de Tlaquepaque no sería la misma si no tuviera en la base personas como las antes mencionadas.

Gracias a Dios por la oportunidad de entrevistarlo en una tibia mañana de febrero en este 2011, en la casa de su hija Rosy en Tonalá JAL.

HNO. ABSALON ÁVALOS

“Yo venía de una tradición de ayudante de la Iglesia apoyando a mi padre José Ávalos quien en ese tiempo tenía como 75 o 76 años. Habló conmigo el Obispo y el secretario de distrito quien pastoreaba Jocotepec”. Hno. Absalón Ávalos. (Enero 2011).

El 19 de Noviembre de 1995 se entrega la Iglesia al Hno. Absalón Ávalos.

Recibí en lista 80 miembros, los cuales eran el registro que tenía el pastor saliente, Hno. Luis Alfonso Fernández. Yo tenía el antecedente de haber estado encargado de la Iglesia de San Agustín durante 6 años, siendo éste mi primer pastorado. El fenómeno que hubo por mi llegada, era de escepticismo hacia mi persona, esto por mi profesión de psicólogo. En otras palabras, no querían un psicólogo; no es un punto de vista generalizado, pero si era un buen número el que no comulgaba con la idea de tener un “loquero” como Pastor.

Entrega de la Iglesia

El rechazo hacia el Hermano era tan real y tangible que se podía ver en muchos aspectos como la participación de los Hermanos en los programas que él instituía así como labores de grupo o la ausencia en convocatorias abiertas. Un detalle que hacía palpable este fenómeno fue que la ofrenda no llegaba ni a los 100 pesos en la semana, recursos que no eran útiles para sostener prácticamente nada de nada, ni inmueble con sus cuentas o proyectos de mejoras y mucho menos para apoyar la economía de la familia pastoral.

Es un común denominador que la Iglesia manifiesta su estado de ánimo de esa manera, y en la mayoría de las ocasiones no necesariamente por la ausencia de dinero en las carteras de sus miembros sino como una manera de expulsar al Pastor, lo que ahora conocemos como violencia económica.

El Hno. Absalón tenía un trabajo externo que le permitía tener otro ingreso con el que podía solventar sus necesidades económicas y aún le daba oportunidad de invertir tiempo en esta Iglesia.

Una de las grandes ventajas que este Pastor tiene es ver al individuo como un ser con sus posibilidades y limitantes mentales, de esta manera conjugaba su visión pastoral, que tenía como elemento básico buscar una integración familiar y cohesionar un grupo discipular. Algunos de los participantes de este primer grupo discipular fueron: Jorge Ramírez Padre y su esposa la Hna. Guadalupe Mosqueda Reyes, Hno. Guadalupe Mendoza y su esposa Oralia, Juan Manuel Hurtado y su esposa Norma Franco; con este primer grupo se trabajó durante 2 años, pero no prosperó en gran manera, mas la integración de la Iglesia fue paulatinamente por buen camino, hasta llegar a tener una dinámica de trabajo que les permitió tener logros de gran trascendencia en el resultado espiritual y de un profundo cambio en la estructura mental de la Iglesia, en la mayor parte de la membresía.

En los años del 97 al 99 se tiene un proyecto para desarrollar las capacidades del individuo, es decir, potencial izar el desarrollo mediante el impulso en su trabajo y medir su desempeño. Los resultados eran proporcionales al nivel de compromiso que este miembro podía entregar.

A este segundo llamado acudieron: Hna. Norma Franco, Juan Manuel Hurtado, Chuy Piedra, Ever Ávalos, Fermín Morán, José Valero, Jorge Aguiñaga, Lety, Hna. Chole.

Es importante mencionar como se fueron formando los ministerios, ya que cuando el Hno. Absalón llegó no se contaba con ellos, por ejemplo: El ministerio de intercesión “Ministerios de Poder” que se inició hermanos, entre ellos el Hno. Yacuta, Juan Manuel Hurtado, Débora Cazares, José Valero.

El ministerio de Alabanza inició con el Hno. Jesús Piedra siendo muy joven el tocaba algunas alabanzas con una flauta y después se fueron agregando mas hermanos, como Becky, más tarde Oscar, Hadlay…

Se trabajó en poncitlán donde se inició con 2 familias y prosperó, ahí hubo varios bautismos.

En los últimos años del pastorado, el hno. Absalón tuvo una gran bendición porque la iglesia ya estaba unida y hacía un excelente grupo con su pastor. Los cultos eran un tiempo de adoración excepcional y de impartición del conocimiento de la palabra que llevaban consigo un derrame de energía impresionante, de modo que se tenía una iglesia diametralmente opuesta a la percepción que tenían al principio los hermanos acerca de él. Lágrimas, milagros, alabanza, entrega desbordada, y una presencia del Señor, que lo mismo hablaban en lenguas hermanos y hermanas con muchos años en el camino, como niños y jóvenes.

Hubo apoyos para entregar despensas con la ayuda de los hermanos Ernesto Castro y su esposa Hna. Magdalena, esto por espacio de 2 años. Hermanos que fueron miembros de esta Iglesia y que al momento de partir para Estados Unidos no dejaron de ver las limitaciones que tenían algunas familias de la Iglesia de Tlaquepaque, y Dios puso en su corazón el enviar estos recursos para que se hicieran varias entregas al mes. Seguramente Dios no los deja de su mano.

La adquisición del equipo de sonido fue una manifestación de la presencia de Dios en Tlaquepaque. La Iglesia carecía de consola, bocinas, cableado, micrófonos y algunos instrumentos como el teclado etc. Se tuvo la fortuna de encontrarse con un hno. De la iglesia que donó $15.000 en un cheque, buenos recursos que sirvieron para comprar la mayoría del equipo, faltando solamente la consola, dado que estos recursos fueron optimizados por el hermano Torreblanca que, en la tienda de instrumentos y sonido fue de gran ayuda para obtener lo mejor en equipo y al mejor precio, es decir, Dios acomodó las cosas de la manera que se necesitaba para su obra.

También logró despertar el entusiasmo de la Iglesia en la construcción y remodelación de la nave de cultos, construyendo un ingreso principal en la esquina del templo y algo que cambiaría para siempre la imagen del templo y el techo de cualidades térmicas y aislantes de sonido con una gran capacidad de dar confort a los ocupantes de los espacios como éste.

Fue fundamental la participación de los hermanos miembros muy en especial del conocimiento y experiencia constructiva del hno. Juan Manuel Hurtado, el es un constructor de armaduras y techumbres en acero, así que coordinaba y cooperaba en conocimiento, trabajo y especie para esta obra tan costosa pero tan útil y necesaria.

Es decir, el hno. Absalón ya había logrado llegar a los corazones de los hermanos y hermanas de esta iglesia, de tal suerte que le acompañaban en sus proyectos, no solo con palabras y palmadas, sino con trabajo, amor y respeto.

De boca del propio Hno. Absalón se describen a continuación algunas de las cosas que considera no pudieron ser concretadas, entre ellas:

La formación trunca de algunos hermanos, como Antonio Esparza y Sandra, el tipo de matrimonios participativos y de gran actitud para el servicio de la Iglesia. La compra de un terreno para hacer un proyecto grande y diferente de un inmueble para la 1ª Iglesia de Tlaquepaque. Una mayor integración como Iglesia. Un estudio Bíblico mas sólido (El que está en funciones, considero se quedó algo limitado).

Es realmente importante mencionar, que sobresale el hecho de que el hno. Pueda compartir libremente lo que se podría considerar como fracasos e inconclusos proyectos, mas aún de su boca escuché la siguiente frase: “Se que esto será una realidad pronto, con la ayuda de Dios”.

También compartió conmigo valiosa información escrita por su padre el hno. José Ávalos fundador de ésta Iglesia. (Información muy útil y precisa la cual no dudó en proporcionarme aún siendo los escritos originales, así como una serie de Fotografías que tomó durante ese tiempo.

Una amplia senda encontré al buscarle para que nos brindara parte de su visión y experiencia al estar al frente durante 13 años de la vida de la Iglesia en San Pedro.

HNO. NICOLAS HERRERA

Me contactaron en el mes de noviembre del 86, para recibir el obispado de este distrito. Vivía yo en México D.F. y me traje a mi Familia. Vivía entonces en la calle 34 y creí que podía ser más útil como familia en la 1ª Iglesia de Tlaquepaque que en la 1ª de Gdl. Ya que esta última estaba más cerca. Al congregarme con el hno. Roberto Robledo, Pastor de esa Iglesia durante dos años, tuve la necesidad de hacer un cambio y enviar al hno. Roberto a Cd. Guzmán, así que convoqué como pastor para esa obra a varios pastores prospectos, como ejemplo, el hno. Rubén Becerra pastor de Guacamayas Michoacán, fueron varios los candidatos y no aceptaron. Para esto, el hno. Roberto ya estaba instalado en su nueva Iglesia, así que yo me hice cargo de Tlaquepaque al ver que los meses pasaban y no tenía respuesta positiva por estos pastores. El hno. Roberto entregó 30 miembros en lista, así que me quedé como Pastor desde el 88 hasta el 93, y el día 28 Marzo entregué la Iglesia al hno. Javier Uribe.

Una de las primeras metas de mi presencia ya como Pastor, fue la de cambiar la imagen física del inmueble, así que retirando cortinas de terciopelo y nivelando el arca de culto fue muy propio para recibir piso.

El piso lo hizo el hno. Jesús Reyes, quien también lo colocó; los muros y los techos habían que restaurarse y darle un orden mas acercado a lo que nuestros requerimientos de Iglesia demandaban.

Se hace una oficina y se adecua el espacio para poder dirigir la Iglesia, se restaura la pila bautismal, se hacen bancas nuevas.

Uno de los principales retos de mi pastorado era el de cambiar la mentalidad de las personas, hermanos de la Iglesia, ellos tenían que estar concientes de lo que eran y representaban para Cristo. Este problema tiene su origen desde la segregación que hacía la 1ª de Gdl. Porque a ella llegaban los pastores de otras iglesias, tenía los eventos más importantes y por ende brillaba a nivel interestatal, es decir, nacional e internacional.

La mayoría de los hermanos en la iglesia eran artesanos y obreros, es decir, los dineros no fluían con la prontitud necesaria por lo tanto, se marginaban las aportaciones para mejorar el inmueble y todo el entorno.

Otro de los trabajos fue crear una estrategia para establecer grupos familiares, así empezó a crecer la Iglesia en número, con nuevos miembros y recuperando algunos de los que se habían perdido.

Recuerdo que en el 88 se bautizaron 12 nuevos miembros y muchos hermanos volvieron, esto llevó a que mi entusiasmo creciera.

En el año de 1990 terminé de ser obispo y me eligieron secretario general.

La actividad que me dio gran identificación con los hermanos y que fue pieza clave para tener una participación leal por parte de la membresía, fue la visitación, es decir, después de la 1:00 p.m. trataba de ir a las casas de los hermanos, comer con ellos e intercambiar inquietudes, así podía darme cuenta de primera mano sobre las carencias o abundancias de sus vidas. Para mí fue clave, dado que pude tener una radiografía de quien y como eran, vivían, convivían e integraban socialmente en su vida fuera de la Iglesia, las personas miembros de mi Iglesia.

De esta manera era más sencillo saber quien podía proveer de algo a la Iglesia, y sabía también que era lo que el hermano o hermana necesitaba, haciendo más eficiente mi participación de Pastor en la vida de estas ovejas.

En voz de la Hna. Martha Elena Quintero: “Mi tía Pepa y yo, platicábamos que fue una época de oro en la Iglesia, se trabajó mucho:

Hubo un grupo discipular. Había campañas de sanidad con resultados impactantes e increíbles, la gloria de Dios se manifestaba con nosotros. Sendas campañas de Evangelización. Había un grupo de Primeros Auxilios, que una Señora simpatizante formó, (Doña Elisa), así este grupo iba a visitar albergues y lugares donde había enfermos. Se trataba de visitarlos y ayudarlos. Teníamos campamentos en tapalpa y en otros sitios fuera de la ciudad. Había confraternidades en activo y siempre eran de una movilidad por demás excelente, de hecho cada mes íbamos y veníamos a otras iglesias, (como Jóvenes de Tlaquepaque). Contábamos con Chene Cazares como miembro activo y ella era una destacada líder en la IAFCJ a nivel nacional, con todas las bendiciones que esto trae consigo. Salíamos a pasear a los parques con los de la 1ª de Gdl. Y otras mas, éramos un buen equipo de Jóvenes

Niños en Clase

Como nos damos cuenta, el Hno. Nico tenía muy claro lo que quería hacer por la Iglesia de Tlaquepaque, pero mas claro tenía lo que podía lograr por cada uno de sus miembros, sembrando amor, atención cuidado de jardinero, etc. No podemos pedir más a un servidor del Señor, que esa entrega incondicional.

En los años del 88 al 93 se empezó con un deseo ferviente de darle un lugar digno y de relevancia distrital a la Iglesia de Tlaquepaque, Objetivo que se logró y se estampó en ella el sello de Iglesia de Calidad.

En palabras del propio Hno. Nicolás Herrera dice: A Tlaquepaque le tengo una estimación muy especial, y un cariño singular, porque me dio lo mejor de sí, su gente, su calidez y un amor de los que nunca se olvidan.

HNO. LUIS ALFONSO FERNÁNDEZ

en las aguas

“Visité la Iglesia de Tlaquepaque en el 8 y el hno. Nico me la ofreció para pastorearla, Nicolás Herrera tenía a su cargo la labor de Obispo de Distrito. Sin embargo al tener que viajar cada mes a la ciudad de México, no podía atender una iglesia. En el año del 93 a Nov. Del 95 tuve a Tlaquepaque a mi cargo. Recibí una Iglesia que recién había tenido un cambio de pastor. La Iglesia tenía un escepticismo como es común hacia el nuevo pastor. Las sorpresas que tuve fueron muy gratas, es decir, tuve una buena aceptación por parte de los hermanos. Yo acababa de arrancar Monte Sión en mi casa. (7ª de Zapopan). En la sala daba los cultos y en los cuartos eran los salones de clases. Tenía el trabajo de contador de la IAFCJ. Tuve una encrucijada por la necesidad de brindar mi tiempo a una iglesia o la otra, y también cumplir con mi trabajo personal de contador, pero no dejé desatendida ninguna porque soy un hombre institucional”. Hno. Luis Alfonso Fernández. (Pastor actual de la 1ª Iglesia de Tlaquepaque).

Recuerdo que por la mañana hacíamos el culto de Sión y corríamos mi familia y yo a tlaquepaque, llegábamos barriendo a bordo de un Celebriti, éramos 8 personas. Al terminar la escuela dominical, comíamos y enseguida venía ya el culto de la tarde.

En tlaquepaque encontraba en ese entonces una gran actitud de entrega y oración, realmente era bello.

Eran hermanos con una formación y entrega que daba gusto trabajar con ellos, porque no había que conocerlos. En lugar de poner piso en su casa, lo pusieron aquí en la Iglesia.

Algo que me movió o me mostró la necesidad que tenía la Iglesia de una renovación, fue que el templo no contaba con ventanas ni baños bien organizados, así que no solo decidimos planear la construcción de nuevos espacios, sino que a lo que trascendió fue a planear una remodelación en base a un proyecto. De hecho tuvimos un arquitecto de planta que fue el hno. Gonzalo Garmendia quien era miembro mientras duró la transformación de la Iglesia.

Hno. Alfonso Fernández Bautizando

Le presenté mi proyecto de construcción a la mesa directiva de la Iglesia y obtuve una respuesta negativa. Posteriormente me convertí en Tesorero General de la IAFCJ y las puertas me fueron abiertas, pudiendo tener el crédito para construir baños, cocina, salones, escalera, atrio y colocación de ventaneria. El monto del préstamo conseguido fue de $20.000 pesos.

Me gustaba mucho participar en la construcción, trabajar con la carretilla y los mazos, tiramos láminas negras dado que parte del techo era de este material y ya estaba vencido, con un inminente riesgo de que colapsara, así que los frutos del trabajo en grupo se veían y además daba gusto vivirlos. Fueron 2 años de trabajo intenso y maravilloso.

Siempre tuve el apoyo de mi familia. Aunque solo pude trabajar un año como pastor y Tesorero General, de modo que por salud física y mental me decidí a dejar el pastorado en el 95. Una de las cosas que mas extraño de ese tiempo es la cercanía de la gente, antes buscaban la figura pastoral y hoy no lo hacen, mas bien le huyen.

El 18 de febrero de 2009, regresé a Tlaquepaque, ahora mi reto es grande:

  1. Lograr empatía Iglesia Pastor.
  2. Organizar una escuela bíblica formativa (Escuela de Líderes).
  3. Encaminar toda esta formación al trabajo celular, (necesitamos ser expertos en la Biblia para lograr una iglesia espiritual ferviente y bíblica).
  4. Desarrollar un proyecto de asistencia social en salud y otros servicios, lo que nuestra población y membresía necesite y así beneficiar nuestro entorno. El proyecto inicial contará con brigadas: Salud: Médicos y Enfermeras, medicamento, Asesoría en Nutrición, Problemas de la Obesidad. Higiene: Corte de pelo. Así como campañas de altruismo y repartición de ropa usada y calzado.
  5. Tener cada día un mejor Templo, un espacio verdaderamente estético, pues nuestro Dios merece una casa hermosa donde se le alabe y glorifique.
  6. Encausar la Iglesia en los programas de trabajo que indica la Mesa Directiva, principalmente la R.C.M. (Red de Células de Multiplicación), pre-encuentros, encuentros, post-encuentros etc.
  7. El fortalecimiento del 2º Culto Dominical, con la finalidad de alcanzar más almas para la gloria de Dios.